Grupo Lentiscal Estructura atómica ELEMENTOS QUÍMICOS DESCUBIERTOS POR ESPAÑOLES De los elementos naturales conocidos, tres han sido descubiertos o identificados como tales, por españoles. El platino, por Antonio de Ulloa, en 1748; el wolframio, por los hermanos Antonio de Elhuyar, en 1783 y el vanadio por Andres Manuel del Rio, en 1801. La importancia de estos descubrimientos fue importantísima, teniendo en cuenta que es aquella época uno de los objetivos fundamentales de la Química, que orientaba el trabajo investigador de la mayoría de los químicos, era el descubrimiento de los elementos químicos. El platino, de platina, plata fue descubierto por Antonio de Ulloa en 1735, en unas minas cuando iba en una expedición científica de Colombia a Perú. En el caso del wolframio, la mayoría de los libros extranjeros atribuyen el descubrimiento a Scheele, en 1781. Esto no es cierto, fueron los hermanos logroñeses Fausto y Juan José Elhuyar, en 1783, quienes lo aislaron por primera vez a partir de un mineral obtenido en España, la Wolframita, tratada con carbono. El propio Sheele reconoció en una carta la prioridad española del descubrimiento. El nombre proviene de wólfram, quizá formado por wolf « lobo» y ram « suciedad», aplicado, tal vez, por los mineros despectivamente al encontrarlo en vez del estaño que buscaban. El vanadio, del latín moderno «vanadium», en memoria del sobrenombre de Freya, Vanadis, nombre de una diosa del antiguo panteón escandinavo. El nombre es del año 1830, atribuyéndoselo a un químico sueco, pero su verdadero descubridor fue el químico madrileño Andrés Manuel del Río en 1801, quien lo denominó eritronio, pero no se le reconoció, al creerse entonces que era cromo impuro. Fausto de Elhuyar Juan José de Elhuyar El nombre vulgar del elemento wolframio en inglés y en francés es “tungsteno”. Sin embargo, la IUPAC recomienda que el nombre de los compuestos sea, en todos los idiomas, el derivado del que propusieron los descubridores del elemento. Dice el texto en inglés del acuerdo de la IUPAC “wolframate and not tungstate” Al final de su Memoria, sobre el descubrimiento del wolframio, escriben los hermanos Elhuyar «Daremos a este nuevo metal el nombre de wolfram tomándolo del de la materia, de la que lo hemos sacado... Este nombre responde mejor que el de tungsteno por ser el wolfram un mineral que se conocía mucho antes .... Mudamos su terminación m. en n. para acomodar mejor al genio de nuestra lengua las denominaciones de las sales que se forman con esta sustancia, llamándolas sales volfrámicas». Escribían los nombres del mineral y del elemento, obtenido de él, con v porque la W (con la que se escribía el mineral e lenguas) era inexistente en la lengua española del XVIII. Portada de la memoria sobre el descubrimiento del Wolframio.