Dpto. de Seguridad y Salud Ocupacional Rectorado. Primer Piso, Of. 128 Tel: 422000, Interno 126. seguridad@rec.unicen.edu.ar FUEGO Todos sabemos que desde tiempos inmemorables el fuego ha estado en diferentes planos al servicio del hombre, ya sea para la cocción de sus alimentos, combatir el frío, protegerse de los depredadores y, en la actualidad, no más allá de esto, en la casa, el trabajo, la industria, etc. Lo malo es cuando el fuego escapa de nuestro control, y es ahí cuando nos encontramos con ciertas dificultades, no sólo por la pérdida de nuestros bienes sino lo más lamentable... la vida. La negligencia e imprudencia y hasta la falta de conocimientos respecto de cómo actuar en ciertas circunstancias son motivos por los cuales el fuego ha cobrado muchas vidas. La combustión La correcta comprensión del mecanismo que produce este fenómeno que llamamos comúnmente “Fuego” nos permite aplicar ciertas técnicas para lograr su extinción. Para ello cabe señalar que la combustión es la unión íntima de tres elementos, que son: el Oxígeno, el Calor y el Combustible, elementos éstos que mezclados en una relación adecuada producen una reacción química que genera luz y calor llamada Fuego. El fuego sólo puede iniciarse y luego proseguir contando con la presencia de estos tres componentes, a saber: Suficiente Combustible Una cierta cantidad de oxígeno. Una determinada cantidad de calor (temperatura) Actualmente, se ha ampliado esta definición del triángulo del fuego, agregando un cuarto elemento llamado Reacción en Cadena, formando el Tetraedro del Fuego. Materiales combustibles Básicamente podemos decir que un “Combustible” es toda sustancia que bajo ciertas condiciones es capaz de arder En virtud de lo global de la definición anterior, fue necesario, para lograr un mejor estudio de los mismos, confeccionar una subdivisión teniendo en cuenta el estado físico que pueden presentar, siendo la misma la siguiente: Dpto. de Seguridad y Salud Ocupacional Rectorado. Primer Piso, Of. 128 Tel: 422000, Interno 126. seguridad@rec.unicen.edu.ar Combustibles sólidos Los materiales sólidos más combustibles son los de naturaleza celulósica, tales como: madera, papel, cartón, los compuestos basados en fibras, y los textiles, especialmente los de origen vegetal. Cuando el material se halla finalmente subdividido, el peligro de iniciación y/o propagación de un incendio es mucho más grande; por ejemplo, cuando se encuentra en forma de aserrín, polvo o pelusa. Combustibles líquidos Los Líquidos inflamables son muy usados en distintas actividades, y su empleo negligente o inadecuado provoca muchos incendios. Los líquidos no arden; los que arden son los vapores que se desprenden de ellos. Tales vapores son, por lo general, más pesados que el aire, y pueden entrar en ignición a considerable distancia de la fuente de emisión. Existe una gran variedad en líquidos inflamables, utilizados hoy en día en distintas actividades. Los más comunes son: nafta, bencina, kerosene, alcohol, soluciones celulósicas y thinners. Los combustibles líquidos más pesados, como los aceites, no arden a temperaturas ordinarias, pero cuando se los calienta, desprenden vapores que en forma progresiva van favoreciendo la posibilidad de la combustión, la cual llega a concentrarse una temperatura suficientemente alta. Combustibles gaseosos Los gases inflamables más comunes son el hidrógeno, el acetileno, el butano, el propano, etc. Todos ellos arden a una atmósfera de aire o de oxígeno. Sin embargo, un gas no inflamable, como el cloro, puede entrar en ignición en un ambiente de hidrógeno. Inversamente, un gas inflamable no arde a una atmósfera de anhídrido carbónico o de nitrógeno. Entre los gases no combustibles hay dos clases: los que actúan como comburentes, es decir, que posibilitan la combustión, y los que tienden a suprimirla. Los gases comburentes contienen distintas proporciones de oxígeno y los que suprimen la combustión reciben el nombre de gases inertes, siendo los más comunes el nitrógeno, el helio, el anhídrido carbónico y el argón. Al margen de los expuesto, es oportuno hacer notar que el fuego también produce gases, muchos e los cuales son combustibles. Extinción Como ya hemos visto, hay tres factores fundamentales que deben hallarse presentes para iniciar y mantener una combustión, ellos son: Combustible, Oxígeno (aire o cualquier otro comburente) y Calor. Teóricamente, de acuerdo a lo visto, notamos que es posible extinguir una combustión por medio de la supresión e cualquiera de los tres elementos, dando lugar así a los métodos básicos de extinción. Eliminación del combustible La factibilidad de aplicación de este método no es muy frecuente, porque las situaciones en las que se podría efectuar son pocas, ya que no se ajusta en todos los casos. Dpto. de Seguridad y Salud Ocupacional Rectorado. Primer Piso, Of. 128 Tel: 422000, Interno 126. seguridad@rec.unicen.edu.ar Podemos decir que sería aplicable en una instalación de gas: interrumpiendo el fluido del mismo al cerrar una llave de paso, eliminaríamos el combustible, extinguiéndose el fuego. Si este concepto lo tomamos en forma más amplia, podríamos decir que esto lo aplicaríamos parcialmente, por ejemplo: en el desmonte de una pila de leña o el retiro de mercaderías, aún no afectadas por el fuego del depósito. Eliminación del oxígeno Recurrimos a este proceso mucho más frecuentemente, en el sentido de que es aplicable en casi todos los casos. Consiste en la interposición de algún elemento entre el combustible en la ignición y el comburente, desplazando o reduciendo el oxígeno que necesita el material en combustión, y por ende extinguiendo el proceso. Es dable hacer notar que en algunos materiales combustibles este procedimiento no es aplicable, como por ejemplo con el celuloide, que continúa ardiendo aun en ausencia del aire, puesto que con su composición molecular existe oxígeno suficiente como para seguir con su proceso ígneo. Eliminación del calor Bien podríamos decir que desde tiempos remotos, para combatir un incendio se ha utilizado el agua. Ella es por naturaleza el agente extintor más eficaz para combatir casi todos los tipos de fuego, especialmente por su gran efecto de enfriamiento; al mismo tiempo, el vapor que se desprende de ella por acción el calor logra un considerable por de sofocación. Clases de Fuego Como se ha visto en párrafos anteriores, el concepto de clases de fuego es, en cierto modo, una derivación de los materiales combustibles. De esta forma, lo que se hace es tratar de clasificar los diferentes tipos de fuego según su naturaleza, para luego utilizar el extintor adecuado en cada situación. Clase: A: Madera, papel, género, y sólidos en general. B: Nafta, aceite, pintura y otros líquidos inflamables. C: Motores, tableros eléctricos, etc. y cualquier dispositivo que esté conectado a una fuente eléctrico. CLASE A CLASE B CLASE C Dpto. de Seguridad y Salud Ocupacional Rectorado. Primer Piso, Of. 128 Tel: 422000, Interno 126. seguridad@rec.unicen.edu.ar Agentes extintores Agua El agua es el agente extintor más comúnmente utilizado, ya que en general se cuenta con amplia disponibilidad de la misma. Se utiliza específicamente en fuegos Clase A; su principal mecanismo de acción consiste en quitar calor al fuego (enfriamiento) ya que absorbe grandes cantidades de calor al evaporarse. El agua de uso común tiene una conductividad eléctrica alta, por lo tanto no debe utilizarse en fuegos Clase C. Anhídrido carbónico Se lo representa como CO2. Desplaza el oxígeno de la superficie en combustión: en virtud de ser inerte y más pesado que el aire, actúa por sofocación. El CO2 es apto para fuegos Clase B y C. Es especialmente recomendable para tableros y motores eléctricos bajo tensión, ya que no es conductor de electricidad, no deja residuos y se disipa naturalmente, facilitando la limpieza de los mismos. Si bien el anhídrido carbónico no es tóxico, es importante tener presente que se trata de un asfixiante simple, pues desaloja el aire (que contiene el oxígeno necesario para la vida humana), y por lo tanto deben extremarse las precauciones en ambientes cerrados. Su uso es recomendado en lugares al aire libre, pues el viento lo arrastra con suma facilidad. Espuma No es más que una masa constituida por innumerables burbujas, formadas por espuma y un agente emulsor que actúa formando una capa aislante, desplazando el oxígeno que se encuentra en la superficie (efecto de sofocación). También posee un cierto poder refrigerante. La espuma es apta para fuegos Clase A y particularmente recomendable para fuegos Clase B, debido a que flota por sobre la superficie del líquido inflamable. No debe utilizarse en fuegos Clase C, por ser el agua el componente básico de la espuma, y ésta es muy buena conductora de la electricidad. Dpto. de Seguridad y Salud Ocupacional Rectorado. Primer Piso, Of. 128 Tel: 422000, Interno 126. seguridad@rec.unicen.edu.ar Polvo Químico Triclase ABC Extingue por sofocación, se interpone entre el aire ambiente y la sustancia en combustión. El polvo químico triclase ABC es un producto químico cuyo elemento fundamental es el fosfato de amonio. Posee simultáneamente dos propiedades extintoras que lo hacen aptos para fuegos Clase A, B y C, a saber: Inhibición de la reacción química en cadena y Enfriamiento (ya que tiene capacidad de absorción de calor). Obviamente, no es conductor de la electricidad y, de utilizarse sobre equipos eléctricos, es imprescindible limpiar el polvo residual (agente extintor sucio). Su principal ventaja es que puede utilizarse indistintamente sobre cualquier tipo de fuego (A, B y C), sin necesidad de identificar al mismo. Sustituto Halón 1211 Poseen una poderosa acción extintora que permite apagar el fuego en un breve período. Son particularmente aptos para fuegos Clase B (líquidos inflamables) y fuegos Clase C (materiales eléctricos bajo tensión) por ser eléctricamente no conductores. Uso del extintor 1. Quite el seguro que se encuentra en el lateral del extintor 2. Colóquese a tres metros aproximadamente y aplique el chorro a la base del fuego. 3. Mueva la boquilla de lado a lado lentamente, atacando por la base toda la parte frontal del fuego antes de avanzar, para evitar quedar atrapado por atrás. Dpto. de Seguridad y Salud Ocupacional Rectorado. Primer Piso, Of. 128 Tel: 422000, Interno 126. seguridad@rec.unicen.edu.ar Medidas preventivas ante un incendio No apuntar a la parte alta de las llamas. Debe rociar correctamente la base del fuego y no al humo o las llamas. Mantener una distancia mínima de 3 metros. Verificar la etiqueta del extintor, para usar el agente extintor adecuado. Es preferible usar siempre varios extintores al mismo tiempo, en vez de emplearlos uno tras otro. Las personas más calmadas, deben estimar la magnitud del incendio y actuar rápidamente. Si es en un ambiente exterior, al acercarse al incendio, hágalo con el viento a sus espaldas. Tenga en cuenta el tiempo de operación de los extintores (aprox. 8 segundos). El tiempo es esencial en el combate de incendios. Identifique las salidas de emergencia. Tenga especial cuidado con el humo y los vapores nocivos. Producen sofocamiento y asfixia. Este atento a una posible reiniciación del fuego. No abandone el lugar hasta que el fuego quede completamente apagado.