Implicaciones de las obligaciones de adaptación al Reglamento Europeo CLP, y consiguiente modificación de la Lista Europea de Residuos 30/en/2013 Revisión de la Lista Europea de Residuos El origen de la revisión de la Lista Europea de Residuos viene descrito en el Considerando (14) de la Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE –DMR-, donde explica que la clasificación de los residuos como residuos peligrosos, ha de basarse en la normativa química comunitaria. Se trata de las antiguas directivas de sustancias y preparados peligrosos, hoy en día derogadas por el Reglamento 1272/2008, de clasificación etiquetado y envasado, CLP. Esto implica que la LER se ha de adecuar a las sucesivas modificaciones que este Reglamento CLP sufriera. El Reglamento CLP modifica las antiguas Directivas al objeto de lograr un sistema Global armonizado de clasificación. Se modifican los límites de concentración que hacen que una sustancia (o en este caso un residuo) pase de no ser peligrosa a sí serlo. También se pueden modificar los ensayos empleados. Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE –DMR-: Considerando (14) La clasificación de los residuos como residuos peligrosos debe basarse, entre otros fundamentos, en la normativa comunitaria sobre productos químicos, en particular la relativa a la clasificación de los preparados como peligrosos, incluidos los valores límites de concentración utilizados a tal efecto. Los residuos peligrosos deben estar regulados en el marco de especificaciones estrictas con el fin de prevenir o limitar, en la medida de lo posible, los efectos negativos derivados de una gestión inadecuada que podrían afectar al medio ambiente y suscitar riesgos para la salud humana. Además, es necesario mantener el sistema según el cual los residuos y residuos peligrosos se han clasificado con arreglo a la lista de residuos establecida por última vez mediante la Decisión 2000/532/CE de la Comisión, con vistas a fomentar la clasificación armonizada de los residuos y garantizar la determinación armonizada de los residuos peligrosos dentro de la Comunidad. DMR. Anexo III. Características de los residuos que permiten calificarlos de peligrosos: (Características de peligrosidad H1-H15) Notas (Anexo III de la DMR) 1. Las características de peligrosidad «tóxico» (y «muy tóxico»), «nocivo», «corrosivo», «irritante», «cancerígeno», «tóxico para la reproducción», «mutagénico» y «ecotóxico» se asignan con arreglo a los criterios establecidos en el anexo VI de la Directiva 67/548/CEE del Consejo, de 27 de junio de 1967, relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas en materia de clasificación, embalaje y etiquetado de las sustancias peligrosas. 2. Cuando proceda, se aplicarán los valores límite establecidos en los anexos II y III de la Directiva 1999/45/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 31 de mayo de 1999, sobre la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros relativas a la clasificación, el envasado y el etiquetado de preparados peligrosos. Métodos de ensayo (Anexo III de la DMR) Los métodos que deberán aplicarse se describen en el anexo V de la Directiva 67/548/CEE y en otras notas pertinentes del CEN. 1/3 Implicaciones de las obligaciones de adaptación al Reglamento Europeo CLP, y consiguiente modificación de la Lista Europea de Residuos 30/en/2013 ¿Qué es la clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas peligrosas? Al igual que las antiguas Directivas de sustancias y mezclas peligrosas (1), el Reglamento 1272/2006, sobre clasificación, envasado y etiquetado de sustancias y mezclas, CLP tiene entre sus principales objetivos determinar si una sustancia o mezcla presenta propiedades que merezcan ser clasificadas como peligrosas. El peligro de una sustancia o mezcla es su potencial para causar daños y depende de las propiedades intrínsecas de la sustancia o mezcla. En este sentido, la evaluación del peligro es el proceso por el cual se valora la información disponible sobre las propiedades intrínsecas de una sustancia o mezcla a fin de determinar su potencial para causar daños. Si la naturaleza y gravedad de un peligro identificado se ajusta a los criterios de clasificación establecidos, la clasificación del peligro será la asignación de una descripción normalizada de dicho peligro en la que se indica que una sustancia o mezcla causa daños para la salud humana o para el medio ambiente. El etiquetado del peligro permite comunicar la clasificación del peligro al usuario de la sustancia o mezcla, advirtiéndole de la presencia de dicho peligro y de la necesidad de evitar la exposición al mismo y a los consiguientes riesgos. (FUENTE: ECHA, Documento de orientación básica sobre el Reglamento CLP). ATP: Adaptación al progreso técnico. Objetivo: Clasificación global armonizada A través del proceso de adaptación al progreso técnico (ATP) se modifican periódicamente aspectos del Reglamento CLP, con el objeto de lograr la Clasificación global armonizada. El propio reglamento CLP modifica los CRITERIOS de clasificación empleados, respecto a las antiguas directivas de sustancias y mezclas peligrosas, para definir la clasificación de las sustancias y mezclas como PELIGROSAS, con la intención de lograr un sistema Global armonizado de clasificación. Este proceso es continuo por ello periódicamente se plantean nuevos criterios para la clasificación a través de las publicaciones de los sucesivos ATP. Esto implica que cambian los CRITERIOS para clasificar sustancias o mezclas: − Unos valores límite (de concentración) aumentan − Otros valores límite disminuyen Como consecuencia, un mismo ensayo que quizás antes daba un valor negativo (no se clasificaba la sustancia/mezcla como peligrosa), ahora da un valor positivo (sí se clasifica como peligrosa la sustancia). Además se introduce la obligatoriedad de realizar ensayos (excepto cuando son ensayos con animales, que habría que seguir otro procedimiento para evitar realizarlos). Lo que significa que si no se dispone de datos de una propiedad de una sustancia o mezcla (a fin de determinar su potencial para causar daños), puede resultar necesario (y obligatorio) realizar ensayos para disponer de esos datos. También se podría modificar la metodología respecto a los ensayos que se emplean para determinar la peligrosidad. Es el ejemplo al que aludimos en los documentos de posición relacionados con la modificación de la LER, se introduce el ensayo de pH para determinar la (1) Directiva 67/548/CEE de sustancias peligrosas (DSD) y la Directiva 1999/45/CE de preparados peligrosos (DPD) 2/3 Implicaciones de las obligaciones de adaptación al Reglamento Europeo CLP, y consiguiente modificación de la Lista Europea de Residuos 30/en/2013 peligrosidad de algunos residuos, y el problema radica en que estos ensayos están previstos para sustancias, y no son aplicables a los residuos (por sus características de heterogeneidad, etc.). La clasificación se basa en los datos de que se dispone de las sustancias/mezclas. Si no se dispone de datos suficientes para averiguar el dato de una propiedad habrá que hacer los ensayos pertinentes. CLP clasifica tanto a sustancias como a mezclas, aunque si bien es verdad que solo se suelen utilizar ensayos con sustancias. Se hacen ensayos para analizar las características de peligrosidad, y en general se hacen ensayos a sustancias para determinar esas características, ahora bien, si lo que tenemos es una mezclas (que sería el caso de un residuo) también se hacen estos ensayos, y es ahí donde surgen estos inconvenientes que se están identificando, por la heterogeneidad, etc. de los residuos. En el caso de las sustancias, claramente se realizan los ensayos en las sustancias. Pero en el caso de mezclas se puede bien realizar los ensayos para la mezcla o si se quiere utilizar los datos de las sustancias que sean relevantes. Es decir, si de 4 sustancias en una mezcla sólo dos están clasificadas como peligrosas, se indicará en el punto correspondiente, por ejemplo toxicidad acuática, sustancia x y el dato. 3/3