“EstudioBíblico–MinisteriodelaMujer” Teniente Coronel Magali Pardo “MADRE TU ERES UNICA” Génesis 3:16ª A la mujer le dijo: “Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor”. Introducción: Hay un canto muy hermoso que en estos días mi esposo, recordando a su mamá que hace pocas semanas acaba de morir en Bolivia ha estado escuchando, que dice “ Me ensañaste a valorar, a perdonar, todo lo que soy te lo debo a ti, a ti mi madre, que le puedo decir, como puedo pagar lo que hizo por mí, solamente mi Dios que nos dio de su amor y su vida con todo el corazón, y le daré mil gracias por ser mi Madre” (Mil gracias por ser mi Madre por nuestro hermano Felipe Gonzales) I.- Madres únicas que en la biblia sus vidas se mencionan Cada una de las madres que detallo a continuación fueron únicas e igual que todos pasaron por diferentes pruebas para cumplir la misión que Dios tuvo para ellas. a.- Eva la madre de todo ser viviente (Génesis 3:20) - Dios creo a la mujer para que Adán no estuviere solo “De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre.” (Génesis 2:20) Y ambos vivieron en el paraíso, en Génesis 3:20 dice: “El hombre llamó Eva a su mujer, porque ella sería la madre de todo ser viviente.” Su nombre solamente se menciona cuatro veces en la biblia, este fue el segundo nombre que ella recibió. La primera fue Varona, nombre que le dio Dios cuando le trajo a Adán para que le recibiese como esposa. Eva significa “Vida” y ella sería la primera madre de millones de madres. “EstudioBíblico–MinisteriodelaMujer” b.- Débora en Jueces 5:7 dice: “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté como madre en Israel” Yahvé hace surgir una “sorpresa” en la historia de su pueblo y en el tiempo de los Jueces. Cuando la mujer en el pueblo de Israel y en otros lados y épocas “no podía ejercer liderazgo, donde su palabra no era de fiar, porque la consideraban inferior”. Pero Dios levanta a esa sorpresa y se llama Débora, esposa de Lapidot. Una mujer que sentada bajo una palmera resolvía los pleitos del pueblo de Israel. Ella se convierte en Juez y profetiza. En su vida y su relación con Dios podemos encontrar muchas enseñanzas y características de una Madre Única que se levanta en el nombre del Señor y puede ser: 1.- Una madre que promueve comunión (Jueces 4: 4 y 5) Según v. 5 “Y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora entre Ramá y Bet-el en el monte de Efraín y los hijos de Israel subían a ella a Juicio.” El significado de Ramá es altura y el de Bet-el es casa de Dios. Entonces su significado está relacionado con adoración y comunión con Dios, eso nos recuerda que tú y yo necesitamos ser madres que podamos tener una comunión con Dios, adorarlo para que también nuestros hijos y nuestra familia tengan una comunión sincera con Dios. ¿Usted cree que si Débora, no hubiera estado en comunión con Dios, los hijos de Israel hubieran ido donde ella en busca de un juicio? Una palabra de aliento y consuelo, nuestros hijos y los demás lo necesitan, solo Dios nos puede equipar para poder tener autoridad para ensenarles la importancia de que tengan comunión con Dios, al leer Su palabra, en la oración en la adoración a Él, que merece toda honra y gloria, como lo hizo Débora. 2.- Una madre que promueve discernimiento (Jueces 4: 4) En estos tiempos muy diferentes, donde la tecnología, el internet es presa de nuestros hijos y también de nosotros, es preciso meditar en la vida de Débora que fue usada por Dios y le dio discernimiento para gobernar su pueblo Israel. Cuantas veces nosotros como madres no tenemos el discernimiento que viene de Dios para ayudar y guiar a nuestros hijos en los caminos del Señor, en las pruebas difíciles “EstudioBíblico–MinisteriodelaMujer” que pasan como niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Nuestro esposo también necesita ayuda. Pero también una madre, mujer, pastora y líder puede ayudar a su comunidad que se acerquen y reciban a Cristo como su Salvador. 3.- Una madre que promueve motivación (Jueces 4: 6 y 7) Débora cumple su misión motivando a Barac a cumplir lo que le había mandado Jehová; también nosotros como madres podemos motivar a nuestros hijos a que no se den vencidos tan fácilmente como Barac que tenía miedo enfrentarse al enemigo. Muchos de nuestros hijos no saben decidir, ni enfrentar los problemas, porque nosotras como madres no les motivamos a confiar y seguir a Dios, porque en El hay esperanza, y El conoce los deseos de nuestro corazón (Salmos 37:4) 4.- Una madre que promueve compañía (Jueces 4:8) Barac respondió a Débora “Si tu fueres conmigo, yo iré, pero si no fueres conmigo, no iré” Cuan importante era para Barac la presencia y compañía de Débora para ganar la batalla, ya que ella era para él y su pueblo como una madre. Que enseñanza más grande nos da Dios en estas palabras. ¿Cómo madre su presencia promueve compañía, amistad para sus hijos, esposo, familiares, en su hogar, iglesia y en su comunidad? 5.- Una madre que promueve fortaleza (Jueces 4: 9 y 10) Débora le dijo a Barac: “9 ¡Está bien, iré contigo! —Dijo Débora—. Pero, por la manera en que vas a encarar este asunto, la gloria no será tuya, ya que el Señor entregará a Sisara en manos de una mujer.” Para Débora hubiera fácil decir como mujer: No voy, me quedo, ustedes vayan, pero como madre que amaba a su pueblo, se reviste con el poder del Señor, como una guerrera, promueve fortaleza, y sube con 10,000 hombres con Barac para vencer porque sabía que Jehová estaba con ella. Madre tu presencia es muy importante para tus hijos, no solo para ayudarlos sino para que ellos se sientan protegidos, fortalecidos porque tú tienes al protector que es Cristo, nuestro Señor. 6.- Una madre que promueve victoria (Jueces 4: 15-16) Madre existen enemigos (como la droga, el vicio, las pandillas y otros) de la familia – se cómo Débora que siempre visualizaba la victoria en el nombre de Jehová y derribaba al enemigo en su nombre. Como Débora se levantó para defender a su pueblo como madre, también nosotras como padres tenemos que levantarnos para proclamar el nombre de Jehová para que nuestros hijos sean salvos y conozcan la verdad que los hará libres. II.- Una madre es única cuando prefiere perder a su hijo a que muera (1 Reyes 3:16-22) Cuantos accidentes que pasan a diario, donde madres pierden a sus hijos, esto es algo que entristecen nuestros corazones cuando pasan en las noticias. Salomón el hijo del rey David, cuando sucedió en el trono a su padre, después que Dios le dijo a Él, pídeme lo que tú quieras y en 1 Reyes 3:9 le contesta Salomón: “Yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo tuyo?” “EstudioBíblico–MinisteriodelaMujer” Él le estaba pidiendo sabiduría y Dios le concedió y en estos versículos podemos admirar esa sabiduría que viene de Dios en este caso: a.- Una madre debe ser cuidadosa (1 Reyes 3:16-22).- Según el relato podemos observar que las dos madres fueron descuidadas, una por no darse cuenta de que estaba pasando con su niño y por eso se la arrebataron y la otra fue descuidada por no avisar y no darse cuenta que su niño se estaba muriendo y estos versículos son de gran reflexión para todas las madres que debemos estar pendientes de nuestros hijos, como Dios está pendiente de nosotros que somos sus hijos. Parafraseando “Dos mujeres se acercaron al rey con un asunto muy serio. Ambas habían estado viviendo en la misma casa, y cada una había dado a luz un niño sólo tres días después de la otra. Sólo ellas y sus niños recién nacidos vivían en la casa. El niño de la segunda mujer vivió sólo unos cuantos días y murió durante la noche. Dándose cuenta de esto, ella fue al cuarto de la primera mujer, que dormía. Ella tomó al niño vivo del lado de la madre durmiente, y puso al niño muerto en sus brazos. Cuando la madre del niño vivo se levantó por la mañana, ella vio al niño muerto en sus brazos, pensando al principio que era suyo. Sin embargo, casi inmediatamente, ella se dio cuenta de que no era su niño, sino aquel de la otra mujer. Ella confrontó a la mujer que había tomado a su niño vivo durante la noche, pero la mujer negó que hubiera cometido algún delito, y afirmó que el niño vivo era en efecto el suyo. Así ambas mujeres declararon al rey que el niño vivo era el suyo, y el niño muerto perteneció a la otra.” b.- Una madre debe ser honesta (1 Reyes 3: 23 al 26): Ahora el rey tiene que descubrir cuál de ellas no fue honesta con Dios y con ella misma. Dice su palabra: “Salomón con esa sabiduría contesto a las dos mujeres: v.24 Entonces ordenó: —Tráiganme una espada. Cuándo se la trajeron v.25 dijo: Partan en dos al niño que está vivo, y denle una mitad a ésta y la otra mitad a aquélla” “EstudioBíblico–MinisteriodelaMujer” Parecía insólita la respuesta del rey. Sin embargo, Dios le iba a revelar que hacer en este caso y la respuesta de las dos mujeres no se dejó de esperar en este versículo 26: “La verdadera madre, angustiada por su hijo, le dijo al rey:¡Por favor, Su Majestad! ¡Déle usted a ella el niño que está vivo, pero no lo mate! En cambio, la otra exclamó: ¡Ni para mí ni para ti! ¡Que lo partan!” 27 Entonces el rey ordenó: “No lo maten. Entréguenle a la primera el niño que está vivo, pues ella es la madre Esto era todo lo que el Rey Salomón tenía que escuchar. Él dio al niño vivo a su madre legítima, ilesa.” En este caso si prestamos atención a estos versículos claves de esta enseñanza maravillosa que es especial en el Día de Las Madres, a cuantas de nosotros nos dolería que hirieran o mataran a nuestros hijos, antes preferimos dar a otro persona para que lo cuide y nosotros tener la esperanza de un día recuperarlo, verdad? Yo creo que sí, porque una madre es única. Así como el pueblo reconoció la sabiduría de Dios en este caso, ya que a través de los siglos y hasta más allá de la comprensión humana, podemos reconocer mediante este versículo su sabiduría: ¡”Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33) Conclusión: Este estudio nos muestra a la madre única, que mediante su Palabra podemos analizar unas cuantas de la muchas características de su amor hacia sus hijos, también podemos comparar el amor de Dios que es más de una madre para con cada uno de nosotros y hacia la humanidad. Es una promesa de Dios y la encontramos en Isaías 49:15 que dice: “¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!”