A LA PÉRDIDA PROVENIENTE DE LA VALORACIÓN DE INVERSIONES, NO SE PUEDE APLICAR LAS RESERVAS OCASIONALES Al respecto, el artículo 154 del Código de Comercio expresa que además de las reservas establecidas por la ley o los estatutos, los asociados podrán hacer las que se consideren necesarias o convenientes, siempre que tengan una destinación especial, que se aprueben en la forma prevista en los estatutos o en la ley y que hayan sido justificadas ante la Superintendencia de Sociedades. La destinación de estas reservas solo podrá variarse por aprobación de los asociados en la forma prevista en el inciso anterior. A su vez el artículo 453 del Estatuto Mercantil, anota que las reservas estatutarias serán obligatorias mientras no se supriman mediante una reforma del contrato social o mientras no alcancen el monto previsto para las mismas. Las reservas ocasionales que ordene la asamblea sólo serán obligatorias para el ejercicio en el cual se hagan y la misma asamblea podrá cambiar su destinación o distribuirlas cuando resulten innecesarias. Así mismo, señala el artículo 456, ibídem, que las pérdidas se enjugarán con las reservas que hayan sido destinadas especialmente para ese propósito y, en su defecto, con la reserva legal. Las reservas cuya finalidad fuere la de absorber determinadas pérdidas no se podrán emplear para cubrir otras distintas, salvo que así lo decida la asamblea. Si la reserva legal fuere insuficiente para enjugar el déficit de capital, se aplicarán a este fin los beneficios sociales de los ejercicios siguientes. Por su parte, el artículo 87 del Decreto 2649 de 1993, indica que las reservas o fondos patrimoniales, representan recursos retenidos por el ente económico, tomados de sus utilidades o excedentes, con el fin de satisfacer requerimientos legales, estatutarios u ocasionales. Las reservas o fondos patrimoniales destinados a enjugar pérdidas generales o específicas solo se pueden afectar con dichas pérdidas, una vez éstas hayan sido presentadas en el estado de resultados. Adicionalmente, el artículo 61 del citado decreto en su inciso 3°, dice que el valor histórico de las inversiones, el cual incluye los costos ocasionales por su adquisición tales como comisiones, honorarios e impuestos, una vez reexpresado como consecuencia de la inflación cuando sea el caso, debe ser ajustado al final del período al valor de realización, mediante provisiones o valorizaciones. Finalmente, la Circular Externa No. 05 del 24 de noviembre de 1998, expedida por esta Entidad a las sociedades sometidas a inspección, vigilancia y control, en la parte de tratamiento contable estipula que para efectos de la valuación de las inversiones negociables de renta fija, se debe afectar el último costo en libros de la misma, incrementando o disminuyendo su valor, y como contrapartida se afectarán las cuentas de resultado y en la valuación de las inversiones negociables de renta variable, si el valor de realización es superior al costo en libros, la diferencia genera una valorización en el ejercicio, que se llevará en cuentas cruzadas de valuación (Valorización contra Superávit por valorizaciones). Ahora bien, si el valor de realización es inferior al costo en libros, la diferencia afectará en primer lugar la valorización y el superávit de la misma, si existiere, hasta su monto y en el evento de ser mayor, tal valor se registrará como una provisión con cargo a los resultados del ejercicio. Para el caso de la valuación de las inversiones permanentes de no controlantes, si el valor de realización es superior al costo en libros, la diferencia genera una valorización en el ejercicio, que se llevará en cuentas cruzadas de valuación, (Valorización contra Superávit por valorización). Si el valor de realización es inferior al costo en libros, la diferencia afectará en primer lugar la valorización y el superávit de la misma, hasta su monto si existiere y en el evento de ser mayor, tal valor, constituye una desvalorización, la cual afectará las cuentas antes mencionadas como un menor valor de las mismas, sin perjuicio que el saldo neto de éstas llegare a ser de naturaleza contraria. En consecuencia, por las razones expuestas, la pérdida proveniente de la valoración de las inversiones por la baja en el precio de mercado no se les puede aplicar la reserva ocasional, por cuanto las mismas solamente se deben ajustar al final del período al valor de realización, mediante provisiones, valorizaciones y desvalorizaciones, pues las reservas ocasionales creadas para enjugar pérdidas, se destinan es solamente para absorber las del ejercicio. (Oficio 340-76239 del 27 de diciembre de 2000)