SECCIÓN 1.ª=OFICIAL I.—LEGISLACIÓN CIRCULAR DEL MINISTERIO DE INSTRUCCION PUBLICA Y BELLAS ARTES DE FRANCIA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO Esta Real Academia ha recibido una circular Instrucción pública y Bellas Artes de la República inserta a continuación para conocimiento de todos démicos: “París, 15 de Noviembre Señor: del Ministerio de francesa, que se los señores Acade 1918. El Gobierno de la República francesa ha instituído una Comisión encargada de asegurar la salvaguardia de las obras de arte que los ejércitos enemigos hayan podido arrancar, tanto a las colecciones públicas o privadas, como a los edificios religiosos y civiles. Esta Comisión solicita vuestro concurso, invocando las razones de interés superior que pueden legitimar este paso, y que parece deben atraer la adhesión unánime de todos los que tienen empeño en defender el patrimonio intelectual y el honor moral de la Humanidad. El principio de justicia es inseparable de toda investigación de belleza como de toda obra de ciencia, y las más elementales nociones del derecho común son aplicables tan estrictamente a los Estados y a las Sociedades sabias o artísticas como a los particulares; un objeto precioso, un manuscrito raro, una obra de arte brillante o profunda, indebidamente sustraídos a una colección pública o privada, no podía ser aceptada o adquirida por unos y otros. —88— Existe aquí, según nosotros, un deber de solidaridad y de justicia, que nos permitimos recordaros, más importante aún que una reivindicación de intereses personales. Las vicisitudes de una guerra de cuatro años han favorecido, en los países ocupados, el robo por la violencia o la dispersión, por el fraude, de una cantidad de obras de arte que eran orgullo de antiguas ciudades, o constituían los títulos de nobleza y el tesoro de recuerdos de muchas familias. Estos despojos eran ofrecidos (tal vez ya lo hayan sido) a los establecimientos artísticos y científicos o a los coleccionistas, ya por los mismos autores de los robos, ya por intermediarios, que el tiempo hará cada vez más indirectos e inconscientes. Será fácil, relativamente, para quien posea serios conocimientos en cosas de Arte, reconocer, o al menos sospechar, la procedencia de algunas de las obras robadas, y facilitar una equitativa restitución, ayudando así a la Francia a reconstituír una parte de este patrimonio de arte y de belleza, que tan liberalmente ha puesto siempre ella al servicio de todo el mundo. Por otra parte, la adquisición de tales obras de arte, ¿no pondría a sus nuevos poseedores en muy delicada situación de conciencia, y prácticamente no les expondría un día u otro a legítimas reivindicaciones? Además, que una obra notoria o sospechosa en razón de su carácter, de su importancia o de su rareza, llevaría a vuestro conocimiento el objeto de una proposición, y os bastaría señalar pura y simplemente el hecho a los representantes de Francia acreditados en vuestro país, o directamente al servicio establecido en París a este fin (1). Estas comunicaciones serán recibidas por nuestra parte con el más profundo reconocimiento, y no dudamos que obtendrán la aprobación calurosa de todos los artistas y sabios y de toda persona de honor, en el mundo entero. Recibid, señor, la seguridad de mi alta consideración. —El Presidente de la Comisión, J. D’ESTOURNELLES DE CONSTANT.„ (1) Oficina de Intereses privados en países enemigos y ocupados. Sección de las Obras de Arte. Ministerio de Negocios extranjeros, París.