* MARÍA GLORIA COLANERI ** R. FABrO SRUR * Pellegrini 225 - (3700) Pcia. Roque Sáenz Peiia, Chaco. Argentina. ** Pasaje Sarratea 479 - (4000) San Miguel de Tucumán, Tucumán. Argentina. MARCO GEOGRÁFICO Campo del Pucará está ubicado en la provincia de Catamarca, en una zona perteneciente a las Sierras Pampeanas, en el noroeste argentino. Es una depresión piriforme, a 1.700 msnm, cubierta por sedimentos aluviales modernos y una vegetación baja, xerófila. Constituye una zona de transición entre las húmedas sierras orientales tucumanas y los semiáridos bolsones catamarqueños. MARCO REFERENCIAL Los sitios arqueológicos de Campo del Pucará, conocidos como sitios Alamito, habrían sido ocupados por poblaciones del período Formativo (1000 A.c. - 800 D.C.), que se caracteriza por la aparición de sociedades aldeanas sedentarias. Cada sitio Alamito tiene la forma de un anillo, con estructuras dispuestas alrededor de un patio central; generalmente, hacia el occidente se levanta un montículo de grandes dimensiones y, próximas a éste, se ubican dos plataformas con paredes de piedra, rellenadas de tierra, separadas ambas por un pasillo. Completando el anillo se distinguen tres tipos de recintos que han sido identificados como: A (talleres), B (habitaciones) y C (cobertizos). Basándose en: las características arquitectónicas, el patrón de asentamiento, el trabajo de la piedra y la metalurgia, Tartusi y Núñez Regueiro (1993) postulan que los sitios de Campo del Pucará serían una manifestación de la Tradición cultural Condorhuasi (siglo II A.c. - IV D.C.), dándole la denominación de Condorhuasi-Alamito. Hipotéticamente, los sitios Alamito comenzaron a gestarse desde los inicios de Condorhuasi, se desarrollaron estimulados por el tráfico caravanero y mantuvieron un creciente intercambio con Ciénaga (300 D.C. - 650 D.C.), quien se incorporó a su sistema. 419 MATERIALES YMÉTODOS Los restos humanos considerados en este trabajo provienen de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en Campo del Pucará durante las campañas de 1966 (en sitios de la primera fase de Alamito: 240 a 360 D.C.); 1992; 1994 Y1996 (en sitios de la segunda y última fase de Alamito: 360 a 480 D.C.). SITIO S CAT and 1 (S) S CAT and 1 (H) S CAT and 1 (H) S CAT and 1 (H) S CAT and 1 (H) S CAT and 2 (D) S CAT and 2 (D) Rescate 1 Rescate II Rescate III B-O B-O B-O/C-O B-O B-O B-O/C-O B-O B-O/C-O IDENTIFICACIÓN Entierro 1 Entierro 1 Entierro 2 Entierro 3 Conjunto óseo 4 Entierro 6 Entierro 7 Rescate 1 Rescate II Rescate III Entierro 4, R3 Entierro S, R3 Cráneo 7 Cráneo 24 Cráneo 28, R4 Cráneo 32 Cráneo 35 DB 1; 2/R2 Cráneo 43 FASE n n II II II II II II (?) II (?) II (?) 1 1 1 1 1 1 1 1 La línea conductora básica del análisis fue la conformada por la información proveniente de los caracteres continuos y discontinuos, de las alteraciones culturales impresas en el material óseo y de las patologías. Se buscaron respuestas tendientes a clarificar la existencia o no de una homogeneidad biológica en los sitios con patrón Alamito. ANÁLISIS PATOLÓGICO Las alteraciones y/o lesiones observadas en los individuos de la fase II (la fase 1 fue analizada por Marcellino m.s.) pueden reunirse en: a) de naturaleza funcional: es el caso del prognatismo manifiesto en el cráneo del Rescate n, ocasionado por la inversión de la mordida por la pérdida ante-mortem de las piezas dentales de la maxila; b) de naturaleza traumática: las cicatrices óseas que presenta el cráneo del Entierro 1, 1 (H) así como también el callo formado luego de la fractura de su ulna (debido a las características del callo, puede inferirse que se utilizó algún tipo de estructura para mantener el hueso en su lugar, pero el brazo nunca fue inmovilizado); c) de naturaleza infecciosa: como las caries, presentes en todos los individuos, y abscesos, registrados en el cráneo del Rescate II y en el Entierro 1, l(H); d) de naturaleza degenerativa: como las vértebras con cuerpos achatados y osteofitos marginales (Entierro 1, 1 (H), Entierro 7 y Entierro 2), así como también los osteofitos marginales presentes en diversos puntos del esqueleto de la mayoría de los individuos observados (osteoartrosis); e) de naturaleza metabólica/nutricional: como la osteoporosis manifestada en el Entierro 2, y la hiperostosis (producida, probablemente, por algún tipo de anemia) del Entierro 7. 420 Del material sometido a análisis radiográfico, se destacan los siguientes casos: - Entierro 1, 1 (H) (*): a) cráneo con zonas osteodensas en la región parieto-occipital. El espesor del díploe de la calata está conservado; b) ulna: callo de antigua fractura en el tercio inferior. - Entierro 2 (*): a) cráneo: desmineralización ósea de la calota; b) tibias: imágenes de osteólisis y descalcificaciones en el extremo proximal. Osteoporosis. - Entierro 7 (*): a) cráneo: se observa desmineralización de calota craneal con hiperostosis interna fronto-parietal (en vista anterior), así como también zonas densas dispersas, lo que habla de un proceso osteoblástico productivo de hueso (en vista lateral). - Cráneo n° 35 (#): se observa calota craneal pequeña, con hiperostosis occipito-parietal de la tábula interna - Entierro 4, careta de esqueleto (#): desmineralización ósea. Posible microcefalia (no comprobable porque únicamente se dispone de la careta). (*) Restos pertenecientes a la fase II de Alamito. (#) Restos pertenecientes a la fase 1 de Alamito. RESULTADOS OSTEOLÓGICOS GENERALES - Los cráneos presentan una diferencia manifiesta con respecto al sexo; - la estatura estimada para individuos de sexo masculino es de 1,64 mts., y para el sexo femenino, de 1,57 mts.; - con respecto a los índices cefálicos, los cráneos de Alamito 1 son "pequeños", y los de Alamito lI, "grandes". La información apunta a la introducción de un grupo ariestencéfalo durante la fase lI; - considerando el análisis multivariado (prueba T de Student y análisis de Clusters), hay diferencias significativas entre los restos óseos de Alamito 1y lI; por lo tanto, se estaría ante dos grupos diferentes; - en el análisis de los caracteres discretos, se encontró que en tres de las variables estudiadas (foramen obeliónico, dehiscencia timpánica, foramen transverso), las diferencias entre las poblaciones registraron niveles significativos. Como estos caracteres, de reconocida heredabilidad, no registran influencia medioambiental, analizados en conjunto con los caracteres métricos (en los que las diferencias alcanzan a la mayoría de las variables estudiadas), se puede concluir que, si bien no se descarta la incidencia del medio en estas diferencias, son los factores genéticos los que las explican. Por otra parte, en el caso particular de las dos fases de Alamito, en virtud de que la separación temporal entre ambas no es extensa, el factor involucrado pudo ser el flujo génico, a través de migraciones poblacionales. La frecuencia de la manifestación de la arteria emisaria de la Meníngea Media en Alamito II refuerza su definición dentro del período Formativo y de la América Nuclear; - si la deformación del cráneo del Rescate II es realmente artificial, esta práctica se habría realizado también en individuos de sexo femenino (práctica registrada sólo en individuos de sexo masculino de la fase 1 de Alamito). Del resto del material estudiado, ninguno de los cráneos de Alamito II presenta deformación artificial. - para Alamito lI, se obtuvo una proporción de 3 varones por cada mujer, y para Alamito 1, de 2,5 varones por cada mujer; - el análisis patológico no revela información de carácter excepcional en estos individuos pertenecientes a una sociedad aldeana sedentaria, así como tampoco evidencias de desnutrición importantes. 421