Universidad de Buenos Aires From the SelectedWorks of Martin Paolantonio 2012 Juicio de conocimiento posterior a la ejecución cambiaria Martin Paolantonio Available at: http://works.bepress.com/martin_paolantonio/133/ DCCyE COMENTARIOS JURISPRUDENCIALES TÍTULOS DE CRÉDITO Cheque en blanco. Responsabilidad emergente del documento. Hechos: El juez rechazó la demanda por la cual un la actora intentaba obtener la declaración de inexistencia de una deuda reclamada en su contra, por carecer el cheque ejecutado de causa sustancial. En consecuencia, solicitaba la reparación de los daños por el infundado reclamo. La Cámara desestimó sus agravios y confirmó el fallo. 1. — La circunstancia de que el cheque ejecutado haya sido entregado incompleto, y que tenga causa en la operatoria consistente en un cambio de cheques de terceros con garantía de cheques personales, no importa concluir que el instrumento careciera de causa o que aquella fuera inexistente o ilícita, pues la alegada entrega en garantía, asignándosele en su caso un objetivo diferente al de simple medio de pago, no modifica la responsabilidad emergente del instrumento ni altera su naturaleza. El juicio de conocimiento posterior a la ejecución cambiaria POR Martín E. Paolantonio Sumario: 1. El fallo anotado. Cuestiones jurídicamente relevantes. — 2. La cosa juzgada en el proceso ejecutivo: supuestos excluidos. — 3. Carga de la prueba y objeto del juicio de conocimiento del art. 553 C.P.C.C. — 4. Conclusiones. 1. El fallo anotado. Cuestiones jurídicamente relevantes La sentencia de la Sala D que brevemente nos proponemos anotar tiene un entramado fáctico complejo, consistente aparentemente con “el poco claro proceder de las partes” que señala el fallo, el que se vincularía con las características de la actividad financiera informal (“mesa de dinero”) que llevaba a cabo el demandado. 2. — Si el emisor reconoció haber firmado el cheque y haberlo entregado incompleto o parcialmente en blanco, ello importa el uso de la firma en blanco mas no un abuso, en tanto no se demostraron los supuestos contemplados en los art. 1017 y 1019 del Código Civil, pues frente a ese reconocimiento no puede invocar su propio ilícito. CNCom., sala D, 2012/08/01. - Vidal José María c. Mohamed José Luis s/ordinario. [Cita on line: AR/JUR/37001/2012] [El fallo in extenso puede consultarse en Atención al Cliente o en laleyonline.com.ar] CONTEXTO NORMATIVO DEL FALLO Leyes nacionales 24.452 (Adla, LV-B, 1524) 25.563 (Adla, LXII-B, 1602). JURISPRUDENCIA VINCULADA [1 y 2] Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala D, “Mohamed, José L. c. Vidal, José M.”, 08/03/2007, La Ley Online, AR/ JUR/1124/2007. Pero si se desbroza la variedad de hechos alegados, las cuestiones jurídicas relevantes que el fallo resuelve -y son las nucleares en el ámbito del art. 553 del C.P.C.C.- aparecen claras y las desarrollaremos en este trabajo. Así, cabe inquirir, en el proceso de conocimiento posterior (1) al ejecutivo (art. 553, C.P.C.C.): a. ¿Qué cuestiones no pueden debatirse por el efecto de cosa juzgada del proceso previo? (1) No se nos escapa que la vía del art. 553 C.P.C.C. no ha de ser necesariamente posterior al ejecutivo, siendo viable la tramitación simultánea (CNCom., sala E, 08/10/2004, “Martucci, Silvia c. Banco Itau Buen Ayre S.A.”, www.pjn.gov.ar), sin que quepa asignar eficacia suspensiva al proceso de conocimiento deducido (CNCom., sala D, 03/05/2011, “Sotro, Orlando Walter c. Juiz, Raúl Alberto” La Ley Online; ídem, 16/06/2009, “Trascopier S.A. c. Cambón, Mario Alejandro”, www. cij.gov.ar). Pero en la práctica, la simultaneidad es una rareza, y la referencia a “posterior” es ubicua en doctrina y jurisprudencia. AÑO Iv • Nº 1 • FEBRERO 2013 - Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa • 223 DCCyE COMENTARIOS JURISPRUDENCIALES b. ¿Qué debe probar el ejecutado, devenido en actor, a efectos de triunfar en su pretensión de cobro? (2) Aunque la doctrina ha discrepado acerca de los supuestos de aplicación de la solución ahora prevista por el art. 553, C.P.C.C. (3), ha prevalecido el criterio de limitar la reversibilidad de la sentencia recaída en el proceso ejecutivo a los casos -desde la perspectiva del ejecutado- en que éste, como consecuencia de las restricciones al conocimiento judicial propias de la ejecución, se hubiese visto impedido de invocar las defensas que tuviese contra la pretensión del acreedor, o de probarlas con la necesaria amplitud. (4) 2. La cosa juzgada en el proceso ejecutivo: supuestos excluidos Las reglas que prevé el art. 553 del C.P.C.C. en la materia del acápite están contenidas en el segundo, tercer y cuarto párrafo de la norma: Primer supuesto: “toda defensa o excepción que por ley no fuese admisible en el juicio ejecutivo”. Es este el caso más frecuente, en el que se aprecia plenamente la eficacia de las restricciones en materia de excepciones oponibles. Se incluyen, por ejemplo, los típicos planteos de falsedad o inhabilidad de título que chocan contra la barrera del inc. 4 del art. 544, C.P.C.C. en su dominan (2) Aunque en ocasiones se identifica al proceso previsto por el art. 553 del CPPC como de “repetición”, la pretensión del actor no ha de ceñirse exclusivamente a esa circunstancia. También señalamos aquí que si bien típicamente es el ejecutado derrotado quien inicia el proceso posterior, la norma habilita la legitimación del ejecutante, quien -por ejemplo- tendrá en esta vía la alternativa para obtener la satisfacción de su acreencia cuando fue vencido por la carencia de fuerza ejecutiva del título, o cuando la excepción prosperó sobre la base de la documentación cuya eficacia no pudo ser desvirtuada por las limitaciones al conocimiento propias del proceso ejecutivo. (3) Ver para los antecedentes de la norma (el art. 500 del antiguo Código Procesal) y las discusiones de la doctrina a PODETTI, Ramiro, Derecho procesal, civil, comercial y laboral, 2ª ed., EDIAR, Bs. As., 1967, t. VII-A, ps. 415 y ss. (4) En esa línea se ha afirmado que el juicio ordinario posterior al juicio ejecutivo procederá siempre que se articulen y discutan puntos que no hayan sido juzgados en este último, pues su objeto no consiste en la revisión o reexamen de las cuestiones ya decididas, sino en agotar el debate y la solución de aquellas que, si bien se involucran en el conflicto, no pudieron ser dilucidadas (CNCom., sala F, 12/07/2011, “E.J.T. c. P.P.”, La Ley Online). te interpretación jurisprudencial. Conforme esa norma, la falsedad “podrá fundarse únicamente en la adulteración del documento” (5) -lo que excluye la posibilidad de discutir el completamiento abusivo o abuso de firma en blanco-. Y la inhabilidad de título “se limitará a las formas extrínsecas del título, sin que pueda discutirse la legitimidad de la causa”. Se capturan en esa veda no sólo la discusión causal (6), sino el debate acerca del estado subjetivo del adquirente del título valor (ausencia de buena fe o adquisición dolosa del título valor cambiario). (7) Y quedan también alcanzadas las excepciones cuya oposición en sede ejecutiva tiene limitaciones particulares, como ocurre con los supuestos previstos en los incisos 6 a 8 del art. 544 C.P.C.C. (8) (5) Se comprende tanto la falsedad de la firma, como la falsedad material del contenido. De allí que la parte final de la norma prevea que “el reconocimiento expreso de la firma no impide la admisibilidad de la excepción de falsedad fundada en la adulteración del documento”. (6) Concepto que ha sido interpretado extensivamente por la jurisprudencia, alcanzando por ejemplo a planteos defensivos vinculados con el estado de necesidad al suscribir el documento, el abuso de derecho, y la excesiva onerosidad sobreviniente. Recordamos que aunque la cuestión se ha discutido en doctrina (las posiciones clásicas en la materia pueden verse en BERGEL, Salvador D., Oponibilidad de excepciones causales al tomador inmediato en el proceso ejecutivo cambiario”, LA LEY, 120-1125; FERNÁNDEZ, Raymundo, Ejecución cambiaria. Inoponibilidad de las llamadas “excepciones causales”, LA LEY, 135-1653; y ALEGRÍA, Héctor, Acción cambiaria y acción ejecutiva, trabajo presentado en las Jornadas sobre letras de cambio, pagarés y cheques, Córdoba, 1965), la jurisprudencia ha considerado (al igual que la doctrina mayoritaria y el Proyecto de Código Civil de 2012 -art. 1821 inc. h-) que la norma procesal prevalece sobre las disposiciones sustanciales. Ver CSJN, 12/10/1976, “Provincia del Neuquén c. Faraday S.A.”, La Ley Online; ídem, 15/11/1984, “Provincia del Chubut c. Cerro López S.A.”, www.csjn.gov.ar; ídem, 27/03/2007, “B.C.R.A. c. Rodenas, M. y otro”, www.csjn.gov.ar; CNCom., sala A, 04/08/2009, “Deginani, Emilce A. c. Giménez, Mario y otro”, www.cij.gov.ar; CNCom., sala D, 15/05/2008, “Ro Sung Ho c. Jeong Myung Sook”, DJ 2008-II, 1716; CNCom., sala E, 05/06/2008, “Bapro Medios de Pago S.A. c. Speciali, Juan”, www.pjn.gov.ar. Adicionalmente, puede consultarse Di Chiazza, Iván, Excepción de inhabilidad de título en Ejecución en materia comercial y empresarial, Alonso, Daniel (director), Buenos Aires, La Ley, 2011-III, 141 y ss. (7) Arts. 11, 17 y 18, decreto-ley 5965/63; arts. 8º, 19 y 20 de la ley 24.452. (8) Pago documentado, compensación de crédito líquido que resulte de documento que traiga aparejada ejecución, y quita, espera, remisión, novación, transacción, conciliación o compromiso documentado. 224 • Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa - AÑO Iv • Nº 1 • febrero 2013 DCCyE Segundo supuesto: no procedencia “para el ejecutado que no opuso excepciones, respecto de las que legalmente pudo deducir, ni para el ejecutante, en cuanto a las que se hubiese allanado”. Este lenguaje, aparentemente erróneamente interpretado en el fallo de primera instancia que precede la sentencia que comentamos, permite delinear -junto con siguiente párrafo de la norma- el alcance de la cosa juzgada en el juicio ejecutivo. Las defensas admisibles en el juicio ejecutivo, y que constituyen su ámbito de discusión propio, no pueden reeditarse por la vía del art. 553 C.P.C.C. (9) Análogo fundamento es aplicable a la veda respecto del ejecutante, que reconoce por medio de su allanamiento la validez de la pretensión defensiva del ejecutado. El juicio de conocimiento posterior no tiene por objeto suplir los errores o las negligencias en que las partes hubiesen incurrido, sino desarrollar un procedimiento de amplia discusión donde se admitan pruebas y defensas que no pudieron ser alegadas en el ejecutivo. (10) Tercer supuesto: “tampoco se podrá discutir nuevamente las cuestiones de hecho debatidas y resueltas en el juicio ejecutivo, cuya defensa o prueba no tuviese limitaciones establecidas por la ley, ni las interpretaciones legales formuladas en la sentencia, ni la validez o nulidad del procedimiento de la ejecución”. La norma se refiere aquí en primer término a las cuestiones fácticas plenamente discutidas en el proceso ejecutivo sea -en la literalidad del precepto- por la ausencia de restricciones de orden procesal (11), (9) Sólo como una rareza puede en ese contexto interpretarse el fallo de la CNCom., sala A, 24/06/1994, “Randazzo, Víctor c. Leiro SRL”, www.pjn.gov.ar., en el cual aun cuando en un juicio ejecutivo el firmante de los cheques base de la acción opuso excepción de falsedad y no la probó por su propia negligencia o incuria, esa circunstancia fue admitida en el ordinario posterior al ofrecerse pericial caligráfica y acreditarse la falsedad de firma. (10) CNCom., sala B, 05/08/1996, “Pascual, Francisco c. Rodríguez, Leonor”, La Ley Online. Allí también se señaló que si bien el juicio ejecutivo no hace, en principio, cosa juzgada con respecto al ordinario posterior, ello apunta a aquellas cuestiones que no fueron decididas en el primero, pues el principio de cosa juzgada exige que no se reedite la misma cuestión, poniendo en peligro la certidumbre de los derechos judicialmente declarados o reconocidos. (11) Así, por ejemplo, la validez formal de los cheques y el carácter de portador legitimado del ejecutante, que fue- Martín E. Paolantonio y aun a aquellas que no obstante estar excluidas del juicio ejecutivo, hubieran sido debatidas y probadas sin limitaciones por la actuación de las partes conformada por el magistrado interviniente o por otras —excepcionales- circunstancias. (12) Igualmente, no son objeto del proceso de conocimiento posterior las interpretaciones legales formuladas, ni la validez o nulidad de la ejecución. (13) 3. Carga de la prueba y objeto del juicio de conocimiento del art. 553 C.P.C.C. En el caso anotado, el ejecutado deviene en actor y el ejecutante en demandado, presentándose la hipótesis más frecuente -en la relativa escasez de casos de esta índole- en el marco del art. 553 C.P.C.C. Mediante la sustanciación de este proceso se procura obtener un resultado en el orden procesal, que coincida con la debida solución del pleito en el plano sustancial, que pudo -en virtud de la abstracción procesal y las normas ya señaladas del C.P.C.C.- haberse soslayado temporariamente. Es en esta sede donde el ejecutado vencido podrá hacer valer -por ejemplo- los vicios o defectos de la causa de su deber cambiario, el abuso de firma en blanco y la mala fe o conducta dolosa del tercer adquirente del título valor cambiario. ran materias juzgadas en el proceso ejecutivo, no pueden ser discutidos nuevamente en el juicio de conocimiento posterior (CNCom., sala A, 18/11/1998, “Canet, Gustavo L. V. Domínguez, José A.”, La Ley Online). (12) No es un supuesto frecuente, pero algún espacio en la jurisprudencia han tenido procesos ejecutivos en los cuales la restricción genérica del art. 544 inc. 4 del C.P.C.C. ha sido minimizada por la conducta de las partes o decisión judicial. Ver las referencias de DI CHIAZZA, Iván, Excepciones. Introducción general en Alonso (director), Ejecución..., t. III, ps. 9 y ss. Allí se presentan como supuestos al planteo consentido por las partes, la vulneración de derechos constitucionales, la regularidad del contradictorio y la discusión causal. De este último punto nos ocupamos, en Consolidación de deuda pública (ley 23.982), ejecución cambiaria y discusión de la causa en el juicio ejecutivo en la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, E.D., 165-283. (13) Para lo cual las propias reglas del proceso ejecutivo incorporan la posibilidad de discusión (art. 545 C.P.C.C.). Ver en este tema CNCom., sala C, 14/04/2009, “Dávila, Héctor Leonardo c. Fernández, Juan Carlos”, www.pjn.gov.ar. AÑO Iv • Nº 1 • FEBRERO 2013 - Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa • 225 DCCyE COMENTARIOS JURISPRUDENCIALES Conviene desde ahora señalar dos aspectos que se vinculan con la sentencia que comentamos, y sirven para comprender el ámbito y los límites de la pretensión del ahora actor: b. Si el demandado alega la existencia de una causa diferente a la consignada por el actor, corresponde a aquél acreditar el hecho fundante de su defensa. (19) a. El proceso de conocimiento previsto por el art. 553 C.P.C.C. no es susceptible de modificar las reglas sustantivas sobre oponibilidad de excepciones. Así, si la defensa no era viable en razón de la autonomía que corresponde al portador del título valor (tanto en el plano real como en el obligatorio) (14), esa circunstancia no será modificada por el juicio ex art. 553 C.P.C.C. c. Idéntica distribución de cargas se aplica al caso de abuso de firma en blanco (20) (que no es una excepción vinculada con la causa de la obligación cambiaria) (21), o de alegación de un hecho extintivo que no pudo acreditarse en el proceso ejecutivo. (22) b. El proceso de conocimiento tampoco modifica las normas de fondo sobre presunciones que en el plano procesal mutan en cargas probatorias, particularmente las presunciones sobre la existencia y legitimidad de la causa (15), o de buena fe del adquirente del título valor. (16) En los lineamientos indicados se inserta la jurisprudencia (y el fallo anotado): a. Es el actor quien tiene la carga de demostrar los supuestos de hecho que invoca en su pretensión, y en particular la falta o defecto de causa. (17) Sólo en casos excepcionales existirá algún espacio para distribuir la carga probatoria y requerir al demandado una conducta más activa, apoyada por una razonable inferencia del juzgador acerca de un posible vicio causal. (18) (14) Arts. 17 y 18, decreto-ley 5965/63. (15) Arts. 499 a 501 del Código Civil (art. 282 del Proyecto de Código Civil de 2012). (16) Las que se siguen de la integración de las normas generales del Derecho Privado. Ver BERGEL, Salvador D. y PAOLANTONIO, Martín E., Acciones y excepciones cambiarias, Depalma, Bs. As., 1992, t. I, ps. 415 y ss. ( 17) CNCom., sala B, 30/12/2003, “Ochoa, Gabriel F. c. Luchía Puig, Horacio M.”, DJ 2004-2, 280; CNCom., sala C, 06/07/1993, “Agropecuaria Porcel SRL c. Defensivos Agrícolas SRL”, www.pjn.gov.ar; CNCom., sala E, 04/12/1992, “Sutton, Ignacio c. Mintz de Glait, Luz”, www.pjn.gov.ar. (18) Ver sobre esta posibilidad CNCom., sala F, 12/07/2011, “E.J.T. c. P.P.”, La Ley Online. Allí se declaró la inexistencia de la causa del pagaré que sirviera de base a la ejecución promovida contra el actor, en tanto quedó acreditado que gozaba de una solvencia que tornaba innecesario acudir a un préstamo dinerario, como también que el accionado carecía de la capacidad económica para concertar la operatoria, máxime cuando la condición de contador de éste Por último, señalamos que el objeto de la pretensión en el proceso de conocimiento no se acota a la restitución de lo pagado como consecuencia de la sentencia en la ejecución, sino que alcanza a los daños y perjuicios que se acrediten. (23) 4. Conclusiones La pretensión del actor en el fallo anotado es correctamente rechazada al juzgarse no probada la alegación de vicio causal o abuso de firma en blanco. imponía que brindase una explicación satisfactoria de la sinceridad del negocio, lo cual no hizo. También el voto del Dr. Vassallo en CNCom., sala D, 18/09/2009, “Transpetrol S.A. c. Pérez, José Tomás”, www.cij.gov.ar, ofrece un matiz en la pasividad que puede (art. 377 C.P.C.C.) esperarse del demandado. (19) SC Bs. As., 17/06/2009, “Nastasi, Daniel Oscar y Moreno, María Inés c. Granada, Norma Beatriz”, La Ley Online. (20) CNCom., sala B, 22/06/2006, “Lauría, Alfredo H. c. Rodríguez, Alberto J.”, DJ 2007-I, 200. (21) A pesar de la tan reiterada como errónea imprecisión en la que se incurre al considerar a la relación subyacente como causa de la obligación cambiaria, y al abuso de firma en blanco como una vicisitud de esa relación jurídica. Baste aquí señalar que las excepciones causales, en tanto personales, sólo pueden oponerse al tercer adquirente doloso (art. 18, decreto-ley 5965/63 y art. 20, ley 24.452), en tanto la tutela ante el completamiento abusivo se excluye con la mala fe o culpa grave (art. 11 decreto-ley 5965/63 y art. 8º ley 24.452). (22) CNCom., sala D, 24/06/2002, Manufactura Don Alberto S.A. c. Ernesto Rech S.A., www.pjn.gov.ar; y CNCom., sala C, 06/07/1993, “Agropecuaria Porcel SRL c. Defensivos Agrícolas SRL”, www.pjn.gov.ar. (23) CNCom., sala C, 10/12/2010, “Putigano, Marcelo Walter c. Citibank NA y otros”, www.pjn.gov.ar; SC Bs. As., 17/06/2009, “Nastasi, Daniel Oscar y Moreno, María Inés c. Granada, Norma Beatriz”, La Ley Online. 226 • Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa - AÑO Iv • Nº 1 • febrero 2013 DCCyE En ese sentido, el fallo anotado no es más que una expresión de la jurisprudencia mayoritaria indicada más arriba, más allá de la particular corrección de la equivocada interpretación realizada en primera instancia acerca del ámbito del proceso de conocimiento del art. 553 C.P.C.C. (24) (24) Supra, sección 2 de este comentario. (25) “... no surge de la norma que el cumplimiento de tal carga deba llegar a la demostración del motivo real ilícito por el cual el pretenso acreedor detenta el título -hecho que de ser probado indudablemente resultará decisivo-, ni tampoco puede pretenderse que el actor deba probar la inexistencia de la multiplicidad de causas posibles que en el universo jurídico hubieran justificado la emisión del mencionado título... resulta necesario solamente que quién invoca la inexistencia de causa de un título obligacional, acredite que Martín E. Paolantonio Sin embargo, juzgamos particularmente valioso el análisis que se realiza sobre la presunción de existencia de causa (art. 500 Cód. Civ.), la concreta actividad probatoria que cabe exigir al actor (25) , y la conducta esperable del demandado (26) u las causas hipotéticamente probables -incluyendo la que pudiere invocar el poseedor del título- no concurrieron”. (26) “... también debe tenerse en cuenta la doctrina judicial que postula que quién afirma la validez de un acto jurídico -en este caso la existencia de una causa en la obligación instrumentada- no puede limitarse a una conducta procesal pasiva ante la negativa de su validez, sino que debe también traer al juicio los elementos que confirmen la veracidad del acto para convencer al órgano judicial de que su proceder fue serio y honesto...”. AÑO Iv • Nº 1 • FEBRERO 2013 - Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa • 227