Modernismo catalán De Wikipedia, la enciclopedia libre Templo Expiatorio de la Sagrada Familia en Barcelona. El modernismo catalán o modernisme es un estilo arquitectónico que se desarrolla Cataluña y principalmente en Barcelona, a lo largo de unos 50 años, entre 1880 y 1930. Aunque es parte de una corriente general que surge en toda Europa, en Cataluña adquiere una personalidad propia y diferenciada. A finales del siglo XIX surgen en Europa tendencias arquitectónicas que rompen con los criterios tradicionales y buscan nuevas formas de edificar con miras al siglo XX, que dan gran relevancia a la estética. Este movimiento es consecuencia de la Revolución industrial, que ha ido arraigando en los diversos países, y de los avances derivados de ella, como la electricidad, el ferrocarril y la máquina de vapor, que han cambiado por entero la forma de vivir de la población y han originado un crecimiento de las ciudades, en las que se han ido estableciendo industrias que regentan un número creciente de burgueses. El modernismo es, pues, un estilo urbano y burgués. El modernismo rechaza el estilo poco atractivo de la arquitectura industrial de la primera mitad del siglo XIX, y desarrolla nuevos conceptos arquitectónicos basados en la Naturaleza, que consisten en los materiales de construcción que se emplean, en las formas de los edificios y en las figuras de sus fachadas. Los arquitectos y sus escultores colocan en el exterior de los edificios pájaros, mariposas, hojas y flores a modo de elementos decorativos, ya sea como figuras adosadas o como adorno de la piedra o cerámica. También se colocan figuras de tamaño mayor, animales fabulosos o personas, y en las cornisas elementos de cerámica de color. Las ventanas y los balcones disponen de rejas de hierro forjado, que son labradas artísticamente y contienen motivos inspirados en la Naturaleza. El desarrollo del modernismo es fomentado en Cataluña por la burguesía, que se siente catalana y es culta y sensible al arte. Esta burguesía ve en esta nueva arquitectura la manera de satisfacer sus ansias de modernización, de expresar su identidad catalana, y de poner de manifiesto de manera discreta su riqueza y su distinción. Fueron más de 100 arquitectos los que realizaron edificios de estilo modernista catalán. Destacando entre ellos sobre todo tres: Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch. Algunas de la obras del Modernismo catalán han sido catalogadas por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad: • de Lluís Domènech i Montaner: • Palacio de la Música Catalana en Barcelona; • Hospital de Sant Pau en Barcelona; • de Antoni Gaudí: • Parque Güell en Barcelona; • Palacio Güell en Barcelona; • Fachada de la Natividad y cripta de la basílica de la Sagrada Familia en Barcelona; • Casa Batlló en Barcelona; • Casa Milá en Barcelona; • Casa Vicens en Barcelona; • Cripta de la Colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló. El modernismo catalán expandió su influencia en otras zonas de España, que como Cataluña, vivieron un gran desarrollo económico a principios del siglo XX. Destaca en este sentido el modernismo en Cartagena, fundamentalmente por obra del arquitecto catalán Víctor Beltrí. Referencias 1. ↑ http://whc.unesco.org/en/list/804/multiple=1&unique_number=950 Lista Oficial de la UNESCO del sitio "Palau de la Música Catalana y Hospital de Sant Pau, Barcelona" (1997) 2. ↑ http://whc.unesco.org/en/list/320/multiple=1&unique_number=364 Lista Oficial de la UNESCO del sitio "Trabajos de Antoni Gaudí" (1994, 2005)