UNIVERSIDAD DE LA REPUBLICA FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y DE ADMINISTRACION ESCUELA DE ADMINISTRACION ECONOMIA Material bibliográfico: - Definición y objeto de la ciencia económica - Las principales corrientes de pensamiento económico C Coooorrddiinnaaddoorr:: G Guussttaavvoo D Duuttrraa Indice TEMA Introducción PÁGINA 2 1ra Parte: Definición y Objeto de la Ciencia Económica a) El Objeto de estudio de la Ciencia Económica b) Areas de la Economía 3 4 2da Parte.: Las principales corrientes de pensamiento a) Evolución del pensamiento económico - Las corrientes previas a la consolidación capitalista - Los autores clásicos - El marxismo - La Escuela Neoclásica - El keynesianismo - Los monetaristas - Los rasgos mas salientes a fines del SXX - Una visión por diferentes regiones del mundo - Referencias Bibliográficas 6 6 8 10 12 13 14 15 17 Programa del curso 18 1 INTRODUCCION El presente material bibliográfico, consta de dos partes y del programa del curso de Economía de la Escuela de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. En su primer parte, recoge los elementos centrales acerca del objeto de la ciencia económica, sin pretender agotar los enfoques y las apreciaciones al respecto. En una segunda parte, se contempla algunas de las principales características de las distintas corrientes y escuelas de pensamiento contenidas en el curso. Su contenido, no es un trabajo sobre las corrientes y escuelas abordadas, ni sobre Teoría Económica, así como tampoco lo es sobre Historia Económica. Su alcance es pues, esbozar ciertas lineamientos sobre esas ideas de pensamiento y una proyección sobre algunas de las tendencias imperantes en la realidad actual a inicios del SXXI. Este material, está dirigido a los estudiantes del curso de Economía de la EDA, con el objetivo de poder facilitar el acceso bibliográfico al mismo, así como también constituirse en una mínima base como para poder profundizar en su contenido temático. En ese marco, en la presente versión (siempre sujeta a revisión y a ampliación), se vierten comentarios, sugerencias, aportes y críticas de colegas y docentes de Economía de la EDA, y de Economía I de la FCE y Ad. Por último, quisiera destacar y agradecer a la Oficina de Apuntes del CECEA, su colaboración para la edición y su publicación. Montevideo Marzo de 2008 Gustavo Dutra 2 1ª Parte Definición y Objeto de la Ciencia Económica a) El Objeto de estudio de la ciencia económica La economía es una ciencia social que analiza las actitudes del ser humano que apuntan a administrar los recursos, con el fin de producir bienes y servicios que serán distribuidos de forma tal de satisfacer las necesidades de los individuos. Los recursos no son ilimitados, son escasos, y esa escasez obliga a realizar elecciones entre diferentes usos alternativos. Pero las necesidades son ilimitadas, por eso la economía se ocupa de analizar como se utilizan esos recursos de forma de satisfacer al máximo las necesidades. Ello implica analizar la eficiencia y la racionalidad en el uso de esos recursos escasos. La economía estudia un aspecto de la actividad humana desarrollada en sociedad, que tiene como objeto: determinar las leyes sociales que regulan los procesos de producción, distribución, intercambio, consumo, actividad monetaria y financiera. Así como las normas que deben regir la acción del Estado y las medidas que éste adopte para resolver los problemas que se presentan a nivel del proceso económico, es decir las políticas económicas. La producción es una actividad en la que los hombres transforman la naturaleza. Utilizan su capacidad física e intelectual con el objeto de crear medios materiales (bienes) o inmateriales (servicios) para satisfacer necesidades. En este sentido, cabe señalar que éste es un proceso social e histórico pues se relaciona con una sociedad y una época determinada. El proceso de distribución es la actividad por medio de la cual los hombres se reparten los bienes y servicios generados en el proceso de producción. Este proceso puede ser directo (como en el caso de las sociedades primitivas) o estar mediado por formas monetarias. En este caso, nos enfrentamos a una distribución del ingreso que permite o no acceder al reparto de bienes y servicios. En la distribución, los hombres se relacionan entre sí, creando relaciones, que van a constituir el objeto de estudio de la ciencia económica. También es un proceso social e histórico, encontrando a lo largo de la historia el esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo, etc. El intercambio es la actividad económica a través de la cual se cambia la propiedad de los bienes y servicios producidos y distribuidos en una economía. El intercambio se lleva adelante en un ámbito económico específico, denominado mercado. En el mercado se encuentran oferentes (vendedores) y demandantes (compradores) de bienes y servicios. Las relaciones de intercambio son también relaciones entre seres humanos y dado que se repiten período a período es que constituye un proceso. Proceso que también es social e histórico, como por ejemplo el trueque en las sociedades primitivas. El consumo es la actividad en donde los individuos satisfacen directamente sus necesidades. En este proceso se destruyen los bienes y servicios generados en la producción, generándose la necesidad de nueva producción. Cumple también las características de ser un proceso social e histórico. 3 Existe además, un bien especial, que es el dinero, el cual también se produce, distribuye, intercambia y consume. Este da lugar al proceso monetario financiero. El dinero cumple ciertas funciones: unidad de valorización y de cuenta (los precios de los bienes se expresan en dinero), unidad de cambio y de pago (las obligaciones económicas se cancelan con dinero) y medio de atesoramiento y ahorro. El rol del Estado, su grado de intervención en la economía, sus funciones así como su política presupuestal de gastos e impuestos constituyen un elemento muy importante por la gravitación que tiene el Estado en la Economía. A la articulación de los procesos anteriores la llamaremos: Proceso Económico. Este se repite período tras período con ciertas regularidades o leyes económicas, que son aquellas que se vuelven objeto de estudio para la ciencia económica. - Bienes Un bien es aquello que satisface directa o indirectamente los deseos o necesidades de las personas. Pueden ser materiales (alimentos, automóviles, etc.) o inmateriales, servicios como salud, educación, etc. Los bienes pueden ser clasificados según su carácter en libres y económicos, los primeros existen en cantidades ilimitadas, son útiles pero no necesitan racionamiento para satisfacer las necesidades; los económicos son también útiles, pero escasos, porque no existen en cantidades suficientes para satisfacer todas las necesidades humanas y por lo tanto se racionan cobrando un precio. De acuerdo a su naturaleza pueden clasificarse en bienes de capital (no son objeto de consumo directo sino que ayudan a producir otros bienes y servicios, por ejemplo maquinarias) y en bienes de consumo (se usan para satisfacer directamente las necesidades humanas), y se dividen en durables –automóviles- o no durables –alimentos- según se destruyan o no en un único acto de consumo. Por último pueden ser considerados según su función en bienes intermedios (insumos y materias primas) y bienes de uso final (que se destinan directamente la consumo). Existe otro tipo de bienes que se utilizan en el proceso de producción que son los factores productivos: tierra, trabajo y capital. Estamos en condiciones de dar una nueva definición de economía: es la ciencia que estudia la asignación más conveniente de los recursos escasos de una sociedad para la obtención de un conjunto ordenado de objetivos. Es decir, estudia la mejor asignación y uso de los bienes económicos para satisfacer necesidades múltiples y jerarquizadas. b) Areas de la Economía Podemos reconocer en la economía tres grandes áreas o disciplinas: Economía Descriptiva (descripción), Economía Política (interpretación) y Política Económica (acción. La Economía Descriptiva tiene por objeto la descripción de una determinada realidad histórica concreta que se desea analizar; se convierte en una acción objetiva. La Economía Política o teoría económica interpreta lo que se ha descrito, estudia las leyes o regularidades que rigen los procesos económicos, tratando de establecer relaciones de causalidad, constituyéndose en un área subjetiva. Por último, la Política Económica intenta modificar la estructura económica vigente; enfatiza las normas que deben regir la acción del Estado. Se trata, sobre la base de lo descrito e interpretado, de incidir sobre el proceso económico. La 4 Política Económica trata la acción del Estado sobre los distintos procesos económicos para el cumplimiento de ciertos objetivos previamente trazados como: 9 9 9 9 9 9 9 Crecimiento y desarrollo económico Distribución equitativa del ingreso Generación de empleo Equilibrio en las cuentas fiscales y externas Reducción de la deuda externa Reducción de la inflación Manejo del tipo de cambio Para la consecución de estos objetivos, el Estado cuenta con instrumentos de política económica (monetaria, fiscal, salarial, comercial, etc.) No existen límites ni fronteras definidas en estas tres áreas, es decir no se produce en una secuencia de sucesos, mas bien interactúan mutuamente. Surge nítidamente que partiendo de la descripción de un hecho, surgen diferentes interpretaciones acerca de la causalidad del mismo y por ende diferentes acciones de política económica tendientes a modificarlo, según sea quien realiza esa interpretación, y ello depende del analista, de su formación técnica, de su concepción filosófica e ideológica. Es decir, ante un mismo diagnóstico acerca de un hecho, existen múltiples interpretaciones del mismo, y por ende distintas recomendaciones de política económica. En síntesis, la ciencia económica es una ciencia social, no exacta. Asimismo, existen dos diferentes niveles de abordar el estudio económico: el microeconómico, donde el objeto primario son los agentes considerados individualmente; y el macroeconómico, donde lo que interesa son las variables en su agregación. . 5 2da Parte.: Las principales corrientes de pensamiento a) Evolución del pensamiento económico Las corrientes previas a la consolidación capitalista Existe un punto de inflexión en la historia que es la caída del feudalismo y la paulatina instauración del sistema capitalista. En esta inflexión surgen en Europa los mercantilistas (fines de siglo XV a XVIII) que sostenían (en su proceso inicial) que lo más relevante era acumular metales preciosos, esos eran los fundamentos de la riqueza y proponían diversas medidas consecuentes con tal fin, como por ejemplo la actividad comercial. En la segunda mitad del siglo XVIII surge en Francia la escuela fisiocrática (que argumentaba que la riqueza sólo se generaba en la actividad agrícola y el principal derecho natural del hombre consistía en el disfrute de los resultados de su trabajo en tanto pueda armonizarse con el de los demás A partir de eso, los gobiernos no debían intervenir alterando el orden natural de las cosas, rechazando de esta manera los excesos proteccionistas de los mercantilistas y al sostener que la riqueza de una nación procedía únicamente de la agricultura, no consideraban que otras actividades económicas generasen valor como la industria (por entonces predominantemente artesanal) y el comercio. Los autores clásicos Sobre el siglo XVIII, especialmente en las Islas Británicas, surgen autores importantes que estructuran múltiples ideas. Adam Smith (1723-1790), de nacionalidad escocés, aparece en el tiempo de la revolución industrial incipiente, escribe en 1776: "Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones". El es un exponente de lo que luego se denominó los autores clásicos, que sostenían la capacidad del mercado para lograr los equilibrios y buenos funcionamientos. El mercado es un mecanismo que se autorregula, y el sistema de precios organiza el comportamiento de los individuos de forma automática. Asociado a esto, se concibe que el rol del estado en la sociedad y en la economía debe limitarse a su función de juez y gendarme. De esa forma para los clásicos, todos los mercados operando libremente convergen al equilibrio, es decir la oferta iguala la demanda, no produciéndose de esa forma desfasajes en la producción y en el consumo de bienes, ni en la oferta ni demanda de factores (capital y trabajo (no habría capacidad ociosa ni desempleo). En ese entorno de carácter armonioso, que se concibe entre el interés público y privado, no existe en la concepción clásica la idea de crisis del sistema económico capitalista. Smith, precursor del liberalismo económico, sintetizado en el “dejar hacer, dejar pasar” sostenía que en la medida que los individuos actúan con una lógica de racionalidad propia, si nada interfiere en el libre juego de la oferta y de demanda de los mercados llegarían al óptimo individual y de la sociedad toda. Asume la existencia de una “mano invisible”, que ubicaría todo en su correcto y óptimo lugar, guiados por esa racionalidad, siempre y cuando los mercados operen libremente. A nivel comercial, Smith postula que el comercio entre los países se dará por las ventajas absolutas (ver razones del comercio internacional), es decir los países 6 comercializarán y se especializarán en aquellos bienes que dado su dotación de recursos produzcan más baratos. Posteriormente, quien retoma los aportes de Smith y los profundiza fuertemente es el inglés David Ricardo (1772-1823)1, quien teoriza en el auge del capitalismo, del poderío marítimo inglés, de las comunicaciones y de la peculiar posición imperial de Inglaterra. Hegemonía inglesa en lo comercial, en lo político, en lo comercial, en lo tecnológico, en lo financiero, en lo militar etc. que perduró hasta luego de la primera guerra mundial (1919) en que ya afloraba como potencia mundial los Estados Unidos de América, desplazando a Inglaterra de esa hegemonía. Ricardo teoriza sobre cómo se dan los procesos de distribución del producto entre las distintas clases sociales, partiendo de suposiciones, tales como el pleno empleo de los factores y la no existencia de crisis. Para los clásicos la idea de equilibrio de los mercados es fundamental, y por ende el rol del Estado debería ser de juez y gendarme. Este autor establece la teoría objetiva del valor, sosteniendo que el valor de los bienes se determina por el cociente entre las horas de trabajo incorporadas a ese bien y la cantidad producida, determinada en las peores condiciones de producción. Es decir, el bien vale la cantidad de horas que insume su producción, valuadas en las peores condiciones de producción. Ricardo no aborda el tema del origen del sistema capitalista. En lo que hace a su evolución, pronostica la llegada a un estado estacionario, que implica el máximo nivel de producción posible y a no ser que se levantaran ciertos supuestos, la sociedad se repetía en el tiempo idénticamente período a período. Basado en que la expansión del sistema económico era función del incremento de la población, en la medida que esta aumentaba, se requería mayor cantidad de alimentos para satisfacer ese aumento de la población. Ello provocaría que se necesitaría mas trabajo para producir los alimentos (por ejemplo por utilizar calidades de tierra de inferior calidad) subirían los costos de producción, implicando un descenso en los beneficios. En perspectiva, se repetiría este fenómeno, a tal punto que no se tornaría atractivo realizar inversiones adicionales, por lo que se llegaría al estado estacionario, en donde sólo se invertiría par reponer el desgaste del año anterior. No hay entonces crisis del sistema económico, simplemente se llegaría a un estadio de la sociedad, en donde con ocupación plena de factores productivos no es posible incrementar la producción, repitiéndose período a período la producción y su distribución. Es de señalar que para este autor (al igual que todos los clásicos) no existe la posibilidad de un desenlace por fuera de la lógica del sistema capitalista. A nivel comercial, Ricardo niega las ventajas absolutas postulados por Smith, y sostiene que el comercio entre los países se dará por las ventajas comparativas, (ver razones del comercio internacional) es decir los países comercializarán y especializarán en aquellos bienes en que comparativamente sean más baratos. Las razones del comercio internacional ¿Cuáles son las razones, por las que se genera el comercio internacional?.En forma intuitiva, parece razonable pensar que por cuestiones análogas a las que explican los intercambios entre las personas. Es decir, para poder consumir o disfrutar de un adecuado 1 Su obra principal es: “Principios de Economía Política y Tributación”, de 1817. 7 conjunto de bienes y servicios, las sociedades humanas conocen las ventajas de la especialización y el intercambio respecto las opciones de autosuficiencia. Por lo tanto, lo primero sería comparar a nivel internacional las alternativas de la especialización sumado al más libre comercio frente a la autarquía (que es como se denomina en economía internacional al modelo o la situación de autosuficiencia o autoabastecimiento). Una de las primeras razones para explicar los intercambios interpersonales o internacionales está en las diferencias en las capacidades o habilidades de las personas o de los países. De esa manera, se trata de obtener ventajas de esas diferencias induciendo a cada persona o país a especializarse en producir aquello que es capaz de hacer en mejor forma, o sea producir aquellos bienes o productos en lo que tienen alguna ventaja. Lógicamente, luego se intercambian las respectivas producciones a fin de que todas las partes implicadas puedan consumir o disfrutar de la amplia gama de bienes y de servicios que las todo nosotros apreciamos y valoramos. Sin embargo, existen algunas sutilezas en lo referido a cuales diferencias o a cuales ventajas son las que explican los intercambios internacionales. De esa forma, analizaremos, el papel central de las ventajas comparativas, sus límites, la distribución de las ganancias derivadas del intercambio comercial y las explicaciones de esas ventajas comparativas. Una segunda razón para inducir a la especialización y el intercambio, es el hecho de que a veces se torna más eficiente concentrar la producción en un lugar y/o empresa. Si cada uno de nosotros, tuviese que producirse todos los bienes, hacerse su propio pan, confeccionarse sus vestimentas, sus televisores, automóviles etc. sería un mecanismo mucho más caro tanto individualmente como para la sociedad en su conjunto, comparado con adquirirlos en los establecimientos especializados que hacen el de todos. No sólo se trata de que unas personas tengan una habilidad especial en fabricar los productos (pan, televisores etc.) sino que la maquinaria, instalaciones y la tecnología utilizadas para producir esos bienes, permiten producirlos de forma más barata si se utilizan a gran escala. Esa reducción del costo unitario del producto, que se obtiene cuando el nivel de producción es elevado se conoce como la obtención de economías de escala. Otra razón adicional que explica los intercambios comerciales es la diferenciación de productos. Las personas gustan elegir entre una amplia gama de productos o de consumir también una amplia variedad de productos. Claro está, que no siempre es posible o rentable que un mercado reducido ofrezca una gran variedad de productos. Es a través del comercio internacional que el consumidor de un país tenga acceso a las variedades de otros países. Las economías de escala y la diferenciación de productos constituyen una poderosa combinación que explica en gran forma los intercambios internacionales, especialmente para el comercio intraindustrial. El marxismo Posteriormente, Karl Marx (1818-1883), filósofo alemán, estudia el sistema capitalista, especialmente el inglés, con su obra “El Capital”. Formula una teoría del valor trabajo, una teoría objetiva, que postula que el valor de los bienes se deriva íntegramente de la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlos. También, al igual que Ricardo, considera que el valor de los bienes surge del cociente entre la cantidad de horas de trabajo y la producción, pero las horas de trabajo consideradas serían las realizadas en las condiciones medias de producción. Es decir, el valor de los bienes para Marx se compone de la cantidad de trabajo necesario para producirlo, pero en las condiciones medias de producción. Critica a 8 Ricardo en este punto, manifestando que valuar los bienes en las peores condiciones de producción está “premiando” la ineficiencia. Un concepto clave en Marx es la teoría de la explotación. Marx señala que el beneficio lo obtiene el capitalista al adquirir una mercancía, el trabajo, que puede crear un valor mayor que el de su propia fuerza de trabajo, con lo que este beneficio surge de la explotación de los trabajadores y no mediante la retribución por el alquiler del capital y por su actitud innovadora. Es decir, durante la jornada de trabajo el trabajador dedica una parte a reproducir el valor de su fuerza de trabajo y el resto es un plusvalor (plusvalía) que es apropiado por el capitalista. De todo el valor generado por el trabajador en su jornada, sólo una parte equivale a su salario y el resto se lo apropia el capitalista. Si el objetivo de este es aumentar sus ganancias, debe bajar la parte remunerada o incrementar la parte no remunerada al trabajador (plusvalía) por ejemplo extendiendo la duración de la jornada de trabajo manteniendo el mismo salario. Cabe señalar que Marx no considera una situación de pleno empleo en los mercados, tanto en el ámbito de producción como de ocupación de trabajadores. En lo que hace a la evolución del capitalismo, estudia su origen analizando todos los estadios anteriores de la sociedad, previos a la consolidación del sistema capitalista, y plantea un final fuera de la lógica del sistema: las contradicciones internas llevarían a crisis cíclicas cada vez más profundas hasta la ruptura del sistema. Dado que el sistema capitalista funciona en forma “anárquica”, Marx sostiene que el mismo desembocará inexorablemente en crisis periódicas, con fuertes desequilibrios en el empleo, la producción, etc. En la dinámica de la evolución del sistema capitalista, Marx establece margen tanto para su crecimiento como para su fin. La fuerza impulsora del capitalismo para Marx es la competencia, que hace obligatoria la acumulación de capital. Para poder competir con éxito, los capitalistas deben reducir sus costos de producción y para ello deben constantemente introducir innovaciones. Así, Marx sostiene que muchos productores detectan que pueden producir la misma cantidad de bienes utilizando más máquinas y menos obreros. Si bien, las fuerzas de la competencia requieren que todos los productores “sigan a los líderes” y también efectúen innovaciones, no todos los productores tienen la capacidad para competir. De esa forma, las empresas más débiles van a la bancarrota y son adquiridas por las más fuertes. Las consecuencias de la innovación y la acumulación de capital son dos: en primer lugar, el capital se concentra cada vez más en menos manos, de tal modo que desaparecen las empresas más débiles y en segundo lugar aumentan los desempleados -el ejército industrial de reservaa medida que los hombres son sustituidos por máquinas. Paralelamente, el incremento de la acumulación de capital significa una mayor producción potencial de bienes y de servicios, con efectos positivos sobre el bienestar de los habitantes de esa economía. Sin embargo, puesto que la acumulación de capital desplaza a los trabajadores, la consecuencia final es la reducción del número de empleados, de su poder adquisitivo tendiendo a un empobrecimiento progresivo de la población obrera. Es decir el avance tecnológico permite la posibilidad de producir más y mejores productos, pero a su vez sustituye o elimina puestos de trabajo. En los períodos de prosperidad, los precios son altos, los ingresos se elevan y la plusvalía que reciben los capitalistas también suben. Ello implica que los beneficios son altos, por lo que las perspectivas de los capitalistas son muy optimistas. Según Marx la acumulación de capital se incrementa durante esos períodos a tal punto que con el tiempo la capacidad 9 productiva de la economía tiende a sobrepasar la capacidad de los consumidores para adquirir los artículos, o sea hay un poder adquisitivo inadecuado. Así se produce un desequilibrio, una desproporción entre la oferta de bienes producidos y la demanda de los mismos generándose una crisis, la economía produce más de los que la gente puede adquirir, sobre todo debido a que los capitalistas pagan a los trabajadores menos de lo que vale lo que producen, hay un excedente de producción, caen los precios del os bienes y la tasa de ganancia de los capitalistas, deteniéndose momentáneamente la acumulación de capital Es ese contexto se produce un proceso de concentración de empresas, desaparece esa superabundancia de bienes mejoran los precios y se inicia un nuevo proceso de acumulación y por ende de generación de empleos. Según Marx, al reiniciarse un nuevo ciclo, hay menos empresas en cada rama de la industria, debido a que las empresas más débiles que no pudieron competir desaparecieron del mercado. Esas crisis se tornan periódicas de acuerdo a Marx de forma tal que cada vez son más profundas y graves, incrementando los desocupados y la pobreza. Ese empobrecimiento de los obreros asociado a la lógica capitalista de aumentar sus beneficios (aumentando la plusvalía vía una mayor explotación), incrementaría la toma de conciencia y solidaridad de la clase obrera de forma tal que tras un proceso de organización, impondría un nuevo orden económico (la dictadura del proletariado) en que los medios de producción sería propiedad del Estado, eliminado los antagonismos de las clases sociales del sistema capitalista concebido por Marx. La Escuela Neoclásica Dentro de los autores de la escuela neoclásica, también denominados “marginalistas”, podemos reconocer como uno de los exponentes más importantes al inglés Alfred Marshall (1842-1924.) Para los neoclásicos, el funcionamiento del sistema de mercado y su papel como asignador de recursos se tornó un tema central. La economía capitalista parecía haber cuidado de sí misma y los sindicatos y conglomerados industriales parecían ser imperfecciones del sistema económico. La determinación de los precios de mercado se volvió el problema fundamental. Basan el funcionamiento del mercado en condiciones de competencia perfecta: libre entrada y salida de oferentes y demandantes, atomicidad, transparencia y homogeneidad, con lo cual el precio lo fija el mercado, es decir, ni las empresas ni los consumidores inciden en el precio de los bienes. La idea subyacente de un mercado operando en competencia perfecta es que nadie tendría ventajas sobre otros, es decir existiría una igualdad de condiciones para todos: los productores en decidir que producto producir, los consumidores en decidir que productos consumir, etc. Establecen una teoría subjetiva del valor, donde el valor de los bienes no estaría dado por las horas de trabajo incorporado en su producción, sino que el valor depende de la utilidad que el bien brinda al consumidor. De ahí el carácter subjetivo de la teoría, ya que el valor de los bienes, representa una estimación y/o apreciación subjetiva o sicológica de los sujetos respecto a los satisfactores. Se desprende nítidamente que el valor de los bienes es un concepto con un significado diferente al de los anteriores enfoques en donde significaba algo objetivo, era independiente de la subjetividad de los individuos, como era el caso de los clásicos (Ricardo) y Marx en que el valor se determinaba por el trabajo incorporado en su producción. Así en el actual enfoque se establece una medida de valor subjetivo, pues su magnitud de valor vendrá dad por la utilidad marginal (la utilidad dada por una unidad adicional). 10 La estimación del valor subjetivo está íntimamente vinculada a la escasez. En efecto dicha apreciación subjetiva varía al ser más o menos escaso el bien, es decir el valor atribuido a consumir una manzana, no es el mismo al atribuido cuando se dispone de tres o de cuatro unidades de ese bien. Cada unidad adicional (en este caso el consumo de una segunda, tercera manzana, etc.) tiene un distinto valor unitario, y es decreciente. La utilidad que ofrece el consumo de una nueva manzana es menor respecto a la anterior, es decir su utilidad marginal es decreciente. Los neoclásicos, trabajan en el ámbito de agentes representativos, cuyo comportamiento es racional, es decir procurarán alcanzar la mayor satisfacción, el óptimo, en función de sus posibilidades y preferencias. Es decir que existe para los agentes una función objetivo con un enfoque racional, sujeta a restricciones. Para los empresarios (quienes producen los bienes y servicios) su objetivo es la maximización de las ganancias, sujeto a restricciones: nivel de inversión, capacidad de producción, mano de obra, técnica, insumos, etc. Para los consumidores plantean una función de utilidad en donde el objetivo es maximizar su utilidad, según sus preferencias y sujeto a restricciones: nivel de ingreso, precios de los bienes. Es decir los agentes procurarán optimizar sus recursos disponibles en función de la satisfacción de sus necesidades y sus restricciones. Con ese comportamiento, en el marco de un mercado que opera en condiciones de competencia perfecta, los agentes se situarán en el punto óptimo (el de máxima ganancia o satisfacción.) En el modelo neoclásico, los agentes se situarían en el óptimo de forma tal que los diferentes mercados (de bienes, de trabajo, de dinero), en al medida que los mismos operen sin interferencias del Estado ni de los gremios de empresarios y trabajadores, estarían en equilibrio, esto es la oferta se iguala a la demanda. No se concibe pues la idea de crisis en la evolución económica, existe una confianza plena a que el mecanismo de ajuste del mercado en la ley de oferta y la demanda, actúa procurando el equilibrio y optimizando la posición de los agentes individualmente y de la sociedad toda en su conjunto. El estudio del equilibrio de todos los mercados simultáneamente fue analizado con detenimiento por Leon Walras (1834 –1910), dando lugar al enfoque del equilibrio general. Walras enfocó su estudio de la teoría de la determinación de los precios en un régimen de libre y perfecta competencia, expresado en proposiciones matemáticas que le diesen a la Economía un rango científico comparable a las ciencias físicas. Su objetivo era probar que los resultados de la libre competencia eran beneficiosos para todos. En su esquema, la competencia perfecta se representaba en una situación en donde los compradores y los vendedores se reunían en una subasta pública, de forma tal que las condiciones de cada cambio fueran públicamente anunciadas y se diera la oportunidad a los vendedores para bajar sus precios y a los compradores para recibir sus ofertas. El objetivo perseguido por Walras, era la formulación de un modelo en que se diera un equilibrio de todas las actividades en forma interrelacionadas. De esa forma, formula un modelo de ecuaciones simultáneas susceptibles de una solución matemática determinada, es decir el modelo de equilibrio general. 11 El keynesianismo Dentro de los economistas más destacados del siglo XX, se encuentra el inglés John Maynard Keynes (1883-1946), cuya obra principal es “Teoría General”, de 1936. Analiza la época de mayor crisis del capitalismo hasta entonces: la gran depresión y la crisis del 29. En ese momento, la economía mundial se encontraba en una fuerte depresión, con grandes contingentes de subocupación de trabajadores y máquinas, lo cual significaba un fuerte cuestionamiento a la teoría clásica. En los Estados Unidos, los ingresos reales disminuyeron en un 40% – 50% y el desempleo alcanzó un 25%, sus sombríos impactos se extendieron a la economía del resto del mundo. La gran depresión duró unos 10 años, parecería que la economía no iba a recuperarse, hasta que surgió la obra de Keynes quien con sus recomendaciones logró reactivar el sistema capitalista. En esencia, Keynes rechazó que el estado normal de la economía fuese el pleno empleo, y justificó la existencia de equilibrio con desempleo involuntario. Su enfoque constituye un fuerte alegato en contra de los postulados clásicos de Smith y Ricardo: la mano invisible, el rol del Estado como juez y gendarme, el ajuste automático de los mercados, etc. Retoma el enfoque de demanda de Malthus (1736-1834) en contraposición al enfoque de oferta sostenido por Smith y Ricardo. Sostiene que no se da el pleno empleo de los mercados destacando que en el mismo existen rigideces que impiden un ajuste automático. Establece la teoría de la demanda de dinero (preferencia por la liquidez), así como la incorporación de una función de inversión y de consumo. La inversión productiva para Keynes era una función inversa a la tasa de interés financiera, de ese modo, si la tasa de interés financiera era relativamente alta, desestimularía la inversión productiva y viceversa. Un elemento importante para Keynes referido a la inversión y la preferencia por la liquidez eran las expectativas. El consumo para Keynes era una función positiva del ingreso, es decir a mayor ingreso se incrementaría el consumo y viceversa. Esa relación no sería proporcional ya que dependería de la propensión marginal a consumir, esto es cuanto se destina al afectar el consumo cuando varia el nivel de ingreso. Es decir que Keynes asume que no necesariamente una variación del ingreso afectara completamente al consumo, el dinero también se ahorra, y ese ahorro dependía del ingreso y no de la tasa de interés. Respecto al ingreso, Keynes considera el ingreso disponible, esto es el ingreso neto deducido los impuestos. La recomendación de política económica era el aumento de la demanda agregada vía el aumento del gasto público y la rebaja de impuestos, así como políticas monetarias expansivas, para lograr el crecimiento y la estabilidad económica. Se ve de esta manera, el importante rol que asignaba al Estado. Es decir, para reactivar la economía, Keynes propone una fuerte intervención del Estado a través del gasto público, y monetarias de forma de administrar la existencia de dinero de forma de activar la economía, incrementar la producción y generar empleos. Keynes admite la existencia de crisis económicas. La evolución económica para él es función de la intervención del Estado incrementando la demanda efectiva, procurando así estabilizar la economía y lograr el pleno empleo. 12 Los monetaristas Las ideas keynesianas, que fueron aplicadas desde la posguerra, pierden vigor en los sesenta frente a las ideas monetaristas, cuyo exponente es el estadounidense Milton Friedman (1912). También son conocidos como neoliberales. Se remiten con todo vigor a la ley del mercado, la oferta y demanda son capaces de interactuar entre ellas y determinar los niveles óptimos de funcionamiento. De esta manera, rechazan las políticas keynesianas, rechazando a los instrumentos fiscales para centrar su atención en las políticas monetarias (variaciones en la tasa de crecimiento de la cantidad de dinero, importancia de la tasa de interés, etc.) Admiten una tasa natural de desempleo que depende únicamente de factores reales y que únicamente se puede reducir en el largo plazo. Friedman, rechaza las relaciones keynesianas de la inversión y del consumo. En efecto, respecto al consumo, sostiene que los individuos ajustan el mismo de acuerdo al ingreso permanente y no el corriente o efectivo y niega que haya una relación estable entre consumo e ingreso así como también rechaza la estabilidad de la relación ingreso – inversión. Si admite que hay una relación estable entre la tasa de variación de la masa monetaria y las fluctuaciones económicas y la inflación, aunque no puede determinare con exactitud puesto que las variaciones en la cantidad de dinero, se transforman en incrementos de precios por un lado y de producción por otro con retardos temporales. En este modelo, no hay lugar alguno para el Estado, el mismo es por definición perjudicial para la sociedad y el país, por lo cual debe reducirse a su mínima expresión. El Estado despilfarra recursos, generalmente gasta más de lo que recauda, o sea incurre en déficit presupuestarios y asigna los recursos en forma ineficiente por las presiones que recibe de los distintos grupos sociales (productores rurales, empresarios, exportadores, grupos o partidos políticos, trabajadores etc.). Del punto de vista monetarista, no deben fijarse metas como la reducción de la tasa de desempleo en el corto plazo, pues depende de factores reales que sólo es posible modificar en el largo plazo. Las autoridades sólo deben proveer la cantidad de dinero para que la economía crezca a una tasa constante, reducir el tamaño del sector público y reducir las regulaciones administrativas, con ello se lograría el óptimo y se beneficiaría la sociedad en su conjunto (aumentaría la inversión, disminuiría la desocupación, etc.). El enfoque más ortodoxo a esta doctrina se asocia a los procesos de apertura y liberalización comercial y financieras que se han aplicado por ejemplo en los países latinoamericanos desde la década de los setenta. Asociado a ello los diferentes procesos de privatización de empresas públicas implementados en el continente (y en algunos países desarrollados como Inglaterra), que se fortalecieron particularmente desde la década de los 80 con las presidencias de Ronald Reagan en los Estados Unidos y de Margaret Thatcher en el Reino Unido. En el ámbito mundial, el modelo alcanzó con estos dos presidentes, sin duda uno de los mayores respaldos políticos e ideológicos. Sus enfoques actuales para la región Latinoamérica se sustentan en las reformas del Estado de segunda generación: liberalizando y flexibilzando el mercado laboral, reformulado los sistemas de seguridad social, de salud, la enseñanza pública educativo etc. 13 Los rasgos más salientes a fines del siglo XX A fines del siglo XX, se constatan una serie de fenómenos de particular importancia e incidencia mundial. Dentro de ellas se destaca: • En los noventa desaparece el bloque soviético, con lo que además del reacomodamiento político que ello implica, se abre todo un abanico en materia de acceso a materias primas más baratas, de movimientos de capitales y de mano de obra, cuyos consecuencias aún no son posibles de cuantificar en toda su dimensión. Países como Ucrania, Rusia, Polonia, etc., poseedores de significativas cantidades de materias primas, irrumpen al mercado mundial, abaratando los precios internacionales, con un fuerte impacto en lo comercial y en lo productivo a escala internacional. Conjuntamente, un fuerte flujo de capitales en la modalidad de inversión extranjera directa y especulativa es destinado a varios de estos países. Por otra parte, un significativo contingente de mano de obra calificada y no calificada se ofrece a un mundo competitivo a valores significativamente inferiores al mundo occidental desarrollado, disminuyendo así el pago por las remuneraciones salariales. Así, Europa se ve “invadida” de cientos de miles de europeos pertenecientes al bloque del este, que seducidos por un mejor nivel de salario, emigran hacia los países de la unión europea. • China, paulatinamente se va convirtiendo en un poderoso polo comercial, con vinculaciones y penetraciones en todo el globo. Basta analizar el significativo crecimiento de la economía china de los último años, su reciente recuperación en 1997 de Hong Kong, (un polo dinámico y financiero muy importante más allá de sus crisis) y por encima de todo la enorme cantidad y variedad de productos chinos que se comercializan a todo el planeta, para verificar que la penetración de China es sumamente significativa en el orden mundial. • Se consolida un polo de desarrollo significativo en el sudeste asiático, con fuerte liderazgo de Japón, que más allá de su crisis financiera actual, constituye una región de muy fuerte incidencia internacional y de gran concentración de empresas transnacionales como en rubros como los automóviles y electrónica. • Todo ello, constituye signos de la consolidación de un proceso de globalización, en donde se van delineando varios procesos de regionalización e integración en el ámbito mundial. En ese marco, así como hasta fines de la primera guerra mundial, la economía se regía bajo la influencia de Inglaterra, que constituía una nación hegemónica en lo económico, en lo comercial, en lo financiero, en lo ideológico, en lo político, militar etc., siendo luego desplazado por los Estados Unidos de América, que se constituye particularmente luego de la segunda guerra mundial como la nación hegemónica total, hoy a inicios del siglo XXI ello no se constata. En efecto, en este mundo unipolar del punto de vista político, no se verifica una nación hegemónica totalmente al estilo precedente. Si analizamos los Estados Unidos, comprobamos que no ostenta la hegemonía total al menos en lo tecnológico y productivo, en lo comercial, en lo ideológico, en lo financiero etc., ya que emergen agentes, regiones y naciones, con fuerte incidencia y cuota de poder de decisión. Eso si, no parece haber dudas acerca de la hegemonía militar de los EUA. Basta analizar su participación en los recientes conflictos como la guerra del Golfo, y los Balcanes. 14 Una visión por diferentes regiones del mundo En la década de los 80 y 90 en América Latina se percibiço la aplicación del modelo neoliberal, que si bien con matices en su implementación, constituye la ideología imperante. La búsqueda de los equilibrios macroeconómicos, el combate a la inflación y el déficit fiscal, así como procesos de liberalización y privatizaciones de empresas públicas han dominado los objetivos de los diferentes gobiernos. En prácticamente todos los países de la región se han aplicado modelos económicos con tales fines, dejando en un segundo plano la búsqueda de objetivos de contenido social que procuren un mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes. Claro está que la aplicación de este modelo no estuvo exento de heterogeneidades y particularidades. En efecto modelos más ortodoxos se verificaron en Chile, Argentina, Perú. México (con diferencia también entre ellos.) En Brasil, por ejemplo, se aplicó un modelo de política económica más protegido, particularmente de su parque industrial aunque con la implementación reciente de procesos de apertura y liberalización. Uruguay por su parte, continuó un modelo de liberalización y apertura comercial, que fuera implantado desde la década de los 70, pero con una participación del Estado muy significativa, que se interpone a la libre competencia. En efecto, su presencia marca una fuerte incidencia en la estructura productiva de costos (combustibles, energía, impuestos) y en muchos casos se verifica reasignaciones del gasto público que no parece respetar las recomendaciones del modelo en cuanto a la búsqueda de eficiencia y la igualdad de oportunidades, asociándose más a satisfacer las presiones de ciertos sectores de poder. En Europa, por su parte y también con matices, se percibe una constante que pasa por la preservación de la Economía del Bienestar. La defensa de un muy buen nivel de la salud, de la educación, de la seguridad social, del empleo, etc., constituye un pilar básico donde se sustenta la sociedad europea, que por encima de modelos económicos o ideológicos imperantes, su defensa y preservación parece no admitir discusión. Así, comprobamos como por ejemplo en España la sucesión de la administración del gobierno socialista de Felipe González y Zapatero a la concepción de centro derecha del gobierno de José María Aznar, no ha variado (pese a sus diferentes concepciones) la preservación de la Economía del Bienestar de los españoles. Un análisis similar se verifica en otros países de Europa. En defensa de su producción, mantienen fuertes restricciones por ejemplo en materia arancelaria, así como con la producción agrícola varios países como Alemania (principal economía europea) y en Francia aplican una fuerte política de subsidios a su producción procurando por un lado evitar la emigración del campo a la ciudad y por otro mantener su producción a niveles de competitividad internacional. Es decir que esta política se enmarca en esa preservación de la Economía del Bienestar, y que sólo la modificarán en la medida que así lo consideren conveniente y no por las peticiones en tal sentido que algunos países latinoamericanos realicen al respecto. En el ámbito político, a inicios de 1999 implantaron la unión económica profundizando el proceso de integración europea, donde desaparecieron las monedas propias de cada país2 dando lugar al euro, y ya han comenzado a planificar la unión política (un 2 En 2001 comenzó a circular el Euro, la moneda de la Unión Europea, a pesar de que en algunos países de ésta no se sustituyó la moneda nacional, cosa que ocurrió el 1.01.2002. 15 parlamento único de todos los países), así como la viabilidad de incorporar a su proceso de integración a algunos de los países de Europa del este. Si bien hoy ha perdido vigor, a fines de los años 90, tuvo relativa consistencia, el enfoque denominado “Tercera Vía”. Sintéticamente, es una opción intermedia entre lo colectivo y lo individual, con una sesgada defensa del bienestar de la población. Sobresale en su fundamentación el ex ministro británico Tony Blair.3 Estados Unidos, (primer economía mundial), ha desarrollado modelos de corte típicamente keynesiano, en los que el Estado tiene un fuerte protagonismo e intervención, defendiendo la producción, imponiendo cupos a la importación y bajando impuestos, entre otras medidas. Así como la modificación de la tasa de interés procurando la regulación de la actividad económica. Por su parte Japón (segunda economía del mundo), ha aplicado como medidas reactivadoras, medidas de política fiscal expansiva con fuerte gasto público en inversiones y reducciones de impuestos, asociado también a la concepción keynesiana Podemos concluir pues, que en el ámbito internacional, no se verifica la aplicación de una corriente de pensamiento dominante definida como hegemónica, en contraposición al mundo de la hegemonía inglesa o la estadounidense tras la segunda guerra mundial. Si se puede verificar distintas situaciones y realidades, con un mundo cada vez más globalizado e interactuante y cuyas tendencias son hacia una profundización de la internacionalización, de los procesos y actividades económicas. Basta detenernos en los aspectos financieros, en los medios de comunicación, en el comercio, para corroborarlo y percibir que este escenario actual constituye un dato externo para el diseño de políticas económicas de los países en general y en particular para los latinoamericanos. En efecto, los cambios vertiginosos producidos en los últimos años, junto a su profunda vinculación, constituye una de las principales características del funcionamiento del planeta. En él, la participación en la toma de decisiones acerca de su funcionamiento parece excluir cada vez más a los estados nacionales y muy especialmente a los países latinoamericanos (subdesarrollados) y particularmente a un país de economía pequeña como el nuestro. De ahí que ese escenario se torne como un escenario dado de escasa o nula posibilidad de incidir y modificar aisladamente. 3 Al respecto, éste expresó en abril de 1998: “No podemos volver a las políticas de éxito seguidas durante el largo boom económico entre 1945 y 1973. No deberíamos aceptar el individualismo de libre mercado de la derecha de los años ochenta”. “El gran debate en política económica no gira en torno a la macroeconomía. Todos formamos parte de un sistema global en el que los mercados están sometidos a un duro juicio sobre asunción de riesgos económicos. Pero es necesario un Gobierno que sea activo en educación y formación, en lograr abrir los accesos al capital y a los mercados de trabajo, en la promoción de la competencia en los mercados de productos y en la coordinación de la inversión en infraestructura de primera clase”. “En política social, el reto es ofrecer seguridad en un mundo en cambio. Necesitamos medidas específicas para atajar la exclusión social: la combinación de educación pobre, vivienda pobre, criminalidad elevada, ruptura de la familia y mala salud, que puede separar de cuajo a comunidades enteras del conjunto de la sociedad. Todos nos enfrentamos a este problema. Pero hay ejemplos que ofrecen esperanza: en Dinamarca, las reformas del Estado de bienestar creadoras de una agencia activa de inclusión social han tenido resultados asombrosos. En Francia hay un enfoque igual de impresionante del mismo problema”. “Ésta es la síntesis entre individuo y comunidad que genera esperanzas para la creación de una sociedad cívica y moderna. Durante demasiado tiempo nos ha paralizado la oposición entre lo individual y lo colectivo. Pueden y deben estar unidos, no siempre a través del Estado, sino de unas redes sociales y comunitarias fuertes”. “Creo que podemos encontrar una Tercera Vía que adopte los valores históricos de la izquierda y los ponga en práctica de una forma nueva, combinando las dinámicas economías de mercado con la cohesión social. Es una perspectiva excitante que, creo, ofrece grandes esperanzas a todos nuestros países, a Gran Bretaña, y a toda Europa”. 16 El marco de incertidumbre y de inestabilidad económica, que reina en el escenario económico y político mundial, puede estar asociado a la idea que se mencionó anteriormente, en que no se verifica una nación que emerja como totalmente hegemónica, que pueda así dictar los lineamientos del funcionamiento del sistema comercial, productivo y muy particularmente del sistema financiero internacional, que parece hoy por hoy funcionar con alto grado de autonomía poco comparable con otras actividades. Ante ese proceso de mayor internacionalización, se consolidan procesos de regionalización e integración a modo de contrarrestar la vulnerabilidad que ese mundo globalizado implica para los países, especialmente para los más débiles. Vemos así el surgimiento de procesos como el Nafta, el Mercosur y la Unión Europea entre otros, así como la discusión sobre la creación del ALCA, y otros procesos de integración, que van pautando una fuerte tendencia en ese sentido. Referencias Bibliográficas: - Ensayos sobre Economía Teórica: Cátedra de Economía I, FCE y AD Seminarios y Material de Apoyo: Cátedra de Economía I FCEA y AD Economía Principios y Aplicaciones: Mochón y Beker 2da ED Economía: Samuelson/Nordhaus 13ª Edición Economía Internacional e Integración Económica: J.Tugores Ques Economía Enfoque América Latina 3ª Edición : Clement,Pool,Carrillo 17 ESCUELA DE ADMINISTRACION PROGRAMA: ECONOMIA - AÑO 2008 I .- Finalidad y Objetivos: El curso proporcionará nociones sobre el objeto del conocimiento de la Economía en general, y en particular sobre la problemática nacional, regional e internacional, abordando una temática cuyo objetivo sea el de brindar una base de conocimientos generales sobre la ciencia económica, sus principales antecedentes y particularmente los debates actuales. Por otra parte, se introducen los principales elementos descriptivos de las cuentas nacionales como método de registro de las variables económicas del país de forma que el estudiante se familiarice con los principales agregados económicos y de su registro, y que le aporte conocimientos sobre elementos teóricos y prácticos enfocados al perfil del egresado de Administrador de Empresas, fundamentalmente en lo referido en la estructura y clasificación de costos y en el análisis de la determinación de precios internos y externos. La temática del curso analiza la incidencia en la determinación de los precios, el análisis de mercados, así como el análisis de costos y el nivel de competitividad de la empresa, para su desarrollo como unidad económica dentro de un país de economía pequeña como el nuestro. Por último, se abordan las principales características de la economía uruguaya particularmente desde la última década, así como sus perspectivas inserta en un mundo internacionalizado y globalizado, y particionado en regiones, con procesos dinámicos de integración. 2.- Programa Analítico 1ª Parte: El Objeto y Método de la Ciencia Económica 1.1 Definición y Objeto de la Teoría Económica. 1.2 Elementos referidos al método. 2ª Parte: Las principales corrientes de pensamiento 2.1 Los autores clásicos y el marxismo. 2.2 El pensamiento neoclásico y keynesiano. 2.3 Corrientes de pensamiento actuales. 3ª Parte: Introducción a la Determinación de Precios 3.1 La Oferta y la Demanda. 18 3.1.1 La demanda. Elección del consumidor. Elasticidad. Elección intertemporal y en condiciones de incertidumbre. 3.2 La oferta. Producción y Costos. 3.3 El mercado. 3.3.1 Estructuras de mercado: Competencia Perfecta, Monopolio, Competencia. Monopolística y Oligopolio. 3.3.2 Equilibrio del mercado competitivo y sus determinantes. 3.3.3 Monopolio. 3.4 Otras estructuras industriales. Economía de la Información. 4ª Parte: Indicadores de la Actividad económica (Cuentas Nacionales) 4.1 Elementos básicos de la descripción. 4.2 Principales Variables Económicas y sus Relaciones. 4.3 Indicadores de relacionamiento Exterior (Saldo Balanza Comercial, Saldo de Cuenta Corriente, Saldo Balanza de Pagos). 4.4 Indicadores Económicos y Socio-Económicos. 5ª Parte: Políticas Macroeconómicas 5.1 Instrumentos de Política Fiscal. 5.1.1 Presupuesto Público: Gasto Público e Impuestos. 5.2 Instrumentos de Política Monetaria. 5.2.1 Oferta y Demanda de Dinero, Tipo de Cambio. 5.3 Instrumentos de Política Comercial. 5.3.1 Aranceles, Ventajas Comparativas y Competitivas. 5.4 La Inflación y el Desempleo. 6ª Parte: Globalización e Integración 6.1 6.2 6.3 6.4 6.5 Internacionalización y Globalización. La Integración en América Latina antecedentes. Indicadores económicos de América Latina. El Uruguay y el Mercosur. Indicadores económicos de Uruguay. 7ª Parte: La economía uruguaya: fin del siglo XX e inicio del siglo XXI 7.1 7.2 7.3 7.4 7.5 7.6 Estructura del PBI, principales sectores productivos. Comercio exterior y la competitividad. La actividad económica y la ocupación. La estabilidad macroeconómica, sus instrumentos fiscales y monetarios. El Uruguay y las crisis financieras internacionales. El Uruguay en el siglo XXI: Perspectivas de la economía uruguaya en un marco regional y globalizado. 19 3.- Bibliografía básica del Curso Partes 1 , 2, 4 y 6: Parte 6: Parte 7: Ficha Bibliográfica - Cátedra Economía Principios y Aplicaciones – Mochón y Beker, 2ª Edición Mc Graw-Hill, 1997 Economía para No Economistas - Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Sociales - Panorama de Inserción Internacional de A. Latina y el Caribe – Cepal, 1996 - El Mercosur después de Bs. As. - Documento de reflexión N° 21 Inst., Cuesta Duarte Juan Manuel Rodríguez 1994 - La Economía Uruguaya a fin del Milenio - José Rocca - Publicaciones BCU, INE y de prensa - Material de Cátedra 4.- Bibliografía Complementaria - Microeconomía y Conducta - Robert H. Frank - Análisis del Entorno Económico de los Negocios - Serie Mc Graw-Hill, José Ma. O´Kean - Macroeconomía en la Economía Global - Sach Larrain - América Latina frente a la Globalización - Serie Desarrollo Productivo N° 23 Cepal M. Mortimore, 1995 Ec. Gustavo Dutra Encargado de curso de Economía de la EDA 20 21