Artículo procedente de Sedisa Siglo XXI http://sedisasigloxxi.es/spip.php?article426 Cómo gestionar científicamente las listas de espera Á. Asenjo, Miguel Ángel. - ARTÍCULOS - Sedisa Siglo XXI Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 1/17 Dr. Miguel Á. Asenjo. Socio de honor de SEDISA. Profesor emérito de la Universidad de Barcelona. Exdirector del Hospital Clínic de Barcelona. Miembro numerario de la Real Academia de Medicina de Cataluña. I.-Introducción Recientemente, un miembro muy activo de la Junta Directiva de Sedisa (1) ha llamado la atención sobre la utilización de camas hospitalarias, atención en urgencias y largas esperas para ingresar que, según escribe, inducen a una fácil demagogia independiente de la restricción económica. Efectivamente, las listas de espera se producen como consecuencia del desajuste entre la necesidad sanitaria, la demanda, que es la necesidad expresada y el servicio realizado, como aparece en el gráfico 1 y en el que se aprecia que existe una posible coincidencia y seis desajustes que se explican en la leyenda que acompaña al gráfico. Cuando la demanda supera al servicio aparece la lista de espera. Gráfico 1. De forma gráfica, el recorrido que hace el enfermo en busca de asistencia ambulatoria u hospitalaria y los lugares donde pueden aparecer listas de espera, excluidos los servicios centrales, se recogen en el gráfico 2, en el que también se expone la proporción de enfermos que se hospitalizan en relación con la asistencia atendida y que, en las urgencias, está entre el 10 y 15 por ciento que, a su vez, supone entre el 60 y 70 por ciento de todos los ingresos. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 2/17 Gráfico 2. En las consultas externas, una de cada 3 ó 4 primeras visitas se considera que tiene criterio de ingreso y suponen el 40 o 30 por ciento de los ingresos restantes. Esas posibles listas de espera son utilizadas por la oposición política, en el servicio público sanitario, para desprestigiar al gobierno y, de paso, a los gestores. Conviene, en consecuencia, analizar la posible relación existente entre el número de camas hospitalarias y las esperas para encontrar la posible solución. Las listas de espera están íntimamente relacionadas con la frecuentación hospitalaria, que es el número de enfermos que ingresan por mil habitantes y año y que depende de 13 factores (1). Gráfico 3. El rendimiento o capacidad de una cama hospitalaria se expresa por la rotación hospitalaria que es el número de enfermos que ocupan una cama en un periodo de tiempo determinado. Es inversamente proporcional al número de días que, por término medio, esté ingresado cada enfermo, que es la estancia media (em), que depende de 23 factores (1, 2) y es directamente proporcional a la ocupación de la cama, que es el porcentaje de ocupación o índice de ocupación (io) al que le influyen cinco factores (1). En consecuencia, las listas de espera sanitarias asistenciales están afectadas, como mínimo, por 41 factores, y de ahí su complejidad y fácil utilización demagógica por quien lo Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 3/17 considere oportuno. Quien opine que la solución es fácil no tiene razón, por no calificarle de ignorante o mal intencionado. Gráfico 4. Es evidente que, a mayor ocupación y menor estancia media, la rotación o rendimiento de la cama es mayor y así, por ejemplo, si cada enfermo está ingresado tres días en una cama y la cama siempre ha estado ocupada, han ingresado diez enfermos al cabo de un mes de 30 días. Por el contrario, si un solo enfermo ha permanecido ingresado 30 días seguidos en esa cama, solamente ha ingresado un enfermo durante ese mismo periodo y aun con permanencia de tres días por enfermo, si la cama ha estado vacía durante 15 días, solamente han ingresado cinco enfermos. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 4/17 Gráfico 5. En consecuencia, una misma cama, en los supuestos comentados, ha sido utilizada por diez, por uno o por cinco enfermos, respectivamente, con la correspondiente directa y proporcional repercusión en la lista de espera. Si esa diferencia que, en el supuesto comentado, ha llegado a una proporción de 10/1, se aplicase a dos hospitales de 500 camas con similar demanda, resultaría que, en el primero, ingresarían 5.000 enfermos al mes y, en el segundo, 500, lo que ocasionaría que las listas de espera serían diez veces superiores en el segundo hospital que en el primero y ello ha sido debido, exclusivamente, a las diferencias en el io y la em que son sensibles a la capacidad gestora del equipo directivo del hospital. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 5/17 Gráfico 6. El cálculo exacto del número de camas necesarias, como el de servicios centrales, por ejemplo quirófanos, o incluso el de personal, es posible realizarlo aplicando la fórmula de la necesidad recogida en el gráfico 3 en el que también aparece la de la eficacia y eficiencia íntimamente relacionadas. Las variables son: enfermos atendidos, tiempo que necesitan para ser correctamente atendidos, tiempo que se ocupa el mueble, inmueble, artilugio o aparato utilizado y periodo de tiempo para el que se hace el cálculo. Tabla 1. El gráfico 4 expresa que la necesidad es consecuencia de la patógena relación entre el huésped humano, el medio ambiente y el agente de enfermedad que se combate con medicina preventiva (MP), laboral (ML) y asistencial (MA) (1). De la necesidad surge la demanda y el desajuste entre demanda y servicio produce la lista de espera. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 6/17 Tabla 2. El servicio, en hospitalización, es directamente proporcional al número de camas, al periodo de tiempo considerado y al índice de ocupación y está en relación inversa a la estancia media, la cual está influida por sus 23 factores generales y otros particulares, muy importantes, como son los reingresos (1), la historia del servicio y la de los servicios vecinos. Tabla 3. En todo caso se puede comparar con los estándares del Medicare según la complejidad de los procesos (DRG). Lo más adecuado, por efectivo y científico, es aplicar el Protocolo de Adecuación de Ingresos y Estancias (AEP) (1) que indica si el ingreso estaba justificado y si el número de estancias ha sido el adecuado. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 7/17 Tabla 4. En el gráfico también se aprecia, en un esfuerzo de síntesis, las relaciones de hospitalización con las consultas externas, la asistencia primaria, las urgencias, los servicios centrales y la hostelería. En el recuadro inferior se resume, además, el posible resultado de la asistencia. Tabla 5. Para conocer la realidad de acuerdo con las consideraciones expuestas conviene recoger, ordenar y tabular datos relacionados con la asistencia sanitaria, exponer los resultados, discutirlos y obtener las conclusiones pertinentes. II.- Material y método Se han recogido, ordenado y tabulado datos que pueden influir en las listas de espera correspondientes a cuatro Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 8/17 grandes grupos: a) países de la Unión Europea (UE) (1); b) hospitales universitarios europeos (1); c) hospitales universitarios españoles (1) y d) dos Institutos del Hospital Clínic de Barcelona (1). Tabla 6. III.- Resultados Los resultados de la UE aparecen en la tabla 1; los de los hospitales universitarios europeos están en las tablas 2 y 3; los de los hospitales universitarios españoles se recogen en las tablas 4 y 5; los de los dos Institutos del Hospital Clínic de Barcelona se muestran en las tablas 6 y 7. Tabla 8. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 9/17 Tabla 7. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 10/17 Tabla 9. IV.- Discusión En la tabla 1 se aprecia que, en la UE, el número de camas hospitalarias, que influye en las listas de espera, oscila Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 11/17 desde un máximo de 8,3 camas por 1.000 habitantes de Alemania a un mínimo de 2,7 de Suecia con una diferencia proporcional superior al 300 por cien. España, con 3,2, está por debajo de la media europea, que es de 5,3. Esa diferencia entre Alemania y Suecia solamente se puede explicar porque el modelo sanitario en general y el hospitalario en particular, en todos los países democráticos del mundo, es consecuencia de la conciliación de los intereses de los cuatro grupos sociales que le condicionan como aparecen en el gráfico 5 en el que también se aprecian los intereses fundamentales de los cuatro grupos, las asociaciones que defienden a cada uno de ellos, para lo que debe planificarse y expresar en números: la necesidad, eficacia, eficiencia, equidad y la calidad requeridas al modelo sanitario en general y al hospitalario en particular. Al equipo directivo compete conseguir, por medio de la gestión, la cantidad y calidad planificadas y al precio previsto. La frecuentación hospitalaria, en la UE, muy sensible a las listas de espera, es máxima en Austria con 261 ingresos por 1.000 habitantes y año, mientras que la mínima es la de Chipre con 80, seguida, sorprendentemente, por España con 102. La media europea es de 176. La relación entre los países extremos es del 326 por ciento, y en ello y en las considerables diferencias existentes entre los 27 países, interviene alguno o todos de los siguientes trece factores que resumidamente son: 1. Disponibilidad de servicios. La oferta pública gratuita induce a una demanda ilimitada. El teorema de Roemer dice que toda cama hospitalaria pública sufre un impulso irrefrenable a ser ocupada (1). 2. Sistema de pago. Si la asistencia es gratuita, en el momento de recibirla, aumenta la demanda. El gráfico 6 resume la evolución histórica de la relación retributiva entre el enfermo y el sistema sanitario que, iniciándose como caridad cristiana, pasó a asistencia social, siguió con seguros sociales y continuó con sistemas nacionales de salud (1). 3. Edad y cultura de la población.- El Índice de Friz obtenido de dividir el número de individuos de la población con 20 años o menos por el número de los que tienen entre 30 y 50 permitirá deducir si la población es progresiva, estacionaria o regresiva. Se considera progresiva si el cociente es igual o superior a 1,60, y regresiva si es inferior a 0,60. Cuando la cifra está comprendida entre ambos extremos la población se considera estacionaria, con tendencia a progresiva si se aproxima a 1,60 y a regresiva si lo hace hacia el 0,60. Las poblaciones progresivas, generalmente poco cultas, con muchos nacimientos y fallecimientos a edades tempranas necesitan mucha asistencia materno infantil, preventiva y antiinfecciosa por patologías agudas con escasa necesidad de camas hospitalarias, mientras que las regresivas, generalmente cultas con escasa mortalidad infantil y con patologías degenerativas necesitan mucha hospitalización y por ello mucha camas asistenciales, no necesariamente instaladas en hospitales de agudos. Precisamente la edad, con el cambio epidemiológico que la acompaña, es uno de los factores que más están influyendo en el modelo sanitario actual y su tendencia con repercusión directa en las listas de espera. El porcentaje de graduados escolares, bachilleres, diplomados, licenciados y doctores permitirá deducir su nivel cultural y el análisis de los datos históricos permitirá conocer la tendencia. 4. Organización de la asistencia primaria.- Si el ciudadano puede acudir directamente al hospital o ha de pasar previamente por un servicio extrahospitalario condiciona la frecuentación (1). Casi siempre se apela a la mejora de la asistencia primaria para optimizar la eficiencia, equidad y calidad del modelo Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 12/17 sanitario, pero la insatisfacción de los profesionales médicos que la ejercen no disminuye y las plazas disponibles para la especialización en Medicina Familiar y Comunitaria del sistema MIR español son las últimas en ser elegidas y es conocido que para conseguir la satisfacción del cliente primero se ha de conseguir la del empleado que, en este caso, es el médico de familia. 5. Proximidad del hospital.- Cuando la población tiene acceso gratuito y está cerca del servicio sanitario aumenta la demanda. 6. Morbilidad.- La patología infecciosa y aguda propia de poblaciones pobres y jóvenes es de estancia corta. La patología degenerativa (vascular, neurológica) y la pluripatología son de estancia larga y precisa más recursos asistenciales. 7. Hospitales privados.- Los hospitales privados, con limitaciones económicas, disminuyen la frecuentación pero aumentan la rotación por estancias más cortas y son de particular importancia para el desarrollo sanitario. 8. Hospitales universitarios con programas docentes.- Estos hospitales tienden a alargar la estancia de los enfermos dentro del hospital y con ello condicionan el número de camas y la frecuentación. 9. Funcionamiento de los servicios centrales.- Un hospital además de servicios clínicos (camas) de hospitalización y ambulatorios incluido urgencias, dispone de servicios centrales diagnósticos y terapéuticos y servicios generales de hostelería, de tal manera que además es un hotel, una escuela y un centro investigador. La rapidez en la entrega de resultados tales como estudios radiológicos, endoscópicos o de laboratorio, repercute en la duración de la estancia y ello en el número de camas para igual número de pacientes y en consecuencia en la frecuentación hospitalaria, y ésta, su vez, en la equidad, en la eficiencia y en la calidad del servicio. 10. Provisión de médicos.- Según que el número de médicos en ejercicio sea alto, medio o bajo así será la utilización hospitalaria. Se ha observado que, cuando el número de médicos es alto, aumenta el consumo y gasto sanitario totales, mientras que disminuye el relativo hospitalario. 11. Hábitos médicos y normas sociales.- La tradición es importante y, aunque la era actual de la comunicación inmediata y global está igualando los criterios y formas de vivir, aún influyen en las actitudes lo que se "ha hecho siempre" y por ello se ha de considerar al analizar la frecuentación. Especialmente influyente es el hecho de que, en el curioso mercado sanitario público el médico compra, el enfermo consume y un tercero paga. Es fundamental que el médico se ejercite en la práctica de una ética intachable y que tenga nociones de gestión para rentabilizar los recursos. 12. Vivienda y compañía familiar.- Si la vivienda es adecuada y el enfermo puede ser atendido por familiares, puede darse el alta hospitalaria antes y con ello se acorta la estancia y aumenta la frecuentación si se mantiene el mismo número de camas o servicios. 13. Organización interna.- Si la estructura funcional es correcta mejora el rendimiento de camas y reduce su número para similares ingresos. También en la tabla1 se observa que la em o promedio de estancia en los países de la UE oscila desde un máximo de 11,6 días en Finlandia a un mínimo de 4,6 en Dinamarca. España, con 6,8, es similar a la media europea, que es Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 13/17 de 6,9. Resulta curioso que dos países tan próximos como Finlandia y Dinamarca de niveles socio-económico y políticos similares con especial cuidado, ambos, en la educación de su población particularmente en la primaria y secundaria de la que Finlandia es modelo universal, tenga promedios de estancia extremos con una proporción del 252 por ciento. El promedio de estancia es el factor que más influye en el aprovechamiento y rendimiento de la cama hospitalaria que, por otra parte, es donde se produce el mayor gasto hospitalario, casi todo como gasto estructural o fijo, en el hospital público, por el pago de la nómina del personal. El gasto hospitalario, a su vez, representa el 60 por ciento del gasto total del sistema sanitario. El promedio de estancia, a igualdad de camas y ocupación, está relacionado directamente con las listas de espera tanto en urgencias como en la asistencia primaria y en las consultas externas e incluso en los quirófanos y cualquier otra actividad que requiera ingreso hospitalario. Al promedio de estancia le afectan veintitrés factores de los que diez le aumentan, ocho le disminuyen y cinco le son variables. Los diez que le aumentan son: 1. Un mayor número de camas. 2. Un número más elevado de facultativos. 3. Un índice de mortalidad más alto. 4. Mayor número de enfermos por facultativo. 5. Entrada de nuevos Residentes. 6. Mayor antigüedad en la especialidad. 7. Existencia de programa docente. 8. Mayor dotación en investigación 9. Mayor porcentaje de ingresos de urgencia y 10. Peor estado socioeconómico de la población. Los ocho que le disminuyen son: 1. Baja dotación de camas. 2. Mayor demanda. 3. Mejor acceso a hospitales de crónicos. 4. Elevado número de personal no médico. 5. La protocolización en enfermería. 6. Mayor actividad en consultas externas. 7. Control más estricto sobre las estancias y 8. Mejor dotación tecnológica. Los cinco factores variables son: 1. Preferencias culturales de los usuarios. 2. Tipo de diagnóstico. 3. Juicio clínico y hábitos médicos. 4. Día de la semana del ingreso y 5. Estilo administrativo de los centros. En la UE el número de visitas por habitante y año va desde 11,7 de Hungría a 2,1 de Chipre con una relación del 557 por ciento. España con 7,5 está un poco por encima de la media europea que es de 6,3. La tabla 2 recoge parámetros de interés con relación directa en la lista de espera de diecisiete hospitales universitarios de Europa en los que se observan diferencias sustanciales entre ellos derivados del tipo de gestión que se ejerce. A efectos directos de su influencia en la lista de espera conviene analizar la tabla 3 en la que destaca la rotación de cada hospital para cuyo cálculo se tiene en cuenta el número de camas, ingresos, em y el io y se observa que los extremos oscilan entre 65,59 de uno de los hospitales suecos y el de Gröningen con 24,49 que equivale al 37 por ciento lo que representa que a igual demanda la lista de espera de éste para hospitalización sería tres veces superior al de aquél. El Clínic de Barcelona ocupa, con una rotación de 55,83, prácticamente el segundo lugar junto al CHU francés de Toulouse, el otro Karolinska sueco y el Guy´s & St. Thomas de Londres. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 14/17 La tabla 4 contiene parámetros de trece hospitales universitarios españoles en los que también se observan sustanciales diferencias que necesariamente han de repercutir en las listas de espera, en el gasto y en la molestia social. Al analizar la rotación que se destaca en la tabla 5 se observa que va desde 55,04 que consigue el hospital Clínic de Barcelona con la más alta complejidad de todos ellos a 27,52 del Ramón y Cajal de Madrid, si bien éste sin Obstetricia, que equivale al 50 por ciento y en consecuencia con similar número de camas, demanda tendría el doble de lista de espera y, se puede deducir que, semejante gasto ya que en el hospital público predomina el gasto estructural sobe el variable. El Hospital Germans Trías, también de Barcelona, con similar número de ingresos maternales que el Clínic tiene una rotación de 34,35 que equivale al 62,4 por ciento de éste. El Clínico de Madrid, también con un número de ingresos maternales parecidos al Clínic de Barcelona, tiene una rotación de 36,50 y por tanto es de un 66,3 por ciento con respecto al Clínic, que la tiene de 55,04. En las tablas 6 y 7 se recoge la estancia media comparada con respecto al año anterior y a la mínima contemplada en el sistema Medicare de Estados Unidos de Norteamérica (USA) para los DRG más frecuentes del Instituto de Enfermedades Digestivas y del de Enfermedades Cardiovasculares respectivamente del Hospital Clínic de Barcelona. Se puede observar que los promedios de estancia son muy similares a los mejores de USA y en algunos casos inferiores y con tendencia a mantenerse o a mejorar cada año. Ello es debido a que, en el Hospital Clínic, la participación de los médicos en la gestión desde 1972 es muy intensa. La transformación de las Cátedras en Servicios y la autonomía de los servicios centrales se aprobaron y se ejecutó en aquella época y fue el resultado de un proyecto analizado y consensuado en el seno de la Junta Facultativa en pleno a lo largo de 24 sesiones. El Comité de Selección, de nueve miembros con cuatro representantes de los médicos, contenido en aquel proyecto y aprobado en dicha fecha necesita seis votos coincidentes para que la propuesta sea válida y así continúa actualmente, y basa sus decisiones en los méritos acreditados de los aspirantes. Para los mandos y para la valoración de la carrera profesional se elaboró un factor de impacto asistencial propio, a semejanza del impact factor internacional que se utiliza para evaluar la actividad investigadora, y que contempla cinco factores con cuatro criterios para cada factor como recogen las tablas 8 y 9. Los factores son los siguientes: a) la organización del servicio; b) la actividad asistencial; c) la integración en el hospital; d) el impacto de la actividad y e) la financiación externa. Los médicos del Clínic, además, tienen una considerable formación en gestión sanitaria, pues los más jóvenes han cursado la asignatura troncal de Planificación y Gestión Sanitarias de la Licenciatura de Medicina y, los veteranos y mandos, incluido el actual director general, el Máster de Gestión Hospitalaria de dos años de duración que iniciamos en 1986. La disponibilidad de información asistencial y económica es muy alta y el interés por ella también. Las facilidades para ampliar conocimientos en el extranjero y el gusto para viajar por motivos científicos están muy extendidos en el hospital. Muchos continuamos practicando el lema de aprender a no dejar de aprender. V.- Conclusiones Primera.- Las listas de espera son consecuencia del desajuste entre necesidad, demanda y servicio por lo que son multifactoriales, difíciles de planificar y gestionar y susceptibles de utilización demagógica. Copyright © Sedisa Siglo XXI Page 15/17 Segunda.- La demanda sanitaria después del primer contacto del enfermo con el sistema sanitario la establece el médico. Su pericia y ética son fundamentales en el tamaño y gestión de las listas de espera, así como el rendimiento y productividad de quienes han de atender la demanda que debe ser estricta. Tercera.- La eficacia o capacidad del centro sanitario diagnóstico o terapéutico es directamente proporcional al: a) número de artilugios disponibles para el servicio requerido (camas, quirófanos, aparatos de imagen, de laboratorio etc.); b) al porcentaje de ocupación de los mismos; y c) al periodo de tiempo considerado e inversamente proporcional al a) tiempo necesario para producir el servicio. En todo ello intervienen personas. Cuarta.- La efectividad, o realización, en hospitalización se mide por el índice de rotación que señala el rendimiento de la cama hospitalaria que es directamente proporcional a la ocupación e inversamente proporcional a la estancia media. Mientras no se dé el alta a un enfermo no puede ingresar otro en la misma cama. Quinta.- El Hospital Karolinska de Estocolmo que es el más prestigioso de Europa, donde se dirimen los Premio Noble de Medicina, es el que tiene la estancia media más baja a pesar de una ocupación moderada lo que indica un compromiso ético muy alto de sus médicos que proporciona una rotación muy alta. Consiguen que la población sueca esté bien atendida con el menor número de camas hospitalarias de todos los países de la UE. Sexta.- La actitud de los médicos con respecto a las listas de espera es el factor fundamental en el tamaño y resolución de las mismas. Son importantes, además, la aplicación del Protocolo de Adecuación, la información permanente comparándose con los mejores, la formación en gestión y relacionar los resultados con la promoción profesional. Séptima.- La lista de espera es el indicador clave del estado de la equidad por ello los equipos directivos deben planificar con rigor científico y expresar en números la: necesidad, eficacia, efectividad, eficiencia, equidad y calidad de su institución con participación e implicación de los profesionales en base a una información suficiente y veraz y a un conocimiento profesional contrastado y reconocido. Octava.- La trayectoria de Sedisa en los últimos años es ejemplar en el empeño de profesionalizar la función directiva de las instituciones sanitarias reclamando a todos los niveles su efectividad y propiciando la formación especializada de sus asociados. Es un camino largo no exento de dificultades e incomprensiones pero acertado, conveniente y necesario. 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