control de malezas y malas hierbas

CONTROL DE MALEZAS
Y MALAS HIERBAS
CONTROL AMBIENTAL ESPAÑA SUR S.L. C/ SENECA 32 BAJO
TORRECIEGA (CARTAGENA) TFNO: 968 501698 / FAX: 968 122960
INTRODUCCION
Se denomina maleza, mala hierba, planta arvense, monte o planta
indeseable a cualquier especie vegetal que crece de forma silvestre en
una zona cultivada o controlada por el ser humano como cultivos
agrícolas, jardines u otros espacios urbanos. Esto hace que
prácticamente cualquier planta pueda ser considerada mala hierba si
crece en un lugar en el que no es deseable.
Por regla general las malas hierbas suelen crecer de forma natural, y
además con considerable vigor por tratarse en la mayoría de las
ocasiones de especies endémicas muy adaptadas al medio y por tanto
con gran facilidad para extenderse. Por ello, la catalogación de malas
hierbas es poco menos que imposible y además arrojando cifras
tremendamente dispares en función de cada ubicación geoecológica.
Las malezas son en sentido general, plantas consideradas como
molestias, especialmente, entre personas dedicadas a jardinería o
agricultura. También son consideradas como maleza, las plantas que
crecen en forma agresiva, impidiendo el desarrollo normal de otras
especies. En términos generales, una maleza es una planta en un lugar
indeseado.
Las malezas son 8.000 de las 250.000 especies de plantas que existen,
representando el 0,1% de la flora mundial. Pueden ser muy
abundantes. Pueden restringir la luz a otras plantas deseables. Pueden
estar utilizando nutrientes limitados del suelo de un lugar determinado.
Pueden contener o esparcir patógenos que degradan la calidad de un
cultivo. También pueden tener espinas y químicos que causan irritación
en la piel. Otras son nocivas al comerse. Otras tienen partes que se
adhieren a la ropa. Además, pueden ser muy molestas al poderlas
confundir con raíces superficiales de plantas del alrededor al ser
arrancadas.
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Pero además de estos conceptos tradicionales, hay que añadir uno
nuevo que pueden ocasionar distorsiones del paisaje o incendios por su
acumulación en cunetas y riveras de ríos, aparte de generar la
proliferación de plagas, así desde la evolución industrial de los años 70
son innumerables los problemas que acarrean concretamente como
inductores a la proliferación de plagas o causantes de incendios, entre
ellos en las siguientes instalaciones:
•
Instalaciones en espacios no edificados
•
Campos de deporte de arenilla y pistas de ceniza
•
Cunetas de carretera
•
Instalaciones industriales
•
Áreas municipales
•
Jardinería paisajística
•
Vados en cuencas de ríos o canales
•
Campos eólicos o de energía solar
Un concepto próximo al de mala hierba es el de planta invasora: ésta es
una especie exótica con gran capacidad de expansión y que llega a
alterar los ecosistemas naturales de un territorio, muchas veces
desplazando a la flora autóctona. Algunas de estas especies invasoras
son malas hierbas. Pueden proceder de plantas cultivadas como
ornamentales o tratarse de plantas presentes accidentalmente en otros
cultivos.
TIPOS DE MALEZAS O MALAS HIERBAS
Las malas hierbas se clasifican en base a la forma de la hoja, su ciclo de
vida y sus preferencias en cuanto a clima o estación.
¿Malas hierbas de hojas anchas o gramíneas? Las malas hierbas tienen
hojas con una inmensa variedad de formas pero las gramíneas con
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hojas angostas y largas se destacan rápidamente y casi todas las demás
pertenecen al grupo de las malas hierbas de hoja ancha. Las malas
hierbas de hoja ancha tienen semillas con un par de órganos de
almacenamiento que luego de la germinación se convierten en las
primeras ‘hojas’, en realidad los cotiledones – de aquí proviene el otro
nombre por el cual se las conoce: dicotiledóneas.
Pasto de cuaresma: (Digitaria spp.).
Juncia: Junco perenne (Cyperus rotundus).
Las gramíneas son monocotiledóneas. Existen unas pocas excepciones
en las que la monocotiledónea poco común puede tener hojas anchas,
como las importantes malas hierbas tropicales en el género Commelina.
Otra clase similar a las gramíneas con relativamente pocos miembros es
el junco o juncia. Es importante porque es difícil de controlar. En
realidad, la juncia (Cyperus rotundus) ha sido denominada “la peor
mala hierba del mundo.
¿Anuales o perennes? Las anuales germinan, florecen y dan semilla en
una sola estación. Las perennes tienen órganos de almacenamiento
subterráneos, con frecuencia rizomas, que les permiten crecer durante
muchos años. Pueden reproducirse tanto de semilla como extendiendo
sus rizomas de los cuales crecen hijos. Un tercer tipo germina en una
estación y florece en otra. Estas son bi-anuales Pasar el inverno las
ayuda a fijarse elongando un tallo alto que da flor.
•
Las malezas de hoja ancha anuales son generalmente fáciles de
identificar. Una mirada te dirá que no pertenecen a la familia de las
hierbas. Tienen hojas anchas y a veces de forma ovalada. Las venas en
las malezas latifoliadas se cruzan entre sí y parecen formar una red.
Incluso pueden producir flores. Son llamadas malezas anuales, ya que
las semillas caen cada año y regresan en la temporada con pleno vigor
después de la estación si no es controlada. Los tipos comunes de
malezas anuales latifoliadas son pamplina, ortiga mansa, centinodia y
oleada manchada.
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Las malezas de hoja ancha perennes tendrán hojas con el mismo
ancho, forma oval y las venas tendrán la apariencia anotada. Son
llamadas perennes, ya que sobreviven de un sistema de raíces como
hierro que envía hacia afuera las guías largas en todas direcciones. Es
casi imposible sacar todo el sistema de raíces de la planta. Las malezas
de hoja ancha perennes son aquellas que sacas sólo para encontrar otra
brotación unas semanas más tarde. También pueden florecer. La fresa
silvestre, diente de león, hierba nuez y acedera amarilla son solo una
pequeña muestra de las malezas de hoja ancha perennes.
¿Estación fría o estación cálida, etc..?
Las malas hierbas han
evolucionado y crecen mejor en una temperatura y longitud de día
particular. Esto tiende a definir los cultivos en que se encuentran y el
momento en que germinan, por ejemplo anuales de invierno o anuales
de verano. Además, en los climas tropicales con estación seca y
lluviosa, algunas especies tienden a prevalecer más en una estación que
en la otra.
PROBLEMAS QUE OCASIONAN LAS MALAS HIERBAS
Por lo general, se describe a las malas hierbas como plantas no
deseadas. Las malas hierbas crecen en tierras de cultivo que esperan la
plantación y luego emerge un nuevo brote de plántulas de malas
hierbas con el cultivo. En los cultivos perennes como las frutas, las
vides, el caucho y la palma aceitera, las malas hierbas crecen
continuamente y los nuevos brotes crecen impulsados por el clima y el
cambio de estación.
Las malas hierbas son indeseables por muchas razones:
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Compiten con las plantas del cultivo para obtener luz, agua y
nutrientes del suelo, reduciendo así los rindes y la calidad.
Pueden proporcionar un hábitat propicio para las plagas y
enfermedades desde donde éstas pueden atacar al cultivo.
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Las malas hierbas de gran tamaño, trepadoras o espinosas
pueden hacer que resulte difícil ingresar al cultivo para controlar
plagas y enfermedades, aplicar fertilizante, cosechar y realizar
otras operaciones.
La lluvia y las altas temperaturas de las últimas semanas han
facilitado el crecimiento de maleza en terrenos baldíos, situación
que ha motivado el mal estar en los habitantes de la calle Jalisco
en la colonia Vicente Guerrero de la capital.
Uno de los factores que genera mayor preocupación es la altura de las
malezas que propicia la proliferación de insectos, específicamente de
mosquitos debido a las enfermedades de moda, entre ellas la
chikugunya que transmite el mosquito tigre.
Otra de las cuestiones que inquieta a los vecinos son los roedores que
se introducen en las viviendas, lo que genera mayor inseguridad
sanitaria.
Uno de los reclamos parte de varios terrenos baldíos de propiedad
privada cuyos dueños no se preocupan de realizar el mantenimiento
correspondiente y los ayuntamientos hacen caso omiso ante las
constantes quejas, por ello el reclamo y la invitación para que las
autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto.
Por lo general las malas hierbas son poco atractivas, pero no siempre
constituyen un problema. Pueden desempeñar una función importante
en la reducción de la erosión del suelo y proporcionan hábitats para los
insectos benéficos y la vida silvestre, aumentando así la biodiversidad.
Sin embargo, no son solo los efectos en el cultivo en sí lo que cuenta y
las malas hierbas se deben manejar. “Por cada año de sembrado hay
siete de desmalezado” dice el refrán. Las malas hierbas se convierten
en un problema cuando alcanzan un tamaño o número crítico y esto
dependerá de qué tan agresiva es una especie en particular. El
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tratamiento de malezas es por tanto importante en otros campos de
aplicación como pueden ser.
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Instalaciones en espacios no edificados
Campos de deporte de arenilla y pistas de ceniza
Superficies de césped y jardines publicos
Instalaciones industriales
Áreas municipales
Cuencas de ríos y lagos
Cunetas de carreteras y caminos
Jardinería paisajística
COMO ACTUAN LOS HERBICIDASCON LAS MALEZAS
Las malas hierbas son vulnerables a los herbicidas si se puede acceder
a sus procesos bioquímicos internos. Una vez dentro de la célula de
una planta, un herbicida eficaz interrumpirá el normal funcionamiento
y exterminará la planta. Sin embargo, para exterminar la planta
misma, todos los diversos puntos de crecimiento – en las puntas de los
brotes y de las raíces y las yemas en los tallos y rizomas - también se
deben exterminar.
Los herbicidas ingresan a las plantas por dos vías principales:


Directamente en los brotes
A través del suelo dentro de las semillas, las raíces o rizomas
Los herbicidas post-emergencia ingresan a los brotes y algunos también
actúan a través del suelo. Los herbicidas pre-emergencia afectan las
semillas en proceso de germinación y tienen cierto grado de persistencia
en el suelo para dar un efecto residual que evita nuevos brotes de
germinación.
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Las raíces obviamente están adaptadas para absorber agua, de modo
que los herbicidas solubles que actúan en el suelo tienen un fácil
acceso. Los brotes de las plantas tienen una gruesa cutícula cerosa
para ayudar a retener la humedad. Los herbicidas foliares deben
cruzar esta barrera para ingresar. Las hojas tienen poros denominados
estomatas a través de los cuales se dispersa el dióxido de carbono, el
oxígeno y el vapor de agua, pero estos por lo general son demasiado
pequeños para que puedan penetrar las gotitas de pulverización.
Una vez adentro, algunos herbicidas se mueven extensivamente por
toda la mala hierba. Este movimiento sistémico se encuentra en el
caudal de agua de transpiración a medida que se extrae desde las raíces
para evaporarse desde los estomatas de la hoja o con los azúcares
producidos por la fotosíntesis en las hojas translocándose a los puntos
de crecimiento.
CONTROL DE MALAS HIERBAS
Para realizar un adecuado control sobre las malas hierbas hay que
tener en cuenta, su ciclo de vida:

Hay malas hierbas que perviven durante todo el año, gracias a su
ciclo de vida. Germinan, nacen, crecen, sueltan sus semillas y
luego mueren. Pero cuando las semillas germinan se reproduce
todo el ciclo.
Para acabar con ellas, lo más apropiado es utilizar herbicidas que
se aplican directamente en el suelo y generan una capa que
impide el crecimiento de la planta cuando germina. Para prevenir
y mantener la zona y el huerto libre de estas malas hierbas es
recomendable aplicar estos herbicidas dos veces al año, en
primavera y en otoño.

La segunda categoría son las perennes o vivaces, que causan más
problemas que las anuales. El principal escollo es que si tratamos
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de arrancarlas con la mano o con la azada o desbrozadora sólo
conseguiremos arrancar la planta exterior, pero no la raíz.
Conseguiremos un entorno aparentemente limpio, pero la planta
se mantendrá viva en la tierra. En este caso es todavía más
recomendable el uso del herbicida, total, de tipo sistémico y que
elimine las malas hierbas desde la raíz.
Uso de paraquat para el control de las malas hierbas
Luego de que se descubrieron las propiedades del paraquat como
herbicida, pasó un tiempo hasta que se apreciaran sus virtudes por
completo. Esto es porque su actividad parecía bastante limitada. Si
bien impresionaba con su muy rápida quema de las mayoría de las
malas hierbas de hoja ancha y gramíneas, también exterminaba todos
los cultivos y no presentaba actividad en el suelo, por lo tanto no podía
controlar los nuevos brotes de germinación como lo hacen los
herbicidas residuales. Además, no presentaba actividad sistémica, por
lo tanto no podía moverse a las puntas de crecimiento, en particular
para controlar las malas hierbas perennes. Sin embargo, los científicos
expertos en agricultura prácticos y visionarios se dieron cuenta que
estas características podrían ser exclusivas ventajas.
El paraquat se inactiva inmediatamente al llegar al suelo al adherirse
muy fuertemente a las partículas de suelo. Por lo tanto, no puede
afectar a ningún cultivo por la captación de la raíz. Esto significa que
puede usarse selectivamente ya sea antes de que se planten los cultivos
o entre los surcos de cultivo en huertos, plantaciones y verduras y
hortalizas. No puede lixiviar a la capa de agua ni afectar a ningún
organismo benéfico del suelo.
Al actuar sólo por contacto, el paraquat elimina rápidamente el
problema inmediato de las malas hierbas destruyendo los brotes, pero
permite que vuelvan a crecer a partir de las yemas o semillas que se
encuentran debajo de la tierra. Los suelos se encuentran protegidos de
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la erosión porque las raíces permanecen para proporcionar anclaje y
estructura y los brotes vuelven a crecer para cubrir el suelo y dispersar
el impacto de las gotas de lluvia que causan la erosión. Los nuevos
brotes de malas hierbas pueden eliminarse rápidamente con otra
pulverización con paraquat.
Si bien a algunas gramíneas perennes "blandas" sólo las suprime el
paraquat, pueden ser útiles para el control de la erosión y para
proporcionar hábitats para los insectos benéficos. Sin embargo, existen
malas hierbas perennes agresivas que requieren el uso del herbicida
sistémico no selectivo glifosato para controlarlas.
El glifosato es un herbicida muy efectivo. Al igual que el paraquat no
presenta actividad en el suelo, pero no es una panacea y el paraquat y
el glifosato se pueden usar en forma complementaria para lograr un
óptimo control de las malas hierbas. Si bien el glifosato controla las
malas hierbas perennes agresivas, su acción es lenta y no es resistente
a la lluvia. En días soleados, el paraquat quemará a las malas hierbas
anuales y a las perennes blandas en unas pocas horas y si amenaza
una tormenta, el paraquat es resistente a la lluvia en tan solo 15-30
minutos. A diferencia del glifosato, el paraquat también funciona bien
en climas fríos cuando las malas hierbas crecen lentamente.
El paraquat se puede usar en forma selectiva, evitando el daño a los
cultivos, asegurando simplemente que la pulverización no entre en
contacto sustancial con las hojas del cultivo. Por lo tanto, las malas
hierbas se pueden controlar a lo largo de las franjas entre los surcos de
cultivo con paraquat, ya que el riesgo de daño de la aplicación de
glifosato sistémico es demasiado grande. El paraquat también es
seguro para los árboles y arbustos porque no puede penetrar en la
corteza.
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