LAVADO DE ACTIVOS, CONCEPTO DE CLIENTE, ACTIVIDADES AJENAS AL OBJETO SOCIAL Concepto 2008024244-001 del 5 de junio de 2008. Síntesis: El concepto de “cliente” no incluye a las personas naturales o jurídicas con las que se establece y mantiene una relación de origen legal o contractual derivada de actividades que son necesarias para el adecuado funcionamiento de la entidad, pero que son ajenas al objeto social y que adicionalmente no suponen el suministro de un producto de la entidad vigilada hacia tales personas naturales o jurídicas. Pero, la entidad debe obrar con prudencia y diligencia para conocer a todas las personas con quienes pretenda relacionarse contractualmente y eventualmente efectuar la respectiva valoración del riesgo LA/FT al cual pudiera estar expuesta. «(…) desea conocer sí aquellas personas con las cuales “(...) establece una relación contractual para que presten sus servicios, bien sea de tipo profesional como es el caso de los abogados externos, entre otros o de mano de obra en el caso de quienes efectúan adecuaciones a las oficinas de la entidad, deben considerarse como clientes (…)”, acorde con lo previsto en la Circular Externa 061 de 2007. Sobre el asunto materia de su consulta debe señalarse lo siguiente: El numeral 1.3 define el concepto de cliente así: “1.3. Cliente “Es toda persona natural o jurídica con la cual la entidad establece y mantiene una relación contractual o legal para el suministro de cualquier producto propio de su actividad.” Del texto citado, se desprende que el concepto de “cliente” involucra los siguientes elementos: 1. Que se trate de una persona natural o jurídica 2. Que con esa persona la entidad vigilada no solo establezca, sino que mantenga, una relación 3. Que tal relación tenga su origen en la ley o en un contrato 4. Que relación originada en la ley o en el contrato tenga por objeto el suministro de un producto 5. Que el suministro del producto tenga relación con la actividad de la entidad vigilada, es decir con el desarrollo de su objeto social. Para una mayor ilustración del punto objeto de su consulta, se transcribe el articulo 99 del Código de Comercio ‘Capacidad de la Sociedad” y la doctrina que sobre el mismo artículo profirió la Superintendencia de Sociedades en el oficio AN-08891 del 23 de abril de 1987; la doctrina señalada fue acogida por esta Superintendencia en el capítulo Primero, Título II de la Circular Externa 007 de 1996. ART. 99.- La capacidad de la sociedad se circunscribirá al desarrollo de la empresa o actividad prevista en su objeto. Se entenderán incluidos en el objeto social los actos directamente relacionados con el mismo y los que tengan como finalidad ejercer los derechos o cumplir las obligaciones, legal o convencionalmente derivados de la existencia y actividad de la sociedad. DOCTRINA.- Actos que puede realizar la sociedad. “El artículo 99 del Código de Comercio señala los límites de la capacidad de las sociedades mercantiles al admitir dentro de ella la realización de tres clases de actos: a) Los que se encuentran determinados en las actividades principales previstas en el objeto social; b) Los que se relacionan directamente con las actividades principales, y c) Los que tienen como finalidad ejercer los derechos y cumplir las obligaciones legal o convencionalmente derivados de la existencia y actividad de la sociedad. Los actos enunciados en (os litera(es a) y b) se relacionan con la finalidad que persigue la empresa o actividad de la sociedad, y por ello deben guardar una relación directa con la misma. Los descritos en el literal c) son actos ajenos al objeto social, pero que la sociedad está en capacidad de ejecutar, pues son necesarios para ejercer sus derechos (actos de carácter civil, administrativo, etc.), o cumplir las obligaciones derivadas de la existencia y actividad de la sociedad, y. gr.: contratos de trabajo, asesoría, convenciones laborales, adquisición de activos inmovilizados, etc.” Sea lo primero señalar que la capacidad jurídica de las entidades debe ceñirse al desarrollo de la actividad prevista en su objeto, que para el caso de las entidades sometidas a la vigilancia de esta Superintendencia se halla predeterminado en el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero (EOSF). Del articulo 99 citado, y de la doctrina trascrita, se desprende que los “productos o servicios propios de su actividad”, son aquellos que se relacionan con “la finalidad que persigue la empresa o actividad de la sociedad,” es decir los servicios y productos relacionados directa e indirectamente con la actividad de leasing. (literales a y b). De lo anterior se colige que para efectos de la Circular Externa 061 de 2007, el concepto de “cliente” no incluye a las personas naturales o jurídicas con las cuales Leasing (…) SA. establece y mantiene una relación de origen legal o contractual derivada de actividades que son necesarias para el adecuado funcionamiento de la entidad, pero que son ajenas, en estricto sentido, al objeto social, como son y. gr.:contratos asesoría, convenciones laborales, seguridad, papelería, arrendamiento o adquisición de bienes para operar, etc. (literal c) citado) y que adicionalmente no suponen el suministro de un producto de la entidad vigilada hacia tales personas naturales o jurídicas. Finalmente, debe señalarse que el hecho de que tales personas no queden comprendidas dentro del concepto de “cliente” para efectos de la circular citada, no significa que la entidad no deba obrar con la prudencia y diligencia necesarias para conocer a todas las personas con quienes pretenda relacionarse contractualmente y eventualmente efectuar la respectiva valoración del riesgo LA/FT al cual pudiera estar expuesta y los mecanismos de prevención y control aplicables según corresponda en estos eventos. (…).»