12-17 Comunicar situac.qxd 24/5/07 18:31 Página 12 > TENDENCIAS FICHA TÉCNICA AUTOR: REINALDO MÉNDEZ, Javier. TÍTULO: Comunicación efectiva en situaciones de crisis. FUENTE: Gestión Práctica de Riesgos Laborales, nº 39, pág. 12, junio 2007. RESUMEN: El autor del artículo da algunas recomendaciones para gestionar de una manera efectiva la comunicación interna y externa en una situación de crisis. En el primer caso, se debe coordinar la comunicación entre el responsable de Riesgos, el de Recursos Humanos y la Dirección de la compañía. Externamente, es fundamental una actuación conjunta de los responsables de Comunicación y Riesgos, junto con la Dirección; en este sentido, cobra importancia la intervención del equipo directivo elegido y formado como portavoz autorizado de la compañía. DESCRIPTORES: • Cultura preventiva. • Comunicación de crisis. • Situación de riesgo. • Manual de prevención. Comunicación efectiva en situaciones de crisis Imagine por un momento una compañía en la que se ha producido una gran catástrofe. Se trata de una situación de crisis. Ahora, póngase en el lugar del responsable de Comunicación o de un directivo que es quien debe comunicar qué ha ocurrido y por qué ¿Cuál es el mensaje que debe transmitir a los empleados? ¿es el mismo o es preciso hacer hincapié en otros aspectos cuando se trata de la opinión pública? ¿Influye de alguna manera el canal que se utilice? Javier Reinaldo Méndez, especialista en comunicación de crisis, técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales y director de crisis de Ketchum/SEIS. 12 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales Nº 39 • Junio de 2007 12-17 Comunicar situac.qxd 24/5/07 18:31 Página 13 www.riesgos-laborales.com e dice que el sentido común es el menos común de todos los sentidos. Personalmente no estoy de acuerdo con esta afirmación, lo que ocurre es que las situaciones inesperadas impiden actuar con la razón por no haberlas previsto. Por eso, en cualquier circunstancia de crisis o complicada en la que alguien se ve inmerso en su trabajo, la primera recomendación es mantener la calma, lo que ayudará a actuar con un poco de sentido común. En esta línea, los manuales de autoprotección ayudan a los profesionales de la prevención a preparar a las compañías para afrontar cualquier accidente, incidente o riesgo que afecte a la plantilla. S Al igual que la prevención ayuda a gestionar de manera más efectiva una situación real que se produce en la actividad diaria, también se debe estar preparado y coordinado con el departamento de comunicación externa de la empresa, o la agencia de comunicación subcontratada, para expresar interna y externamente cuáles son las medidas de prevención que previamente se habían adoptado. Los ingleses y americanos dicen en inglés que las “cosas suceden”, pero lo que ni empleados ni la opinión pública entenderán nunca es que no se hubieran adoptado medidas para tratar de evitarlas ni que, una vez ocurridas, no se lleven a cabo iniciativas extraordinarias para tratar de impedir que pasen en un futuro. Por tanto, la primera recomendación es mantener la calma y la segunda, estar preparados para saber cómo comunicar en una situación de crisis. Un buen plan de comunicación en estos casos –entre sus herramientas está disponer de un manual de comunicación en situaciones de crisis– ayudará a estar preparados para reaccionar rápidamente ante cualquier hecho inesperado, tanto para transmitir seguridad a la plantilla como a la opinión pública. Definición de una crisis Existen muchas definiciones, desde el punto de vista de la comunicación, para explicar qué es una crisis, sin embargo, la más admitida está relacionada muy directamente con la gestión práctica de los riesgos laborales. Se podría decir que es cualquier acontecimiento repentino que interfiere Nº 39 • Junio de 2007 en el día a día del negocio en el que se mueva una compañía. Éste puede crear un clima de opinión negativo, ya sea en los propios trabajadores como en otras personas relacionadas directa o indirectamente con la compañía, que puede llegar a dañar la reputación de la organización y, por tanto, afectar a sus ingresos. Por ejemplo, a la hora de subcontratar una empresa de construcción, cualquier promotor preferirá las que no hayan tenido excesivas incidencias en cuanto a accidentes laborales y que cuenten con una cierta reputación entre los sindicatos. Entre las crisis más frecuentes, sin tener en cuenta las que pueden ser ajenas a los profesionales de la prevención (como huelgas, falta de stock y similares), están los fallos en la calidad del producto, los incendios, los accidentes de trabajo y los riesgos para la salud. Por tanto, las crisis, desde el punto de vista de su comunicación, también están asociadas a la temática de prevención de riesgos, ya sean para los trabajadores o para los clientes de la compañía. Las audiencias Uno de mis clientes, responsable de riesgos de una gran empresa de distribución, siempre me ha manifestado su disconformidad con esta palabra ya que argumenta que no se entiende qué se quiere decir en comunicación con la palabra audiencia. De nuevo el sentido común sirve para explicarlo: ¿quién no ha oído por ahí que la audiencia de un programa de una cadena de televisión son los telespectadores que habitualmente ven dicho programa? Si se desarrolla una labor como responsable de riesgos de un laboratorio farmacéutico que tenga, además, actividad productiva (no solamente comercial), el sentido común dará la respuesta sobre quiénes son sus audiencias. La primera audiencia que este laboratorio, o cualquier empresa, debe tener en consideración son sus empleados. ¿Por qué es tan importante comunicarles bien una situación de riesgo? Si una compañía transmite los mensajes correctos a sus trabajadores en cualquier situación, se tendrá la seguridad de que el mensaje logrará un canal de difusión mucho más convincente que cualquier otro. Es decir, cada persona que desarrolla su labor en una empresa tiene también una actividad social fuera del trabajo, con amigos, familiares, vecinos, etc. Por ejemplo, cada empleado, de una compañía de 500 personas, comenta a otras 10 personas allegadas un mensaje positivo sobre las medidas de protección que ésta le facilita y la formación en prevención que recibe. Llegaría así a 5.000 personas de una forma mucho más creíble que cualquier otra vía de comunicación; quizás parezcan pocas, pero es posible que lleguen a tener un peso bastante grande en ciudades medianas. En cualquier caso, ya se habría llegado a 5.000 habitantes directamente, por lo que se podrán concentrar después los esfuerzos en comunicación a través de otras vías para llegar a públicos distintos. En la situación expuesta del laboratorio farmacéutico, la red de visitadores médicos es clave a la hora de transmitir a los profesionales de la medicina los mensajes que se les quiere enviar en una situación de crisis; por ello, hay que realizar siempre una formación adecuada de estos trabajadores para que sepan cómo actuar específicamente en cada momento. En el caso de otras audiencias, los clientes son también una de las que hay que tener en consideración. Da igual la actividad a la que se dedique, toda empresa tiene clientes a los que vende productos o servicios y, según ésta, los clientes pueden ser otras empresas o el consumidor final. De todas formas, son una audiencia clave a la hora de comunicar, por ejemplo, un riesgo de producto. Si se hace referencia de nuevo al laboratorio farmacéutico, los clientes directos no son los consumidores finales, sino los médicos y mayoristas de la distribución farmacéutica; también los colegios de farmacéuticos y las propias farmacias que, al tiempo, en el caso de los primeros, son una audiencia institucional. El mensaje es el mismo para todas las audiencias, aunque la forma de expresarlo y el canal para que llegue a cada una, variará en función de ésta. Para transmitir algo al consumidor se puede utilizar la publicidad, y para hacerlo llegar a una empresa que sea cliente directo habrá que usar otros medios como el envío de una carta, un correo electrónico o una llamada de teléfono, muy apropiada ésta última para los principales clientes de la empresa en cuanto a facturación. Gestión Práctica de • 13 Riesgos Laborales 12-17 Comunicar situac.qxd 24/5/07 18:31 Página 14 > TENDENCIAS se podrá establecer con cuáles se ha contactado y conocen la empresa, y con cuáles no. Mi consejo, en este apartado, es mantener una vez al año un encuentro con estas instituciones clave. Las preguntas Cuando los telediarios de las cadenas de televisión informan sobre un suceso, la mayoría de las personas se realiza las siguientes preguntas: > ¿Qué ha pasado?, al tiempo que lleva implícitas las de cómo, cuándo y dónde. > ¿Por qué? > ¿Qué se está haciendo para solucionar la situación en ese momento? © Latin Stock > Y en algunos casos, cuando ya ha pasado un tiempo, ¿se habrá adoptado alguna medida extraordinaria para que nunca vuelva a ocurrir? ¿Cuál es la clave a la hora de definir las audiencias concretas de una empresa a las que comunicar en una situación de crisis? Otras audiencias de una compañía son proveedores (servicios de prevención ajenos, por ejemplo), entidades financieras con las que la compañía tiene relación, cuerpos de seguridad (bomberos, policía, etc.), oficinas municipales de información al consumidor, organizaciones de consumidores, ayuntamientos, comunidades autónomas, sindicatos, y un largo etcétera que dependerá de cada empresa, su entorno y la situación concreta de riesgo. Actualmente están adquiriendo cada vez más importancia las relaciones con las instituciones clave en el sector en el que se mueve la empresa. ¿Por qué hay que establecer vínculos con estas audiencias mucho antes de que surja una situación complicada en la que se le deba comunicar un riesgo? Simplemente, para que conozcan la compañía y estén informados de las actividades de prevención que se realizan. Cualquier institución, y más si pertenece al ámbito político, se pondrá siempre del lado de 14 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales los consumidores en una situación de crisis de una compañía, y máxime si hay un riesgo para la salud de éstos. No obstante, si conocen la realidad de la empresa, también tendrán en consideración la información que han recibido de mano de la propia compañía y sabrán adoptar una postura más objetiva. En el ejemplo del laboratorio cobran importancia como instituciones clave la Agencia Española del Medicamento y, en general, todo el Ministerio de Sanidad y Consumo, las Consejerías de Sanidad de los gobiernos autónomos, los colegios farmacéuticos, las asociaciones de pacientes (la que corresponda en función del producto), y un largo etcétera. ¿Cuál es la clave, por tanto, a la hora de definir las audiencias concretas de una empresa a las que comunicar en una situación de crisis? Recopilar en un solo documento todas las personas, cargos e instituciones que han tenido alguna relación con la compañía, o bien, que deberían tenerla. Así Éstas son también las cuatro cuestiones que fluyen por la mente de la gente cuando se da un suceso grave en la empresa, como un accidente de consideración de un trabajador. La contestación a la primera pregunta no necesariamente la tiene que dar la empresa. Lo normal es que los servicios de asistencia sanitaria (por ejemplo el SAMUR en la Comunidad de Madrid), o bien los responsables de los cuerpos de policía, respondan qué, cómo, cuándo y dónde. Es a partir de la segunda pregunta cuando la responsabilidad de la empresa consiste en afrontar sus respuestas. Esconder la cabeza como los avestruces puede provocar que un incidente sin importancia se convierta en una gran bola de nieve que nadie puede parar. Evidentemente es casi imposible responderla durante las horas posteriores a que se haya producido el suceso, y a veces, durante días. Pero todo acontecimiento conlleva una investigación. Por tanto, el comienzo de ésta es el mensaje que se debe transmitir en los primeros momentos: “Hemos iniciado una investigación para tratar de averiguar por qué ha sucedido…”. Consecuentemente, esta respuesta lleva implícito que la empresa asumirá la responsabilidad si el resultado de la investigación demuestra una Nº 39 • Junio de 2007 12-17 Comunicar situac.qxd 24/5/07 18:31 Página 15 www.riesgos-laborales.com negligencia por su parte. No obstante, no se deben sacar conclusiones anticipadas ni precipitadas, por muy seguro que se esté de por qué ha sucedido un accidente. Es un error muy común, en el caso de los aéreos, que los medios de comunicación, por su obligación de informar cuanto antes, adelanten sus posibles causas, cuando una investigación de este tipo puede durar meses, e incluso años. A veces, cuando ha pasado mucho tiempo, incluso se reabre la investigación, y la conclusión final sobre por qué ocurrió un desastre aéreo difiere radicalmente del informe oficial. Todo hay que decirlo, y que me perdonen los antiguos compañeros de profesión periodística, en la mayoría de los casos, cuando no son graves, los medios nunca llegan a interesarse por las conclusiones finales. Pero con esta afirmación no quiero quitarle importancia a la investigación sobre un accidente o suceso con el objeto de poder afrontar la última pregunta. ¿Qué se está haciendo para solucionar la situación en ese momento concreto? Esta pregunta se refiere a las medidas que se están tomando para solucionar la situación concreta en un periodo de tiempo determinado. Es sencillo explicar en un accidente laboral: “Al herido se le hizo un torniquete, se avisó a una ambulancia que acudió rápidamente, y fue trasladado al hospital más cercano, donde fue atendido de urgencia…”. Con este tipo de respuestas, las empresas comunican que están preparadas con procedimientos de actuación para cada caso. Un ejemplo sería un código de evacuación en caso de incendio, donde las personas saben cómo deben actuar hasta concentrarse en el llamado punto de reunión. La cuarta pregunta, ¿qué medidas extraordinarias se van a adoptar por parte de la empresa para tratar de evitar que pueda volver a suceder un hecho similar?, suele, en la mayoría de los casos, quedar en el aire sin contestar. Y es la mayor causa de frustración, al menos en mi caso, entre los profesionales de la comunicación de crisis. Es cierto que anteriormente afirmé que, en la mayoría de los casos, los periodistas que han informado sobre un suceso no vuelven a preguntar a la empresa cual ha sido el resultado de la investigación sobre sus causas. Nº 39 • Junio de 2007 Estar preparado para afrontar cualquier situación requiere un trabajo previo en todos los ámbitos, y en el caso de las situaciones de crisis, todavía más Sin embargo, en el caso de que lo hagan, preguntarán también si la empresa adoptará algún tipo de medida de seguridad extra para tratar de impedir que un accidente de ese tipo pueda volver a ocurrir. Suponiendo que, por casualidad o desgracia, se vuelva a producir un accidente similar en las mismas circunstancias que el caso investigado, y los medios, trabajadores y, en general, la opinión pública, descubren que no se adoptó ninguna medida extra por muy pequeña que fuese, no lo entenderían. La reputación y credibilidad de la compañía quedaría bastante dañada. El mejor remedio: la prevención Estar preparado para afrontar cualquier situación requiere un trabajo previo en todos los ámbitos, y en el caso de las situaciones de crisis, todavía más. Muchas veces hay que plantearse cómo se puede preparar uno ante un imprevisto y si precisamente es eso, un imprevisto. Al igual que en el trabajo de prevención se identifican los puntos críticos y se realiza una evaluación del riesgo en cada uno de ellos, también hay que actuar de la misma forma en la comunicación del riesgo, elaborando un plan de prevención. En este punto hay que volver a recordar que, en comunicación, hay que distinguir también aquellas situaciones derivadas de un riesgo que se pueden considerar simples incidentes, y las que se pueden convertir en una crisis que afecte a la imagen de la compañía. Por tanto, hay que identificar también los riesgos más sensibles de cara a la opinión pública y definir con cada uno de ellos un escenario. Los manuales de comunicación en crisis, que contienen estos escenarios, son la herramienta clave de un plan de prevención en comunicación de crisis. También hay que definir muy bien el comité que se ocupará de estas tareas en la compañía y formarlos para que cada uno de ellos sepa cómo comunicar a cada audiencia: el director general a los medios de comunicación, el director de Recursos Humanos a los empleados y comité de empresa, el responsable de riesgos y seguridad a los bomberos, etc. ¿Cómo crear un manual de comunicación en crisis? Identificando aquellos escenarios que se pueden convertir en una crisis que afecte a la imagen de la compañía. Por ejemplo, en el sector de la gran distribución y las grandes superficies, Gestión Práctica de • 15 Riesgos Laborales 12-17 Comunicar situac.qxd 24/5/07 18:31 Página 16 > TENDENCIAS un resbalón sin importancia de un cliente o un trabajador porque en el suelo hayan quedado restos de una sustancia resbaladiza no tiene por qué llegar a tener consecuencias graves para la imagen de la compañía, ya que son hechos que se producen frecuentemente. Sin embargo, una caída de mercancía apilada en altura sobre un trabajador o un cliente puede llegar a convertirse en un hecho muy grave si no estaba bien flejada al palé, o bien éste sobresalía peligrosamente de la estantería. En caso de que se produzca un accidente de mayor o menor gravedad por una caída de mercancía en altura, siempre hay que contestar a las preguntas de ¿qué se esta haciendo para remediar la situación? y, como no se puede contestar a por qué ha pasado sin una investigación, sí se puede adelantar lo que la compañía hace para prevenir que se produzca una caída de mercancía en altura. El famoso caso de la colza a principios de los 80 creó en la opinión pública española una percepción sobre los pocos controles de calidad que todavía está presente en la mente de las personas. La realidad, la mayoría de las veces, no tiene nada que ver con la percepción. En el caso de la colza menos, porque el fraude se produjo al venderse colza industrial como colza de alimentación para el consumo humano. Sin embargo, la colza de alimentación, uno de los aceites vegetales más sanos, todavía hoy en día sigue pagando las consecuencias de aquella percepción errónea. Este ejemplo sirve para explicar que la opinión pública no conoce, ni tiene por qué ser consciente de las medidas de seguridad y controles de calidad que se llevan a cabo en las empresas, por tanto, hay que transmitírselos. Estar preparados también significa preparar a la estructura organizativa para actuar coordinados en una situación de crisis. Un solo responsable de la empresa no puede cargar sobre sus espaldas toda la gestión de una crisis y menos la de la comunicación interna y externa. En el manual de comunicación en crisis también hay que definir quien es el responsable de comunicar a cada una de las audiencias. Simplemente hay que recordar un consejo en el caso de las relaciones con los medios de comunicación en una situación de crisis, no tiene por qué ser el máximo responsable de la compañía el que se ocupe de ésta, sino la persona del equipo directivo que transmita más tranquilidad y seguridad a los medios. Toda la prevención no sirve de nada en comunicación externa si cuando la audiencia también externa llama (un medio de comunicación o el alcalde) para preguntar acerca de un accidente que haya ocurrido en la empresa, la persona que responde en la centralita no sabe qué hacer, se pone nerviosa, o bien no le pasa con la persona adecuada. La formación de las personas que atienden la centralita de la empresa es clave © Latin Stock En esta circunstancia se podría hacer referencia, por ejemplo, a las revisiones visuales de la carga, a la preparación de los conductores de los toros, a la comprobación del fleje de la carga al palé antes de su colocación en altura, etc. En definitiva, transmitir aquellos procedimientos que realizan las empresas para evitar cualquier tipo de accidente. Un solo responsable de la empresa no puede cargar sobre sus espaldas toda la gestión de una crisis y menos la de la comunicación interna y externa. 16 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales Nº 39 • Junio de 2007 12-17 Comunicar situac.qxd 24/5/07 18:31 Página 17 www.riesgos-laborales.com a la hora de reaccionar adecuadamente en una situación de crisis. Algunos de los lectores de esta revista desempeñan, además de la responsabilidad de la prevención, el cargo de responsables de seguridad. Ellos van a entender mejor a qué me estoy refiriendo con las llamadas a centralita. Al igual que forman a las personas que atienden este puesto a reaccionar con tranquilidad ante una llamada de amenaza de bomba (apuntando el tono de la llamada, los datos y otros detalles en una hoja de incidencia que ya tiene establecidos los campos), también deben recibir formación sobre cualquier tipo de llamada y facilitarles copias de documentos de incidencias para apuntar todos los detalles de la empresa o medio de comunicación, nombre de la persona que realiza la llamada, motivo, etc. Una vez formadas en ese aspecto, deben también recibir formación de los responsables de atender cada llamada: como una de un medio de comunicación al responsable de Comunicación, una llamada del alcalde al director general, y así sucesivamente, según se haya establecido en el manual de prevención en comunicación. Pero me gustaría insistir en este punto, esta vez en referencia a los servicios externos, y en especial a la empresa de vigilancia. El problema con este servicio externo es la rotación, pero hay que ingeniárselas para conseguir que no metan la pata a la hora de contestar llamadas externas o atender, por ejemplo, a un medio de comunicación que se presente en la sede de la empresa en un horario en que solamente estén presentes los vigilantes. Ya no es la primera vez que un vigilante del parking de un gran centro comercial es entrevistado por una cadena de televisión y, ante la pregunta del gran caos circulatorio que se está produciendo, responde sin estar autorizado: “Pues fíjese, esto no es nada, si viese el sábado pasado”. La formación de la empresa de vigilancia en el campo de la comunicación también es fundamental para evitar esta situación. ¿Cómo se puede formar a una empresa ajena o a sus trabajadores si no están obligados a recibir esa preparación en ese campo ni es su obligación atender las peticiones de información? Incluyendo en el contrato que se firme con ella un apartado en el que se establezca que el encargado de cada Nº 39 • Junio de 2007 equipo de vigilancia sea el responsable de formar también a los nuevos vigilantes que se incorporen al puesto en la empresa debido a la alta rotación que hay en ese sector. Otras recomendaciones en comunicación interna Si actuar con sentido común debería ser común en todos los casos y situaciones, en el caso de la comunicación interna es clave, como se ve en este ejemplo: si una empresa ha utilizado siempre en sus comunicaciones externas el tablón de empleados o el correo electrónico, en el caso de que la mayoría de la plantilla disponga de esta herramienta de comunicación, para transmitir cualquier información interna relevante, el sentido común marca que se utilicen también las mismas vías en una situación de crisis. Actuar exactamente igual que la dirección lo ha hecho hasta ese momento en comunicación interna es clave para transmitir tranquilidad a los propios empleados en una situación de crisis. Si las relaciones con el comité de empresa son buenas, hay que apoyarse siempre en este órgano de representación sindical para conseguir el apoyo de los trabajadores. Con los dos párrafos anteriores se hacía referencia a transmitir el mensaje a la plantilla, pero, ¿cómo se puede transmitir también la concienciación de que los trabajadores no son portavoces autorizados ante los medios de comunicación, por ejemplo? Al igual que hay situaciones en las que un vigilante (trabajador subcontratado) realiza declaraciones inoportunas ante los medios de comunicación, también un trabajador inconscientemente las puede hacer. No es la primera vez que se ve, por ejemplo, a una cajera de un centro comercial opinando sobre alguna materia relativa a su empresa. El afán inconsciente por salir en la televisión lleva a muchas personas a decir lo primero que se les ocurre sin pensar. En el caso de una crisis puede tener repercusiones negativas, incluso sobre su trabajo. ¡Cuidado con esto! No se puede obligar a un trabajador a que no hable con un medio de comunicación sobre la compañía. Pero sí se le puede convencer ¿cómo? Primero, preguntándole si conoce absolutamente todos los detalles de la empresa. De esa forma reconocerá inconscientemente que solamente sabe bien cual es su trabajo pero no todos los detalles de lo que hace la compañía para tratar de evitar que se produzca un accidente, por ejemplo. En segundo lugar, tratándole de convencer de que si opina delante de un medio de comunicación sobre un área de la empresa que desconoce en una situación de crisis, su opinión puede tener repercusión negativa en la viabilidad futura de la compañía y, por tanto, también en la viabilidad de su trabajo. Otros consejos en comunicación externa La clave para un profesional de la prevención cuando se trata de comunicar externamente es utilizar un lenguaje que todo el mundo pueda entender. Nunca se debe emplear el lenguaje que se usa para los manuales de autoprotección. Hay que desterrar, por tanto, el uso de palabras como EPIs (equipos de protección individual), lux (por la medida de iluminación) y otras palabras del argot de Prevención de Riesgos Laborales en la comunicación externa. Por ejemplo, en una empresa de construcción, cuando uno de los trabajadores de la plantilla sufre un accidente de mayor o menor gravedad no se puede decir: “La empresa proporcionó al trabajador todos los EPIs que establece la legislación y estaba protegido por ellos en el momento del accidente”. Hay que utilizar el mismo lenguaje que se usaría si se le explicara a un niño de siete años qué pasó. Si fuese el caso, se le diría “pues lo que ocurrió fue que Juan, el que te regaló el último juego de la Play, se había quitado los guantes que llevaba, y que impedían que se hiciera daño con el cuchillo que manejaba, y se cortó en el dedo; pero no te preocupes, porque rápidamente le curamos y ya está bien”. Las personas ajenas a la profesión no tienen por qué saber qué es, por ejemplo, un splitter, ni cómo funciona. También se debe tener siempre presente que los medios de comunicación son una vía indirecta para llegar a toda la opinión pública, no una directa, ni una audiencia más; y, por tanto, hay que preparar muy bien la comunicación que se realice a través de ellos, porque será también el mensaje que más cala en la sociedad. Gestión Práctica de • 17 Riesgos Laborales