La investigación deportiva. Repercusiones didácticas para el aprendizaje técnico-táctico Juan Mas Rubio Resumen Este artículo tiene como finalidad la unión entre el Método Observacional y el Experimental en el estudio científico del pase en los deportes de equipo en general y del fútbol en particular. Asimismo, hemos analizado sus repercusiones en el aprendizaje de la táctica individual, grupal y colectiva del juego en el contexto educativo de la ESO. Por ello, detallamos las posibles transferencias de la competición hacía el aprendizaje técnicotáctico. Palabras clave Investigación, técnico-táctico, aprendizaje, deportes de equipo, fútbol 1. Diseño y proceso de la investigación El planteamiento de esta investigación tiene una triple orientación: 1º) Útil para los alumnos. 2º) Práctica para los profesores. 3º) Rentable para la mejora de la enseñanza deportiva. Analizamos el entorno próximo de cada uno de los jugadores emisores y receptores del balón atendiendo a la cantidad y calidad de los pases según el espacio y contexto donde se efectúan. Con este fin hemos diseñado el programa informático Más Infotáctica que está articulado por secuencias desglosadas en 21 campos de registro por cada pase realizado. Así, hemos analizado un total de: 180.747 registros. 8. 607 secuencias. 7.498 pases. Los datos recogidos son de Tipo I (Anguera, 2000) referidos a eventos y a la secuencia y orden en que se producen. Las relaciones de colaboración-oposición entre todos los jugadores implicados (22) nos hará comprender mejor la idiosincrasia del juego. La 1 población está constituida por los futbolistas (pases desarrollados) que participaron en los partidos seleccionados de la Copa del Mundo de la F.I.F.A. (2002 / 1998). El diseño de esta investigación se ajusta a la metodología observacional definida por Buendía (1998) como: “un plan estructurado de acción que, en función de unos objetivos básicos, está orientado a la obtención de datos relevantes para los problemas y cuestiones planteadas”. De la misma forma nos basamos en Anguera (2000) cuando proponemos dos criterios dicotómicos a partir de los cuales se enuncian los cuatro diseños principales en la metodología observacional: el idiográfico (único) versus nomotético (pluralidad), y por otro lado, el registro plural versus seguimiento. La combinación de estas posibilidades da lugar a distintos diseños: a) Diacrónicos (idiográfico / seguimiento) b) Idiográfico / puntual, que no permite obtener datos para un posterior análisis. c) Sincrónicos (nomotético / plural), también reconocidos como estudios transversales (Bisquera, 2000). d) Mixtos (nomotético / seguimiento), que constituye los de mayor complejidad. Nuestro diseño elegido es el diacrónico (idiográfico / seguimiento) definido por Anguera et al. (2000) como “la situación óptima de la metodología observacional”. Nuestro objetivo es focalizar la atención en una unidad mínima, constituida por un pequeño grupo de sujetos como son, el poseedor de balón, su compañero próximo y sus adversarios inmediatos y próximos. De este grupo analizamos las variables de datos entendiendo que funcionan como una unidad inseparable, aún cuando la ubicación cambie. Analizamos en el seguimiento parámetros como la frecuencia, el orden, la duración, por lo que el diseño será diacrónico extensivo e intensivo. Partimos de las emisiones en abierto de los partidos de fútbol que grabamos en un magnetoscopio. Ésto implica un maremoto de datos e informaciones entrelazados que confluyen en la competición que hay que seleccionar en función de la búsqueda de los datos que queramos localizar y / o agrupar. Por lo tanto decidimos aislar dos contextos secuénciales que se puedan observar como son la emisión y la recepción del balón. A partir de ahí prestamos atención a la ubicación espacial (por zonas definidas como campogramas, Garganta, 1998) de la recepción y emisión del balón (dónde recibe y dónde emite) y quién o quienes están cercanos al receptor/emisor, así como el tiempo aproximado que se está con el balón (nº de contactos). Identificamos, también, las relaciones grupales técnico-tácticas siendo el contexto elegido la Competición oficial del campeonato del mundo de 2002 de la FIFA, donde estudiamos a los futbolistas y equipos que juegan en la máxima competición mundial. Observamos el pase con el propósito de analizar las pautas de comportamiento motor colectivo e individual. Utilizamos el método descriptivo para la observación de las secuencias o imágenes (pausa del video para fijar el fotograma a estudio) atendiendo a dos situaciones: a) Fotograma 1º: Cuando el jugador va a pasar el balón b) Fotograma 2º Cuando el jugador recibe el balón. Ante la imposibilidad material de estudiar todos los encuentros por el excesivo tiempo que supondría, hemos escogido una muestra o subconjunto de la población, que estimamos puede asegurar la representatividad y que se concreta en 7 partidos de esta competición del total de 64 del campeonato, lo que ha supuesto analizar un total de 2 180.747 registros (campos) englobados en un total de 8.607 secuencias y 7.498 pases, que creemos puede ser suficiente. Las conductas analizadas se realizan durante periodos de tiempo sucesivos previamente definidos (emisor-receptor) en los que registramos las conductas especificadas. Este es el llamado Time-motion, pues se estudia el tiempo y las acciones durante ese tiempo. La muestra de este estudio son los pases (emitidos y / o recepcionados) por el equipo de fútbol analizado (Selección Española; Selección Brasileña). Resumimos en este cuadro el número de muestras y población a estudio: Los jugadores de la selección española que actuaron en la Fase Final del Campeonato del Mundo de Corea y Japón de 2002 en los siguientes partidos descritos en el subsiguiente cuadro. Así como los futbolistas de la selección brasileña que actuaron en la Gran Final del Campeonato del Mundo de Francia de 1998 y Corea y Japón de 2002.: 2. Análisis de los datos obtenidos: La Selección ESPAÑOLA ha realizado a lo largo de los 5 partidos un total de 2.962 pases teniendo el cómputo global de 2.343 aciertos frente a 619 desaciertos. Obteniendo un porcentaje de eficacia de 79,10 % frente a la ineficacia de 20,89 %. En la suma total de los PASES realizados en las cinco Primeras Partes el cómputo global es de 1427, de los cuales 1153 son aciertos frente a 274 desaciertos. Obteniendo un porcentaje de eficacia de 80,79 % frente a la ineficacia de 19,20 %. En la suma total de los PASES realizados en las cinco Segundas Partes el cómputo global es de 1302, de los cuales 1014 son aciertos frente a 288 desaciertos. Obteniendo un porcentaje de eficacia de 77,88 % frente a la ineficacia de 22,11 %. En la suma total de los PASES realizados en las dos Prorrogas (3ª) Partes el cómputo global es de 233, de los cuales 176 son aciertos frente a 57 desaciertos. Obteniendo un porcentaje de eficacia de 75,53 % frente a la ineficacia de 26,46 %. Del análisis de los datos obtenidos destacamos las siguientes observaciones de la Selección Española: 3 Los datos generales del equipo español indican que los errores en los pases crecen a medida que pasan de la 1ª parte a la 2ª parte, así como a la Prorroga. Así, en las 2ª partes tienen un 2,91 % más de errores que en las primeras. De la misma forma, en las Prorrogas tienen un 4,35 % más de errores que en la segundas partes (posiblemente por la acumulación de fatiga). El porcentaje general de acierto en los pases en los cinco partidos siguiendo el orden de disputa en el campeonato fueron: 79, 91 %. 77,81 %. 86,36 %. 80,41 %. 75,35 % Los partidos 1º, 2º y 5º tienen un porcentaje inferior con respecto a la media de los cinco partidos (79, 10 %) quizás por el elevado índice de acierto del 3º y 4º partido. En el Balance total del partido, en cuanto a las emisiones zonales de los pases, la Selección Española obtiene los siguientes indicadores de acierto y / o desacierto: La zona E obtiene el mayor número de indicadores de acierto con +221. Seguida de la zona H con +135. La zona G es la tercera zona con más acierto en las emisiones con un indicador de +38 seguida de la zona F con un indicador de +36. En quinto lugar está la zona I con + 33,3 seguida de la zona D con +26,3. Las zonas con más indicadores de desacierto por orden de mayor a menor índice de errores en los pases son: K (-8,6); J (-5); C (-4,3); L (-3); A (-0,6). En el Balance total del partido, en cuanto a las recepciones zonales de los pases, la Selección Española obtiene los siguientes indicadores de acierto y / o desacierto: La zona E obtiene el mayor número de indicadores de acierto con +195. Seguida de la zona H con +178. La zona G es la tercera zona con más acierto en las recepciones con un indicador de +58 seguida de la zona D con un indicador de +45. En quinto lugar está la zona F con + 32,6 seguida de la zona K con +23,3. Las zonas con más indicadores de desacierto por orden de mayor a menor índice de errores en los pases son: B (-25); A (-0,6). 3. Conclusiones Cuando se enfrentan dos equipos y según la población estudiada parece que: 1) No existe una relación directa entre el número de pases totales de un equipo y el acierto y / o desacierto de los mismos. Es decir, el equipo que realiza un mayor cómputo de pases totales no tiene por qué tener mejor porcentaje de aciertos que el que realizó un número menor. 4 2) El mayor número de pases totales (acertados o no) conseguidos por un equipo en el enfrentamiento contra otro no determina necesariamente que el tanteador final sea favorable al equipo que realizó más pases. 3) El mayor cómputo de pases acertados no determina un tanteador parcial o final favorable. 4) El equipo que posee mayor porcentaje de aciertos en los pases tiene bastantes probabilidades de tener un mayor número de pases desacertados que su rival. Es decir un número elevado de pases implica también un mayor número de desaciertos. 5) Según los pases realizados por las selecciones Brasileña y Francesa en sus dos últimas participaciones en Finales Mundialistas parece existir una relación implícita entre las zonas de mayor balance total de aciertos en la EMISIÓN y RECEPCIÓN y el tanteador parcial y final del partido. Así, parecen existir cuatro zonas clave que deben estar entre las cuatro de mayor frecuencia en los indicadores generales de los pases del partido para que el tanteador sea favorable. Estas son: H-I-E-G. Independientemente del puesto que ocupen en la frecuencia de los indicadores de acierto del pase es imprescindible que las cuatro coincidan en la EMISIÓN y en la RECEPCIÓN. Cuando los representamos gráficamente en un Campograma forman un triángulo invertido con la base adelantada por la línea de medio campo. Los dos equipos campeones en los dos últimos mundiales así parecen ratificarlo, sin embargo los dos equipos finalistas (y que perdieron la Final) no mantienen esta estructura. En el resumen de los cinco partidos la selección española no logró los patrones indicados salvo en dos partidos (ante Eslovenia y Sudáfrica). 3. Aplicaciones prácticas de esta investigación en algunas tareas de Educación Física Partiendo del estudio del acierto y la frecuencia de los pases según las zonas donde se desarrollan diseñamos y elaboramos, a modo de sugerencia, varios ejercicios confeccionados según las conclusiones obtenidas en dicha investigación. Nuestro objetivo principal es vincular y relacionar el entrenamiento con la realidad competitiva. De esta forma intentamos que el trabajo técnico-táctico sea cada vez más operativo para los profesores. Estos ejercicios ya han sido testados y desarrollados con alumnos de segundo ciclo de la E.S.O. En este ejercicio que ahora desarrollamos, los dos grupos tienen diferente microsistema, siendo éste versátil para que los defensas puedan jugar en un momento dado de medios y viceversa. Como es de todos sabidos la distribución espacial de los jugadores determina directa e indirectamente los roles estratégico-táctico de cada uno de ellos durante la competición, estando muchas veces interrelacionados. 5 Por lo tanto podemos trabajar atendiendo a diferentes líneas de juego así como a su polivalencia en cuanto a alumnos con parecidas funciones y/o incluso que jueguen en más de una línea y puesto específico. • Microsistema Grupo A: [ 3 –2 ] ……………. • Microsistema Grupo B: [ 4 – 1 ] ………….. 3 medios / 2 media-punta. 3 defensas / 2 medios. 4 medios / 1 media punta. 4 defensas / 1 medio. Esta distribución estratégico-táctica está enfocada para el entrenamiento de diferentes sistemas y líneas de juego, buscando, siempre, la compatibilidad, riqueza y versatilidad de todos los puestos específicos de la plantilla. El microsistema [3 – 2] tiene como objetivo preparar la línea de tres medios y dos media-puntas así como, también, para la línea de tres defensas y dos medios- centros retrasados. El microsistema [ 4 – 1 ] tiene como objetivo preparar la línea de cuatro medios y un media-punta así como, también, para la línea de cuatro defensas y un mediocentro retrasados o no. Hacemos especial hincapié en que todos los alumnos pasen por todas las líneas de juego aunque su puesto sea otro diferente. Con ello queremos incidir en la polivalencia como factor de enriquecimiento de la conducta motriz para lo que posteriormente será su especificidad que desembocará en un puesto profesional específico. Otro factor importante para el entrenamiento son las tareas motrices conjuntas de Ataque - Defensa (terminar de atacar para pasar a defender en el mínimo tiempo posible y con la máxima eficacia), así como las de Defensa – Ataque. Terminar de defender para atacar en el mínimo tiempo posible y con la máxima eficacia. Potenciamos el cambio de rol (papel) inmediato cuando perdemos el balón así como cuando lo recuperamos. 4. Objetivos y contenidos de la táctica grupal ofensiva de los microsistemas 4-1, 3-2 - Anticipación ofensiva. Potenciamos la anticipación ofensiva y el desmarque de cada uno de los futbolistas ante pase raso hacia atrás. - Salida en ataque. Mejoramos la salida en ataque con la máxima presión zonal por metro cuadrado estando aprisionados por delante y por detrás de nuestra línea de juego. - Movimientos y líneas de pases. Mejoramos los movimientos grupales sin balón para crear líneas de pase así como espacios de juego. - Movimientos sin balón para zafarse del fuera de juego. Mejoramos los movimientos grupales sin balón para poder evitar la falta reglamentaria del fuera de juego. - Contraataque espacial. Mejoramos el contraataque atendiendo al mínimo número de contactos y pases desarrollados en el juego. 6 - Juego vertical. Mejoramos el juego vertical para salir con eficacia de la presión colectiva del equipo contrario. - Juego circulatorio Mejoramos la circulación del balón de una zona a otra del terreno de juego (izquierda – centro – derecha ) para evitar la doble presión zonal y el Efecto Mordaza. - Contrarrestar el efecto mordaza. Para ello mejoramos cuantitativamente y cualitativamente la circulación del balón de una zona a otra del terreno de juego (izquierda – centro – derecha). Efecto mordaza. Tras estudios comparativos utilizando estrategias no manipulativas de investigación en el transcurso de diferentes cursos académicos definimos como Efecto Mordaza cuando: ⌫ Debido a la doble presión y acoso zonal realizada por el equipo contrario se reduce el entorno espacial aumentando la densidad de jugadores por metro cuadrado (por delante y por detrás de la línea de referencia) provocando, así, este efecto que tiene estas determinadas características: 1. Errores en la toma de decisiones de todos los alumnos implicados directa o indirectamente en el ataque. 2. Precipitación en las acciones técnicas (gestoforma) y tácticas del poseedor de balón. 3. Interferencias en la Comunicación Motriz individual y grupal entre los jugadores atacantes. 4. Merma de la Agudeza visual, Visión Periférica y Visión de Relieve de todos los futbolistas implicados en el ataque. 5. Reducción de la empatía sociomotriz entre el emisor del pase y los potenciales receptores (torpeza en los desmarques). 6. Aumento de las imprecisiones de las conductas motrices sin balón. No eligiendo ni seleccionando bien las respuestas adecuadas. 7. Aumento de la precipitación en las acciones motrices provocado por la necesidad de desprenderse rápidamente del balón. 4. Objetivos y contenidos de la táctica grupal defensiva de los microsistemas 4-1, 3-2 - Anticipación defensiva. Potenciamos la anticipación en la presión defensiva y el acoso de cada uno de los futbolistas ante pase raso hacía atrás. - Salida en defensa. Mejoramos la salida en defensa con la máxima presión zonal. 7 - Movimientos sin balón para destruir las líneas de pases. Mejoramos los movimientos grupales sin balón para destruir las líneas de pase atendiendo al espacio utilizado. - Movimientos sin balón para crear situaciones de fuera de juego Mejoramos los movimientos grupales sin balón para potenciar el fuera de juego presionando al futbolista con balón así como al resto de jugadores atacantes. - Repliegue zonal atendiendo al aumento del espacio (en profundidad). Realizamos y mejoramos el repliegue zonal por puestos específicos para evitar el contraataque espacial, provocado por el excesivo adelantamiento de las líneas defensivas y el aumento del espacio de juego detrás de éstas. - Salida escalonada en la presión. Mejoramos la salida de presión defensiva escalonada para evitar el juego vertical del equipo atacante. - Presión zonal. Realizamos y mejoramos la presión en cada una de las zonas del terreno de juego para contrarrestar la circulación dinámica del balón del equipo atacante. 5. Desarrollo práctico Se enfrentan dos equipos formados por dos líneas de juego compuestas por cinco alumnos. Uno de los dos jugadores más adelantados del equipo defensor realiza el primer pase hacia el jugador más adelantado del equipo atacante. Éste dispone de tan solo dos toques para pasar a cualquiera de los cuatro compañeros retrasados. Estos cuatro reciben en movimiento. Y una vez que el balón sobrepase la línea imaginaria de los tres defensores el equipo defensor empezará a jugar. Es decir el ejercicio empieza para los defensas a partir del segundo pase. A partir de ese momento las dos líneas defensivas presionan (efecto Mordaza) y las dos líneas ofensivas atacan. Debemos tener en cuenta para todos los ejercicios que la ubicación de cada uno de los jugadores en el campo (sobre todo las de partida) las señalizamos con mini-conos de colores para que siempre los futbolistas tengan la referencia espacial exacta de dónde posicionarse en cada una de las partes del ejercicio (ya sea en un lugar concreto o en un espacio general). El futbolista que realiza el segundo pase deberá salir de esa situación antirreglamentaria después de haber ejecutado el pase (fuera de juego) creando espacios libres para que sus compañeros entren desde atrás. La Presión Colectiva se realiza desde dos flancos. Por delante y por detrás del Microsistema de Juego, es decir, de cara y de espaldas al equipo poseedor de balón. Los dos equipo finalizan en la misma portería cambiando los roles (papeles) de defensores a atacantes y viceversa. El ejercicio / juego no puede durar más de 40 segundos. Obligatoriamente todos los jugadores deben participar en el ataque. Al terminar cada una de las repeticiones cada equipo va, en carrera continua, a cada uno de los saques de esquina para volver a su posición inicial. Volviéndose a reiniciar el juego. 8 Variantes: 1ª: Ídem, pero el primer pase lo realiza cada vez un jugador diferente del equipo defensor siempre al mismo jugador atacante ( el más adelantado). En total cinco repeticiones realizadas con jugadores emisores1 diferentes cada una de ellas. 2ª: Ídem, pero el primer pase lo realiza el jugador más adelantado del equipo atacante los futbolistas van rotando por esta posición). El ejercicio termina cuando: 1. Finaliza en gol. 2. El balón sale fuera por la línea de meta. 3. Si los equipos agotan los tiempos de juego. Repeticiones: Cada vez que el ejercicio se finalice en gol o fuera de banda se intercambiarán los roles (papeles) realizándose cuatro repeticiones seguidas sin recuperación (dos en ataque y dos en defensa). Series: Se realizarán 5 series de 4 repeticiones. Recuperación: Por cada serie recuperamos 3`30´´ activos (carrera continua: 2 vueltas al campo). Espacio y participación. Es importante la participación real de todos los jugadores (22) en cada uno de los ejercicios planteados. Sin esperas ni colas que retarden el ejercicio. Muchas veces la escasa mejoría del futbolista viene dada por la pobre participación en tiempo real de entrenamiento en cada uno de los deportistas (interminables colas de espera). “Trabajamos en el mismo tiempo en diferente espacio”. Para ello se realizan grupos de 5 jugadores distribuidos en dos parcelas (campos). En cada uno de ellos se enfrentan dos y recupera uno. La utilización racional del espacio nos ayudará a la mayor y mejor participación del futbolista en el juego. Es aconsejable que todos los ejercicios planteados tengan estas características: 1) La implicación físico-técnico-táctica del alumno: Sería aconsejable que el 100 % de los futbolistas participaran constantemente durante toda la sesión de entrenamiento debiendo tener siempre una tarea específica a desarrollar (ya sea con la ejecución del ejercicio o con la recuperación del mismo). 2) La intensidad: Sería aconsejable que la intensidad de la tarea estuviera determinada por la “idiosincrasia” del ejercicio y no por los ánimos de los profesores. 3) El objetivo principal: 1 . 9 Sería aconsejable que los ejercicios tuvieran un objetivo motor determinista, es decir, que estuvieran diseñados de tal forma que evidenciaran por sí mismos a aquellos alumnos que no lo desarrollan de forma óptima (ya sea por falta de condición física, capacidad táctica o destreza técnica). 4) La oferta de soluciones técnico-tácticas: Sería aconsejable que los ejercicios ofertaran posibles soluciones a cada uno de los problemas planteados ya sea por indicadores físicos, técnicos, tácticos o psicológicos. Durante su ejecución el futbolista debería estar eligiendo constantemente las mejores soluciones. 5) La actuación en el campo: Sería aconsejable que los profesores “actuaran” principalmente “in situ” o “a posteriori” según las respuestas motoras tomadas por los alumnos. Por lo tanto son desaconsejables los ejercicios y juegos excesivamente cerrados y estereotipados en los cuales se da toda la información técnico-táctica al principio. 6) La variabilidad en los ejercicios / juegos: Sería aconsejable que todos los ejercicios (incluso los de mayor perfil físico) tuvieran “variabilidad” e “incertidumbre” para provocar que el alumno decida constantemente. 7) La recuperación: Sería aconsejable que hubiese un alto porcentaje de ejercicios técnico-tácticos con recuperación activa e incompleta para adaptar las respuestas tácticas a situaciones reales de fatiga (Trabajo táctico con pre-fatiga y/o pos-fatiga) 8) La estructura de la sesión: Sería aconsejable que la sesión de entrenamiento estuviera estructurada basándose en 3 parámametros principales: 1) La cantidad y calidad de las Series a realizar. 2) La cantidad y calidad de las Repeticiones a realizar. 3) La cantidad y calidad de la Recuperación a realizar. ------------------------------------------------------------ - Anguera, T.: Niveles descriptivos en metodología observacional. 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