Orlando Fals Borda Escrutador del pasado-presente y señalador del futuro. Cuando declina un período histórico surgen fenómenos de transición que a manera de puente establecen la relación entre lo que termina y comienza. Es cuando también aparecen quienes registran los procesos, identifican las causas, calculan los efectos como elementos básicos del para dónde ir, de qué hacer. América, la nuestra, vive una etapa de ruptura. En disolución progresiva se encuentran los saldos paradójicamente revitalizados de su pasado colonial y señorial. La vecindad próxima al más grande imperio, al único universal de todos los tiempos, nos tiene incorporados cada vez más a sus círculos de acero, mientras se remuevan con ímpetu avasallador las fuerzas medioevales del latifundio, como expresión última pero prolongada de un orden fundamentado en la subordinación de los pueblos y de las clases mayoritarias. Hombres como Orlando Fals Borda realizan entonces, la doble tarea de hacer el balance de la realidad hasta hoy predominante y la proyección del futuro. Investigador metódico y profundo, acucioso, persistente, develador de inequitativas condiciones de existencia, es al mismo tiempo perceptor y guía de lo que no sólo es factible sino imperativo. En sus libros, en sus investigaciones, en la cátedra universitaria y pública ha puesto en evidencia lo que impide la utilización racional y humanística de lo que somos. En sus prédicas, en sus luchas sociales y políticas muestra el horizonte y el camino. Por eso es un auténtico y elevado símbolo de nacionalidad y democracía. Raúl Alameda Ospina 27 de julio de 2005