poca altura de las plantas que en ella se desenvuelven, por la

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COROGRAFÍA BOTÁNICA
poca altura de las plantas que en ella se desenvuelven, por la ausencia casi
total de especies leñosas, y a d e m á s por ser vivaces con rizomas bien d e s a r r o llados y c u y a s r a m a s se aplican al s u e l o . D o m i n a n también las c r i p t ó g a m a s ,
especialmente m u s g o s y liqúenes y son frecuentes a l g u n a s ciperáceas, saxifragáceas y cariofiláceas. F i n a l m e n t e , entre los raros y contadísimos árboles y
arbustos de esta región, podemos e n u m e r a r el pinabete (Abies •pectinata) entre
los p r i m e r o s y el arándano (Vaccinium
L a región estelaria
Myrtillus...)
entre los s e g u n d o s .
hállase representada por la porción de la estepa a r a -
gonesa que comienza en N a v a r r a y se halla al S O . de esta provincia. S u flora,
constituida principalmente por plantas halófilas (Stalices,
Salsolas...),
queno-
podiáceas, etc., fué objeto de estudio particular en la pág. 4 1 , al hablar de
la influencia de la constitución del suelo en la vegetación.
ZONAS DE VEGETACIÓN.—Con este n o m b r e ó con el de zonas de altitud,
en-
tendemos todas las fajas montañosas que á consecuencia de la altura en que
se encuentran sobre el nivel del m a r , son ó pueden ser causa suficiente de un
cambio en la vegetación.
L a s montañas no son, como a l g u n o s s u p o n e n , estaciones botánicas (49),
sino centros de m u c h a m a y o r importancia geográfica que éstas; lo cual no
tiene nada de extraño, pues v a r i a n d o el clima según la altitud, es lógico se
noten las diferencias consiguientes á la distribución de sus plantas en cada
u n a de las zonas á estudiar. S i á esto se añade que el país vasco-navarro
ofrece en su región montañosa infinidad de valles, regados por i n n u m e r a b l e s
ríos, a r r o y o s y regatas; que ostenta accidentes orográficos con alturas de
1,550 metros, y que presenta l u g a r e s intensamente
i l u m i n a d o s y otros p r i -
vados de luz, bien podemos a s e g u r a r que las provincias indicadas gozan de
una flora rica y v a r i a d a , como fácilmente se comprobará cuando e n u m e r e m o s
las plantas vasculares que crecen y se multiplican en dicha región española.
Y es que la montaña cuanto m á s altura tiene, es un' m u n d o vegetal que el
botánico visita, contempla y estudia, para puntualizar cuantos distingos o b serve en las zonas respectivas, en un todo semejantes á la que la superficie
del g l o b o nos manifiesta en sus diversas regiones agrícolas y botánicas.
S a b i d o es que si s u b i m o s una montaña y fijamos la atención en las plantas que se desenvuelven á nuestros pies, observaremos cambios parecidos á
los que igualmente notaríamos si efectuáramos un viaje más largo en latitud
(49) E n lenguaje botánico estación es el medio en que se desenvuelve la planta según las condiciones
del suelo y de la humedad. A s í se dice estación marina si la planta vive en el mar; marítima, en la costa; fluvial, en el río; lacustre, en el lago; fontinal, en la fuente; palustre, en el pantano; riparia, en la ribera; submersa,
sumergida en el agua; emersa, emergida; natante ó flotante, nadadora; uliginosa,
en el prado .húmedo;
turfacea,
en la turbera; campestre, en el c a m p o inculto; arenaria,
en la arena; pratense, en el prado; ruderal, en el escombro; selvática ó forestal, en el bosque; umbrosa, en los sitios sombríos, etc., etc.
E s para el botánico habitación ó situación geográfica, el lugar ó lugares que reúnen las condiciones de
suelo, calor y luz, etc., necesarias á la existencia de las plantas. D e aquí que dentro de estas condiciones prefiera cada planta, como es natural, el medio ó la estación que le sea más propio á sus exigencias vitales.
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