1 PERSISTENCIA VIRAL Rango de hospedadores: Vírus que infectan diferentes filum vírus que infectan diferentes espécies - vírus específicos de espécies. Pedro E. Morán Área Virología -FCV- UNCPBA Agosto 2008 El término PERSISTENCIA VIRAL hace referencia a la supervivencia de los virus dentro de sus hospedadores durante largos períodos. Este concepto puede abordarse para su mejor comprensión en, al menos, tres aspectos o dimensiones diferentes: 1- persistencia del virus dentro de una población de células viables. Esto ocurre cuando la infección y la destrucción celular son limitadas y los genomas virales replican en una forma equilibrada con la multiplicación de la célula huésped. 2- persistencia del virus en un organismo. Raramente puede reducirse a la persistencia en un sólo tipo celular, dado que los organismos son el resultado de un mosaico interconectado de tipos celulares. 3- persistencia en la naturaleza. Un virus puede ser mantenido en la naturaleza mediante infecciones continuas de organismos susceptibles, con o sin infección persistente a nivel celular u orgánico, y con o sin estabilidad prolongada del virus como partícula libre. Estas diferentes posibilidades de persistencia se encuentran condicionadas por factores genéticos, propios del virus y del huésped susceptible, y factores ecológicos y ambientales. La persistencia de los virus en los organismos, generalmente es el resultado de la interacción de una serie de fuerzas selectivas y reacciones de defensa entre virus y hospedador, que permitan la supervivencia de éste último. 2 1- PERSISTENCIA DEL VIRUS EN LA CÉLULA ▲ Una variedad de mecanismos posibilitan el equilibrio de la replicación de los genomas virales y la multiplicación de la célula huésped. La mayoría de los estudios de mecanismos de persistencia viral, realizados en cultivos celulares con virus de ARN, involucran variación genética del virus, de la célula o ambas. Una manera de limitar la muerte celular es mediante la producción y acumulación de genomas defectivos. Estos genomas dependen de la presencia de un virus estándar para su replicación; y al competir con ellos por los productos celulares y virales, necesarios para que el virus estándar complete su ciclo biológico destruyendo a la célula, facilitarían la supervivencia de la misma. Un ejemplo clásico está dado por la interferencia de partículas defectivas del virus de la estomatitis vesicular (VSV) -familia Rabdoviridae-. Durante pasajes seriados del VSV, el exceso de virus conduce a la generación y acumulación de partículas defectivas de interferencia. El virus estándar y las partículas defectivas alternan su dominancia en un proceso continuo de mutación, competición y selección. Los virus mutantes capaces de escapar a la interferencia aumentan su dominancia. La infección celular puede también ser limitada por células infectadas con baja permisividad para el virus, o por selección de variantes virales no citolíticas. En estudios realizados con quasiespecies del virus de la fiebre aftosa -familia Picornaviridae-, en los que se cuantificaba la proporción de células sobrevivientes luego de una infección citolítica, se observó que la persistencia viral fue iniciada por una rápida variación en las células; éstas se volvían rápidamente más resistentes al virus infectante, mientras que el virus se hacia más virulento para la célula hospedadora BHK-21. Esta rápida evolución del virus de la fiebre aftosa hacia la virulencia fue probablemente facilitada por generación de mutantes y esencial para mantener la persistencia. 3 2- PERSISTENCIA DEL VIRUS EN EL ORGANISMO ▲ Los virus que causan infecciones persistentes, generalmente desarrollan estrategias particulares para evitar las respuestas inmune e inflamatoria del hospedador a fin de continuar la diseminación. Por ejemplo, los herpesvirus pueden permanecer en latencia en células del nódulo trigeminal; posteriormente se requiere de la reactivación de las partículas virales latentes en las células ganglionares, del tránsito del genoma viral hacia las terminales nerviosas y de la infección productiva en la mucosa epitelial, para la perpetuación del virus en la población. La persistencia viral en los organismos requiere entonces de una provisión de células multiplicándose al mismo tiempo que el virus, y de la habilidad viral para eludir la respuesta inmune del hospedador. Todos los virus han desarrollado estrategias funcionales y adaptativas comunes, sin embargo las estrategias usadas por virus de ADN y ARN para evadir las defensas del hospedador tienen distintas características. Los virus de ARN a menudo producen mutaciones para lograr cambios en el rango de hospedadores y escapar a la respuesta de anticuerpos y linfocitos T citotóxicos. Estos virus son generalmente más tolerantes a altos niveles de mutagénesis debido a su limitada complejidad genética. En contraste, los grandes virus de ADN -herpesvirus, poxvirus, iridovirus, adenovirus-, tienen información genética compleja; la necesidad de mantener esta información limita su tolerancia a las mutaciones. Los genomas simples generalmente pueden soportar mas mutagénesis que los más complejos. Aunque las mutaciones de escape a los anticuerpos y a los linfocitos T citotóxicos -así como mutantes resistentes a drogas-, han sido también descriptos para virus de ADN, éstos han desarrollado mecanismos alternativos para neutralizar las defensas del hospedador. Los virus con genoma de ADN, pueden utilizar las enzimas celulares y replicarse en forma ocasional sin una gran necesidad de transcribir su material genético a proteínas estructurales, las que podrían estimular a la respuesta inmunológica. 4 Esta estrategia es utilizada por virus como los retrovirus –que se integran al genoma celular como ADN-, y por papillomavirus y herpesvirus cuyo genoma es mantenido en forma episómica en el núcleo celular. Las citoquinas regulan las respuestas inmune e inflamatoria, y pueden generar respuestas antivirales en los organismos. Algunos virus de ADN han evolucionado de forma tal que pueden codificar homólogos de dominios extracelulares de unión a receptores de citoquinas. Los virus con genoma de ARN, por el contrario, no utilizan enzimas celulares para mantener su genoma en replicación; en consecuencia sólo pueden mantenerse invadiendo nuevas células mediante replicaciones esporádicas. Algunos virus de ARN, que se transmiten verticalmente, inducen tolerancia inmunológica infectando al hospedador en la etapa previa al desarrollo del sistema inmunológico durante la gestación; de esta manera persisten en el individuo infectado replicándose sin interferencia del sistema inmune.-por ejemplo del virus de la diarrea viral bovina –Familia Flaviviridae-. Con los virus de ARN, la producción continua de virus mutantes -inherente a la dinámica de quasiespecies- contribuyen a la supervivencia viral. La falta de efectividad de la respuesta inmune mediada por anticuerpos puede deberse a tolerancia, inmunosupresión -como resultado de alguna infección-, a la producción de anticuerpos no neutralizantes, o a la diseminación de virus entre células sin quedar expuestos a reconocimiento inmunológico, como es el caso de los virus que producen sincitios, o los que infectan a linfocitos o macrófagos -(por ej. retrovirus, virus de la diarrea viral bovina, virus del moquillo canino, virus del sarampión). Algunos de estos virus pueden vehiculizarse en el organismo dentro de los macrófagos, otros se integran al genoma celular, o simplemente pueden alterar la respuesta inmune, y por lo tanto facilitar su propia persistencia. Los virus además pueden utilizar receptores y co-receptores celulares alternativos; unas pocas sustituciones de aminoácidos en los sitios expuestos de la superficie pueden originar un cambio en la especificidad de los receptores. 5 Otras estrategias utilizadas por los virus para eludir el sistema inmunológico del hospedador: Cambios antigénicos en la hemaglutininas (virus de la influenza). Generación de quasiespecies (retrovirus). Producción de señuelos (hepadnavirus). Producción de receptores Fc solubles (herpesvirus). Producción de interleukinas antinflamatorias (herpesvirus, poxvirus). Inhibición de la expresión el MHC clase I (herpesvirus). 3- PERSISTENCIA DEL VIRUS EN LA NATURALEZA ▲ Los virus sobreviven en la naturaleza principalmente cuando tienen la capacidad de ser transmitidos de un hospedador a otro, ya sean de la misma o de otra especie. Los ciclos de transmisión requieren de la entrada del virus en el organismo, la replicación y diseminación en el organismo y la subsiguiente propagación a otro hospedador. Por lo tanto la perpetuación de los virus en la naturaleza depende del mantenimiento de infecciones seriales, sin que sea necesario que ocurra la enfermedad. Para mantenerse en la naturaleza y evitar la extinción, algunos virus han desarrollado una gran adaptabilidad a un amplio rango de hospedadores susceptibles así como de ambientes biológicos. De todos modos la persistencia prolongada de un virus en la naturaleza se encuentra condicionada por una serie de influencias adicionales, como son: 3.1- INFLUENCIA DEL ESTADO CLÍNICO DEL HOSPEDADOR ▲ La infección viral sin la presencia de un cuadro clínico reconocible se denomina infección subclínica o clínicamente inaparente. Las infecciones subclínicas son mucho mas comunes que aquellas que resultan en enfermedad. Su alta frecuencia es indicativa de la dificultad existente para identificar las cadenas de transmisión, aún con la ayuda de los diagnósticos de laboratorio. 6 Aunque los casos con manifestación clínica –enfermedad-, pueden ser más importantes como fuentes productivas de virus que los casos subclínicos, estos no ocasionan ninguna restricción en la movilización de los individuos infectados dado que no hay manifestaciones clínicas observables-, por ello los casos subclínicos pueden ser más importantes como fuente de diseminación viral. En la mayoría de las infecciones agudas -con o sin manifestación clínica-, el virus es diseminado en altos títulos durante los últimos estadios del período de incubación, antes que actúe la respuesta inmune del hospedador. Las infecciones persistentes -asociadas o no a episodios de enfermedad clínica-, también desempeñan un rol importante en la perpetuación de muchos virus en la naturaleza; por ejemplo una prolongada diseminación viral puede reintroducir un virus en una población de hospedadores susceptibles que hayan nacido después de la última presentación de una infección con manifestaciones clínicas. Algunas veces la persistencia de la infección, la producción de enfermedad y la transmisión viral están disociadas; por ejemplo las infecciones por togavirus y por arenavirus tienen efectos adversos mínimos sobre sus reservorios -artrópodos, aves y roedores-, pero la transmisión es muy eficiente. 3.2- INFLUENCIA DE LA VIRULENCIA DEL VIRUS ▲ La virulencia del virus infectante puede afectar directamente la probabilidad de su transmisión. Un ejemplo clásico es la infección por el virus de la mixomatosis del conejo (Familia Poxviridae) . En Australia se encontró que la transmisión del virus del mixoma era más efectiva cuando los conejos infectados mantenían lesiones altamente contagiosas en la piel, durante varios días antes de morir. Se encontró que las cepas de virus de alta virulencia mataban a los conejos tan rápidamente que no daban tiempo a la transmisión; por otro lado las cepas atenuadas producían lesiones mínimas que curaban en poco tiempo sin permitir la transmisión viral. 7 Como conclusión se vio que las cepas virales ubicadas en los extremos del espectro de virulencia no podían persistir en la naturaleza, mientras que las cepas de virulencia intermedia han circulado en la naturaleza durante mucho tiempo. 3.3- INFLUENCIA DE LA INMUNIDAD DE LA POBLACIÓN HOSPEDADORA ▲ Con la mayoría de los virus, la transmisión endémica o epidémica conduce a establecer niveles de inmunidad en la población hospedadora, que afectan o interrumpen la transmisión viral. El efecto de la inmunidad poblacional es alterado en algunos casos por la variación antigénica viral. Por ejemplo, los virus de la influenza (Familia Ortomixoviridae) desarrollan variaciones genéticas que varían de drásticas a moderadas, de modo que los individuos inmunes a cepas virales que han circulado previamente resultan susceptibles a nuevas cepas originadas por la mutación. La evaluación de esos cambios genéticos es el principal objetivo de los programas de vigilancia basados en diagnósticos de laboratorio, los que son utilizados para decidir la formulación de nuevas vacunas, por ejemplo contra la gripe. 3.4- INFLUENCIA DEL TAMAÑO DE LA POBLACIÓN ▲ Es evidente que la supervivencia de un virus durante largos períodos requiere que éste sea trasmitido continuamente de un hospedador a otro. En general, para que haya una transmisión viral rápida y eficiente, como es el caso de muchos virus respiratorios, la supervivencia local de los virus requiere que la población susceptible sea muy grande. Un virus puede desaparecer de una población si se agota su abastecimiento potencial de hospedadores susceptibles, en la medida que estos adquieren inmunidad a la re-infección con el mismo tipo de virus. Dependiendo de la duración de la inmunidad y del modelo de diseminación viral, el tamaño crítico de la población varía considerablemente con los diferentes virus y con las diferentes especies hospedadoras. 8 Los datos más precisos sobre la importancia del tamaño de la población en infecciones agudas no persistentes, provienen de las investigaciones realizadas sobre el sarampión. Si bien se trata de una enfermedad en humanos, el ejemplo es válido a los fines comprender el concepto. Los análisis de la incidencia del sarampión, en grandes ciudades y en comunidades aisladas, han demostrado que se necesita una población de aproximadamente medio millón de personas para asegurarse una cantidad anual suficiente de hospedadores susceptibles, para mantener el sarampión en la población. Dado que la infección depende de la transmisión respiratoria, la duración de las epidemias de sarampión está inversamente correlacionada con la densidad de la población. Si una población se encuentra dispersa sobre una gran área geográfica, la tasa de diseminación es menor y la epidemia durará más tiempo, debido a la reducida cantidad de individuos susceptibles para mantener la cadena de transmisión. En este tipo de situaciones, es muy probable que se produzca un corte en la cadena de transmisión. 3.5- INFLUENCIA DE LOS CICLOS DE TRANSMISIÓN ZOÓNOTICOS ▲ Dado que la mayor parte de los virus tienen un estrecho rango de hospedadores, la mayoría de las infecciones virales se mantienen en la naturaleza dentro de poblaciones de la misma especie. Sin embargo, hay virus que pueden tener hospedadores múltiples y diseminarse naturalmente infectando diferentes especies de vertebrados de un mismo filum del reino animalia. Por ejemplo, el virus de la rabia infecta a vampiros; el virus de la fiebre hemorrágica argentina (Virus Junin -Arenavirus), y los Hantavirus (Bunyavirus) roedores; se replican generalmente en forma asintomática infectan a en ellos y ocasionalmente pueden infectar a otros animales o al hombre produciendo enfermedades. Las especies animales que replican estos virus asintomáticamente y los conservan en la naturaleza se denominan generalmente mamíferos silvestres o aves. RESERVORIOS, estos son 9 El término zoonosis es utilizado para describir infecciones en hospedadores múltiples que son transmisibles de los animales al hombre. Las zoonosis, si involucran a animales domésticos o silvestres y artrópodos, usualmente representan un problema importante sólo bajo condiciones en las que los humanos están involucrados en actividades que requieren estrecho contacto con los animales, o expuestos a los hábitats de los reservorios. Ejemplos de virus zoonóticos y sus reservorios: Familia Poxviridae: Género Parapoxvirus. Virus de la viruela bovina/nódulo de los Ordeñadores (bovino) Familia Rabdoviridae: Género Lissavirus. Virus de la Rabia. (Vampiros) Familia Paramixoviridae: Género Henipavirus. Virus Hendra (Murciélagos) Virus Nipah (Murciélagos) Género Avulavirus. Virus de la enfermedad de Newcastle Familia Filoviridae: Género Filovirus. Virus Ebola. (monos – ratones??) Familia Bunyaviridae: Género Hantavirus. (ratones) Familia Arenaviridae: Género Arenavirus. Virus Junín. (ratones) Familia Ortomixoviridae: Géneros Influenza A y B. (aves-cerdos) 3.6- INFLUENCIA DE LOS CICLOS DE TRANSMISIÓN CON ARTRÓPODOS ▲ En el otro extremo de complejidad del ciclo vital de los virus, se encuentran los ARBOVIRUS; éstos virus han evolucionado conservando la capacidad de infectar un amplio rango de hospedadores distribuidos en diferentes filum del reino animalia. Los ARBOVIRUS (ARTHROPOD BORNE VIRUS) tienen dos clases de hospedadores, vertebrados e invertebrados. Se conocen aproximadamente unos 500 arbovirus, de los cuales unos 100 producen enfermedades en humanos y 10 otros 40 en animales domésticos; algunos de estos son transmitidos por garrapatas, otros por mosquitos y por otros tipos de insectos. La transmisión de virus mediante la participación de artrópodos puede ser de dos maneras diferentes; Una es en forma mecánica, donde la partícula viral es simplemente transportada por el virus. En el caso de los ARBOVIRUS, BIOLÓGICA la transmisión es involucrando la replicación del virus dentro del artrópodo vector. El artrópodo vector adquiere el virus al alimentarse con la sangre de una persona o de un animal virémico. El virus ingerido replica inicialmente en las células intestinales del artrópodo, diseminándose posteriormente a las glándulas salivales del insecto. Los virus presentes en la secreción salival del vector son inyectados al hospedador susceptible cuando el artrópodo vuelve a alimentarse con su sangre. La mayoría de los arbovirus tienen hábitats naturales localizados, donde los artrópodos vectores y los vertebrados hospedadores específicos están involucrados en el ciclo vital del virus. El complejo ciclo vital de los arbovirus requiere del correcto ajuste de algunos factores como la cantidad de virus en viremia y la duración de la misma. Esto contribuye a una eficiente toma de virus por los vectores, y la replicación y estabilidad del virus en dichos vectores para asegurar la infección de los hospedadores. La OMS (Organización Mundial de la Salud) define a los ARBOVIRUS como “Virus mantenidos en la naturaleza principalmente mediante la TRANSMISIÓN BIOLÓGICA por artrópodos hematófagos entre hospedadores vertebrados susceptibles, o por la transmisión transovárica entre artrópodos” ▲ Las siguientes familias virales de interés en Veterinaria incluyen arbovirus entre sus miembros: 11 ASFARVIRIDAE: Género Asfivirus. Virus de la peste porcina africana. REOVIRIDAE: Género Orbivirus. Virus de la lengua azul. Virus de la enfermedad africana del equino. TOGAVIRIDAE: Género Alfavirus. Virus de la encefalitis equina del este. Virus de la encefalitis equina del Oeste. Virus de la encefalitis equina venezolana. FLAVIVIRIDAE: Género Flavivirus. Virus de la fiebre amarilla. Virus del denge. BUNYAVIRIDAE: Género Bunyavirus. Virus Akabane Género Flebovirus. Virus de la fiebre del valle del Rift. RABDOVIRIDAE: Género Vesiculovirus. Virus de la estomatitis vesicular. Algunos arbovirus son causantes de zoonosis: por ejemplo el virus de la encefalomielitis equina venezolana puede ser transmitido por los mosquitos entre equinos y otras especies de mamíferos, incluyendo al hombre. En muchos casos, los humanos resultan infectados en forma accidental; por ejemplo, cuando se produce una extensión geográfica del hábitat de un reservorio o de un artrópodo vector. Los cambios ecológicos producidos por las actividades humanas, alteran los ciclos naturales de los arbovirus y han sido los responsables de las diseminaciones geográficas y de los aumentos en las prevalencias de las enfermedades producidas por arbovirus. Por último, los virus con menor rango de hospedadores son los específicos de especie. Estos virus pueden persistir en la naturaleza manteniendo ciclos de infección continuos en las poblaciones de hospedadores susceptibles; o mediante mecanismos como los de persistencia o latencia mencionados anteriormente. Estos mecanismos, en general; están dirigidos a atenuar el efecto del virus sobre la célula. (Ver punto B.- Persistencia del virus en el organismo). De esta manera la célula puede sobrevivir a la infección, y el virus puede persistir como lo haría cualquier parásito intracelular, eludiendo así la respuesta inmune del hospedador. 12 Qué es lo que evita la extinción viral?. Nuevamente, todas las evidencias apuntan a factores genéticos del virus y del hospedador, conjuntamente con influencias ambientales y ecológicas, Pueden generarse variantes virales que no estén capacitadas para llevar a cabo los procesos requeridos en el tiempo correcto, -que no logren completar un ciclo vital complejo-, pero estas sufrirán una selección negativa. La estabilidad de las partículas virales puede también jugar un rol relevante en la transmisión efectiva, como ha sido documentado en la transmisión por medio de aerosoles, a través del aire, o mediante transporte mecánico por medio de insectos. Por ejemplo el virus de la fiebre aftosa, a pesar de ser sensible a pH medianamente ácidos y a temperaturas moderadas, resiste a la deshidratación y puede ser transportado por partículas de polvo en largas distancias. Los mutantes que componen las quasiespecies virales son el material natural sobre el cual actúan las fuerzas de selección, en la evolución molecular de virus de ARN. Se podría pensar que las infecciones persistentes son evidentemente el resultado de una interacción entre los virus y sus hospedadores. Una fuerte respuesta a linfocitos T citotóxicos, puede eliminar una infección viral siempre y cuando la carga viral tenga una medida factible de eliminar. En contraste, una respuesta a linfocito T citotóxicos similar frente a una alta carga viral puede fallar frente a la presencia -en una quasiespecie dinámica- de mutantes que escapan a los linfocitos T citotóxicos; esto puede ser crucial para la supervivencia viral, incluyendo el establecimiento de persistencia o cronicidad. También hay evidencias cada vez mayores de que algunos virus que se pensaban que eran no persistentes -tales como poliovirus- pueden realmente serlo. Aún con la tecnología disponible la eliminación total de un virus infectante en un organismo no pude ser garantizada. Queda claro que aunque se diseñen nuevas estrategias antivirales que consideren la estructura de quasiespecies de virus de 13 ARN, o enfermedades virales clásicas, nuevas o re-emergentes, estas permanecen difíciles de controlar. REFERENCIAS: Domingo, E.; Baranowski, E.; Ruiz-Jarabo, C.; Martín-Hernández, A.; Sáiz, J.; Escarmís, C. 1998. Quasispecies structure and persistente of RNA virases. Emerging Infectious Diseases. Vol. 4. Nro. 4 .Murphy Frederick A. Epidemiología de las enfermedades virales.Academic Press Enciclopedia of Virology 2e. Granoff, Alan.; Webster, Robert. http://apresslp.gvpi.net/apvirol/lpext.dll?f=templates&fn=main-h.htm