4-R-2003 CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO

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4-R-2003
CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO: SAN SALVADOR, a las
quince horas con cincuenta y cinco minutos del día treinta de octubre de dos mil tres.
Por tercera vez, conocemos de otro incidente de recusación que se ha promovido, en
esta oportunidad por la Señora ---------------------------- (quien tiene la calidad de
denunciada) contra el LIC. MARIO OSMÍN MIRA MONTES, JUEZ DÉCIMO
SEGUNDO DE PAZ de esta ciudad, en relación al expediente número VI-12-2001-6.
El primer incidente de recusación fue interpuesto por el Lic. FRANCISCO
ZACARÍAS ALVAREZ BELLOSO, en calidad de apoderado de la señora ---------------------------.
En la segunda oportunidad, el recusante fue el Sr--------------------------- contra el
aludido Juez de Paz; petición que fue resuelta por esta Cámara a las quince horas del día
diez de marzo de dos mil tres, declarándola sin lugar, la cual fue recurrida en Casación por
el mencionado señor ---------------------- y a su vez declarada sin lugar, el día cinco de mayo
de dos mil tres, por la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia.
A pesar de haber sido declarado sin lugar dicho recurso, este Tribunal argumentó en
el romano III de su providencia judicial, que la Cámara de Familia no era competente para
conocer sobre la recusación aludida, en aplicación del Art. 1162 C.Pr.C., que confiere
competencia a los Jueces de Primera Instancia, para conocer de las recusaciones que se
interpongan contra los Jueces de Paz, con el objetivo que los primeros decidan si procede
separar al Juez de Paz del conocimiento del asunto. Como el recurso fue denegado, no se
profundizó sobre la competencia en el caso de la recusación de un Juez de Paz en
diligencias de Violencia Intrafamiliar.
No obstante, se infiere que la Sala de lo Civil considera que en los procedimientos
de Violencia Intrafamiliar conocidos por los Jueces(zas) de Paz, el incidente de recusación
debe ser conocido por un Juez de Familia (Primera Instancia) y no por la Cámara de
Familia (Segunda Instancia). Es decir, que según ese alto Tribunal se debe atender a la
distribución jerárquica de las funciones en el sistema judicial de administración de justicia
o al criterio de la competencia en razón del grado, establecido en el Derecho Común
(tradicional, escrito y preferentemente patrimonialista).
Esta Cámara, respeta el criterio sostenido por la Sala de lo Civil, pero no lo
comparte, por las razones siguientes: 1-) En los considerandos de la Ley Contra la
Violencia Intrafamiliar (L. C. V. I.), se expone que la misma se ha dictado en cumplimiento
de la obligación del Estado de emitir la legislación necesaria para la protección de la
familia. Lo último, por cuanto el Estado, en el Art. 32 Cn., reconoce que la familia es la
base fundamental de la sociedad. En ese orden de ideas, es conveniente enfatizar que al
promulgarse la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar, el Estado adecua la legislación
interna a los tratados y convenciones internacionales referentes a la familia, en
cumplimiento del Art. 144 Cn. y en relación con el Art. 7 de la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer o "Convención de Belém
do Pará". En el ámbito jurídico internacional de los Derechos Humanos, se parte de la
premisa, que para facilitar y propiciar el acceso a la justicia, una de las medidas idóneas es
la reforma de los procedimientos legales internos por parte de los Estados, ya que los
existentes, como el Código de Procedimientos Civiles (C. Pr. C.), data de hace más de un
siglo y responde a situaciones de vida distintas a las actuales, motivo por el cual no
contiene mecanismos procesales sencillos y rápidos que amparen a las personas contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley y los
tratados, de conformidad al Art. 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos.
Es del caso señalar que la L.C.V.I., no regula un procedimiento de recusación de
Jueces(zas) y Magistrados(as) u otros funcionarios que intervienen directamente en la
administración de justicia; pero el Art. 44, dispone que todo lo no previsto en dicha ley, en
lo relativo a procedimientos, se aplicará la Ley Procesal de Familia (L.Pr.F.) y el C .Pr. C..
Asimismo, en el Art. 22 de la L.C.V.I., se señalan sus principios rectores, entre ellos:
oralidad, inmediación, concentración, celeridad, economía, oficiosidad, etc.
Así las cosas, partiendo que la L.C.V.I. no anida disposiciones legales aplicables a
la recusación interpuesta, debe de emplearse la auto integración, a fin de aplicar
supletoriamente la L.Pr.F. respetando especialmente los principios y procedimientos
recogidos en la L.C.V.I. En el mismo Art. 218 L.Pr.F., se establece que si un caso no está
regulado en la misma, se aplicará supletoriamente el C.Pr.C., siempre que no se oponga a la
naturaleza y finalidad de la ley.
Es con respecto a lo últimamente citado, que la Sala de lo Civil, en la sentencia
mencionada, hizo referencia al Art. 1162 C. Pr.C. para resolver los incidentes de
recusación. Esta Cámara sostiene que, este procedimiento no es aplicable en el sub lite,
cuando se recusa a un Juez de Paz, en los casos de violencia intrafamiliar, ya que no
garantiza el cumplimiento de los principios rectores de la L.C.V.I. (oralidad, concentración,
inmediación, celeridad). De ser así, se contravendrían los Tratados internacionales y el Art.
144 Cn.
Debe además tomarse en consideración que la sentencia de la Sala de lo Civil es el
único precedente judicial (conocido) que hace referencia a la resolución dictada por esta
Cámara en la anterior recusación planteada en este procedimiento, por tanto no ha llegado a
constituir jurisprudencia (doctrina legal).
Que al declararse sin lugar el Recurso de Casación, la resolución dictada por este
Tribunal ha quedado firme, habiendo precluido los plazos procesales que habiliten su
impugnación, a través del recurso de revocatoria, nulidad etc., como lo han seguido
intentando los recusantes.
2-) En la ley contra la violencia intrafamiliar, se ha eliminado el estrato jerárquico
entre el Juez de Paz y el Juez de Familia, pues ambos conocen en Primera Instancia ( Art.
20 L.C.V.I.), desarrollando a plenitud el trámite (norma adjetiva) y aplicando los derechos
y deberes (norma sustantiva) contenidos en esa ley.
3-) En abono a ello, el Art.32 L.C.V.I., establece que las apelaciones contra las
decisiones de los Jueces de Paz en los casos de violencia intrafamiliar, deben ser conocidas
por la Cámara de Familia. Dicha disposición es extensiva bajo una interpretación analógica,
a los demás incidentes como el de recusación, conforme al aforismo jurídico que expresa
"donde existe una misma razón, debe existir una misma disposición" y a lo dispuesto en los
Arts. 8 y 9 C. F.
4-) En ese orden de ideas, si la ley confiere a la Cámara de Familia, la competencia
para conocer de las apelaciones, cuya decisión reviste mayor trascendencia e implica
conocer del fondo del asunto discutido, con mucha más razón será competente para conocer
del incidente de recusación. No sucede lo mismo en los juicios verbales, que conocen los
Jueces (zas) de Paz, de conformidad al Art. 474 Pr.C., cuya sentencia conocerá en revisión
o apelación el Juez(a) de Primera Instancia, tal como lo prescriben los Arts. 486 y 489
Pr.C., Art. 8 del Decreto de conversión de los Juzgados de Hacienda en Juzgados de Menor
Cuantía, es en ese tipo de disposiciones donde se aplica el Art. 1162 Pr.C., ya que existe
una diferencia en el grado de conocimiento entre el Juez de Paz y el Juez de Primera
Instancia.
5-) No puede olvidarse, que los criterios sobre "distribución de competencias",
surgidos de las soluciones en los conflictos de competencia surgidos entre jueces, son
sentados por la Corte Suprema de Justicia en Pleno y no por la Sala de lo Civil (Art. 1198 y
1201 C. Pr.C., Art. 63 L.Pr.F.).
A todas esas conclusiones se ha llegado, a través de una interpretación integral del
orden jurídico salvadoreño, prescindiendo de aquellas interpretaciones "meramente
literalistas y civilistas" que en ocasiones son utilizadas, apartándose de la evolución de la
normativa procesal familiar moderna.
Por otra parte, no existe ninguna resolución dictada por la Sala de lo Civil que deba
ejecutarse, ya que el recurso de casación fue declarado sin lugar. Por lo tanto, al haberse
promovido nuevo incidente de recusación, bajo el criterio antes expuesto, debemos conocer
de dicho incidente y decidir con solo la vista del proceso. Cabe señalar que en otros casos
que se ventilen, en que se requiera prueba para fallar, deberá aportarse ésta en la audiencia
respectiva.
Enfatizamos que en este proceso existen suficientes elementos para resolver sin más
trámite el incidente planteado, con más razón tratándose de un procedimiento que por su
propia naturaleza debería ser ágil, breve y sencillo, como lo dispone el Art. 6 lit. d) L.C.V.I.
Por otra parte, no se han aportado nuevos y mejores argumentos que sustenten la
recusación.
Además, se debe tomar en consideración la excesiva cantidad de recursos e
incidentes interpuestos en la tramitación del caso, en que se evidencia a todas luces el
ánimo de una obstrucción desmedida y sistemática al cumplimiento de las resoluciones
judiciales por parte de los señores ---------------------------- Y ----------------------------. Véase
para el caso: a-) las dos apelaciones interpuestas en este mismo procedimiento en las que se
confirman las actuaciones del a quo a fs. 439, 466 y una tercera apelación 1 –A-03 en otro
proceso de violencia intrafamiliar, entre las mismas partes, resuelto el día catorce de marzo
de dos mil tres. b-) Dos casaciones a fs. 442, 605 y siguientes, ambas declaradas sin lugar,
c-) un amparo a fs. 520, d-) una recusación planteada a fs. 459, otra recusación a fs. 554 y
por último la recusación que hoy nos ocupa (fs. 645).
Como ya se dijo se inició un nuevo procedimiento de violencia intrafamiliar
denunciado por la Sra. -------------------------------, posterior al dictado de la sentencia en
este procedimiento, en el cual también se impugnó la resolución pronunciada, como consta
del informe de Secretaría y de la resolución pronunciada por esta Cámara el día catorce de
marzo de dos mil tres, en el que además se informó a la Sección de Investigación
Profesional de la Corte Suprema de Justicia, sobre la conducta del Lic. FRANCISCO
ZACARÍAS ÁLVAREZ BELLOSO, quien insistía en no ser parte en el proceso aludido.
En resumen se ha establecido que la finalidad de tanto incidente y peticiones, es
evitar el cumplimiento de la sentencia que ordena a los denunciados el abandono del
inmueble hasta que se defina en el informativo el derecho de propiedad en los porcentajes
correspondientes, esto es que en el proceso de partición se delimite la cuota que
materialmente le corresponde a cada heredero, lo cual no es objeto de conocimiento del
procedimiento de violencia intrafamiliar que se tramita; no obstante se han presentado al
expediente los datos registrales respectivos en los cuales no se determinan esos porcentajes
a partir de su calidad de herederos y que dicho sea de paso contienen información
encontrada y confusa (ver fs. 150, 580, 584). En cuanto a los porcentajes -en abstracto- se
refiere, dichos datos deben basarse en el testamento. (que también fue impugnado) donde
aparecen tres herederos, delimitando a cada uno lo que le corresponde, en el cual
únicamente se deja como herederas de los inmuebles objeto del litigio a ambas hermanas;
uno de dichos inmuebles inicialmente en proindivisión entre la madre y los hijos fue objeto
de compraventa, previo al otorgamiento del testamento. Según la compraventa, -------------------- Y --------------------- le cedieron sus derechos a la testadora, aunque dicha venta fue
presentada posteriormente al Registro de Propiedad. En consecuencia, al heredero Sr---------------------- únicamente se le dejaron otros bienes, entre ellos muebles, todo lo cual consta
a fs. 9/11, 165 y176.
Por lo expuesto supra, no puede tenerse por cumplida y hacer cesar la medida
cautelar decretada en la sentencia e insistentemente solicitada, ya que no se ha presentado
la documentación en la cual conste la partición judicial, que delimite materialmente la parte
que le corresponde a cada heredero, adjudicándole la porción heredada, más los derechos
que podría corresponderles en carácter personal (cuestiones que se ventilan o deben serlo
en los Tribunales de lo Civil).
Aclaramos que al referirnos al conflicto patrimonial entre las partes, es con el objeto
de destacarlo como el componente que origina la violencia intrafamiliar y no para incidir
sobre la disputa de los bienes herenciales, aspecto que le corresponde decidir al Juez de lo
Civil.
Es importante resaltar que la sentencia se pronunció el día veintinueve de mayo de
dos mil uno (fs.373/377), habiendo transcurrido aproximadamente dos años tres meses
hasta la fecha sin que ésta se haya cumplido en su totalidad, por los señores -----------------.
La misma ha tratado de ejecutarse en su totalidad por la vía forzosa. No obstante los
agresores han utilizado cualquier tipo de estrategia (legales o no) para evitar su
cumplimiento, faltando al deber de lealtad, probidad y buena fe. Por ello ha tenido que
ordenarse el libramiento del oficio correspondiente a la Fiscalía General de la República,
para que instruya el informativo correspondiente por el delito de Desobediencia en caso de
Violencia Intrafamiliar, Art. 338-A Pn. y 34 L.C.V.I.. Como se manifestó en la resolución
pronunciada en apelación previa, a fs. 468 y siguientes, ya que en el expediente que lleva el
juzgado, consta que se libró oficio a fs. 496 por el delito de desobediencia de particulares
Art. 338 Pn., sin conocerse a la fecha el estado del proceso.
Por lo antes expuesto, después de haber analizado las actuaciones judiciales del Juez
Décimo Segundo de Paz de esta ciudad, Lic. MARIO OSMIN MIRA MONTES y de las
partes, advirtiéndose que dichas resoluciones incluso han sido confirmadas por la vía de los
recursos, en base a los Art. 1, 86, 172, Cn. 32, 1, 2 y 44 L.C.V.I., 6 lit. a-), 66 y siguientes
L.Pr.F., esta Cámara RESUELVE: Declarase sin lugar la recusación planteada por la
señora ----------------------------. Devuélvase al juzgado de origen con certificación de este
proveído. Notifíquese. PROVEÍDO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS.
DOCTOR JOSÉ ARCADIO SÁNCHEZ VALENCIA Y LICENCIADA RHINA
ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ.
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