Pelaez (79) Villegas.—CIRCUNVOLUCIONES CEREBRALES. 335 anterior, al posterior, ó, por el contrario, se ven-en el espesor de algunas de sus porciones sin comunicación con ning-uno de los surcos próximos, y contribuyendo en estos casos á la disposición lobulillar que hemos indicado. 4. Mencionaremos como una variedad interesante el hecho de ser doble la circunvolución que nos ocupa, por la presencia en su espesor de un surco longitudinal y paralelo al de Rolando. Calori la ha visto así en dos sujetos, y nosotros contamos una observación de esta misma disposición. a Fig. 1H. Vista p ó s t e r o - s u p e r i o r d e u n c e r e b r o en el q u e los l ó b u l o s o c c i p i t a l e s son s e n c i l l o s 3 1 e n O- y O y n o t a b l e m e n t e c o m p l e j o s e n O . Circunvolución parietal primera. Debe recordarse que tiene cierto paralelismo morfológico con F por ser visible en las caras externa é interna del hemisferio, y constituir respectivamente los denominados loíuliUo parietal superior y loiulillo cuadrilátero ó precufia. l Síntesis de nuestras observaciones.—1. Arranca por dos raíces de Pa. La raíz superior corresponde exactamente al borde superior del hemisferio por delante de la terminación de la cisura sub-frontal; la raíz inferior empieza 2 cm. por debajo de la superior. Una vez reunidas estas dos raíces, queda formado en la cara externa un lobulillo piramidal, cuyo vértice viene á corresponder al labio anterior de la incisura sagital existente en la cisura parieto-témporo-occipital. Por la cara interna, forma la precuña que con el surco-sub-parietal y los dos pliegues parieto-límbicos, da lugar á la