Hemodiálisis en pacientes con insuficiencia renal aguda 1. Identificación y descripción del procedimiento La insuficiencia renal aguda es la disminución o pérdida brusca de la función renal. Las consecuencias derivadas de esta situación son múltiples, ya que los riñones al mismo tiempo que actúan como filtros depuradores eliminando de la sangre el exceso de agua y diversas sustancias, lo hacen también sobre la producción de glóbulos rojos y regulan ciertas funciones metabólicas y endocrinas. Dado que los riñones son órganos vitales, el mantenimiento de la situación de fallo renal conduce finalmente a la muerte. La hemodiálisis es una técnica de depuración extracorpórea de la sangre que suple parcialmente algunas de las funciones de los riñones, fundamentalmente la de filtro depurador. Permiten así controlar de modo artificial la composición de agua y diversas sustancias cuya acumulación es tóxica para el organismo, pudiendo mantener la vida de modo indefinido, mientras se produce la recuperación de la función renal del individuo. Durante una sesión habitual de hemodiálisis se hace circular la sangre de modo continuo por un circuito externo, durante unas 3 a 4 horas. En este circuito hay un filtro dializador que extrae de la sangre el exceso de agua y diversas sustancias acumuladas, y también es capaz de introducir algunas otras, como el bicarbonato. Si usted no tiene realizado un acceso vascular definitivo (fístula arteriovenosa), será necesario introducir un catéter en una vena central, que permita la extracción de la sangre a un flujo adecuado, y la devolución de la misma, una vez ha pasado por el dializador. La duración y frecuencia de las sesiones de hemodiálisis dependerá de muchos factores, que están relacionados con la causa y gravedad del fallo renal, pero también con sus condiciones físicas y otras enfermedades que pueda presentar de modo agudo o crónico. La hemodiálisis no es un tratamiento curativo de la insuficiencia renal, pero permite mantener al paciente de modo indefinido, y dar tiempo a que la función renal se recupere, si ello es posible. 2. Objetivo del procedimiento y beneficios que se esperan alcanzar Mediante la hemodiálisis se pretende sustituir parte de las funciones que realizan los riñones, permitiendo eliminar el exceso de agua y productos del metabolismo tóxicos para el organismo. Se reducen las complicaciones propias de la insuficiencia renal, que en último término pueden conducir al fallecimiento. 3. Alternativas razonables a dicho procedimiento Existen otras modalidades de tratamiento renal sustitutivo como la diálisis peritoneal, y las técnicas de depuración lenta continua que se le ofertarán si sus características y circunstancias lo aconsejan. ESPECIALIDAD DE NEFROLOGÍA 4. Consecuencias previsibles de su realización Aún a pesar de que las técnicas de diálisis constituyen un tratamiento sustitutivo eficaz, la insuficiencia renal aguda es una enfermedad grave. La mortalidad global de esta enfermedad es de alrededor del 50%, pero es muy variable dependiendo de las causas y contexto en que se desarrolle, de la edad del paciente, las enfermedades asociadas, etc. En caso de que la función renal fuera previamente normal, puede en muchos casos, producirse una recuperación completa en unas semanas. Si el fallo renal tiene lugar sobre una insuficiencia renal crónica es frecuente que la recuperación sea incompleta, quedando un grado de insuficiencia renal crónica mayor que lo previo a la reagudización. Así pues, a pesar de la instauración de la hemodiálisis eficaz no puede garantizarse la recuperación del paciente o de la función renal. 5. Consecuencias previsibles de su no realización Dado que los riñones son órganos vitales, en caso de no iniciarse el tratamiento sustitutivo renal en el momento adecuado, las complicaciones propias del fracaso renal conducirán al fallecimiento. Hemodiálisis en pacientes con insuficiencia renal aguda 6. Riesgos Durante la hemodiálisis estará bajo control permanente por personal sanitario cualificado y experto. La hemodiálisis es, en general, una técnica muy bien tolerada por el paciente. Lógicamente, la edad y la gravedad global de cada situación concreta pueden afectar a la adaptación al tratamiento y variar la frecuencia o intensidad de las complicaciones posibles. Las complicaciones más frecuentes que pueden presentarse durante la hemodiálisis son mareo por descenso de la presión arterial, náuseas, vómitos, calambres, dolor de cabeza, pecho y espalda. En general estas reacciones son leves y no impiden el desarrollo de la sesión. Otras complicaciones mucho menos frecuentes son arritmias, convulsiones, el síndrome de desequilibrio, el taponamiento cardiaco, la hemorragia intracraneal, la hemólisis, la embolia gaseosa, las reacciones de hipersensibilidad, reacciones anafilactoides y a pirógenos. Estas reacciones pueden ser graves y en algunas ocasiones de consecuencias fatales. Excepcionalmente, hay casos descritos de complicaciones asociadas a anomalías en los dializadores, mal funcionamiento de las máquinas de diálisis o de la unidad de tratamiento de agua. Otras posibles complicaciones son las relacionadas con la inserción y mantenimiento del acceso vascular: hematoma en el lugar de inserción, hemorragia, infección y obstrucción. Asimismo, se pueden producir las complicaciones relacionadas con la situación de ingreso hospitalario, fundamentalmente la infección hospitalaria. 7. Riesgos en función de la situación clínica del paciente Otros riesgos o complicaciones que podrían aparecer, dada su situación clínica y sus circunstancias personales, son.......................................................................................................................................................... .................................................................................................................................................................................................................... 9. Declaración de consentimiento Don/doña de , DNI Don/doña años de edad, con domicilio en y nº de SIP de años de edad, con domicilio en en calidad de (representante legal, familiar o allegado , con DNI de la paciente) Declaro: Que el Doctor/a situación la realización de me ha explicado que es conveniente/necesario, en mi y que he comprendido adecuadamente la información que me ha dado. En a de de 2 DNI Fdo.: Dr/a DNI Colegiado nº: 10. Revocación del consentimiento Revoco el consentimiento prestado en fecha de el tratamiento que doy con esta fecha por finalizado. En Fdo. el médico Colegiado nº: a de de 2 Fdo. el/la paciente de 2 y no deseo proseguir ESPECIALIDAD DE NEFROLOGÍA Fdo.: Don / doña