Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 Individualismo Metodológico por Maria Cecilia Minguillón INTRODUCCIÓN investigación. "Se ve cómo se formó en Austria una escuela psicológica que se sume deliberadamente en todas sus sutilidades de una dialéctica, indudablemente hábil y suelta, pero alejada todo lo posible de la realidad observable" (R. Gonnard 1947:392). Al mismo tiempo que, desde la segunda mitad del siglo XIX, se orientaban gran parte de los economistas de la escuela liberal hacia el empleo predilecto del método inductivo; al mismo tiempo, por otra parte, que se inspiraban numerosas escuelas, para hallar su camino fuera del liberalismo, en aquel mismo método, su rival triunfante en otra época, el método deductivo, seguía reclutando adeptos, deseosos de aplicarlo en su forma más rigurosa, es decir más abstracta. Estos economistas, caracterizan una de las nuevas escuelas metodológicas, que sin pretender aportar una doctrina económica muy original en cuanto a su contenido, se presentaron armados con un novedoso instrumento de S. Lukes en su obra Individualism (1973) ha distinguido no menos de once significados que el término ha tomado, clasificándolos según traten de la dignidad humana, autonomía, privacidad y desarrollo de la persona, hasta el individualismo epistemológico y metodológico. Ha definido el individualismo metodológico como la teoría "en la cual sólo los hechos referidos a los individuos son explicativos" de los fenómenos sociales y económicos (117). 20 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 Friedrich von Hayek, el exponente contemporáneo principal de esta metodología, ha afirmado en Individualism, True and False (1946); el "argumento básico" del individualismo metodológico "es que no hay otro camino para entender el fenómeno social sino a través de nuestra comprensión de las acciones individuales en cuanto dirigidas a otra gente y guiadas por su comportamiento esperado" (Costabile 1995:607). metodología de la ciencia se inscribe en el amplio capítulo de la Filosofía de la ciencia, y más particularmente dentro de la teoría del conocimiento. Cuando decimos la metodología de... debe entenderse su significado en el sentido más amplio para designar con ello la investigación de los conceptos, teorías y principios básicos de razonamiento utilizados en una determinada parcela del saber. No se trata del simple uso de un método, sino que involucra todo el contenido de una ciencia, su clasificación, análisis, para un mejor entendimiento del mismo. Por tanto, la metodología de la Economía no es otra cosa que la aplicación a la Economía de la filosofía de la ciencia en general. El principio del individualismo metodológico se asocia con la escuela austríaca, por haber sido la primera en formular lo que más tarde se denominó con tal término, pero actualmente no es exclusivo de ninguna escuela en particular. Entre sus adherentes contemporáneos, además de los pertenecientes a la escuela austríaca, puede nombrarse a R. Solow, D. Mueller, A. Downs, J. Buchanan y J. Rawls. El individualismo metodológico es un asunto que involucra las cuestiones más intrincadas de la economía como ciencia social. A él concurren tanto los aspectos metodológicos propios de una ciencia como los aspectos ideológicos propios de una ciencia social. Con respecto a la metodología de la Economía, también puede decirse que se han visualizado tantas aproximaciones como formas de explicar los fenómenos económicos existieron. Utilizando el esquema de periodización desarrollado por Oreste Popescu (1971), cabe notar que la incursión en los aspectos metodológicos se han intensificado desde que la Economía se configuró como disciplina científica. Desde entonces, más que en ningún periodo anterior, puede afirmarse que no existe nada que se parezca a una unidad de criterios en la materia, sino muchas debates y opiniones diametralmente opuestas. En el período de la Economía política las discusiones tenían como principales objetos la cuestión del método y, no menos importante, las divergencias ideológicas. Es conocida justamente en el campo metodológico la década de 1880 por lo que se ha dado en llamar el Methodenstreit, entablado en Alemania entre la escuela histórica y el fundador de la escuela austríaca. En cambio, en el período de la Economía como ciencia económica se ha comenzado a cuestionar todo tipo de aspectos relacionados con la metodología, como las controversias planteadas a partir de la tesis de la simetría respecto a la estructura de las teorias, es decir, del rol de las explicaciones y de las predicciones. ¿Cuál es la relación existente entre los supuestos y las implicancias predictivas de las teorías económicas? y, en el caso de no existir relación definida, ¿deben ser realistas los supuestos o lo único importante es la capacidad de predicción de las teorias? Otra disyuntiva fundamental se ha planteado respecto a la relación existente entre proposiciones positivas y normativas, así como respecto a la forma de explicar de las ciencias naturales y la de las ciencias sociales, etc. De esas A fin de adentrarnos lo más claramente posible al tema que nos ocupa, se tratará de aclarar en primer lugar, algunos conceptos referidos a la metodología de la ciencia en general y de la economía en particular. En segundo término, se hará un breve bosquejo del individualismo como doctrina económica para comprender cómo surge el individualismo metodológico. En las últimas secciones se desarrollará el tema en forma más específica, confiando no haber dejado ningún vacío conceptual que impida una clara comprensión del mismo. LA METODOLOGÍA DE ... Las cuestiones concernientes a la metodología de la ciencia han preocupado al hombre desde la antigüedad grecorromana. Aristóteles, quien puede decirse que sistematizó el pensamiento de la antigua tradición griega, estableció los principios de la lógica con el fin de determinar qué tipo de proposiciones eran admisibles tal de lograr argumentos lógicos. Sin embargo, mucho antes los fenómenos se trataban de explicar utilizando ideas y conceptos, que a la luz del hombre contemporáneo, se consideran explicaciones no científicas. La 21 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 discusiones han surgido el ultraempirismo de Milton Friedman o instrumentalismo, el individualismo pueden delinearse tres niveles que corresponden al del deber ser (doctrina económica), el ser (teoría económica) y el hacer (política económica) (Popescu 1971). Llegados a este punto, habría que hacer una pequeña disgresión en cuanto a la relación existente entre Economía positiva y normativa o Economía como ciencia y Economía como arte'. institucional, el individualismo metodológico y varias otras aproximaciones, individualistas o no, tendientes a fundamentar la construcción de las teorías y sus i mplicancias de política económica. La Economía como ciencia debe proveer explicaciones que sean sistemáticas y controladas por la evidencia empírica; y cuyo objetivo debe consistir en la organización y clasificación del conocimiento adquirido sobre la base de principios explicativos. La Economía es una ciencia peculiar, distinta de las ciencias naturales o "fuertes", porque se dedica al estudio del comportamiento humano invocando como causas de las cosas a las razones y motivos que mueven a los agentes humanos; y distinta de la sociología, porque de alguna forma podría decirse que logra proporcionar teorías deductivas rigurosas sobre las acciones humanas. Es decir que, las explicaciones del economista constituyen una especie concreta de un género más amplio de explicaciones científicas, por lo cual presentan ciertos problemas. Economía positiva vs. Economía normativa La distinción entre Economía científica y los consejos prácticos de política económica, la cual puede encontrarse ya explícitamente en el escrito de John Stuart Mill (1985), se ha identificado en la segunda mitad del siglo XIX con la consideración hecha por los filósofos positivistas acerca del "ser" y el "deber ser", y desde entonces se ha distinguido entre hechos y valores, entre proposiciones declarativas y objetivas acerca del mundo y las evaluaciones prescriptivas. David Hume, en su Tratado sobre la naturaleza humana (1740), estableció la proposición de que no puede deducirse el "deber ser" a partir del "ser " , es decir que las proposiciones fácticas, descriptivas sólo pueden implicar otras proposiciones fácticas, descriptivas y nunca normas o pronunciamientos éticos. Esta proposición ha sido denominada la "guillotina de Hume", por implicar una delimitación lógica entre el campo de los hechos y el de los valores. La Economía ha alcanzado una determinada comprensión de los fenómenos objeto de su estudio elaborando conceptos propios, a pesar de servirse de los de otras ciencias, lo cual no significa incurrir en un "cientificismo " tal como Hayek ha denominado y criticado aquella práctica. De la misma manera, se sirve de otras ciencias como de la historia, matemática, psicología, estadística y sociología, a fin de construir sus teorías. La doctrina de la ciencia social libre de juicios de valor afirma que el estatus lógico de las proposiciones fácticas, descriptivas, sobre el "ser" es distinto del de las proposiciones normativas, prescriptivas, sobre el "deber ser". En segundo término, reconoce que los juicios metodológicos necesarios para alcanzar un acuerdo sobre las proposiciones fácticas son distintos de los juicios de valor propiamente dichos. Por tanto, no niegan que los prejuicios ideológicos se introduzcan en la selección de los temas que el científico social decide investigar, ni que las inferencias que se deducen de los hechos puedan estar influenciadas por valores, ni que los consejos prácticos de política económica posiblemente estén cargados de juicios de valor encubiertos. Simplemente se basa sobre los aspectos sociales de la actividad científica, sobre una tradición crítica que constantemente actúa sobre los prejuicios Al tratar de especificar cuál es la naturaleza exacta de las explicaciones económicas, debe aclararse que en el intento de sistematizar los resultados anteriores, así como al dar respuesta a nuevas cuestiones, el economista como científico social, trae consigo una cierta concepción del mundo que lo rodea, si se quiere cierta ideología o ciertos principios filosóficos. Esos principios, explícitos o no, influyen a la hora de construir su teoría, influyen al hacer determinadas hipótesis, al observar los hechos y, hasta al elegir el tema a tratar - lo anterior debe entenderse tal como fue expuesto, y no como el "sesgo ideológico" que postula Marx y ciertos críticos radicales. Así, las implicancias de política económica serán la consecuencia lógica de todo lo anterior. En otras palabras, en la Economía como ciencia social 22 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 de los científicos concretos. Max Weber planteó este problema cuando elaboró la doctrina del Wertfreiheit (libertad respecto de las valoraciones) en The Methodology of the Social Sciences (1949). Con respecto al individualismo metodológico se plantea justamente ese problema, y sus más notables representantes parecen estar. de acuerdo en la identificación de los juicios de valor metodológicos y los juicios de valor. Sin embargo, creemos es indispensable distinguir entre los juicios de valor metodológicos involucrados en el término metodológico, que se refiere simplemente a la construcción de una teoría positiva y, las connotaciones normativas e implicancias de política económica derivadas del término individualismo. Paul Samuelson en su escrito Modern Economic Realities and Individualism (1963) sugiere que los errores del individualismo metodológico llevan al fracaso del individualismo como guía normativa2 . Friedrich von Hayek, el contemporáneo de la escuela austríaca, sosteniendo que efectivamente existe una relación entre el individualismo como metodología y sus valoraciones normativas ha afirmado: ...el verdadero individualismo... es primeramente una teoría de la sociedad, un intento para entender las fuerzas que determinan la vida social del hombre, y sólo en segundo lugar un conjunto de principios políticos derivados de esta visión de la sociedad.[...] Sugiero que una comprensión aceptada de la economía como un orden de interacción sujeto a un conjunto de reglas o condiciones, lleva a una intervención mínima normativamente preferida con el resultado de esa intervención. (Arrow 1994:1-3) fenómenos sociales están impregnadas de juicios de valor y que, por consiguiente carecen de objetividad, nos vemos constreñidos a una regresión infinita que acaba en un subjetivismo extremo en el que, todas las opiniones cuentan por igual. Además, el rechazo de la posibilidad de una ciencia social objetiva y libre de juicios de valor termina en la negación de la distinción entre juicios de valor metodológicos y juicios de valor normativos. Es de esta forma, como la mayor fa de los individualistas metodológicos, partiendo de construcciones puramente lógicas para explicar el "ser", terminan afirmando y derivando de ellas el "deber ser". Sin embargo, más recientemente ha surgido un grupo de adeptos al individualismo metodológico, que intentando hacer construcciones ideales son puramente normativos. Doctrina de la unidad de las ciencias y el individualismo metodológico Para comprender el individualismo metodológico debe comprenderse sus fundamentos metodológicos últimos, sobre los cuales descansa todo el edificio teórico que sus partidarios construyeron, y a partir del cual surgirán sus recomendaciones de política económica. El principio de unidad de las ciencias, que surge en el intento de postular el método científico más adecuado para las ciencias sociales, se refiere al contexto de justificación de las teorías y no a las técnicas de investigación empleadas. Estas últimas naturalmente son distintas en las ciencias naturales y en las sociales; sin embargo, la metodología de una ciencia al ser su forma de construcción lógica tal de posibilitar su rechazo o aceptación, es válida para todas las ciencias. Esa construcción estrictamente lógica exige el uso del método deductivo abstracto, ya que el uso del método inductivo podría significar incurrir en el problema de la inducción ; . Por lo tanto, a fin de delimitar claramente el campo del "deber ser" y el del "ser", habrá que distinguir entre los juicios de valor propios de la metodología de toda ciencia y los juicios de valor, o en términos de Lakatos, entre el "núcleo" de las teorías y el "cinturón protector" que dichas teorías generan. El hincapié que se hace en este asunto proviene de los peligros que se derivan de su incorrecta comprensión. Principalmente, al afirmar que absolutamente todas las proposiciones sobre Ahora bien, el principio del individualismo metodológico postula que "las tareas de las ciencias sociales consiste en construir y analizar nuestros modelos sociológicos con todo cuidado en términos descriptivos o nominalistas, es decir, en términos de los individuos, de sus actitudes, expectativas, relaciones, etc." (Popper 1957:136) 4. Para ello, recurre a la introspección como fuente de conocimiento del comportamiento de los agentes 23 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 humanos, es decir el conocimiento en primera persona que es inteligible para nosotros por ser hombres. Es claro que los científicos de las ciencias naturales, argumentan, carecen de este tipo de conocimiento, porque les es imposible imaginar lo que es ser átomo o molécula. De esta forma los científicos de las ciencias sociales hacen uso de una ventaja inherente que poseen sobre los estudiosos de los fenómenos naturales. Además, creen que es la única fuente de capacidad de comprensión dadas la riqueza y la singularidad de los hombres. La dificultad metodológica que plantea la introspección es obvia, ya que no es fácil mantener la defensa de una ciencia social basada en la introspección dentro del contexto de justificación. Sin embargo, puede ser usada la introspección como fuente adicional de conocimiento disponible y así, puede ser de ayuda a la hora de inventar hipótesis acerca del comportamiento humano. Resulta interesante destacar que, los mismos que abogan por el uso del método deductivo rechazan el principio de unidad de las ciencias; aceptan el método deductivo abstracto y, ala vez, la introspección como fuente única de conocimiento de los fenómenos sociales; recalcan la diversidad y valor moral de los individuos y luego reducen su comportamiento como atomístico respecto al mercado, y, en cambio, con respecto a otras instituciones como el Estado establecen su no intervención por ser cada individuo el mejor conocedor de sus propias soluciones. Se trata de los defensores del individualismo metodológico. Para arrojar nueva luz sobre sus fundamentos consideraremos inmediatamente su postura central, el individualismo, basándonos en el tratamiento dado al tema por Macpherson en el diccionario económico New Palgrave (1987). Adquiere, así, el individualismo el significado más estrecho de dejar la dirección de la economía al resultado de las decisiones tomadas por innumerables individuos respecto de los usos a los cuales dedicarán sus esfuerzos y recursos. Considerado históricamente, la idea que el individuo es moralmente más importante que la sociedad se remonta, en los tiempos modernos, hasta el Renacimiento; yen la antigüedad por lo menos hasta los sofistas. Sin embargo, el paso de reducir los individuos a átomos, en cuanto componentes de un mecanismo, cada uno en busca de poder y riqueza a expensas del resto, lo debemos a la formulación de Hobbes a mediados del siglo XVII. En el siglo XVIII A. Smith dio al individualismo de mercado una fachada agradable, inocente y optimista respecto de sus contemporáneos, y de alguna forma venía a la vez, de inspirarse en sus predecesores en lo concerniente a la idea de orden natural y; a dar respuesta y nueva solución a la cuestión planteada e insatisfactoriamente resuelta -según él- por los " mercantilistas". Preocupado por el funcionamiento de las instituciones y, basándose en la idea de orden y leyes naturales, sostiene que la solución social más conveniente seria alcanzada en la medida en que se dejara total libertad a los individuos para que realicen plenamente sus propios intereses, de lo cual resultaría espontáneamente un mayor beneficio para todos. Como corolario, dejaba bien en claro que, dada la existencia de un orden natural espontáneo, la simpatía mutua de los individuos y el interés personal, la intervención gubernamental carecería de justificación; y en lugar de recomendar un intervencionismo extremo como los " mercantilistas", recomendaba como máxima el anti-intervencionismo también extremo. El individualismo es la teoría social o ideología, que asigna al individuo un valor moral más alto que a la sociedad, defendiendo consecuentemente la libertad de acción según el propio interés individual. En el siglo XIX, Jeremy Bentham reelaboró el individualismo atomístico de Hobbes en su doctrina eminentemente ética, que se estableció como doctrina dominante y, posteriormente fue abrazada con algunas modificaciones por J. S. Mill (1985), aunque influido también por el positivismo de la escuela del common sense, por Comte, y por la realidad de su época. Fundamentalmente los que más preocupa a J. S. Mill eran las individualidades, el desarrollo de la personalidades. El término también fue usado en el siglo XIX para designar un sistema económico, refiriéndose en este caso al sistema de mercado competitivo. En el siglo XX, la tradición liberal contiene dos tendencias centrales del individualismo. Por un lado, dos de los más respetados individualistas EL INDIVIDUALISMO COMO DOCTRINA ECONÓMICA 24 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 no puede interesarse por todos los aspectos de la vida, sino sólo por los económicos. Por tanto, simplifican el campo de la observación, imaginan como hipótesis la existencia de un perfecto hedonista, lo supone en acción; estudia en qué condiciones alcanzaría la máxima satisfacción hedonista, convirtiendo a la Economía, en cuanto busca leyes eternas lógicas, en una ciencia pura. liberales -Isiah Berlin y John Rawls-, que son individualistas preocupados por las "individualidades " . Y, por otro lado, dos economistas individualistas pertenecientes a la tendencia neosmithiana, aunque con importantes diferencias F. von Hayek y Milton Friedman. Es imperioso hacer una pequeña, pero importante aclaración con respecto a las deferencias existentes entre la solución smithiana y la de la escuela austríaca. A pesar de ambos ser individualistas; el primero, utilizando tanto el método deductivo abstracto como el inductivo histórico, dio una solución "naturalista" (Fanfani 1962) al problema económico, enfocó su análisis en el funcionamiento de las instituciones y, dadas sus premisas de espontaneidad del orden natural y otras referidas al comportamiento moral del hombre, concluía en la necesidad de libertad individual total. Los otros, llevando al extremo el uso del método deductivo abstracto en el intento de realizar una construcción muy racional y, utilizando la introspección para construir un horno oeconomicus y de esa forma desarrollar la teoría económica puraconcluían en la posibilidad de la intervención como "reajustadora" de la economía toda vez que existan fracasos de mercado -cuestión alrededor de la cual se han abierto infinitas dudas e inclusive dentro del individualismo metodológico. Recientemente, el individualismo de Smith ha sido caracterizado como individualismo institucional por Joseph Agassi (HyunHo Song 1995). Al sublimar el problema económico, plantean en última instancia una psicología económica extrema, y al establecer todos los problemas económicos en términos individuales plantean las soluciones en términos de rendimientos máximos y costos mínimos individualmente considerados. K. Menger en su obra Untersuchungen über die Methode der Sozialwissenschaften und der Politischen Oekonomie insbesondere (1883) ataca la noción de la Economía nacional, que considera como el resultado de los esfuerzos económicos individuales. Para comprender la Economía nacional se requiere la comprensión de sus economías singulares; debe cuidarse siempre los intereses de los individuos, no los de la nación como una unidad. Menger no elabora el principio del individualismo metodológico completamente. Friedrich von Hayek en su lectura Individualism, True and False (1945) intenta dar al individualismo una imagen más aceptable, identificando como verdaderos individualistas los hombres de la tradición inglesa desde Locke, pasando por Mandeville, Hume, Smith y Burke y; caracterizando como falsos individualistas a los benthamistas y los filósofos radicales y, en el continente, aquellos influenciados por el racionalismo cartesiano, los enciclopedistas franceses y los fisiócratas. Y agrega, el verdadero individualismo EL ARGUMENTO DEL INDIVIDUALISMO METODOLÓGICO La escuela psicológica austríaca, tuvo como principal representante a su fundador, Karl Menger, cuyas Grundscitze der Volkswirtschaftslehre (1971) constituyen una de las obras fundamentales de la escuela. El espíritu general de esta escuela es dedicarse al análisis psicológico del hombre actuante en la esfera económica bajo la influencia de diversos móviles, dejando a un lado los hábitos de simplificación extrema de los clásicos y teniendo en cuenta la variabilidad de la condición humana, pero sosteniendo que existen en todos los individuos ciertos móviles psicológicos comunes, sin los cuales no habría ciencia i maginables. Sin embargo, a pesar de su premisa de que el hombre real no es económico y que la sociedad real no está racionalizada, sostienen que el economista afirma el valor de la familia y todos los esfuerzos comunes de la pequeña comunidad y grupo,... cree en la autonomía local y en las asociaciones voluntarias..., y... su argumento descansa principalmente en la contención por la cual la acción coercitiva del Estado usualmente invocada puede ser mejor resuelta por la colaboración voluntaria. ( Macpherson 1987:792) 25 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 En contraste, el falso individualismo desea disolver todos esos pequeños grupos en átomos, los que no tienen otra cohesión que las reglas coercitivas i mpuestas por el Estado. Pero, el intento de Hayek de humanizar el individualismo del mercado no logra ocultar el hecho de que su verdadero individualismo, estando atado a las reglas de libre mercado, hace que cada uno compita atomísticamente -en el mejor de los casos. La libertad individual de elegir entre distintos usos de las propias habilidades y recursos se ve limitada por la dura disciplina impuesta por el mercado. Así, el verdadero individualismo termina siendo un individualismo atomístico. James Buchanan se ha identificado recientemente él mismo como un individualista metodológico. En su escrito The State of Economic Science (1989) acusa a la macroeconomía y, más aún, a la teoría de equilibrio general y a la teoría neoclásica en general por desviarse de la correcta comprensión de la economía como orden, en lugar de un mecanismo de asignación de recursos. Los postulados básicos Es importante volver a recalcar que, si bien es posible extraer de la teoría del individualismo metodológico algunas creencias comunes propiamente individualistas, el rationale utilizado es tan variado que no es nuestra intención pretender enumerarlos en su totalidad, sino que acotaremos nuestro análisis a aquellas premisas básicas por todos ellos aceptadas y trataremos de extraer de ellas las conclusiones más generales derivadas de esa metodología. El individualismo metodológico parte de la premisa de que todas las interacciones sociales son, en último término, interacciones entre individuos. Por lo tanto, todo fenómeno social puede ser descripto en su totalidad en términos de los individuos que lo conforman. El segundo paso que adoptan, es reconocer que los individuos no actúan en forma separada; sino que interactúan, actúan en respuesta a las acciones de los otros. Es así como las interacciones sociales son interacciones entre individuos, es decir son acciones y reacciones entre ellos. ¿Son totalmente libres los individuos? No, su comportamiento está limitado por el comportamiento del resto y, además por las limitaciones de cada uno. Aquí ya podemos anunciar la primera regla: las interacciones sociales o los fenómenos sociales, involucran como elemento necesario y fundamento último de su existencia, a los individuos; por lo cual aquellos fenómenos sociales no son otra cosa que el resultado de las acciones y reacciones individuales sujetas éstas a las ciertas limitaciones propias y de convivencia social. Es decir que, todo fenómeno social podría explicarse, en términos estrictamente matemáticos, como una función del resultado simultáneo de las maximizaciones de cada individuo, y cada una de éstas estando sujeta a otra función con dos restricciones, una impuesta por sus respectivas condiciones naturales, más la impuesta por el comportamiento de lo demás. Este individualismo se diferencia del individualismo de A. Smith en un aspecto fundamental, que es la manera de abordar la explicación de las instituciones. Mientras Smith analiza las interacciones entre individuos, contemplando el contexto social político y económico como dado exógenamente, con el fin de indagar el funcionamiento de las instituciones existentes; los otros analizan las interacciones entre individuos para explicar el surgimiento y los cambios que se producen en ese contexto social, y de esta manera tratan todas las cuestiones sociales como variables endógenas. Con respecto a la argumentación de que esta metodología reduce los individuos a átomos, que indudablemente está justificada, existe un trabajo muy interesante que compara la teoría de Leibnitz de las mónadas con la de Maupertius respecto de los átomos, y se relaciona directamente con el individualismo metodológico (Albert 1985). Debe quedar asentado que la teoría del individualismo metodológico no descuida el papel que desempeñan las reglas institucionales, ni las creencias sociales, ni ningún otro fenómeno social, sino que adoptando con respecto a aquellos una posición diametralmente opuesta al determinismo histórico, pareciera que es justamente su preocupación por los fenómenos sociales lo que los ha llevado a adoptar 26 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 esa postura. Su planteamiento eminentemente individualista juega el papel de determinar todo cambio en las reglas institucionales. Por lo cual, el segundo punto capital de esta teoría es la manera de explicar el surgimiento y los cambios de los fenómenos sociales. Burke y Hayek rechazan todo cambio deliberado en la sociedad para las instituciones existentes. En cambio, Menger es más reservado y considera que algunos cambios sociales ocurren conscientemente, aunque existen otros cambios que son resultado de las acciones individuales no deliberadas. Buchanan enfatiza su rechazo respecto de la universalidad del diseño institucional inconsciente. La teoría de los juegos J. Buchanan ha afirmado en su famosa lectura The state of economic science (1989) que "la teoría de los juegos ofrece el aparato matemático apropiado que facilita una comprensión abstracta de la economía" (Arrow 1994:4). La formulación corriente del individualismo metodológico es la teoría de los juegos, ya que se ha convertido en la expresión común en que sus adeptos exponen sus modelos. tal, metodología con respecto a la economía convencional. Los teóricos del individualismo metodológico, a pesar del común criticismo del enfoque teórico tradicional y, su énfasis en algunos factores tradicionalmente descuidados, como el rol de las instituciones y normas de comportamiento sociales, creencias, cooperación y/o conflicto entre los individuos, ofrecen distintas explicaciones teoréticas para el surgimiento de aquéllas y, por lo tanto distintas i mplicancias de política económica. Resulta interesante examinar algunas teorías recientemente desarrolladas que pertenecen a la tradición del individualismo metodológico a fin poner de relieve algunas implicancias generales propias de esa metodología. Una es la realizada por R. Solow (1990) con respecto al mercado de trabajo como institución social y la otra es la teoría de la Public Choice, de la cual podremos extraer las implicancias específicas de aplicar tal metodología al funcionamiento del Estado. El mercado de trabajo como institución social El modelo de Solow es un modelo de eficiencia salarial con desempleo basado en normas sociales, y pertenece al enfoque moderno de la teoría del desempleo keynesiano que se caracteriza por hacer endógenas las explicaciones del equilibrio que no corresponden exactamente al punto donde la oferta iguala la demanda, y que surge como respuesta y desarrollo de los modelos de precios rígidos. En un juego cada agente elige una estrategia entre un conjunto de estrategias disponibles para él, una vez determinadas las reglas del juego. El conjunto de estrategias disponibles para cada jugador está fijo, independientemente de las elecciones de los otros participantes. El resultado del juego para cada participante es una función de las estrategias elegidas por todos los participantes, de tal manera que, todas las interacciones entre los participantes están incluidas en las funciones de resultado de cada uno. El no vaciamiento del mercado de trabajo es interpretado como el resultado del comportamiento maximizador de los agentes. No toma el salario como exógeno, sino determinado en el mercado de trabajo, ya que éste es considerado como una institución social y el "trabajo es un tipo de bien peculiar y el mercado de trabajo un tipo de mercado peculiar " (Solow 1990:30). Es decir que, permite que el mercado de trabajo sea capaz de tomar en cuenta lógicamente la existencia y persistencia de desempleo verdadero, basándose en una variedad de motivos e interacciones que no se toman en cuenta en los modelos tradicionales. La teoría de los juegos se ha utilizado como herramienta para describir todas las interacciones sociales a partir del comportamiento de los individuos. Lo interesante es que esas interacciones sociales se refieren tanto a interacciones en el sector privado como a las públicas. Es decir que, no sólo han explicado las interacciones en distintos mercados en función de los individuos, sino también han logrado racionalizar en sus modelos económicos el comportamiento del Estado. Eso demuestra la evolución que ha adquirido 27 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 Solow (1956) afirma que el fracaso de encontrar un salario de equilibrio puede ser explicado por convenciones sociales o principios de comportamiento adecuado, cuya fuente no es enteramente individualista. Y lo explica de la siguiente manera Presumiblemente la mayoría de las convenciones son adaptativas, no arbitrarias, pero la capacidad de adaptación debe ser interpretada en sentido amplio, tal de incluir ventajas pecuniarias pero no estando limitadas por ellas. [...] El hombre económico es una categoría social, no psicológica. Existen actividades en las cuales es socialmente aceptable y esperado que predomine el interés personal pecuniario en una decisión, pero hay otras en las cuales no. El mercado de trabajo es más complicado y contiene elementos de ambas. (Solow 1980:9-10) Habiendo clarificado esto, es de nuestro interés investigar el tratamiento que Solow ofrece con respecto a las fuentes de las normas sociales y sus efectos sobre el desempleo. Considera el por qué los trabajadores, que se encuentran involuntariamente desempleados (es decir, cuyo salario de reserva es menor que el corriente) no ofrecen su trabajo a menor salario. El motivo de tal actitud lo busca y encuentra en el dictado de las normas sociales que excluyen la estrategia de trabajar a menor salario para los desempleados, es decir que es una norma de lealtad entre los trabajadores. Pero la cuestión importante de es su postura es que el origen de tal norma debe ser explicada y, no simplemente formulada, para conformar un argumento adecuado. máticamente entre ellos. En otras palabras, la norma originada en una racionalidad egoísta, Logra establecerse universalmente una vez que se consigue cierta conciliación de intereses. Solow, estableciendo este modelo de génesis de normas de comportamiento, abandona en cierta forma su anterior postura "no enteramente individualista " (Solow 1980) como fuente de creación de aquellas normas, aproximándose a una de las tradiciones teóricas que pertenece al enfoque del individualismo metodológico'. Su modelo se caracteriza por su énfasis en el surgimiento gradual y espontáneo de las normas a partir la repetición de las interacciones entre individuos. Esta tradición incluye a algunos modernos exponentes del enfoque del "orden espontáneo " como Hayek y Sudgen, y se origina en el tratado de Hume (anteriormente citado). La relación entre esta tradición y el modelo de Solow puede ilustrarse mostrando las tres cuestiones referidas al surgimiento de las normas sociales: (i) el conflicto entre la racionalidad individual y la colectiva; (ii) el origen espontáneo de la cooperación a partir de la repetición de las interacciones entre individuos egoístas; y (iii) el establecimiento de estrategias cooperativas como normas de comportamiento internalizadas. De lo anterior puede generalizarse el surgimiento y el rol de las normas sociales como una forma de un proceso de evolución espontáneo, en el ¿Cuál es su explicación del surgimiento de las normas sociales? Solow modela el proceso de generación de una norma como un juego que se repite infinitamente, cuyo esquema básico es el del dilema de los prisioneros 6. De esta forma explica la solución de no ofrecer sus servicios a menor salario como un equilibrio resultante de repetir infinitamente el juego entre empleados y desempleados, dada la estrategia adoptada por la firma. Una vez establecida, la solución de cooperación es internalizada por los agentes económicos, convirtiéndose en una norma de comportamiento adecuado, que se impone auto28 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 cual los conflictos de intereses individuales y colectivos encuentran cierto acuerdo aprendiendo a través del tiempo y por experiencia, y conviniendo las normas como estrategias mutuamente aceptadas que regulando esos conflictos se establecen como base de un sistema de normas morales, pero tienen como principal motivo el interés personal. El rationale utilizado por Solow es distinto de la tradición contractualista, que provee una solución a los conflictos entre la racionalidad individual y la colectiva. Aunque ambos enfoques tienen una metodología común: las normas e instituciones son el producto de las estrategias individuales y, estas estrategias en definitiva surgen de la naturaleza básica del hombre. Surge ahora una cuestión importante que es fuente de desacuerdos entre los que profesan el individualismo metodológico como guía normativa y una crítica recurrente a esa metodología. La cuestión es si del comportamiento maximizador individualista se puede derivar una explicación exhaustiva de las normas e instituciones sociales, o debemos aceptar que existe un "residuo" en aquéllas, que no puede ser explicado en términos de individuos maximizadores de su interés personal. Elster ha argumentado en su trabajo Social norms and economic theory (1989) a favor de la existencia de ese residuo. Akerlof, que pertenece a una tradición teórica antropológica para modelar las normas sociales, ha postulado en A theory of social custom, of which unemployment may be one consequence (1980) que la metodología utilizada por Solow restringe el dominio de los modelos económicos, ya que puede observarse que las costumbres sociales que son costosas para un individuo de todas formas persisten; como por ejemplo la discriminación racial en el mercado de trabajo que se presenta como un conflicto, no entre la racionalidad individual y la colectiva, sino entre la racionalidad individual y la propia norma social, y que juzgada desde un punto de vista estrictamente individualista aparece como irracional. Él es de la opinión que, las normas no existen por ser el resultado de algún invento ideado para armonizar intereses o cálculos egoístas, ya que una norma social puede ser obedecida aún si de esa obediencia surgiera cualquier desventaja económica individual. Arrow (1994) usa como hipótesis general de trabajo que existen categorías sociales irreducibles, es decir inexplicables a partir del comportamiento individual. Arrow con respecto a la teoría de los juegos en particular, argumenta que las mismas reglas del juego son sociales, y enfatiza como problema fundamental de la metodología individualista su imposibilidad de explicar satisfactoriamente la cuestión del conocimiento y de la información técnica. La implicancia general de esta visión individualista es que las instituciones existentes tienen su origen natural y su justificación en la naturaleza del hombre, la cual es asumida por propósitos analíticos como dada. Esta implicancia es válida independientemente de si las normas e instituciones son consideradas como el resultado de un acuerdo contractual entre los individuos, ofrecida como solución por la tradición contractualista; o como el producto espontáneo de las interacciones individuales, tal como lo postula la tradición naturalista. Dentro del individualismo metodológico, la solución contractual deja cierto margen de maniobra con respecto al cambio institucional deliberado, enfatizando la decisión colectiva a través de la cual hombres y mujeres crean sus propias instituciones, lo cual desemboca en un contractualismo normativo interesante. En lugar de explicar las instituciones existentes con bases contractuales, uno debería preguntarse qué instituciones generarían los individuos iguales y racionales vía arreglos contractuales, en orden a construir un estado justo, y usarla como guía política - esta fue la actitud tomada por J. Rawls en su obra A theory of justice (1971), que parece mucho más satisfactoria desde un punto de vista estrictamente metodológico. En contraste, el enfoque perteneciente a la tradición teórica del orden natural, enfatiza el surgimiento espontáneo de normas e instituciones, como el resultado involuntario de la acción individual, es más proclive a adoptar una actitud más conservadora respecto al diseño institucional. Aunque, algunos de sus exponentes argumentan que las convenciones y las instituciones establecidas derivan su status moral del sólo hecho de haber sido establecidas, y con respecto a eso, como Hayek reiteró en su obra, la única actitud aceptable es la de humildad respecto al proceso social impersonal y anónimo, a través del cual se generan las instituciones (Buchanan 1985). 29 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 Consecuencias de aplicar el individualismo metodológico al funcionamiento del Estado fundamentales son: (1) los gobernantes son individuos egoístas y tienen sus propios intereses; (2) las políticas económicas deben reflejar las estrategias de maximización individuales; (3) los individuos tienen preferencias políticas y económicas y se comportan de manera egoísta ante ambas, buscando la maximización individual. Además postula supuestos específicos respecto al comportamiento del Estado, representados por la teoría de la constitución, la teoría de las organizaciones y la teoría de la burocracia. La Political Economy tradicional, de corte individualista, propone como justificación a la intervención estatal el dar solución a aquellas situaciones en las cuales se presentan fracasos de mercado. Es decir, justifica la intervención cuando el mercado no es capaz de: (i) ofrecer información completa; (ii) asegurar la competencia perfecta ; (iii) proveer de bienes considerados públicos; y (iv) resolver la cuestión de las externalidades. Lo cierto es que ante el abandono tradicional respecto a la racionalización satisfactoria del comportamiento del Estado, como un agente económico peculiar, un grupo de individualistas fundaron lo que se dio en llamar la New Political Economy, en la cual se racionaliza explícitamente el comportamiento estatal. Los gobernantes se consideran como individuos maximizadores egoístas que en la mayoría de los casos hace caso omiso del bien común, y así hay lugar para el surgimiento de fracasos gubernamentales, además de los de mercado. A este grupo pertenece otro subgrupo que adopta la teoría del individualismo metodológico como Niskanen, Buchanan, Downs, Mueller y, Bhagwati entre otros. Estas teorías, aunque se refieren al funcionamiento del Estado como centro de interacción entre los intereses particulares y los intereses colectivos, también utilizan como lenguaje predilecto la teoría de los juegos. Pero, aquí se presentan ciertos problemas, ya que no rige el principio de exclusión y, por lo tanto algunos individuos prefieren no revelar sus estrategias de maximización o sus preferencias, por considerar que su aporte es marginal. En este campo es donde especialmente se presenta la nocooperación, y consecuentemente se hace más difícil alcanzar un equilibrio competitivo de eficiencia paretiana. La teoría del Public Choice es una de las teorías que pertenecen a la New Political Economy, que postula el individualismo metodológico com p guía normativa para aplicar el comportamiento humano a la política junto con el análisis económico. Sostiene que toda interacción social puede describirse en términos de los individuos, y en particular se refiere a aquellas interacciones entre gobernados y gobernantes o a la interacción pública. Los supuestos ¿Cómo funciona el intercambio político? Existen dos niveles de intercambio para los bienes públicos. El primer nivel es a nivel constitucional, en él se establecen las "reglas del juego", que son iguales para todos los "jugadores " . Como parten de la premisa de que el contexto social, político y económico debe reflejar las estrategias maximizadoras de todos los participantes y, dado que "las reglas " rigen para todos, consecuentemente en este nivel deben intercambiarse aquellos bienes para los cuales exista perfecta unanimidad. Por lo tanto, se decidirán los aspectos generales o los bienes públicos básicos, en los cuales todos estén de acuerdo, como las libertades, los derechos y las obligaciones individuales, surgiendo así una constitución con principios de convivencia social generales. En un segundo nivel y, establecidas "las reglas del juego", deberán intercambiarse bienes públicos más específicos, los aspectos relacionados con políticas económicas, es decir las estrategias disponibles para cada uno de los jugadores. Dado que estas políticas -o estrategias disponibles- también deben reflejar las estrategias de cada uno de los jugadores surgirán tres problemas. El primero está relacionado con la cuestión de que nadie se verá i mpulsado a revelar su estrategia de maximización, ya que al no hacerlo de todas formas el resto de los jugadores decidirán sobre el tema en cuestión problema desarrollado por la Teoría de las organizaciones. Todos deben revelar sus preferencias simultáneamente y existe incertidumbre, por tanto preferirán no cooperar. La única forma de obligar a cada uno a cooperar será mediante la votación de cada tema, de lo cual surgirán las políticas económicas a i mplementar. Sin embargo, cada regla de votación determinará la eficacia o ineficacia del resultado obtenido. Entonces, el primer problema se refiere a la elección de las reglas de votación, cuya necesidad 30 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 surge a partir de la inexistencia del principio de exclusión. El segundo problema, que surge en el caso de haberse establecido un gobierno representativo con respecto a los temas específicos a intercambiar en esta institución, es el del principal-agent. El principal (ciudadano) es un individuo egoísta que sólo desea maximizar su estrategia, y el agent (su representante) también es un individuo egoísta que tiene sus propias estrategias como ciudadano, siendo en este caso su propio agent y; además, como político tiene otras estrategias que desea maximizar. Al no coincidir las estrategias se producen los grupos de intereses en conexión con determinados representantes para intercambiar bienes públicos por políticos, y así en el caso de haberse conseguido en el primer nivel y/o en el segundo un punto de equilibrio eficiente en términos paretianos, la solución ineficiente de este segundo problema lleva necesariamente a un second best. Este problema esta muy bien elaborado por Bhagwati (1987), donde muestra como se hacen endógenas las políticas económicas y el resultado de ellas es el producto la acción maximizadora simultánea de los individuos. El tercer problema que se plantea está relacionado con la teoría de la burocracia. Cada tecnócrata en busca de maximizar su propia estrategia, desea aumentar el número de las actividades que se le asignan como signo de poder, aunque sea innecesaria y poco representativa. De esta forma se produce una ampliación de la esfera estatal, con el consiguiente desperdicio de recursos, utilizables en la esfera privada. ¿CUÁLES SON LAS FALENCIAS? En general, todos los adeptos al individualismo metodológico, confunden metodología y valores, excepto algunos como por ejemplo J. Rawls, el cual construye un ideal, y por lo tanto, su edificio es puramente normativo. Pero, aún más objetable es la forma de proponer el individualismo metodológico como guía normativa. Pareciera que, partiendo de la premisa de que todos los fenómenos sociales tienen como elementos constitutivos a los individuos, concluyen que los primeros necesariamente deben ser explicados a partir de los segundos; deducen el individualismo metodológico de lo que se ha denominado el individualismo ontológico: Es decir, de la proposición de que los individuos crean todas las instituciones sociales concluyen que los fenómenos colectivos son simplemente abstracciones hipotéticas derivadas de las decisiones de los individuos. Pero aunque el individualismo ontológico es trivialmente cierto, no tiene necesariamente relación con la forma en que deberíamos o no deberíamos investigar los fenómenos colectivos. Existen además otras cuestiones objetables. Arrow (1994) argumenta que todas las "teorías económicas requieren (como elementos explicativos) también elementos sociales"(p. 4). Existen aún cuestiones sin resolución explícita dentro de los modelos ideados por los que profesan el individualismo metodológico. Solow (1956) reconoce el mérito de los modelos de competencia imperfecta, en los cuales hay lugar para la incertidumbre, consecuencia lógica de la carencia de completa información y, por lo tanto, el supuesto tradicional de previsión perfecta de los agentes económicos cede paso a las expectativas y trayectorias esperadas de comportamiento de ciertas variables relevantes. Además la información es costosa, y los costos de transacción no son cero, aún en una situación óptima, como postula Ronald H. Coase. North (1994) ha tratado la cuestión de las la necesidad de las instituciones, en teoría para llegar a una situación óptima, y en la práctica para que los grupos más poderosos establezcan nuevas reglas. Las instituciones son como las portadoras, no sólo de la información, sino de la cultura de la sociedad y determinan y moldean su rumbo. Nelson (1995) también al tratar la cuestión de las instituciones y del conocimiento disponible, argumenta la importancia no sólo de las innovaciones schumpeterianas, sino de la I&D llevada Así, el surgimiento y el nuevo rol del Estado, que se hace con analogía a la teoría de los juegos, viene a dar respuesta a los vacíos dejados por la teoría económica tradicional. Las implicancias de política económica de esta teoría, típicamente individualista, son semejantes a las de la teoría tradicional en los aspectos más generales aunque con explicaciones más exhaustivas: Como es muy difícil reflejar las estrategias de maximización de todos y cada uno de los individuos, y como además la actividad estatal tiene asociados importantes costos de oportunidad que resultan en costos sociales muy grandes, es aconsejable reducir el campo de interacción pública a aquellos bienes básicos donde existe perfecta unanimidad, y dejar al mercado todas aquellas actividades que realiza eficientemente. Sin embargo, tiene el mérito de haber conseguido un mayor realismo que la teoría tradicional, racionalizando el comportamiento del Estado. 31 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 CONCLUSIÓN a cabo por las empresas, así como la enseñanza de instituciones diversas como las universidades, a la hora de tener en cuenta la capacidad intrínseca de una economía de crecer. Por estas razones en los últimos tiempos se han venido desarrollando en la teoría del crecimiento económico esas cuestiones para tener en cuenta estos elementos sociales como determinantes de la tasa de crecimiento de la economía. Todo esto muestra que la información es imprescindible en un mundo donde reina la incertidumbre y que es muy improbable que todos los individuos al tener que tomar decisiones tengan toda la información necesaria. En primer lugar es deseable resaltar que la teoría del individualismo metodológico tuvo el mérito de recordar una vez más que la economía política es, ante todo, una ciencia humana. En este punto, resultará útil señalar lo que el individualismo metodológico estrictamente interpretado implicaría para la Economía. Dicha metodología excluiría todas las proposiciones macroeconómicas que no puedan ser reducidas a proposiciones microeconómicas, y puesto que pocas de ellas han sentado sus fundamentos microeconómicos, esto supondría a la vez el decir adiós a casi toda la macroeconomía. Algo erróneo tendrá que haber en un principio metodológico que tiene implicancias tan devastadoras. Recomendamos, en cualquier caso el individualismo metodológico como postulado heurístico, ya que, en principio, resulta altamente deseable el definir todos los conceptos totalizadores, variables agregadas, en términos del comportamiento individual, siempre que esto sea posible. Y haciendo uso de las palabras de uno de los participantes de este debate, M. Brodbeck, expuestas en su obra Methodological individualism: definition and reduction (1973:293) Lo más que podemos pedir a un científico social ... es que mantenga el principio del individualismo metodológico firmemente asentado en su mente, como un ideal al que es bueno aproximarse todo lo posible. Esto nos garantizará al menos que ya nunca perderá el tiempo con conceptos tales como "mente de grupo" y "fuerzas impersonales ", económicas o de otra naturaleza; que nunca más ocurrirá que las propiedades no-observables de los fenómenos sean atribuidas a entes colectivos igualmente no-observables; y que, al mismo tiempo, el científico social no se quedará con la boca abierta por razones metodológicas ante cuestiones sobre las que, con mayor o menor precisión, se pueden decir muchas cosas. Otra cuestión descuidada por los modelos que utilizan el individualismo metodológico es que difícilmente entren en las estrategias de maximización individuales aquellos bienes considerados básicos, o aún los preferenciales, o cualquier cuestión referida al bienestar de las futuras generaciones. Esos aspectos eminentemente sociales deben ser planificados por una mente más amplia, que sea "el hombre menos sus pasiones"(List), es decir por las autoridades centrales. Por ejemplo, toda vez que un individuo egoísta maximizador tenga la posibilidad de invertir, sólo considerará los proyectos con una rentabilidad positiva, pero dentro de sus cálculos de ingresos no entrarán cuestiones de bienestar general. Este es el típico caso de la construcción de autopistas o caminos, en los cuales el producto neto marginal social es mayor que el producto marginal neto privado, y por lo tanto, nunca entrarán en las preferencias individuales ni en sus funciones de maximización. También aquí deben considerarse las inversiones en capital humano. NOTAS 1. Cabe aclarar que siendo nuestro propósito inquirir en un aspecto muy específico como es el individualismo metodológico, no se pretende aquí más que aclarar lo que luego 32 Boletín de Lecturas Sociales y Económicas • UCA • FCSE • Año 3 • N° 13 utilizaremos para abordar aquél tema, y aunque la metodología es un tema complejo y extenso, su tratamiento aquí no cumple sino la función anteriormente establecida. Ver John Neville Keynes (1891), Lionel Robbins (1932), Terence Hutchison (1938), Milton Friedman (1953), Paul Samuelson (1963) y Lawrence Boland (1982), entre otros, para un análisis más detallado de estas cuestiones. 2. El principio del individualismo metodológico se opone al principio de la metodología totalizadora, considerada por los proponentes de aquél como insostenible, y según la cual se postula que los todos-sociales tienen objetivos o funciones que no pueden ser reducidos a las creencias, actitudes y acciones de los individuos que los forman. 3. Para demostrar un argumento lógicamente es necesaria la deducción a fin de no caer a través de la inferencia inductiva en una falacia. Cabe aquí que entendamos la deducción no como contrapuesta a la inducción por ser operaciones mentales opuestas. Es decir, no debe entenderse la deducción como la operación que nos lleva de lo general a lo particular y, la inducción como la operación que va de lo particular a lo general. Para un tratamiento más exhaustivo del tema ver M. Blaug (1985). 4. La expresión "individualismo metodológico" fue inventada por Joseph A. Schumpeter en 1908 en su distinción entre individualismo metodológico e individualismo político. El primero prescribe una forma de análisis económico que se inicia siempre a partir del comportamiento de los individuos, mientras que el segundo es utilizado para designar un programa político en el que la piedra angular de toda acción gubernamental debe ser la preservación de la libertad individual. respuesta contraria. Este tipo de estrategia les enseña que la ganancia de la no-cooperación no será compensada las pérdidas a largo plazo, ya que el otro jugador estando listo para vengarse nuevamente con la no-cooperación., terminará con la mutua defección. 7. Existen, como ya hemos puntualizado, diferentes formas de modelar ciertos comportamientos sociales dentro del enfoque del individualismo metodológico. Por ejemplo, podría caracterizarse la perteneciente a la tradición teórica del contractualismo clásico y más recientemente, a la teoría de las organizaciones. Existe en esos modelos, por ejemplo en el desarrollado por Alchian y Demsetz (1972), -que por razones de simplificación no será expuesto dentro del cuerpo del presente trabajo, aunque se utilizará para extraer conclusiones, información asimétrica e incompleta, conflicto de intereses entre la racionalidad individual y colectiva que encuentran solución en el establecimiento de instituciones y de esta forma extienden el contractualismo a la empresa y a otras instituciones sociales y económicas existentes para simular su origen y llegar por medio de esas creaciones racionales a una solución subóptima, por la necesaria aceptación de ciertos costos sociales. De esta manera nuevamente, mediante la racionalidad construyen edificios puramente lógicos a fin de explicar el "ser" y terminan, a partir de aquél, ofreciendo guías para el "deber ser". 5. El método psicológico fue preconizado en Francia por Gabriel Tarde, en su Psicología económica. A juicio de Tarde, no sólo la economía política, sino la sociología, son netamente psicológicas, afirmando la primacía de lo individual sobre lo social. BIBLIOGRAFÍA 6. Es conocido que cuando este juego se hace una vez , la estrategia dominante de cada participante es la no-cooperación; por consiguiente ambos elegirán por defecto, siendo el resultado subóptimo para los dos. Sin embargo, cuando el juego se repite un número indefinido de veces, la historia de sus interacciones pasadas y los éxitos alcanzados introducen la posibilidad de la cooperación como solución del juego. Eso sucede porque los jugadores pueden aprender uno del otro, a causa de las reacciones apropiadas que, la cooperación será respondida con la cooperación y lo mismo sucederá con la Albert, H. (1985) On using Leibnitz in economics. Economics and Philosophy, pp. 68-78, J. C. B. Mohr (Paul Siebeck) Tubingen, ed. by Peter Koslowski. Alchian, A. A.. y Demsetz, H. 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