1.2 aspectos físico naturales

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1.2
ASPECTOS FÍSICO NATURALES
El estado Miranda, a lo largo y ancho de su territorio posee características físico naturales
muy diversas.
En este sentido, se
encuentra emplazado entre dos filas orográficas
importantes como la Serranía del Litoral y la del Interior, las cuales están separadas por una
gran depresión conocida como llanura barloventeña, además de los sistemas de montañas
de Valles del Tuy y el Valle de Caracas. A continuación se describen algunos de los aspectos
más resaltantes que lo componen.
1.2.1
GEOLOGÍA
Las tierras mirandinas que hoy conocemos fueron tomando su fisonomía en el terciario
superior del cuaternario.
Los farallones de la costa norte son el resultado de un
levantamiento del litoral, el cual se desarrolló en el plioceno y que en la actualidad continúa
a una menor magnitud. Las serranías aún se elevan lentamente y las fuerzas tectónicas se
expresan periódicamente en sismos de variada intensidad, sacudiendo a este complejo
mosaico geológico. Al encontrarse constituidas en el Paleozoico la serie de fajas plegadas y
parcialmente peniplanadas al Norte de Venezuela, se produce durante el Triásico tardío Jurásico temprano, la superposición de una serie de grabenes en el contexto de un marco de
retroarco relacionado directamente con la subducción de la placa del Pacífico al Oeste.
La Cuenca del Tuy, dentro de la cual se encuentra inserto el estado, se sitúa dentro del
complejo metamórfico típico de las rocas de la Cordillera de la Costa, representada por
a) La Serranía del Litoral: constituida por materiales litológicos con alto grado de
metamorfismo, (rocas meta-sedimentarias e ígneo-metamórficas). Su estructura geológica
básicamente corresponde a anticlinales, sinclinales y numerosas fallas tectónicas. Los
materiales rocosos están conformados principalmente por esquistos, cuarzo-micáceos,
esquistos calcáreos y fracturas, como evidencias de una intensa actividad tectónica.
b) La Serranía del Interior: está representada por numerosos anticlinales y fallas de rocas
meta volcánicas asociadas con meta sedimentaria del Grupo Villa de Cura. Esta serranía, no
presenta el intenso metamorfismo de la Serranía del Litoral y su aspecto litológico lo
constituye lutitas, filitas, arenisca, calizas, gneis y rocas metavolcánicas.
c) El Tuy Alto, se encuentra ubicado sobre la Placa continental sudamericana. La formación
Geológica dominante es de Edad Mesozoica metamorfizada. El Tuy Medio y Bajo, domina la
edad correspondiente al terciario, Edad Mesozoica volcánico metamorfizado, Edad Mioceno
y deposiciones del cuaternario reciente grandes extensiones de planicies aluvial están
sometidas a los efectos de las inundaciones; medios activos con potenciales problemas por
inundaciones estacionales, Edad Paleocena a Eoceno Medio).
d) La Llanura de Barlovento, está conformada por sedimentos del mioceno medio, donde la
acción fluvio-marín ha jugado un importante papel en el proceso de deposición de los
sedimentos acarreados desde los sectores montañosos de las serranías; con la presencia de
un substrato básicamente aluvial (cuaternario reciente), en toda la extensión plana
(aluviones y arenas).
Estructuralmente, el estado Bolivariano de Miranda se ve afectado por un conjunto de fallas
activas, inactivas e inferidas, las cuales influyen de tal manera es considerada de medio a alto
peligro sísmico (Ver cuadro Nº 1.2.2.). De igual forma múltiples eventos tectónicos en la
historia geológica de éste, han logrado un sin número de deformaciones en la superficie
como anticlinales y sinclinales, con gran presencia en la región de los Altos Mirandinos y la
Metropolitana, al igual que en otras tantas con posibles efectos secundarios.
1.2.1.1
FALLAS GEOLÓGICAS INFLUYENTES SEGÚN REGIONES DEL ESTADO MIRANDA
REGIÓN
FALLA INFLUYENTE
ALTOS MIRANDINOS
Gran parte afectada por la falla de la Victoria y además la falla Tácata – Charallave
VALLES DEL TUY
Gran parte afectada por la falla de Tácata – Charallave y además la falla la costa
(inferida)
BARLOVENTO
Gran parte afectada por la falla de la costa (inferida) y además la falla de Aragüita
GUARENAS – GUATIRE
Influenciada por la falla de la Victoria
METROPOLITANA
Influenciada por la falla Tacagua – el Ávila
SUCRE
Influenciada por la falla Tacagua – el Ávila
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA CON BASE EN ANÁLISIS DOCUMENTAL.
Con respecto a la litología o composición mineralógica de las rocas y minerales no metálicos
explotados en el estado, las sedimentarias aflorantes están determinadas por los depósitos
sedimentarios de edad Terciario (Mioceno-Plioceno) y Pleistoceno de las formaciones
Aramina, Caucagua y Mamporal, en la región de Barlovento y de las formaciones Guatire y
Tuy en la región norcentral del estado.
Las unidades sedimentarías aflorantes
principalmente en la REGIÓN de Barlovento, Valles del Tuy y Guatire son las formaciones
Aramina, Caucagua, Mamporal, Tuy y Guatire.
1.2.2
GEOMORFOLOGÍA Y RELIEVE
El paisaje del estado Miranda se caracteriza por su heterogeneidad, presenta a lo largo de
toda su extensión unidades que van desde planicies (0 m.sn.m), pasando por valles,
piedemontes hasta llegar a montañas con alturas que superan los 2.000 m.s.n.m.
El complejo orográfico de la Cordillera del Caribe presenta en el ámbito del estado, diversos
elementos que la integran, como la Cordillera de la Costa, la Serranía del Interior y tres de las
cuatro depresiones que lo componen, dado que dicho estado comprende parte del Valle de
Caracas, los Valles del Tuy y la llanura de Barlovento. La Serranía del interior es más baja que
la de la Costa y se desarrolla por el Sur del estado, de Oeste a.
El Valle de Caracas (800-900 m.s.n.m), constituye una depresión en la Cordillera de la Costa y
los Valles del Tuy (100-300 m.s.n.m), es una depresión casi cerrada entre la Cordillera de la
Costa y la Serranía del Interior; por otro lado, Barlovento (0-100 m.s.n.m) es una depresión
entre estas dos filas orográficas.
El sector de la Cordillera de la Costa comprende como paisajes de montaña a la vertiente
interior de la fila maestra de la Silla de Caracas, hasta el pico de Chuspa (1.907 m.s.n.m), las
montañas de Los Teques, las montañas del Sur del Valle de Caracas y la fila de Mariche.
La vertiente interior de la fila maestra de la Cordillera de la Costa se caracteriza por lo
empinado de sus laderas y en diferentes lugares, las altitudes son superiores a los 2.000
m.s.n.m. como en el pico Oriental de la Silla de Caracas (2.640 m.s.n.m), pico de Naiguatá
(2765 m.s.n.m.), topo Naverán (2660 m.s.n.m.), topo Izcaragua (2320 m.s.n.m.), pico El Pescal
(2000 m.s.n.m.).
Al Este del territorio, la altitud va disminuyendo como en el pico Majagual (1.860 m.s.n.m),
aunque en el pico Chuspa se alcanzan los 1.907 m.s.n.m. y el Cabo Codera está dominado por
una colina de algo más de 100 m.s.n.m. de altitud que constituye el último vestigio de la
imponente Cordillera de la Costa.
Las montañas de Los Teques están compuestas por elevaciones que rodean la capital
estadal, comprendiendo el conjunto montañoso de San Pedro y las alturas que se extienden
hacia el Este hasta la parte alta de los ríos Valle, Cortada del Guayabo y Charallave. Por el Sur,
este paisaje de montaña es bruscamente interrumpido por el profundo cauce del Río Tuy, las
montañas del Sur del valle de Caracas se prolongan de Oeste a Este, desde el valle del río
Valle hasta el valle del río Guaire y por el Sur, este paisaje orográfico termina al contacto con
los valles del Tuy.
El piedemonte de la Cordillera de la Costa que se despliega al norte del río Grande hasta
Caucagua, localizándose el altiplano que se extiende de Guarenas a Guatire. Este altiplano se
halla surcado por el profundo cauce del río y hacia el Este es sustituido por un paisaje
quebrado cuyas alturas van disminuyendo paulatinamente.
1.2.3
SUELOS
El estado Miranda presenta tierras con potencial agrícola de clases II (10, 43%), IV (10,56%), VI
(24,19%), VII (48,06%) y VIII (6,76%). Las que poseen un alto potencial agrícola se ubican en la
cuenca baja del río Tuy, en la zona de aprovechamiento agrícola de la región Barlovento. La
región Valles del Tuy presenta tierras clase II, IV y VI aptas para la práctica agrícola animal y
vegetal, mientras que las regiones Guarenas-Guatire, Altos Mirandinos, Metropolitana y
Sucre poseen tierras de clase VI, aptas para la actividad agrícola animal especialmente.
En las áreas montañosas, los suelos son generalmente pedregosos, aunque localmente
pueden presentar texturas medias a arcillosas. Son de origen residual, con fertilidad entre
baja y moderada y de poca profundidad (clase VII-VIII).
En los pequeños valles intramontanos, donde la franja aluvial presenta suelos con texturas
francas, bien drenados, fertilidad moderada alta, profundidad entre 30 y 60 centímetros, se
permite la instalación de algunos cultivos intensivos (tierras clase VII). Estos valles están
rodeados por un relieve de colinas, cuyos suelos, moderadamente fértiles, hacen posible el
desarrollo de una agricultura intensiva en laderas, como las que se observan en San Pedro de
Los Altos, San José de Los Altos y San Diego de Los Altos, entre otras.
Los suelos de las terrazas y colinas bajas, son suelos con un mayor grado de madurez que se
encuentran en un franco proceso de desarrollo laterítico, son suelos de perfil A-B-C, que
reflejan el desarrollo pedogenético típico del trópico húmedo. Los mismos presentan un
horizonte B de color rojo intenso y son pertenecientes al orden de los Alfisoles y Ultisoles, los
cuales son suelos ácidos de baja fertilidad.
En la depresión del Tuy Medio, se encuentra gran parte de los suelos fértiles con capacidad
agrológica II y IV, localizados entre los 300 y 400 m.s.n.m. Sus características de buen drenaje,
de alta a moderada fertilidad y de profundidad moderada a profunda, favorecen el desarrollo
de numerosos rubros agrícolas como frutales y hortalizas.
En la cuenca del Tuy Bajo, se encuentran los suelos jóvenes de las planicies aluviales
recientes de perfil A-C profundos, permeables de buena fertilidad, ligeramente ácidos;
pertenecientes al orden de los Entisoles, sin horizontes de diagnóstico.
Por otra parte se tienen los suelos de las barras arenosas, los cuales se desarrollan como
arenosos fundamentalmente salinos de color amarillento en el perfil. Inmediatamente
inferior al estrato superficial, fluctúa estacionalmente una mesa de agua salina; el subsuelo
esta conformado por arenas grisáceas moteadas de gris y ocre que son salinos y de baja
retención de humedad, pertenecientes al orden de los Inceptisoles, del suborden de
Psamets y por el contenido alto de cuarzo de las arenas pudiesen pertenecer al grupo de los
Cuarzi Psamets.
1.2.4
HIDROGRAFÍA
La hidrografía mirandina está compuesta por dos vertientes: una Norte, integrada por las
cuencas de los ríos Chuspa, Aricagua, Chirimena, Curiepe y Capaya, que tras un corto
recorrido, desembocan directamente al Mar Caribe. La otra vertiente es la interior integrada
por la cuenca del río Tuy, la más importante, y las cuencas de los ríos San José, Guapo,
Cúpira, Chupaquire, Panapo y Uchire, entre otros.
La vertiente norte representada por el río Chuspa, considerado el más importante de esta
vertiente, se forma a unos 1000 m de altitud y a lo largo de sus 26 km, conforma la línea
divisoria entre el estado Miranda y el estado Vargas; en su lindero Este y poco antes de
desembocar al mar, recibe las aguas de la quebrada Mapurite.
Las considerables
precipitaciones del sector, dan lugar a que el río Chuspa al igual que las otras corrientes de la
vertiente sean de carácter permanente durante todo el año.
Con respecto a la vertiente interior, la red hidrográfica de la Serranía del Interior, se
caracteriza por poseer un patrón dendrítico. Son cursos cuyo caudal aumenta gradualmente
desde las zonas más secas al Oeste hasta las más húmedas al Este. Las tierras mirandinas que
avenan al río Tuy ocupan aproximadamente 6.115 km2, correspondiendo al 79% de la
superficie del territorio mirandino.
El río Tuy se forma en la Cordillera de la Costa al pie del pico Codazzi, a unos 2.426 m.s.n.m.
aproximadamente, para luego desembocar en el Mar Caribe; está compuesto por diversas
subcuencas que drenan sus aguas hacia dicho río dentro del territorio mirandino.
1.2.5
CLIMA
El clima del estado está estrechamente relacionado con su localización geográfica; ya que
por estar al norte de Venezuela, frente al Mar Caribe y recibir la influencia del mar, la acción
de los vientos alisios y la presencia de la Cordillera de la Costa, determinan y modulan su
comportamiento y el de los distintos elementos meteorológicos.
Las precipitaciones en la región son controladas por diferentes situaciones meteorológicas,
como la Zona de la Convergencia Intertropical que genera la temporada de lluvias, las
perturbaciones tropicales (ondas del este, depresiones, tormentas tropicales) provenientes
del Océano Atlántico y los fenómenos meteorológicos provenientes del Norte del
continente, entre los cuales tenemos las vaguadas y el resto de los frentes fríos.
En cuanto a la precipitación anual, varia de 500 a 2.500 mm en promedio anual y la
distribución de estos valores está estrechamente relacionada con las regiones naturales.
La precipitación en la Llanura Costera de Barlovento varía entre 500 y 1.100 mm anual
correspondiente a un clima semiárido a subhúmedo. Los valores más bajos se distribuyen
hacia el extremo Este del estado, en la frontera con el estado Anzoátegui, y aumentan hacia
el Oeste en dirección a las localidades de Carenero e Higuerote.
En la Llanura de Barlovento la precipitación varía entre 1.500 y 2.500 mm anuales,
correspondientes a un clima húmedo, donde los valores mínimos se presentan hacia la zona
de Curiepe, aumentando en dirección Este hasta la zona de Caucagua.
En la Serranía del Interior la precipitación varía entre 900 y 1.600 mm de promedio anual,
correspondiente a un clima subhúmedo, estos valores disminuyen hacia el Oeste, hacia la
localidad de Tejerías y aumentan hacia el Sur, hacia la Serranía del Interior.
La precipitación en los Valles del Tuy presenta variaciones entre 850 y 1.100 mm de
promedio anual, que corresponden a un clima subhúmedo. En esta región, los valores más
bajos se distribuyen hacia la zona de Charallave y aumentan en el Sur, hacia la Serranía del
Interior.
Por su parte, en el Valle de Caracas la precipitación varía entre 830 y 1.100 mm de promedio
anual, correspondiente a un clima subhúmedo. Los valores más bajos se presentan en el
Oeste de la capital y aumentan hacia el sur-este en dirección a Baruta y el Hatillo.
En la Serranía del Litoral la precipitación promedio varía entre 850 a 1.160 mm,
correspondiente a un clima subhúmedo. En esta región, los valores más bajos se
distribuyen al Este en la zona de Guarenas y aumentan hacia el Oeste en dirección a la
Colonia Tovar.
Tal como en el resto del país, las variaciones espaciales de la temperatura se encuentran
condicionadas por las variaciones altitudinales, generando un piso térmico cálido y otro
templado.
El piso templado comprende dos franjas, la primera tiene temperatura entre 20 a 22° C y se
localiza en el Valle de Caracas; la segunda entre 16 a 22° C y se localiza en la Serranía del
Litoral entre el Cerro El Ávila y Los Altos Mirandinos. Las características climáticas van acorde
con el clima tropical que predomina en Venezuela, caracterizado por pocas variaciones
mensuales, y donde las mayores variaciones vienen dadas por la altitud.
Las temperaturas más bajas ocurren entre Diciembre y Enero, donde los valores varían de
acuerdo a las regiones naturales. En la Llanura de Barlovento y en los Valles del Tuy se
evidencian entre 23 a 24° C, en el Valle de Caracas entre 19 y 20° C, y en la Serranía del Litoral
entre 15 a 16° C.
Las temperaturas más altas ocurren durante los meses de Abril y Mayo, presentando en la
Llanura de Barlovento y en los Valles del Tuy temperaturas entre 26° y 27° C, en el Valle de
Caracas entre 22 y 23° C y en la Serranía del Litoral entre 17° y 18° C.
En otro orden de ideas, la evaporación, muestra un comportamiento de 1.300 mm anuales
en las zonas más elevadas de la región (Agua Fría y Pico Naiguatá), de más de 2.100 mm al
este del estado. Se observa un gradiente de distribución de la evaporación, que aumenta los
valores de la Serranía del Litoral y del Interior entre 1.200 y 1.800 mm hacia las partes más
bajas de estos paisajes naturales, donde los meses con mayor registro de evaporación son
Marzo y Abril.
En las áreas correspondientes a los Valles del Tuy-Guarenas-Guatire, los registros van de 1800
mm a más de 2000 mm de evaporación al año y el periodo con mayores valores corresponde
a los meses de Marzo, Abril, Mayo. Por su parte, en la región de Barlovento se presenta un
núcleo de evaporación con montos que van de 1600 mm a 1800 mm anuales.
1.2.5.1 MIRANDA. DATOS METEOROLÓGICOS SEGÚN AÑO, 1993 -2007
AÑO
HUMEDAD
(%)
INSOLACION
(Horas)
PRECIPITACION
(mm)
RADIACIÓN
(LUZ/DÍA)
TEMPERATURA
(ºC)
1993
76,9
6,7
856,0
14,2
22,6
1994
73,4
6,6
780,0
12,4
22,8
1995
73,2
6,7
820,0
13,7
22,8
1996
78,1
6,6
1.150,4
15,3
22,8
1997
80,0
6,9
591,0
14,5
23,3
1998
73,6
6,4
752,0
12,7
24,6
1999
76,8
6,0
1.095,0
0,0
20,9
2000
75,8
6,4
856,0
17,9
21,1
2001
73,3
6,9
714,2
0,0
23,9
2002
80,5
6,8
636,4
0,0
24,0
2003
81,5
6,9
805,7
18,4
24,2
2004
84,8
6,3
818,1
16,2
22,4
2005
82,8
6,3
1.269,8
15,0
22,7
2006
76,9
6,7
1.126,0
17,0
23,2
2007
73,3
6,9
133,4
17,8
23,6
NOTA: DATOS REGISTRADOS POR LA ESTACIÓN METEOROLÓGICA NÚMERO 80416
% = PORCENTAJE, mm = MILIMETROS, ºC = GRADO CENTIGRADO.
FUENTE: INSTITUTO NACIONAL METEROLOGICO. GERENCIA ESTADAL DE ESTADÍSTICA MIRANDA. PROCESADO POR LA COORDINACIÓN GENERAL DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y ESTADÍSTICA.
1.2.6
VEGETACIÓN
En todo el estado Miranda ha habido una fuerte intervención antrópica, que ha traído como
consecuencia la inexistencia de vegetación natural primaria en buena parte de su territorio.
Esto ha sucedido principalmente en la planicie aluvial del Tuy y zonas aledañas donde el
bosque húmedo tropical ha sido sustituido por las plantaciones de cacao y cultivos
asociados (conuco barloventeño).
En el caso de las plantaciones de cacao, son el piso arborescente que ocupa el estrato
arbustivo alto y donde los cultivos asociados a estas plantaciones, forman parte del piso
inferior de este tipo de bosque. Por otra parte, en las terrazas y colinas bajas se evidencia un
desarrollo del bosque de menor porte arborescente.
La superficie de la formación boscosa ha sido ocupada tradicionalmente por la agricultura de
subsistencia migratoria, cuyo uso ha dejado como consecuencia, que se origine una
formación vegetal secundaria fuertemente intervenida.
En las áreas de Barlovento donde no existe un buen drenaje la tendencia es presentar
formaciones vegetales propias de áreas pantanosas, ya hacia el Este de esta región, aparece
el bosque seco tropical, caracterizado por la presencia de un mayor número de especies
caducifolias y que aunado a las condiciones climáticas imperantes en la zona producen el
desarrollo de una vegetación arborescente en la cuenca de los ríos Curiepe, Capaya, y
Aramina.
Por su parte, la Serranía del Litoral presenta una vegetación que está condicionada por los
cambios de humedad, de allí la existencia de una gran extensión de bosque siempre verde a
lo largo de la serranía, sobre la divisoria de aguas y en aquellos sitios donde se encuentra la
mayor cantidad de humedad. A menores altitudes, donde la humedad es más restringida, se
desarrollan matorrales, espinares, bosques semideciduos, así como, manchas de sabanas,
localizadas tanto en la vertiente norte como en la vertiente sur de la serranía; por ende, el
aprovechamiento agrícola se limita principalmente al cultivo de frutas y hortalizas.
En el caso de la Serranía del Interior, la zona comprendida entre el límite regional Oeste hasta
el Tuy medio se distingue por poseer una vegetación dominada, principalmente, por
herbazales, sabanas, matorrales y bosques semideciduos.
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