OPINIÓN Y COMPROMISO Héctor Lescano Por cierto son muchos los temas nacionales e internacionales que, cumpliendo con lo comprometido en esta columna, merecerían atención y expresión clara, aun con los riesgos de afectar la profundidad que aquellos merecen por la insalvable limitación del espacio. *Me siento parte de un gran espacio de opinión pública que lamentamos el traslado de la jueza Mariana Mota. Configura una situación muy especial con previsibles y comprensibles derivaciones y que claramente trasciende el ámbito administrativo normal para adquirir unas dimensiones políticas y emblemáticas que, en este caso, van de la mano con lazo fuerte. Respetuosamente, si estas razones no convencían para evitar el error cometido – acerca del cual todos los ciudadanos tenemos el derecho de opinar – aquéllas que lo motivaron debieron ser explicitadas con la claridad relativa a la trascendencia del tema como una saludable y necesaria contribución a la información a la ciudadanía, derecho y deber que debe interpelarnos a instituciones y dirigentes que actuamos en el ámbito de lo público. Para generar los climas más adecuados, en cuyo marco, sin renunciar a competencias intransferibles, se facilite recurrir en situaciones críticas al siempre posible espacio de la política, por cierto en la más amplia acepción del término. Ojalá no nos encontremos frente a una situación que se considere cerrada. Con la misma franqueza, no compartimos el criterio de convocar al Parlamento a los integrantes de la Suprema Corte de Justicia. Existen mecanismos constitucionales que no traducen la más mínima sombra sobre el respeto irrestricto al criterio de separación de Poderes, uno de los pilares fundamentales de la consistencia democrática que todos compartimos y a todos nos compromete. Y no comparto actitudes de plantear procedimientos extremos que se adelantan a trasladar públicamente, aún con todo derecho, sectores políticos que no recurrieron previamente a los ámbitos de reflexión interna que todos reclamamos. Eso sí, las causas referidas a la violación de Derechos Humanos deberán seguir su curso con la dedicación y voluntad que la Ley y la conciencia determinan. Firmeza y responsabilidad * Fernando Lorenzo continúa al frente del equipo económico de gobierno. Y muy probablemente, con más amplio respaldo aún, que el mucho que tenía cuando asumió el cargo. Desde luego, en primer lugar, porque así lo desea el Presidente de la República. Economista de formidable consistencia técnica, formó parte muy destacada del equipo que desde el gobierno de Tabaré Vázquez planteó con el liderazgo de Danilo Astori un rumbo 1 claro y creíble de la política económica para que la recuperación del país se encaminara, en clave de izquierda, hacia un proyecto nacional de desarrollo que busca con voluntad firme traducirse en crecimiento con equidad, en términos de desarrollo humano integral según la expresión de Maritain. Y que en esta etapa del tiempo progresista, representa una columna sólida de credibilidad y confianza para seguir ampliando y profundizando cambios y, como hemos ya expresado en esta columna, el joven dirigente es una de las referencias en el camino de la renovación generacional de la izquierda. En verdad, creemos que al menos casi todos hemos sentido un alivio muy grande. Una vez más, los agoreros de fracturas y crisis inevitables, fueron derrotados por la firmeza y la responsabilidad. Estos dos conceptos fueron claves para entender el positivo desenlace de una difícil situación que nadie puede desconocer. Y los términos de la secuencia de acontecimientos decisivos son recogidos muy prolija y fundadamente en la extensa declaración del Frente Líber Seregni que suscribimos íntegramente. La opinión comprometida de los máximos líderes del gobierno y de la izquierda y la generosidad responsable del Ministro involucrado fueron determinantes para que, una vez más, primara la sensatez. Se planteó con firmeza que debían terminar los equívocos y las señales contradictorias que, por cierto, trascendieran el saludable debate interno de una coalición pluralista que respeta la diversidad. Y que la iniciativa del equipo económico, de indiscutible sustento jurídico, expresara el criterio compartido de que los destinos originales de la recaudación del ICIR y más aún, de ser posibles, mayores apoyos a iniciativas orientadas a fortalecer políticas de descentralización, debían provenir únicamente de los sectores de mayor concentración de renta agropecuaria y sus históricos incrementos. Y toda esa salida, en el marco de un renovado espíritu de responsabilidad, con el ineludible desafío de hacer las cosas necesarias para la continuidad de los gobiernos progresistas de nuestro Frente, cuyos logros, sin encandilarnos porque aún resta avanzar en el proyecto solidario, nos enorgullecen. 2