PARA CONOCER EL TRÁMITE DE LOS INTERESES DIFUSOS Al incorporar la Constitución de 1993, el concepto de “uso sostenible” de los recursos naturales, nos permite significar, que así como nos servimos de la naturaleza, también la debemos preservar de toda actividad humana que la afecte, incluyendo nuestra propia vida. Nos preguntamos ¿Como preservarla de toda actividad humana que la afecte? Respondemos; el ser humano por respeto a su dignidad y defensa, está en el imperativo de protegerla acudiendo a instrumentos y medios de defensa que le franquea la ley, por ser parte de la naturaleza. Pero en nuestro ordenamiento procesal ¿a quienes ordena actuar en su defensa? , definitivamente a los que tienen legitimidad e interés para obrar – condiciones de la acción - , como expresa el Maestro Monroy Gálvez, cuando una persona tiene una pretensión material antes de convertirla en pretensión procesal puede – se encuentre o no regulado – realizar una serie de actos destinados a procurar satisfacer su pretensión antes de iniciar el proceso desde solicitar, invocar, rogar, requerir, exigir, apremiar o amenazar al obligado. Se dice que hay interés para obrar o interés procesal cuando una persona ha agotado los medios para satisfacer su pretensión material y no tiene otra alternativa que no sea recurrir al órgano jurisdiccional; vale decir, se agota la vía extra-proceso, para luego acudir al órgano jurisdiccional invocando tutela jurídica efectiva. Por tanto, quienes tenemos las condiciones indicadas, tenemos como instrumento, el proceso para hacer efectivo nuestro derecho sustancial, el cual debemos promover mediante nuestro derecho de acción y materializar nuestra pretensión mediante la presentación de la demanda, en razón de haber surgido un conflicto de intereses o una incertidumbre jurídica, con relevancia jurídica, que el juez debe resolver. El tratamiento del tema de la defensa de los intereses difusos, se encuentra vinculado con otras instituciones jurídicas procesales, por ser nuestro sistema unitario y sistemático, por lo que siendo así se podrá determinar sus efectos. En este orden de ideas, de acuerdo a nuestro ordenamiento adjetivo ¿Quienes tienen legitimidad para demandar? Respondemos, indudablemente, es el Ministerio Publico quien tiene que acudir al órgano jurisdiccional, porque de acuerdo a nuestra Carta Magna, es quien tiene a su cargo la defensa de los intereses públicos tutelados por el Estado, frente a los daños que puede ocasionar la industria y los alcances de la tecnología. La doctrina con mucho acierto atribuye legitimidad para obrar a cualquier persona, teniendo en cuenta que el interés difuso pertenece a todos y cada uno de nosotros. También nuestro ordenamiento adjetivo, tienen legitimidad para obrar los gobiernos regionales, comunidades campesinas, indígenas, nativas y las rondas campesinas; de igual modo, tienen legitimidad para obrar activa las Asociaciones o Instituciones sin fines de lucro que según la Ley, a criterio del Juez, estén legitimadas para ello; siendo la legitimidad para obrar una condición de fondo de la acción, el Juez al calificar la demanda, en este extremo debe motivar su resolución de acuerdo a ley y a su criterio admitirla ( Artículo 82 del Código Procesal Civil ). Con respecto a la legitimidad pasiva, ¿A quién se debe demandar?, se debe demandar a quien esté produciendo el daño al medio ambiente, a la ecología, al consumidor, al patrimonio cultural, a los que estén produciendo propaganda engañosa, a los competidores desleales. En un proceso de interés difuso ¿El Juez puede admitir la existencia de un litisconsorcio en el lado activo o pasivo? La respuesta es afirmativa, ya que nuestro ordenamiento procesal lo admite; pues atendiendo a la particular naturaleza de la legitimidad, deberá ser siempre el Juez quien una vez más asumiendo su papel de estrella en el proceso, deberá determinar si el demandante tiene legitimidad suficiente como para poder representar válidamente a este grupo social impreciso titular de este interés. Para poder calificar el Juez ordenará la publicación de una síntesis de la demanda a efecto de determinar si alguna otra institución alega tener legitimidad, pudiendo admitir la presencia de un litisconsorcio activo. Si existen dos instituciones sin fines de lucro que protegen el mismo interés afectado, la otra podrá incorporarse como litisconsorte facultativo, en razón de que tiene un interés válido en la pretensión demandada. En el lado pasivo, nuestro Código Adjetivo se reserva pronunciarse al respecto, pero al igual que otros profesores que analizan este tema de actualidad, considero modestamente que si es posible, pero ello dependerá de los efectos que tendrá la sentencia que recaiga en el proceso; precisando, si en el lado pasivo podrá afectar también erga omnes, es decir, no solo al demandado sino también a quienes sin ser demandados realizan la misma actividad. Verbigracia, en el sistema de los celulares aparecen mensajes de textos o publicidad por parte de telefónica – Movistar – donde se publicita la famosa promoción “Quintuplica”, en el supuesto caso que es un engaño al consumidor, ¿quién debe demandar?, como lo tenemos explicado es el Ministerio Publico u otra institución, quienes deben formular la demanda contra dicha empresa operadora, solicitando una sanción consistente en una multa y el pago de una indemnización, por causar daño al consumidor, pues en el transcurso del proceso deberá incorporarse “Claro” como litisconsorte pasivo, por estar realizando la misma actividad y por que la sentencia a dictarse en dicho proceso les va afectar, por realizar la misma actividad dañosa. Ahora que sabemos quién debe demandar y quien debe ser demandado en el proceso de interés difuso, nos toca preguntarnos ¿Qué pretensión debemos formular o qué debemos solicitar como petitorio? La pretensión inicial será la inmediata paralización de la actividad dañosa, pudiendo solicitar una medida cautelar innovativa, mientras dure el proceso; una segunda pretensión, como accesoria – acumulación objetiva originaria accesoria – seria la reparación de los daños sociales que pudieran haber ocasionado. La indemnización que se establezca en la sentencia, será entregada a las Municipalidades Distritales o Provincial que hubieran intervenido en el proceso a fin de que se emplee en la reparación del daño ocasionado o la conservación del medio ambiente de su circunscripción. Ahora me permito analizar, y hacer la siguiente pregunta ¿En qué casos la sentencia a dictarse en el proceso de interés difuso tendrá la calidad de cosa juzgada y cuáles son sus efectos sobre terceros que no han participado en el proceso?. Como es de conocimiento, la sentencia a dictarse en un proceso solo será oponible a las partes que han participado en el conflicto, de lo contrario se estaría vulnerando el principio del debido proceso; vale es decir, los derechos de contradicción a la demanda, probar e impugnar las resoluciones que se dicten. Frente a este tema de carácter procesal, específicamente nos encontramos ante dos problemas. a) En primer lugar hay que determinar en qué casos la sentencia tendrá el carácter de cosa juzgada y, por tanto, no se podrá volver a demandar la misma pretensión. Se sabe que siempre que exista un pronunciamiento sobre el fondo habrá cosa juzgada; en efecto, no podrá demandar otra institución legitimada la misma pretensión; pero es necesario advertir que en un proceso de esta naturaleza – proceso de interés difuso – si la sentencia declara infundada la pretensión porque ésta no se pudo probar fehacientemente no habrá cosa juzgada; esto es, otra institución legitimada si podrá volver a demandar; vale decir, la sentencia que recaiga en estos procesos no tendrá efectos de cosa juzgada cuando se absuelva al demandado por falta de pruebas, en cuyo caso se podrá volver a demandar por otra institución o asociación legitimada. b) El segundo problema es, si la sentencia que declara fundada la pretensión queda ejecutoriada ¿a quien deberá alcanzar los efectos de la cosa juzgada? Señores, la doctrina y la legislación es uniforme en considerar que cuando se desestima la demanda solo alcanzaran los efectos a quien la ha interpuesto; mientras que cuando se declara el derecho en sentido favorable a la protección del interés difuso, ésta será oponible a terceros. Esto significa que en el lado activo todos serán beneficiados, en razón de que se ordena la paralización del acto perjudicial al grupo social, ordenándose reparar los daños ya ocasionados en cuanto sea posible; pero en el lado pasivo, cuando la sentencia declara fundada la demanda de interés difuso, esta sentencia puede ser aplicable a otra similar que esté produciendo el mismo hecho dañoso; como el caso supuesto, si se declara fundada la demanda contra telefónica – Movistar – ordenando en la sentencia la sanción consistente en una multa y el pago de una indemnización, la sentencia puede ser aplicable a otra similar que esté produciendo el mismo hecho dañoso, en el supuesto caso pude ser la empresa “Claro” que estaría produciendo el mismo hecho, aunque no se haya incorporado al proceso. Sin que ello signifique que se estaría violando el derecho a la defensa, ni el debido proceso, toda vez que entre el valor “derecho de defensa” y el “interés social”, se aparenta un derecho desigual, pero es necesario recordar que estamos ante un proceso tuitivo donde se privilegia el interés social; así lo deja entrever nuestra norma adjetiva o procesal. Es por ello, que ordena se publique un extracto o síntesis de la demanda en el diario oficial “El Peruano” y en otro diario de mayor circulación, de tal forma que si otra empresa está realizando una actividad similar a la que está siendo materia de cuestionamiento, puede apersonarse al proceso y solicitar su intervención como litisconsorte facultativo, ya que la sentencia que se dicte en dicho proceso le afecta directa e inevitablemente. Asimismo, la sentencia que ampare la pretensión se deberá publicar en el diario oficial indicado, a fin de que otras empresas que estén realizando actividades paralelas se abstengan de ejecutar, bajo sanción de multa. Ahora nos preguntamos ¿El proceso de protección del interés difuso es gratuito?. Definitivamente que no, siendo un impedimento por parte de las asociaciones o instituciones sin fines de lucro o las que señala nuestro código, a que no estén utilizando el proceso de interés difuso para proteger el medio ambiente, al patrimonio cultural, al consumidor etc., son los altos costos que origina un proceso, que alude el hecho de tener que pagar los aranceles judiciales, y en el caso de que se obtenga sentencia desfavorable, tener que pagar las costas y los costos del proceso; pues, considero que se deben exonerar el pago de dichos conceptos, salvo que a criterio del juez advierte que la demanda haya sido temeraria o mala fe manifiesta. Finalmente ¿Que, vía procedimental a señalado nuestro código para tramitar el proceso de interés difuso? Nuestro código adjetivo no ha señalado la vía procedimental, pero dado la urgencia de la pretensión demandada, en algunos casos se deberá tramitar por la vía sumaria o por la vía abreviada, debido a que se trata de una pretensión que busca impedir el daño no solo al medio ambiente sino al consumidor; por ejemplo, qué hacer como director de una asociación destinada a la protección del medio ambiente, si lo que quiero es evitar que la pesca indiscriminada que realizan las embarcaciones continúen depredando nuestras especies marinas; qué hacer como director de una asociación destinada a la protección del consumidor o como Fiscal frente a la venta de medicinas que se hacen en forma ambulatoria y que están causando daño o qué hacer para proteger los derechos de las comunidades nativas a sus territorios tradicionales y a los recursos que existen en ellos; pues, con el objeto de evitar el daño y una pronta solución, se debe solicitar una medida cautelar innovativa. A manera de reflexión cabría la siguiente interrogante: ¿acaso el Ministerio Público, quien tiene a cargo la defensa de los intereses públicos tutelados por el Estado u otras instituciones, con legitimidad para demandar, actúan en defensa de estos intereses difusos? Definitivamente, éstas instituciones hacen poco o nada por defender los derechos de carácter social, sino veamos los casos recientes suscitados en nuestra selva peruana ¿qué se ha hecho o qué se hizo en defensa de los derechos de las comunidades nativas a sus territorios tradicionales y a los recursos que existen en ellos?, ¿Vivimos entonces en un país democrático? Señores la democracia es considerada hoy, como el sistema más perfecto de gobierno de los pueblos, porque en ella se expresa la voluntad de todos, donde ningún gobernante oprime a los gobernados, ¿es cierto esto?, Sin embargo, todos aspiramos a que ella exista y que cada vez se haga profunda y sólida en lo esencial, sin lesionar los derechos fundamentales de la persona humana, para de esta manera poder gobernarnos mejor y logran nuestro desarrollo y bienestar. Dr. JOSÉ CUSTODIO CHAFLOQUE ABOGADO ICAL Nº 757