Resistencia o imposición lingüística (Nota sobre el Instituto Lingüístico de Verano) El Instituto Lingüístico de Verano (ILV) comienza su trabajo de descripción lingüística de lenguas indígenas, creación de diccionarios y elaboración de cartillas para la alfabetización hacia 1935 en México, labor que ha continuado por más de 40 años no sólo en México, sino también en un buen número de países del Tercer Mundo. Sin embargo, si su acción se circunscribiera al ámbito del trabajo lingüístico, difícilmente atraería la atención de intelectuales y de la opinión pública, y el conocimiento de su existencia no rebasaría los círculos de los especialistas y los funcionarios encargados de los asuntos indígenas; pero en 1979 aparece en México una serie de artículos y publicaciones' que denuncian el verdadero carácter de la empresa que, al parecer de sus autores, mantiene al ILV en los países en los que opera. Los ataques dirigidos contra el ILV apuntan a dos aspectos: "A través de una supuesta práctica de antropología y lingüística aplicadas, el ILV desarrolla actividades misioneras e ideológicopolíticas en consonancia con los planes estratégicos globales del imperialismo norteamericano"2 según mantiene el Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales de México (CEAS). Para funda- 'Numerosos artículos recopilados en El Instituto Lingüístico de Verano, Proceso, México, 1981; los documentos surgidos del foro llevado a cabo por la UNAM, "La política del lenguaje en México" recopilados en Indigenismo y lingüística , UNAM, México, 1980; y Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C., Dominación ideológica y ciencia social. El I. L. V. en México. Declaración José C. Mariótegui , Nueva Lectura, México, 1979. 2Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C., Op. cit., p. 3. mentar estas afirmaciones presenta un informe sobre los orígenes , expansión y funcionamiento , del ILV así como un análisis del contenido ideológico del material publicado por éste. Creemos, efectivamente , que para entender las repercusiones que la presencia del ILV ha tenido en las comunidades indígenas de los países en los que trabaja es necesario hacer un análisis de sus orígenes y las finalidades que como institución se plantea , el modelo teórico que guía sus investigaciones lingüísticas y antropológicas y, por último, los cambios que la permanencia prolongada de los investigadores del ILV produce entre los grupos indígenas . Presentaremos pues estos puntos, siguiendo en parte el informe del CEAS. La creación del ILV es el fruto de la conjunción de dos intereses diferentes. Por un lado fue el emprender una campaña de evangelización entre aquellos grupos étnicos que aún no conocían la palabra de Dios; y por el otro, la ambición del gobierno postrevolucionario de México de formar una nación mexicana por sobre las diferencias étnicas y culturales que en realidad la constituían. El primero de estos objetivos lo perseguía un misionero protestante , de la secta fundamentalista , el reverendo William Cameron Townsend . El reverendo Townsend empieza su labor evangelizadora con el grupo kakchiquel de Guatemala para lo cual tiene que aprender el idioma e idear un sistema de escritura de la lengua kakchiquel en el que pudiera plasmar la Biblia y así ofrecerla a su lectura, tal como lo indica la tradición protestante . Su trabajo consistió entonces en la elaboración del alfabeto, la traducción de la Biblia y la invención de un método , llamado psicofonémico, para la enseñanza de la lectura . Durante los 15 años de su estancia entre los kakchiqueles se entregó también a labores de carácter asistencial , en las que introdujo principios de higiene y sa- 189 lubridad y llevó también a cabo campañas para combatir el alcoholismo. El segundo de los intereses surgía del movimiento social que la Revolución Mexicana había emprendido: la unificación de México en todos los órdenes, económico, racial, cultural, etc. El agente que aseguraría. este proceso era la escuela rural que Moisés Sáenz, en ese entonces Subsecretario de Educación Pública, puso en marcha. A esta escuela se le confirió el papel de transformadora de la vida de la comunidad ya que "en estas escuelas nunca se sabe dónde termina la escuela y dónde principia el pueblo... porque, volviendo por su fuero primitivo de agencia social real, esta escuela es una con la comunidad".' Sin embargo, el éxito de esta empresa requería del apoyo de otras dependencias oficiales como el <le la Secretaría de Agricultura, el de la Sría. de Comunicaciones, etc., ya que se necesitaba contar con carreteras que permitieran el intercambio de bienes y de ideas que integraran al indio con el mestizo y con el blanco. Townsend mismo da su interpretación de este movimiento: "La Revolución Mexicana se había rebelado contra la idea de que los aborígenes fueran inferiores y había desarrollado gran interés por darles escuelas, tierras, derechos electorales y libertad para expresar sus quejas si ellos sabían hablar la lengua oficial".4 Por razones aún poco claras (algunos lo atribuyen a la filiación religiosa común de Townsend y Sáenz, otros, al espíritu expedicionario de este último), Sáenz traba contacto con Townsend, se interesa por su trabajo y lo invita a México con el fin de sentar las bases para iniciar la enseñanza bilingüe entre los 3Citado por Enrique Kraw:e, "La escuela callista" en Historia de la Revolución Mexicana 1924-28, v. 10, El Colegio de México, México 1977, p. 298. 4William C ., Townsend , Hallaron una lengua común, SEPSetentas, no. 131, México, 1974, p. 10. .190 indígenas.' Townsend acepta la invitación en 1934 cuando se instala entre los nahuas de Morelos. En 1936 el presidente Lázaro Cárdenas, en una de sus giras de trabajo, visita Tetelcingo, Morelos donde puede observar la acción alfabetizadora de Townsend y le ofrece extender este trabajo a otros grupos étnicos de México promoviendo así el establecimiento del ILV. De esta manera, el trabajo de alfabetización iniciado por Townsend cobra dimensiones de carácter nacional, sin que sus objetivos evangelizadores decaigan. La traducción de la Biblia sigue siendo su móvil principal, pero ahora aunado con el compromiso de la elaboración de material educativo, para lo cual los miembros del ILV estudian el sistema fonológico de las lenguas con el objeto de formular el alfabeto correspondiente, describen las estructuras sintácticas y léxicas de las lenguas para redactar gramáticas y diccionarios que sirvan de base al diseño de las cartillas y otros materiales destinados al trabajo de alfabetización. Según el informe del CEAS, la mayor cantidad de recursos financieros del ILV se obtiene de donativos y del apoyo económico que los gobiernos de los países en donde actúa les brinda. En México hay que sumar las facilidades que el gobierno otorga a los miembros del ILV para su estancia en el país, como es el exentarlos del pago del impuesto de extranjería y donarles terrenos para sus instalaciones. El CEAS señala que el ILV se compone de 3 secciones. Este tipo de organización les permite continuar con el trabajo misionero sin comprometerse ni comprometer la orientación política de los gobiernos que los hospedan: una de las ramas es la Wycliffe Bible Translators, unida al 5 Gonzalo Aguirre Beltrán , " El Instituto Lingüístico de verano", en América Indígena, Instituto Indigenista Interamericano , vol. 41, No. 3, México, 1981, p. 438. ILV desde su origen, encargada de obtener los donativos, reclutar los misioneros y distribuir el material religioso (la Biblia, principalmente); otra es la Jungle Aviation and Radio Service, que provee la parafernalia necesaria para mantener y usar los equipos de aviación y radio. Esta sección se formó en 1947, cuando la institución creó centros en zonas selváticas y requerían de hidroaviones para llegar a ellos. Por último, está la cabeza visible, el ILV mismo, quien se encarga de ponerse en contacto con las universidades, o con los ministerios de educación para que les abran las puertas y así puedan iniciar su trabajo en un nuevo país; el ILV es la entidad que obtiene el reconocimiento académico por parte de las universidades de Estados Unidos, Canadá, Australia, etc. -desde 1941 la Universidad de Oklahoma lo incorpora en sus programas académicos, y posteriormente lo hace la Universidad de Seattle en Washington- y es quien firma y avala los trabajos lingüísticos, educativos y de antropología aplicada. El ritmo de su expansión es asombroso: desde su fundación hasta 1945 trabajan sobre todo en México, pero a partir de este año, que se establecen en Perú, inician hasta fines de los años sesentas, una proyección progresiva: Guatemala, Ecuador y Filipinas en 1953, Bolivia, Brasil, etc. hasta contar actualmente con centros en 24 países (7 en Asia, 6 en Africa, 10 en América Latina y Australia), estudios en 675 lenguas y un personal de 3,700 personas, entre investigadores y personal administrativo.' Se podría pensar que buena parte de la acogida y las facilidades que los países les proporcionan, se debe al trabajo científico y técnico que se comprometen a desarrollar. No obstante lo 'Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, Op. cit., p. S. abultado de la bibliografía del ILV (más de 2,000 títulos) queda por realizar un análisis, tanto lingüístico como político-antropológico, de este aservo. El informe del CEAS sólo hace un análisis del contenido ideológico de una muestra representativa del material educativo. Este análisis se reduce al listado de temas que tocan los folletos y las cartillas; carece en consecuencia de un respaldo teórico suficientemente riguroso que permita corroborar sus proposiciones que parecen ser más bien de caracter global y generalizante. Por ejemplo, afirmaciones tales como "fomento del individualismo y voluntarismo".7 Tampoco abordan, por no ser estrictamente uno de sus objetivos, las características de la teoría lingüística que fundamenta las descripciones de las diversas lenguas que son objetivo de su trabajo. Creemos, sin embargo, que la formulación y la incorporación de dominios que otras corrientes lingüísticas no han tratado, han estado orientadas por los problemas empíricos a los que se enfrenta su trabajo de descripción. El modelo ideado por Pike -lingüista cofundador del ILV- es conocido como Tagmémica, nombre que obtiene de la unidad de análisis en el nivel gramatical, el tagmema. Los primeros trabajos dePike son sobre el mixteco, lengua que presenta la dificultad de los tonos (lengua en la que las diferencias tonales conllevan cambios en el significado), por lo que su primer intento lo constituye la elaboración de la fonología. Dado el alto grado de sistematización que es posible obtener en los estudios fonológicos, Pike pretende alcanzar el mismo grado de sistematización no sólo en lo que respecta a los otros niveles lingüísticos, sino también a los estudios sobre la cultura y el comportamiento humanos. Es así como saca a la luz, en 1954 su obra Language in relation 'Ibid., p. 54. 1Q1 to a unified theory of the structure of human behavior en donde postula que el lenguaje es un tipo de comportamiento, por lo cual tiene que ser observado en relación con el comportamiento humano en general, ya que es un todo estructurado; asimismo plantea que una adecuada teoría del lenguaje es aplicable al comportamiento no verbal, de ahí que sea posible construir una teoría unificada. Las condiciones para lograr estudios de acuerdo a este modelo son el identificar las unidades y las jerarquías en la estructura en las que están incluidas. Para que una unidad esté bien descrita hay que contrastarla para conocer los rasgos que le permiten ser distintiva y definir la variación y la distribución que presenta. El lenguaje, según este punto de vista de la tagmémica, consiste en 3 jerarquías simultáneas e interrelacionadas: la gramatical, la fonología y la léxica, cada una de las cuales cuenta con sus unidades específicas: el tagmema (que es la correlación entre una función gramatical y la clase que la manifiesi:a), el fonema y el morfema, respectivamente. Resta por determinar en qué jerarquías se puede dividir el comportamiento humano no verbal. Existen 2 puntos de vista desde los cuales puede ser descrita la realidad lingüística o cultural: el punto de vista ético, o perspectiva externa que se enfrenta al fenómeno con un conjunto de presuposiciones que tendrán que ser verificadas; y el punto de vista émico, a partir del cual se precisan sólo aquellos rasgos del fenómeno que son marcados como significativos por criterios internos. Esta doble perspectiva estaba ya presente en la fonología del primer cuarto de siglo y es la diferencia entre la fonética -estudio físico acústico del sonido- y la fonémica -estudio de la realidad psicológica de ciertos sonidos para los hablantes de una lengua-, pero introduce la importante discusión sobre los universales del lenguaje y la cultura, permitiendo que se desarrolle, sobre todo en el campo de la ino antropología norteamericana, una corriente conocida como l a E tnocienci a. 8 De acuerdo con los postulados anteriores, los investigadores del ILV han producido una cantidad considerable de gramáticas, diccionarios, etc., incorporando en épocas recientes algunos conceptos formulados por otras teorías. Uno de los teóricos que han contribuido a ensanchar los alcances de la Tagmémica es Robert Longacre quien introdujo un método para analizar estructuras superiores a la oración (unidad superior de análisis en el distribucionalismo clásico). La necesidad de conocer y entender el comportamiento de las estructuras discursivas ha sido motivado en buena medida por su trabajo de traducción. John Alsop, director del ILV en México en 1979, sostiene que "la aplicación de estos estudios (estructura del discurso) cobra radical importancia a la hora de traducir materiales escritos del español al idioma indígena, ya que en algunos casos los traductores bilingües no traducen el español acoplándose a las propias reglas de su idioma, sino tienden a seguir la sintaxis y el estilo del español...".9 A pesar de la importancia que para el ILV tiene la traducción, es curioso notar la ausencia de una atención sistemática sobre el significado. Ciertamente no se le puede pedir a una corriente del estructuralismo postbloomfieldiano (Bloomfield, orientado en la psicología conductista, planteaba las dificultades que imponía el estudio del significado por lo que lo excluyó de las preocupaciones propias del trabajo lingüístico) que hiciera una teoría sobre el significado, pero lo que sí se puede analizar es el manejo que implícitamente han hecho de él. Se recurre al signifi8Marvin Harris, El desarrollo de la teoría antropológica . Una historia de las teorías de la cultura, Siglo XXI, México, 1978, p. 491 y ss. 9John R., Alsop, "La política del lenguaje y la lingüística aplicada", en Indigenismo y lingüística, UNAM, México, 1980, p. 141. cado para determinar las funciones gramaticales y para encontrar su equivalente en la traducción, pero en la mayoría de los casos es un manejo del significado desde la perspectiva ética que desde la émica, objetivo que al parecer desean alcanzar. Está todavía por hacerse un trabajo más riguroso que revele las limitaciones y las incongruencias de los estudios hechos desde el modelo tagmémico, pero por lo pronto se puede estar de acuerdo con las críticas que los lingüístas norteamericanos le han hecho. La mayoría coinciden en señalar el abuso del empleo de neologismos técnicos, y Hockett lo formula de la siguiente manera: "La Tagmémica se ahoga en su propia complejidad terminológica. La ciencia siempre hace las cosas lo más sencillas posible. La Tagmémica, como un culto, las hace lo más oscuras que puede".10 También se puede destacar las críticas que se le hacen desde los planteamientos de la gramática generativa. La tagmémica comparte con el resto de las descripciones estructurales las características de confeccionar gramáticas taxonómicas, pasar por alto las variaciones socio-dialectales por considerar a la lengua como un todo homogéneo, y en general, tener un débil poder generativo. Podemos entonces aventurar la opinión de que las descripciones lingüísticas hechas con base en la tagmémica presentan una visión excesivamente esquemática y reductiva de la lengua recopilando, sí, muchos datos, pero dejando de lado el análisis de los mecanismos que se ponen en juego y afectan la "estructura" de la lengua cuando ésta está en funcionamiento. Por último diremos que son pocos los trabajos que se encargan de abordar las repercusiones sociales, políticas y religiosas concretas que las comunidades indígenas sufren a partir de la llegada de los misioneros-lingüistas del ILV. Nos referiremos a 2 artículos, el primero de los cuales es de jan Rus y Robert Wasserstrom en el que presentan el papel que ha jugado el ILV entre los indígenas tzeltales y tzotziles de los Altos de Chiapas, en México. La incidencia de este organismo en la vida de los indígenas ha tenido que ver, según los autores, con el proselitismo religioso que los miembros del ILV han llevado a cabo, es decir, en la medida en que las familias se convertían al protestantismo, se agudizaban las diferencias que existían entre los grupos que formaban la comunidad. Otro efecto que operó la conversión religiosa fue la anulación de las demandas por tierras o por cambios de los grupos que detentaban el poder, por lo que se concluye que: "Dando su apoyo a dicha empresa [la lingüística aplicada], los misioneros extranjeros han participado en otra mucho más sublime y más insidiosa: han usado las conversiones religiosas como medios para inducir a los indígenas de los Altos a renunciar a cualquier medida de control que hubiera podido ejercer sus propias vidas"." Nos parece, efectivamente, que la adscripción a un determinado credo religioso participa en la orientación del desarrollo de los grupos, sin embargo, en este texto se considera a los indígenas como menores de edad, incapaces de manifestar su voluntad y de "controlar sus vidas" a partir de la subordinación sumisa en la que se plantean con respecto a los misioneros del ILV. El segundo artículo, de Laurent Aubage, no se pregunta qué consecuencias trae aparejada la conversión religiosa, sino cuáles son las causas que permiten, en estos grupos con un universo simbólico particular y en consecuencia loCharles F., Hockett, El estado actual de la 11Jan, Rus y Robert Wasserstrom, "Evangelización lingüística , Ed. Akal, Madrid, 1974. y control político: El ILV en Mé7dco", pp. 141-59. 193 con reticencias al cambio, la modificación de sus creencias. Este trabajo plantea que si se elige el protestantismo es porque debe de haber buenas razones para hacer esta elección e introduce también ciertas reservas respecto de las concepciones habituales a este respecto: en primer lugar pone en duda el grado de adscripción al dogma, ya que si han persistido las creencias tradicionales encubiertas en manifestaciones sincréticas con el catolicismo, no encuentra razones para pensar que en el caso de la doctrina protestante no suceda lo mismo. Sin embargo, se elige el protestantismo porque es un medio para reaccionar en contra del lugar hegemónico y monolítico en el que siempre ha estado la Iglesia Católica y además porque esta creencia ofrece una renovación profética en las que se mezclan las concepciones de esperanza y liberación. Así pues, la aculturación protestante cubre una función cultural que se manifiesta en términos de resistencia simbólica aunada a la adquisición de una escritura que les asegura una posición de fuerza, convirtiéndose así, en un elemento de primer orden para dicha resistencia: ...recapitulando la totalidad de elementos que entran en juego en la relación entre el ILV y los grupos étnicos de México, la proposición se puede plantear así : yo te doy la escritura y la lectura en tu lengua materna así como una imágen renovada del profetismo y del mesianismo, pero a cambio, debes adherirte al texto sagrado de mi religión y abandonar la fe en tu vieja religión precolombina".12 Por supuesto no plantea que este intercambio se dé en condiciones de igualdad, pero apela a la imaginación y creatividad de los indígenas para encontrar los mecanismos que re- 12Laurent Aubage, "De quelques ambiguités dans les condamnations contre le "Summer Linguistic Institut", en prensa , México, 1983 (la traducción es mía). 194 sistan a esta nueva relación de poder. A pesar de que no estamos seguros de que la escritura juegue un papel vital en la conservación y resistencia de estos grupos, precisamente por no tener un lugar privilegiado en esas culturas, -como ocurre en la cultura occidental- creemos que este trabajo es el primer intento serio de analizar la mecánica de las relaciones entre el ILV y los grupos en los que opera. No se contenta, como sucede en los otros estudios, con dar por hecho la verticalidad de las decisiones y concebir a los indígenas como simples receptores pasivos que adopten el protestantismo y con él todas las formas de vida capitalistas. Resta por determinar el efecto del ILV en los otros ámbitos de la vida económica, social, política y lingüística de estos grupos étnicos, pero en la medida en que sigan formulándose juicios de carácter tan general como son los que califican al ILV de ser un organismo de espionaje, "penetración, manipulación y represión"13 del imperialismo norteamericano (atributos que pueden pertenecer a la Coca-Cola o a la ITT), sin atender a las relaciones y modificaciones específicas que su acción conlleva, en esa misma medida seguiremos siendo incapaces de entender los procesos de cambio no sólo de los grupos minoritarios, sino de la sociedad en general. Ma. Carmen Herrera 13Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, Op. cit., p. 38.