HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAÍSES AMAZÓNICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA 1. LA CARGA ECONÓMICA Y EN SALUD DEL PALUDISMO. Una quinta parte de la población mundial está en riesgo de adquirir malaria, proporción que aumenta cada año como resultado del cambio climático, la degradación del medio ambiente, las deficiencias de la atención de la salud, los movimientos migratorios y los conflictos armados. Cada año se producen alrededor de 400 millones de casos de malaria y al menos 1 millón de personas mueren anualmente como consecuencia de la enfermedad. La mayoría de las defunciones por malaria, se da entre los niños, principalmente en Africa, y su número está aumentando. La malaria durante el embarazo es un fenómeno que pone en peligro la salud y la vida de las mujeres y de los niños recién nacidos, aumentando considerablemente las tasas de morbilidad y mortalidad materna e infantil. Los servicios de salud son inaccesibles para muchos de esos niños y mujeres, así como también, para los grupos indígenas, principalmente de las selvas amazónicas, situación que se complica cada día más con el aparecimiento de cepas del parásito resistente a los medicamentos de uso corriente. Las epidemias de malaria causan numerosas muertes, reducen grandemente la productividad agrícola hasta en un 40% con incapacidad laboral hasta por 2 semanas, decrece sustancialmente el turismo y afecta a las inversiones externas. Cada año se propaga hacia las zonas que habían estado libres de la enfermedad. La malaria impide que las sociedades salgan de la pobreza y socava el desarrollo, acompañado del ausentismo escolar o con dificultades cognoscitivas por consecuencia de la anemia y la debilidad generalizada, se reducen los ingresos familiares hasta en un 25% y generalmente se encuentra entre las familias más pobres del mundo de los países afectados. La contribución colectiva de la malaria, a través de la enfermedad y muerte, a la carga global de enfermedades es significativamente alta. Se ha calculado en 39.3 millones de Años de Vida Ajustados por Discapacidad (AVAD), ocupando el 8 lugar entre las causas de enfermedad mundial, poniendo una alta carga sobre los aspectos económicos y sociales de las personas pobres. Principalmente la malaria afecta a las comunidades más pobres y en desventajas sociales, el 58% de todas las muertes por malaria se concentra en el 20% de los más pobres del mundo, es la más alta asociación de cualquier enfermedad con la pobreza. La alta carga económica en los países es de 0.6 al 6% del producto interno bruto que la mayor parte de los países invierten en malaria, mientras que se estima que la pérdida en la productividad por muerte temprana o perdida de trabajo por incapacidad de la enfermedad es cerca del 1% del PIB. 1 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA 2. TENDENCIA GLOBAL Y REGIONAL DEL PALUDISMO. Durante los años 50’s los países del mundo, excepto Africa, entraron a la era de la erradicación de la malaria, logrando avances importantes que redujeron considerablemente los casos de malaria y la mortalidad a menos del 1%, después que los datos alcanzaban de cienes y miles por 10,000 habitantes. Como consecuencia de la resistencia de los mosquitos a los insecticidas y del parásito a los medicamentos antimaláricos, el incremento de los casos, convirtió la malaria nuevamente en un problema serio de salud pública, principalmente en la periferia de las zonas de desarrollo económico, en los países con desorganización social, con perturbaciones ambientales como el fenómeno del Niño y la Niña, movimientos migratorios, desastres naturales y una deficiencia en la infraestructura sanitaria. De esta manera, dos terceras partes de los casos de malaria en la Américas se notifican en la cuenca Amazónica, como resultado de la colonización y la minería en medios selváticos. En 1998, la población de la región de las Américas ascendía a 803 millones de habitantes, de los cuales 308 millones (38.4%) residen en zonas con condiciones ecológicas propicias para la transmisión, de los 37 países y territorios que son miembros de la OPS/OMS, 21 informan tener las zonas de transmisión activa para malaria. Desde 1970 hasta 1999 la situación de la malaria en las Américas a evolucionado de 181 millones a 298 de habitantes viviendo en áreas maláricas y manteniendo un promedio igual de número de muestras de sangre tomadas para examen microscópico se han detectado 344.170 casos positivos en 1970 que han pasado a 1.179.825 en 1999 de casos positivos. En 1999 la distribución de la malaria por zonas geográficas en las Américas muestra que los países amazónicos reportan el 86% de la malaria total con tendencia franca al aumento en Brasil y los países Andinos. DISTRIBUCIÓN DE CASOS DE MALARIA EN LA REGIÓN DE LAS AMÉRICAS, 1999 HAI-DOR 0,4% GUY-FGU-SUR 1,6% A. Andina 33,1% México 0,5% CAPB 11,8% Brasil 51,7% Cono Sur 0,9% HAI-DOR = Haití, República Dominicana CAPB = América Central, Panamá, Belice GUY-FGU-SUR = Guyana, Guyana Francesa, Suriname AREA ANDINA = Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela CONO SUR = Argentina, Paraguay Nota: información preliminar de Haití Fuente: Informe de la Situación de la Malaria en las Américas OPS. Washington. HCP/HCT/M. 2 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA ÍN D IC E S P AR AS IT AR IO S AN U AL E S (IP A)* P O R S U B R E G IÓ N G E O G R ÁF IC A, 1 9 9 4 -1 9 9 9 350 300 250 IPA 200 150 100 50 0 GUY, FGU, SUR A . A n d in a CAPB 1995 1996 * C o n b a s e p o b la ció n e n á re a s m e d ia n o y a lto rie s g o C A P B = A m é ric a C e n tra l, P a n a m á , B e lice H A I-D O R = H a ití y R e p ú b lica D o m in ica n a B ra sil M é xico 1997 1998 H A I-D O R C ono S ur 1999 IP A = N ú m e ro d e ca s o s c o n firm a d o s x 1 0 0 0 P o b la c ió n e n a lto y m e d ia n o rie sg o Fuente: Informe de la Situación de la Malaria en las Américas OPS. Washington. HCP/HCT/M. El comportamiento por país es diferente, aunque la mayoría tienen tendencia al incremento por cualquiera de las 2 especies de plasmodium, como es el caso de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela tienen una clara tendencia al incremento en Plasmodium falciparum, mientras que Brasil presenta una tendencia al incremento en Plasmodium vivax. BRASIL BOLIVIA 1998 YEARS AÑOS years AÑOS ECUADOR COLOMBIA 100 80 90 vivax 40 falciparum 20 years AÑOS 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 0 PORCENTAJE 80 60 3 1998 1996 1994 1997 1992 100 1990 PORCENTAJE percentage 1990 0 1996 0 falciparum 20 1995 20 vivax 40 1994 falciparum 60 1993 40 80 1992 vivax 1991 60 1990 80 percentage PORCENTAJE 100 1991 PERCENTAGE PORCENTAJE 100 70 60 vivax 50 40 falciparum 30 20 10 0 1990 1991 1992 1993 1994 years 1995 AÑOS 1996 1997 1998 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA PERU GUYANA falciparum 20 AÑOS years 1998 years AÑOS V E N E ZU E L A S U R IN AME 100 1 00 60 v iv ax 40 f alc iparum percentage PORCENTAJE 80 20 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 0 1990 percentage PORCENTAJE 1997 0 1996 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 0 vivax 40 1995 20 60 1994 falciparum 1993 40 80 1992 vivax 1991 60 1990 percentage PORCENTAJE 100 80 1990 percentage PORCENTAJE 100 80 60 viva x 40 fa lcip a ru m 20 0 ye ars AÑOS ye a r s AÑOS Fuente: Informe de la Situación de la Malaria en las Américas OPS. Washington. HCP/HCT/M. En el caso de Guyana y Surinam el predominio de la fórmula parasitaria es a expensas de Plasmodium falciparum. Si analizamos la tendencia de la malaria en toda la región de la amazonía se observa que el Plasmodium falciparum presenta una tendencia al incremento comparado con los últimos 4 años. ÍNDICES MALÁRICOS POR ESPECIES DE PARÁSITOS POR SUBREGIÓN GEOGRÁFICA, 1999* 70 60 50 40 30 20 10 0 GUY, FGU, SUR Brasil A. Andina CAPB HAI-DOR México IVA 1999 8,65 59,69 12,58 9,46 0,00 0,18 4,35 IFA 1999 63,53 14,05 8,65 0,34 0,48 0,00 0,00 * Con base en casos y población expuesta en áreas maláricas de alto/mediano riesgo CAPB = América Central, Panamá, Belice IFA = Indice P. falciparum Anual IVA = Indice P. vivax Anual Cono Sur IFA = Número de casos confirmados P. falciparum x 1000 Población en áreas de mediano y alto riesgo IVA = Número de casos confirmados con P. vivax x 1000 Población en áreas de mediano y alto riesgo Fuente: Informe de la Situación de la Malaria en las Américas OPS. Washington. HCP/HCT/M. 4 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA REGION AMAZONICA 100 PORCENTAJE 90 80 70 60 vivax 50 falciparum 40 30 20 10 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 AÑOS Fuente: Informe de la Situación de la Malaria en las Américas OPS. Washington. HCP/HCT/M. 2.1. Selvas húmedas tropicales de América del Sur 2.1.1. Región norte de América del Sur Las tierras bajas de la región del Pacífico en Colombia son un litoral “anegado por las lluvias” entre la cordillera Occidental y el océano Pacífico. Como resultado del nivel extremadamente alto de precipitación, en general superior a 200 pulgadas (5 metros) por año, esta región geográfica está cubierta por una selva tropical exuberante. El río Atrato se considera parte de esta región, aunque desemboca en el Caribe. La parte norte de los llanos orientales (o sabana abierta) fluye hacia el río Orinoco, mientras la parte sur está cubierta por una selva tropical densa y drena en el río Amazonas. Venezuela comprende tres regiones geográficas principales, la región montañosa noroeste y norte (Litoral Norte y cordillera de la Costa); la cuenca prácticamente a nivel del río Orinoco y la sección venezolana de las tierras altas guyanesas. El Orinoco es el tercer sistema fluvial más grande en América del Sur, nace en las sierras de Parima, prácticamente en la frontera brasileña, y desemboca en el océano Atlántico al sur de la isla de Trinidad. La cuenca hidrográfica del sistema del Orinoco cubre más de 350.000 millas cuadradas (o sea más de 900.000 km2), lo cual representa cerca de cuatro quintos de Venezuela y un cuarto de Colombia. Desde su nacimiento a una altura de 3.523 pies (1.074 metros), el río desciende a una elevación de 1.000 pies en las primeras 30 millas, y a 500 pies en las próximas 50 millas, de manera que las condiciones climáticas favorecen la transmisión de enfermedades transmitidas por vector a lo largo de la mayor parte del río. El río Casiquiare es un afluente del río Negro, un componente importante del sistema de la cuenca del Amazonas. 5 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA El río Essequibo y su afluente el Rupununi constituyen el principal sistema fluvial de Guyana, seguido por el río Corantijn cuyo sistema es compartido con el país vecino, Suriname. Otro río, el Demerara, fluye a través de la región central selvática de Guyana. Los picos más altos son las sierras Pakaraima (2.800 metros) ubicadas en la frontera con el estado de Roraima y la sierra Acaraí (600 metros), localizada en la frontera con el Estado de Pará en Brasil. A ambos lados de las montañas occidentales de Kanuku se encuentran áreas de sabana. En general, el drenaje en esta región es tan lento que a menudo se confunden los afluentes de cabecera de los tributarios del río Amazona y los tributarios del río Essequibo. Todos los ríos de Guyana desembocan en el océano Atlántico. A Suriname lo cruzan ríos paralelos relativamente grandes, en particular Corantijn (en la frontera con Guyana), Coppename, Saramacca, Suriname y Tapanahoni. El Tapanahoni es un afluente del río Marowijne (Maroni). Todos los ríos de Suriname desagüan en el océano Atlántico. El país tiene tres regiones geográficas claras: la región costera en la que vive la proporción más alta de la población, la región de la sabana y el interior, cubierto con selva tropical. 2.1.2. La Cuenca Amazónica El lago Lauricocha, en el Perú, solía considerarse el nacimiento del río Amazonas, pero los geógrafos han establecido que el nacimiento verdadero se ubica en el monte Huagra con un manantial en el nacimiento del río Apurimac en el Perú. Según una definición aceptada internacionalmente, se considera que el nacimiento de un río es el punto en el que nace su afluente más extenso. A partir del Apurimac, el río cambia de nombre, Tambo, Ene, Ucayali, Amazonas, (Solimões para los brasileños), y nuevamente Amazonas. Muchos países, incluso Brasil, normalmente miden los canales del delta por la ruta de navegación más favorable para las embarcaciones más grandes que usan el sistema. Este hecho introduce a escena el río Pará, la ruta sur alrededor de la isla Marajó. La ruta del Pará es 188 millas más larga que la ruta norte, que es la ruta más directa al Atlántico. 6 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA ZONA AMAZONICA AMERICANA Mapa: La cuenca amazónica, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y tres países con interés epidemiológico común: Guyana y Suriname Si se lo mide por su canal norte, el Amazonas mide 4.007 millas, pero si se lo mide por el Pará, que es la ruta utilizada por la mayoría de los barcos, el río más poderoso del mundo también se convierte en el más extenso del mundo con 4.195 millas, 50 millas más que el Nilo, aunque algunos expertos argumentan que el Pará forma parte de otro sistema fluvial. El río Tocantis fluye al Pará. Otros afluentes importantes del Amazonas son los ríos Marañón, Napo, CaquetáJapurá, Putumayo, Negro, Madeira, Purús, Tapajós y Xingú, todos ellos con asentamientos aislados de pueblos amerindios. El río Amazonas y sus afluentes recorren 2,3 millones de millas cuadradas, un área equivalente a dos tercios del tamaño de los 50 Estados Unidos. En las 600 primeras millas a partir de su nacimiento (desde el monte Huagra a Atalaya en el Perú) el río desciende 16.000 pies. Desde Atalaya al Atlántico, en una distancia de 3.600 millas (5.794 Km) el río desciende solo 700 pies (poco más de 200 metros). El clima resultante es un factor de riesgo para la transmisión de enfermedades tropicales, en especial la malaria. 7 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA 2.1.3. Pueblos indígenas de las selvas tropicales Se ha dicho que el “gran auge del caucho” (1890-1915) superó incluso a la fiebre del oro en California, Alaska y el Territorio del Yukón. Las ciudades de Iquitos, Manaus y Belém do Pará fueron testigos y beneficiarias de esa fiebre. Actualmente, estos y otros centros urbanos importantes de la cuenca amazónica siguen creciendo en diferentes circunstancias sociales y económicas. El comercio, el turismo, la minería, la tala de árboles, la crianza de animales y la agricultura son factores importantes en su crecimiento. Sin embargo, el desarrollo tiene lugar con un elevado costo ecológico. Durante el auge del caucho se contrató a los amerindios para recoger el látex, pero se les cobró en exceso por los aprovisionamientos, se les retribuyó insuficientemente por la tarea y no tenían conocimientos contables hasta el punto que se convirtieron en trabajadores bajo contrato de cumplimiento forzoso. El contacto con personas externas trajo aparejado enfermedades para las cuales no tenían las defensas apropiadas; los beneficios modernos de la civilización significaron pérdidas en función del territorio y, en algunos casos, pérdida de la identidad cultural. La salud de los amerindios de la selva tropical es el lei motif de este documento. Si bien no hay cifras oficiales disponibles en lo referente al tamaño de su población dada la dificultad a la que se enfrenta un censor para llegar a ellos, es posible lograr aproximaciones razonables con la recopilación de información de diferentes fuentes, como misioneros, antropólogos, mineros y fuerzas militares, además de la información ya recogida por los gobiernos respectivos. La fotografía aérea de bajo costo o tecnología más avanzada (y costosa) para la teledetección puede contribuir a determinar el número y el tamaño de sus casas (shabonos o malocas), el tamaño de los jardines o los terrenos de cultivo e incluso los cultivos particulares de los que se trata y, de esta manera, deducir información en cuanto al número de personas para las que estos recursos pueden ser suficientes. A manera de ejemplo debe mencionarse que, en 1993, la NASA patrocinó un Experimento sobre la Ecología de la Selva Húmeda Tropical (TREE, según su sigla en inglés) en el noroeste de Belice, con el uso de LANDSAT 5, radar aéreo de imágenes de apertura sintética (AIRSAR), escáneres térmicos y espectrómetros de formación de imágenes. Los resultados se evalúan con respecto a la realidad en el terreno. Tecnología similar se está utilizando actualmente en el Brasil como parte del sistema de información geográfica (SIG). La organización social de los pueblos indígenas se basa en el parentesco, pero es difícil reunir datos sobre genealogías o información epidemiológica dado que la mayoría de los grupos étnicos tienen tabúes muy estrictos con respecto al nombre. Cuando muere una persona ya no pueden usar su nombre. El tamaño de los pueblos oscila entre 40 y 250 personas y 75 a 80 personas es el número más usual como en el caso del grupo Yanomami. Al final de la década de los sesenta, se calculaba que los Yanomami ocupaban 125 aldeas con lo que la población total ascendía a unas 10.000 personas. Este pueblo habita parte de la cuenca del Orinoco de Venezuela y las regiones fronterizas de la cuenca amazónica en el Brasil. Los Yanomami han ganado reputación de ser una población “violenta”. Prefieren a los bebés varones porque crecerán para 8 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA convertirse en guerreros y cazadores. Practican la poligamia; el jefe y otros líderes pueden tener más de una esposa, mientras que los miembros más jóvenes del grupo permanecen sin pareja. En un intento por resolver la escasez de mujeres, los hombres recurren a otras aldeas en busca de mujeres jóvenes. Esto a menudo genera luchas entre las aldeas. Las mujeres de edad mayor son inmunes a la incursión de invasores y pueden actuar como mensajeras entre las aldeas, con lo que desempeñan una función clave en la política local. Otras tribus, como los indios Makiritare, cuya lengua es el caribe, ubicados al norte de los Yanomami y también habitantes de Venezuela, tienen una concepción más pacífica de la vida. Los Makiritares han estado en contacto con sociedades no aborígenes durante un período prolongado. Lo mismo se aplica a los Wayanas, que viven en la región interior de Suriname y circulan por el Brasil vecino. Se dice que los Wayanas están relacionados a los caribes, del mismo modo que lo están los Karaiben de Suriname y los caribes del río Barana en Guyana. La selva proporciona alimentos. Los alimentos animales incluyen monos, pavos salvajes, cerdos salvajes, armadillos, osos hormigueros, venado, caimanes pequeños, roedores y aves. Los alimentos vegetales incluyen frutas y nueces. Las tierras para el cultivo se dedican a los plátanos-vianda, las bananas, el taro, las batatas, la yuca dulce y la yuca amarga, una variedad tóxica. También cultivan algodón, tabaco y caña para la fabricación de flechas. Los Yanomami disfrutan en particular la miel salvaje y la larva de algunos insectos, pero la base de su régimen alimentario es el plátano-vianda. Su economía depende de la agricultura de corta y quema. Las poblaciones aborígenes de la selva tropical son dispersas. Generalmente toma un día o más de caminatas enérgicas para visitar un pueblo “vecino”. A pesar de las distancias, a lo largo de los años han compartido conocimiento y enfoques tecnológicos sencillos pero prácticos para la solución de problemas. Por ejemplo, el uso del curare para cazar monos; el empleo del “barbasco”, un veneno obtenido del arbusto Jacquinia armillaris, para pescar; la manera en que procesan la yuca amarga: muelen la raíz, la lixivian a fin de eliminar los ingredientes tóxicos y usan una prensa hecha de hojas de palma para obtener el producto comestible; la fabricación de arcos, flechas, cerbatanas y dardos, hamacas y vasijas de arcilla y otras necesidades de la vida cotidiana. Es interesante señalar que los descendientes de los esclavos africanos del interior de Suriname, también se han beneficiado de esta tecnología casera: cultivan, cosechan y lixivian la yuca amarga, pescan con barbasco y fabrican arcos y flechas. Algunas tribus de la selva tropical viven en contacto con pueblos que no son aborígenes y obtienen herramientas de acero como hachas y machetes. Mediante la comercialización posterior estas herramientas llegan a comunidades aisladas. En el caso de los Yanomami, las enfermedades endémicas de alta incidencia incluyen la tuberculosis y la malaria. En un estudio patrocinado por el Departamento de Genética, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, en cooperación con el IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas), se calculó que 2% de todas las defunciones de adultos se deben a picaduras de serpientes, 54% son el resultado de “malaria y otras enfermedades epidémicas” y 24% de los hombres adultos mueren en luchas (Chagnon, 1966). 9 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA Información reciente confirma que la malaria es endémica en la mayor parte de los estados Amazonas y Bolívar (Venezuela) y constituye la causa de muerte notificada de primer orden (40,1%) entre los Yanomami del Amazonas (Sc. Pub. 569 – OPS, Vol. II – página 532 - 1998). 2.2. Condiciones socioeconómicas y salud de los pueblos indígenas A continuación se mencionan los términos de referencia generales del presente capítulo: • Los estudios se refieren principalmente a las poblaciones indígenas de la selva tropical de la cuenca amazónica. • La caracterización se presenta teniendo como referencia la salud y específicamente la malaria. • Existen inequidades reconocidas en las condiciones de vida, el estado de salud y el acceso a los servicios de salud que afectan a diferentes sectores de la población. • Se tiene ya un marco de políticas nacionales e internacionales orientadas a crear la atención de salud apropiada para estos pueblos. • Se ofrecen algunas reflexiones que podrían contribuir a mejorar la atención de salud de las poblaciones de la selva tropical. Los pueblos indígenas se identifican según el país y la región geográfica que ocupan, el idioma que hablan, su contexto social e histórico y su propia autoidentificación. El concepto de pueblos indígenas se refiere al “conjunto de rasgos que caracterizan un grupo humano en función de su territorio, historia, cultura y grupo étnico que le dan un sentido de identidad” (Stavenhagen, 1992). La herramienta utilizada con mayor frecuencia por los etnólogos para el estudio de su estructura social es el idioma. Los datos de población y la información epidemiológica no son comparables pues provienen de diferentes fuentes. Los sistemas nacionales de información no consideran el grupo étnico pero se han realizado algunas gestiones para obtener información oficial acerca de los pueblos indígenas, como: “Censo Indígena del Oriente, Chaco y la Amazonía de Bolivia” (1994-95) “Primer Censo de Comunidades Indígenas de la Amazonía Peruana” (1993) Las cifras reales pueden variar según los factores empleados en la identificación de las personas indígenas, pero la información recopilada por el “Tratado de Cooperación Amazónica” (1994) en lo referente a la población indígena y a los grupos étnicos es muy útil para el objetivo de este documento. Según un estudio del Tratado, la población indígena suma 919.691 personas provenientes de 392 grupos étnicos (tribus o pueblos). Representa un 5% de la población de la región amazónica, que en total se estima en aproximadamente 19 millones de habitantes (excluyendo las metrópolis). Otras fuentes presentan un número mucho menor. 10 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA A continuación se muestra la distribución de la población indígena de la región amazónica por país: País Bolivia Brasil Colombia Ecuador Guyana Perú Suriname Venezuela Total Población 157.316 164.140 72.822 136.726 56.294 215.000 12.679 100.614 919.619 Grupos étnicos 31 200 53 9 10 55 4 24 386 Fuentes: • “Comisión Amazónica de Desarrollo y Medio Ambiente” (TCA) Amazonía sin Mitos. Bogotá: BID y PNUD, 1993. • “Proyecto de consolidación de tierras y territorios indígenas a través del TCA” Quito, 1994 (Documento de trabajo) Los indios amazónicos, según se los conoce generalmente en América del Sur, basan su economía en la agricultura de corta y quema, la caza y la recolección. La lixiviación permanente del suelo lo torna deficiente para el cultivo y sus terrenos de siembra, e incluso sus pueblos, se mudan con frecuencia. La estructura social da lugar a visitas y banquetes durante la estación seca, un factor que los mantiene alejados de los hogares durante períodos de tiempo. La atracción de las tierras amazónicas para los colonos se encuentra por debajo del suelo: piedras preciosas, oro y otros minerales. Los asentamientos nuevos, los caminos nuevos y la deforestación están cambiando el modo de vida de la población indígena. Algunos deciden trasladarse aún más hacia el interior (migración), mientras que otros intentan aprovechar las nuevas oportunidades de encontrar trabajo (circulación), perdiendo su identidad en el proceso. Como consecuencia del analfabetismo, y la falta de experiencia en la nueva vida, no pueden competir con los recién llegados, y terminan en condiciones de mayor pobreza dado que sus necesidades aumentan. Están expuestos a enfermedades emergentes o reemergentes, para las cuales carecen de los medios para hacerles frente. Si bien no se mantienen datos estadísticos adecuados sobre estas personas, controles al azar y estudios aislados por antropólogos, médicos y misioneros indican que la esperanza de vida al nacer es muy baja. Los 392 grupos étnicos contribuyen al perfil multiétnico, multicultural y plurilingüe de la Región de las Américas. Estos grupos o pueblos se encuentran dispersos en las vastas extensiones de la Amazonía y, en general, habitan en regiones de difícil acceso a pesar de que algunos eligen vivir en zonas marginales de ciudades grandes. Son una población joven, 50% de la población indígena de la región amazónica peruana pertenece al grupo de edad de entre 0 y 14 años, mientras que solo 30% de la población indígena de Lima pertenece a este grupo. 11 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA En la mayoría de los casos, las condiciones de salud y de vida de estas personas son el resultado de la destrucción gradual del ambiente como consecuencia de la explotación sin freno de los recursos naturales y minerales. La dinámica de vida de estos pueblos se ve profundamente alterada por el progreso de la denominada “frontera del desarrollo”. A manera de ejemplo, Rondonia, un estado en el oeste del Brasil duplicó la población durante los años ochenta y perdió la quinta parte de su selva tropical en el proceso. Esto lo muestra claramente Landsat I (1973), cuando el bosque estaba prácticamente intacto, y Landsat 5 (1987) revela las parcelas agrícolas en gran parte del estado, como lo documenta el Atlas del Mundo de National Geographic en su sexta edición revisada (1992). En el mismo documento se indica también que “despojado de su cubierta, el suelo se tornó improductivo, lo cual obligó a la mayoría de los agricultores a abandonar el lugar al cabo de unas pocas temporadas”. Entre los pueblos indígenas, la pobreza es la característica principal. Muchos grupos no tienen acceso alguno a la escolaridad. Son afectados por ingresos bajos, desempleo, migración, deserción/abandono escolar y una tasa elevada de analfabetismo femenino. Las necesidades básicas no están satisfechas y las enfermedades prevenibles tienen un perfil epidemiológico marcado. En el Ecuador, 76% de los niños de las zonas rurales de la región de la montaña y de la región amazónica son pobres. En Guyana, el índice de pobreza entre los pueblos indígenas es más alto que el de las zonas urbanas y de otros grupos de población. Está muy claro que el contexto socioeconómico de estos pueblos es muy grave y, en consecuencia, se encuentran en una situación de salud precaria: malaria, infecciones respiratorias agudas, tuberculosis, diarrea, malnutrición, alcoholismo y suicidio. En 1993, la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) en el Perú fue de 43 por 1.000 nacidos vivos para la población nacional y de 99 a 153 por 1.000 nacidos vivos para la población amazónica del país. En Venezuela, la TMI en 1997 fue de 24,6 por 1.000 nacidos vivos notificados para la población nacional y de 50,3 por 1.000 nacidos vivos para la población del Estado Amazonas donde la presencia de grupos étnicos indígenas es fuerte. En este mismo estado venezolano las 10 causas principales de morbilidad notificadas en el período que va desde enero a junio de 1997 fueron: diarrea, malaria, fiebre de origen desconocido, parásitos intestinales, asma, cefalea, síndrome vírico, heridas y lesiones, caries dentales e infecciones urinarias. Durante el mismo período en 1997, el mismo país y la misma zona, las 10 primeras causas de mortalidad notificadas fueron: diarrea, cáncer, hipertensión, ahogamiento, suicidio, enfermedades perinatales, malaria, neumonía, accidentes vehiculares y cardiopatía isquémica. Se debe destacar que la malaria no aparece entre las 10 primeras causas de mortalidad en el país en su totalidad. 12 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA La malaria es una de las enfermedades más importantes que afectan a los pueblos indígenas, y las comunidades nacional e internacional quieren hacer algo para mejorar la situación. Para ello se han firmado muchos convenios, pactos, declaraciones y resoluciones, por ejemplo: • Convenio 169 sobre las Poblaciones Indígenas y Tribales, (Organización Internacional del Trabajo [OIT], 1989) • Proyecto de Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (Organización de Estados Americanos [OEA], 1998) • Declaración del Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo (Naciones Unidas, 1994-2004) • Resolución CD37.R5 de la OPS/OMS (aprobada en 1993 y ratificada en 1997) • Iniciativa para la Salud de los Pueblos Indígenas. Proyecto en curso de la OPS/OMS como parte del espíritu de la Resolución CD37.R5 de la OPS/OMS. En abril de 1993, los representantes de los pueblos indígenas de América y los gobiernos de la Región se reunieron en Winnipeg, Canadá. Identificaron los cinco principios básicos que deben regir todas las medidas adoptadas para mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas. El Consejo Directivo de la OPS respaldó los principios identificados en Winnipeg (Resolución CD37.R5), a saber: • la necesidad de un enfoque holístico a la salud • el derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas • el derecho a la participación sistemática • el respeto por las culturas indígenas y su revitalización, y • la reciprocidad en las relaciones. En el ámbito nacional, estos compromisos se traducen en planes, programas y estrategias para dar respuesta a los problemas de salud de los indígenas, por ejemplo: Bolivia: La Ley 1551 sobre la Participación de las Comunidades establecida por el Decreto No 24237 asignó recursos para la infraestructura de salud y proporcionó mecanismos para la participación de los representantes indígenas en su administración. Brasil: En 1999 el Ministerio de Salud, mediante la Fundación Nacional de la Salud (FUNASA en portugués), aceptó la responsabilidad por la prevención de enfermedades y la atención médica de las comunidades indígenas, respetando sus características socioculturales. Colombia: La ley 100, en su artículo 181, hace referencia específica a las “organizaciones para el mantenimiento de la salud” que se organizarán para atender las necesidades sanitarias de las comunidades indígenas. 13 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA Ecuador: Se creó una división administrativa (Dirección Nacional de Salud Indígena), de acuerdo con la nueva estructura del Ministerio de Salud y con reconocimiento del valor de la medicina tradicional. Venezuela: Desde 1996 está en marcha un proyecto para la atención de la salud de los pueblos indígenas (Atención Sanitaria al Indígena [ATSAI]) que funciona como parte de la CENASAI (Sociedad Civil para el Control de las Enfermedades Endémicas y Atención Sanitaria al Indígena). Guyana: Cuenta con un programa de rehabilitación comunitaria, el cual se propone lograr la rehabilitación de niños en zonas rurales, incluida la Región del Rupununi, donde los pueblos indígenas tienen una representación alta. Sin embargo, a pesar de los presentes esfuerzos, todavía queda un largo camino por recorrer en este proceso. La región amazónica es una zona muy especial donde las condiciones socioeconómicas, políticas, ambientales y culturales influyen, de manera importante, en la dinámica de la población. El problema es complejo y requiere un compromiso por parte de los países de la región amazónica. Este proceso debe tener en consideración, en todo momento, un enfoque multidisciplinario donde los pueblos indígenas, como protagonistas sociales, tengan una fuerte participación. Se deben respetar el conocimiento y la cultura de los pueblos indígenas, además de aplicarlos en esta planificación para el mejoramiento de la salud. 2.3. Los pueblos indígenas y la salud en los países participantes En Bolivia, un censo llevado a cabo en 1995 en las tierras bajas (regiones de Oriente, Chaco, Amazonía) identificó tres grupos lingüísticos principales (aymará, quechua, guaraní) subdivididos en 35 grupos étnicos, cada uno con su propia identidad cultural. Se calcula que han desaparecido nueve grupos étnicos desde el comienzo del siglo XX. En 1996, los departamentos de Tarija y Beni sumaron 68% de todos los casos de malaria notificados en el país. Las enfermedades del aparato digestivo son las principales causas de muerte entre los lactantes y los niños menores de 5 años de edad. Las enfermedades prevenibles por vacunación, incluidos el tétanos neonatal y el sarampión, tienen mayor prevalencia entre los niños indígenas que entre los niños que viven en áreas urbanas. En Bolivia el deterioro de la situación de la malaria es evidente, en 1981 se notificaron 9.774 casos y para 1998 se notificaron 74.750 casos de los cuales el 60% se notifican en los departamentos de Beni y Pando. En esto 2 departamentos se notifica el 85% de la malaria en su forma mortal, por Plasmodium falciparum. La población indígena del Brasil se ha reducido a cerca de 300.000 personas (0,2% de la población brasileña) divididas en 200 grupos étnicos, distribuidos en 24 estados. Aproximadamente 164.140 (54,7% de la población indígena) viven en la región del norte, es decir en la cuenca amazónica. En esta región, son comunes la malaria, la leishmaniasis cutánea y la hepatitis B. Los Yanomami están organizados en 169 comunidades con 7.882 habitantes. En su territorio, que ocupa 9,4 millones de hectáreas, 17% de las defunciones son el resultado de infecciones 14 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA respiratorias agudas y 10% son consecuencia de la malaria. Desde 1942, no se han notificado en Brasil casos de fiebre amarilla urbana aunque siguen manifestándose casos de fiebre amarilla selvática. La Dirección General de Asuntos Indígenas de Colombia ha identificado 620.052 personas indígenas pertenecientes a 81 grupos étnicos. Aunque la población indígena representa solo 2% o menos de la población total del país, la presencia nacional y política es importante. Según las estimaciones, 53 grupos con 72.822 personas (11,7% de los indígenas) habitan la región amazónica del país. Siete de los 33 departamentos en los que se divide el país corresponden a “zonas maláricas en alto riesgo de transmisión y prioridades de control” en 1998. De los siete departamentos de alto riesgo, cuatro tienen población indígena: Amazonas, Guainía, Guaviare Putumayo y Vichada. Un quinto departamento, Chocó, tiene una combinación de población indígena (en la parte norte lindante con Panamá) y población de descendencia africana sumamente vulnerable a la malaria y a otras enfermedades que habita en las selvas tropicales del litoral del Pacífico de Colombia. La persistencia de la transmisión de la malaria está influenciada por factores sociopolíticos, la minería, la migración, el desplazamiento, la falta de servicios de salud y los cultivos ilegales. La población indígena del Ecuador es de 2,6 millones de personas, o cerca de 25% de la población total del país. Las encuestas realizadas en 1994 indican que hay 9 grupos étnicos con 136.726 personas que viven en las selvas tropicales de la cuenca amazónica. Las principales causas de muerte son infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas agudas y malnutrición. La tasa de mortalidad infantil es mayor en la población indígena que en el resto de la población. Mientras la tasa nacional en 1994 fue de 22 por 1.000 nacidos vivos notificados, en las comunidades de Colimbuela y Cumbas fue de 83,3 y 66,7 respectivamente. La cobertura de los servicios de salud es muy baja en las zonas rurales y alcanza niveles críticos en la región amazónica donde profesionales de la salud visitan las comunidades a lo largo de las riberas de los ríos cada tres meses en el mejor de los casos. Algunas comunidades indígenas, en particular las ubicadas más tierra adentro, carecen de servicios y no reciben visitas. En lo referente a la malaria, la población en alto riesgo como una proporción de la población total ha aumentado de 7,6% a 10,7% de 1994 a 1998, y la proporción de casos de Plasmodium falciparum también ha crecido de 33.3% a 51,4% durante el mismo período. En 1994, en Guyana, de un total de 29.129 casos notificados de malaria, 14.885 pertenecieron a pueblos indígenas (más de 50%). La población de amerindios de Guyana representa 6,81% de la población total del país y comprende la mayoría de la población del interior lejano. En el interior lejano, que comparte el interés epidemiológico con la Amazonía brasileña, hay 10 grupos étnicos con 56.194 amerindios (año 1994). El aislamiento geográfico de las comunidades plantea importantes problemas para el acceso equitativo a la salud. La malaria, la tuberculosis, la diarrea y las infecciones respiratorias son las principales formas de morbilidad entre la población de amerindios. En 1996 la malaria fue la segunda causa principal de morbilidad en el país. En 1998 hubo 34.974 casos notificados, con 34 defunciones atribuidas a la malaria. La proporción de casos de Plasmodium falciparum aumentó de 56,4% en 1994 a 65,2% en 1998 en el país. 15 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA Con respecto a las comunidades indígenas que viven en regiones selváticas del Perú, en 1994, había 55 grupos étnicos con una población de 215.000 personas, según el “Tratado de Cooperación Amazónica” (TCA). Estos grupos pertenecían a 13 familias lingüísticas, de las cuales las más conocidas son quechua y aymará. En 1993, un censo de la población indígena identificó 4.035.300 personas indígenas (52% hombres y 48% mujeres) para el país en su totalidad. Los departamentos más poblados con indígenas eran Loreto, Junin, Amazonas y Ucayali. En el grupo Campa-Ashaninka, la tasa de fecundidad fue de 8,1 niños por mujer y la tasa de mortalidad infantil fue de 99 por 1.000 nacidos vivos. Entre los Machiguenga de Cuzco y Madre de Dios, la tasa de fecundidad fue de 8,4 niños por mujer y la tasa de mortalidad infantil fue de 100 por 1.000 nacidos vivos. Las poblaciones indígenas del Perú hacen gran uso de las plantas medicinales. En 1993, el Perú registró 98.557 casos de malaria en el país, y el departamento Madre de Dios, que forma parte de la cuenca amazónica, tuvo cerca de 50% de todos los casos. La malaria es estacional en las regiones costera y noroeste del país (incidencia mayor durante la primera mitad del año) pero las tasas de transmisión continúan siendo constantes en la cuenca amazónica. La proporción de casos por Plasmodium falciparum en 1996 fue de 32,2% en Loreto y 48,2% en Jaén. La leishmaniasis está presente en 24 subregiones de salud, en particular, los departamentos de montaña y selva. En 1995, la fiebre amarilla selvática alcanzó proporciones epidémicas, con 503 casos notificados y una tasa de letalidad de 38,8%. La población indígena de Suriname comprende 4 grupos étnicos con 12.679 personas, la mayoría de las cuales vive en la selva tropical del interior del país aunque existen comunidades pequeñas de amerindios en la región de la sabana, más próxima a la costa. Los habitantes del interior con frecuencia se trasladan al vecino Brasil. Además de los amerindios, los pueblos de la selva tropical incluyen a la población no indígena descendientes de esclavos fugitivos africanos, que se ubicaron en el interior y adoptaron una vida semiindependiente. El período 19861992 estuvo caracterizado por la guerra en el interior, con el restablecimiento del régimen civil en 1992. El disturbio sociopolítico y las acciones militares perturbaron la vida de la comunidad, dañaron la infraestructura de la salud y ocasionaron el desplazamiento de la población, lo cual afectó principalmente a las comunidades del interior. Como resultado de dicha situación surgieron dos grupos de alto riesgo: las personas del interior, especialmente refugiados de regreso, y los moradores de vecindarios pobres en Brokopondo que sirven como estaciones de migración entre el interior y la ciudad. La malaria es un problema de salud importante que limita el desarrollo del interior. En 1996, esta enfermedad alcanzó niveles sin precedentes, con 23% de casos positivos de 68.674 frotis examinados para el diagnóstico de la malaria. En 94% de los casos se identificó Plasmodium falciparum, Plasmodicum vivax en 5% y Plasmodium malariae en el 1%. Casi 25% de los 11.059 casos positivos notificados vistos por la misión médica en el interior fueron niños menores de 5 años de edad. En 1996, se notificaron 14 muertes como consecuencia de la malaria. 16 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA En Venezuela, las personas indígenas representan solo 1,5% de la población total del país aunque poseen una cultura rica y una distribución amplia en algunos estados fronterizos. En el municipio Páez del estado Zulia la población indígena representa 88,9%, y 32% en Mara. En Delta Amacuro, el municipio Antonio Díaz tiene una población indígena de 82,9% y Pedernales 40,5%. En Amazonas, con excepción de Atures, todos los municipios tienen poblaciones indígenas. Los grupos indígenas restantes están ubicados en los estados de Monagas y Anzoategui en la costa. Los pueblos de la selva tropical comprenden 24 grupos étnicos con una población de 100.614 (TCA, 1994). Los problemas de salud incluyen gastroenteritis y disentería, malaria, hepatitis B y oncocercosis, que son enfermedades endémicas graves que afectan a la población indígena del Amazonas. La malaria es la causa de muerte notificada de primer orden (40,1%) entre los Yanomami de Amazonas. La tuberculosis es también un problema de salud grave entre la población indígena del estado Zulia. No hay ningún caso de fiebre amarilla urbana pero se notifican casos ocasionales de fiebre amarilla selvática en el Amazonas. De los 23 estados, tres (Amazonas, Bolívar y Sucre) se clasifican como zonas maláricas en alto riesgo de transmisión y prioridades de control (1998). Las áreas de alto riesgo de Venezuela tienen una población combinada de 495.000 habitantes, lo cual representa 2,13% de la población en zonas con riesgo ecológico de transmisión de la malaria. En el caso de Venezuela, alto riesgo se define como IPA>10. Las especies de parásitos son: Plasmodium falciparum y combinados, 22,8%; Plasmodium vivax, 77,1%, y Plasmodium malariae, 0,1%. 3. EL MOVIMIENTO “HACER RETROCEDER EL PALUDISMO” (HRP) El movimiento Hacer Retroceder de Paludismo fue lanzado en 1998 por la Dra. Gro Brundtland, ex Primera Ministra de Noruega, cuando fue nombrada Directora General de la Organización Mundial de la Salud. HRP, aprovecha la experiencia de los últimos 20 años, en particular las últimas iniciativas emprendidas contra la malaria en Africa. Responde a la preocupación de jefes de Estado de 30 países afectados por la Malaria, asi como los problemas específicos que afrontan sus comunidades pobres. El movimiento se ha comprometido a cambiar la situación: reducir a la mitad la carga mundial de la malaria para el año 2010, y reducirla de nuevo a la mitad durante los cinco años siguientes. Esto requiere una acción concertada y coordinada por parte de un amplio espectro de organizaciones públicas y privadas en todos los niveles de la sociedad. 17 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA El Movimiento está siendo apoyado por varios organismos asociados, los jefes de la OMS, Banco Mundial, UNICEF, y PNUD, comprometidos a hacer retroceder la malaria, desde octubre de 1998. Algunos meses más tarde USAID, Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional y organismos de desarrollo de Suecia, los Países Bajos, Noruega, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Francia, Alemania, la Comisión Europea e Italia se sumaron al esfuerzo común. También se sumaron varias organizaciones no gubernamentales, entidades privadas, fundaciones y grupos académicos, así como el Concejo Mundial de Salud, Fundación Internacional Contra el Paludismo y Consomico Contra el Paludismo. Se establecieron vínculos estrechos con la Iniciativa Multilateral de Investigaciones sobre Paludismo (Centro Fogarty, NIH, de los EEUU), Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, la Red Indepth y PATH Canadá. El Movimiento aprovecha los conocimientos aportados por el programa copatrocinado de Investigaciones sobre Enfermedades Tropicales (TDR) y los productos previstos de la Operación Medicamentos Antipalúdicos. 3.1. Actividades Impulsadas por el Movimiento. El movimiento HRP intenta conseguir los mejores resultados posibles con los instrumentos de la lucha antimalárica disponibles, mediante la mejora del funcionamiento de los servicios de salud y la adopción de medidas comunitarias. Asimismo, apoya el desarrollo y adaptación de los nuevos instrumentos que con toda seguridad se necesitarán para asegurar la sostenibilidad de los logros. La acción emprendida para HRP está aprovechando ya las actividades de lucha desplegadas en 15 países africanos, 11 del Cercano y Mediano Oriente, 7 del Lejano Oriente y 9 Estados de América, concentrándose especialmente los esfuerzos en las Amazonas. 3.2. Que tiene de especial Hacer Retroceder el Paludismo. HRP es un movimiento social que se caracteriza por la armonía de la colaboración que lo anima, está respaldado por una asociación de Gobiernos, representantes de la sociedad civil, organismos y bancos de desarrollo, grupos de investigación y otras partes interesadas. Los lazos de colaboración se caracterizan por un compromiso y transparencia compartida; un interés prioritario en los fines generales, no en la identidad organizacional; un diálogo franco y frecuente sobre cuestiones realmente importantes; una afinación contínua de la acción hasta conseguir resultados óptimos y la disposición a garantizar el mutuo apoyo y la evitación de conflictos lesivos. El movimiento HRP depende de la disponibilidad de sistemas y conocimientos técnicos actualizados para asegurar la vigilancia, la lucha contra los mosquitos vectores, la promoción del uso de medicamentos eficaces, la lucha integrada contra las enfermedades de la infancia y el fomento del desarrollo de nuevas medidas de diagnóstico, tratamiento y prevención. 18 HACER RETROCEDER EL PALUDISMO (MALARIA) EN LOS PAISES AMAZONICOS DENTRO DEL MARCO DEL TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA 3.3. Conceptos esenciales del movimiento«Hacer retroceder el paludismo» 3.3.1. Nuevas oportunidades para hacer retroceder el paludismo La reciente investigación aplicada ha demostrado que una serie de intervenciones actualmente disponibles, utilizadas adecuadamente, resultan muy rentables para reducir la carga del paludismo en las comunidades pobres. Entre ellas figuran: el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno de la enfermedad del paludismo, en determinadas ocasiones con combinaciones medicamentosas antipalúdicas; el uso domiciliario de materiales tratados con insecticida, incluidos los mosquiteros; la prevención antipalúdica sistemática o los tratamientos intermitentes durante el embarazo; la vigilancia, la predicción y una respuesta rápida a las epidemias; la sensibilización generalizada del público acerca del paludismo, sus consecuencias y los modos en que puede evitarse. Hasta el momento no se han aprovechado todas las posibilidades de muchas de estas intervenciones. Si se realizara un mayor esfuerzo para ponerlas a disposición de todos, incluidas las comunidades pobres, reportarían beneficios extraordinarios. Este esfuerzo conlleva la creación de asociaciones efectivas entre todos los interesados en mejorar la salud y reducir la carga del paludismo. 3.3.2 Los seis elementos clave de la estrategia orientada a hacer retroceder el paludismo Los seis elementos de la estrategia de la lucha antipalúdica han recibido amplio apoyo. Estos elementos se basan en la estrategia de la OMS para controlar el paludismo a nivel mundial, aprobada en Amsterdam en 1992, que destaca 1) la gestión eficaz de los casos de paludismo, inclusive los brotes de la enfermedad; 2) el diagnóstico y el tratamiento rápidos de los enfermos; 3) los medios múltiples y rentables para prevenir las infecciones; y 4) la investigación orientada con objeto de elaborar, probar e introducir nuevos productos. La estrategia comprende dos elementos adicionales: 5) un movimiento correctamente coordinado mediante una mayor capacidad de esfuerzo en el sector sanitario y a nivel comunitario, y 6) una asociación mundial dinámica apoyada por una coalición de asociados que colaboren de acuerdo con un planteamiento común. Es necesario que estos elementos se pongan en práctica en un entorno favorable de instituciones sólidas a nivel de país y de colaboración intersectorial. 19