Tema: “La Fidelidad de Dios hacia Israel, expresión de su misericordia.” Objetivo: Reconocer con los participantes el amor infinito de Dios por su pueblo, que vuelve y apuesta por él, para que desde esta experiencia nos comprometamos a tener una actitud permanente de conversión, por la escucha de su palabra y el desarrollo de actitudes de gratitud, confianza y comprensión hacia nosotros mismos y los demás. A través de la confrontación personal, la reflexión y el compartir de un texto. CITA BIBLICA SUGERIDA Leer Isaías 54,6-10. “Como a mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor; como a esposa de juventud, repudiada —dice tu Dios—. 54,7: Por un instante te abandoné, pero con gran cariño te recogeré. 54,8: En un arrebato de ira te escondí un instante mi rostro, pero con lealtad eterna te quiero —dice el Señor, tu redentor—. 54,9: Me sucede como en tiempo de Noé: juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; así juro no enojarme contra ti ni reprocharte. 54,10: Aunque se retiren los montes y vacilen las colinas, no te retiraré mi lealtad ni mi alianza de paz vacilará —dice el Señor, que te quiere— 1.- ORACIÓN INICIAL. Invitar a una persona para dirigirla. Introducción El salmo 117 es una doxología por las maravillas que Dios ha realizado en medio de su pueblo: Firme ha sido su misericordia con nosotros. Y, como entre todas estas maravillas de Dios la resurrección de Jesucristo es la culminación de todas, por ello precisamente este salmo encuentra en la hora de Laudes su momento más apropiado. Que todo nuestro ser bendiga, pues, a Dios, cuya fidelidad a sus antiguas promesas de protección a su pueblo ha sido firme, se ha manifestado a nosotros y dura por siempre. Salmo 117. Alaben al Señor, todas las naciones, aclámenlo, todos Pues grande es su amor con nosotros, la fidelidad del Señor es eterna. ¡Aleluya! los pueblos. Oración: Señor, Dios eterno y todopoderoso, que, para mostrar tu fidelidad, has ratificado las promesas hechas a los patriarcas y, para manifestar tu misericordia, has querido también que los pueblos gentiles aclamaran tu nombre; reúne en tu Iglesia a los hombres de todas las naciones y de todos los pueblos, afín de que, unidos en un mismo espíritu, aclamen tu misericordia y tu fidelidad, ahora y por los siglos de los siglos. Amén. 2.-INTRODUCCIÓN Intención de la obra del Deutero-Isaías o Segundo Isaías (40-55). Cuando la Palabra de Dios haya eco en nuestra vida, la cambia de raíz. El Segundo Isaías, en el fondo, narra una bella historia de la acción de Dios con Israel: en el prólogo (1,1-11) el pueblo es endeble como hierba y como flor marchita (40,6-8), pero por medio de su predicación, la voz divina retumbará en el corazón de Israel hasta convertirlo en el pueblo que narra la gloria de Dios. El epílogo constata cómo la Palabra ha renovado a Israel desde los cimientos: En lugar del espino crecerá el ciprés, en lugar de la ortiga crecerá el mirto. Será para renombre de Yahvé, para señal eterna que no será borrada (55,13). 3.- DESARROLLO DEL TEMA A. VER Trabajo personal: 1. ¿Cómo has experimentado el amor de Dios? 2. Identifica, en tu vida momentos en los que has sentido que a pesar de tus fallas, Dios te ha acogido sin recriminarte nada y más bien te recibe con los brazos abiertos, confiando en ti, una y otra vez. Comparte con 2 o 3 personas que se encuentran a tu lado, tus respuestas. En Plenario, pedir que algunos compartan, ¿de qué se han dado cuenta con este trabajo reflexivo? Al final, se hace una conclusión. B. JUZGAR La Palabra de Dios restaurará a Israel en cuatro etapas: 1) El combate contra los ídolos (40,12-44,23). La palabra profética revela el cuidado de Dios por su pueblo: Como pastor pastorea su rebaño: recoge en brazos los corderitos, en el seno los lleva, y trata con cuidado a las paridas (40,11). Pero el profeta se encuentra con que Israel vive alejado de su Señor y apegado a los ídolos. Por eso comienza recordando quien es Dios y comentando sus maravillas: Yahvé es el Creador (40,12-31) + el Señor de la historia (41,1-42,13) y el liberador de Israel (42,14-44,27). 2) La misión de Ciro y la caída de Babilonia (44,28¬-48,22). La Palabra cala en el pueblo. La verdad no está en los ídolos, sino en Yahvé que actúa para salvar a Israel. Y ¿cómo va a actuar Dios? Dios vuelve a sorprendernos, no actuará en esta ocasión por medio de las mediaciones del AT (sacerdotes, profetas y reyes) sino principalmente a través de los signos de los tiempos: Ciro es el instrumento divino para restaurar a Israel (44,2845,19), Babilonia es el paradigma de la opresión y la ausencia de Dios (45,20-47,15), e Israel es como el testigo de la liberación (48,1-22). 3) El misterio del sufrimiento (49,1-53,12). La palabra de Dios no actúa mecánicamente, sino que supone el esfuerzo y el sufrimiento en confianza y esperanza. Israel tuvo que abandonar muchas cosas para dejarse transformar por la Palabra (pe. la renuncia a la monarquía). El esfuerzo y el sufrimiento de Israel para reconstruirse sobre sus propias ruinas y en base al nuevo proyecto de Dios se expresa en 49,1-53,12 y especialmente en los llamados cánticos del Siervo de Yahvé. 4) La reconstrucción de Jerusalén (54,1-55,5). La cuarta parte del libro nos muestra la ciudad santa, Jerusalén, reconstruida por la Palabra de Dios (54,1-55,5). TRABAJO EN EQUIPOS: Leer el texto Isaías 54,6-10. 54,6: Como a mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor; como a esposa de juventud, repudiada —dice tu Dios—. 54,7: Por un instante te abandoné, pero con gran cariño te recogeré. 54,8: En un arrebato de ira te escondí un instante mi rostro, pero con lealtad eterna te quiero — dice el Señor, tu redentor—. 54,9: Me sucede como en tiempo de Noé: juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; así juro no enojarme contra ti ni reprocharte. 54,10: Aunque se retiren los montes y vacilen las colinas, no te retiraré mi lealtad ni mi alianza de paz vacilará —dice el Señor, que te quiere— Responder las preguntas: ¿Qué características de Dios, se encuentran en el texto? ¿Qué promete Dios a su pueblo? ¿Qué mensaje está dando Dios a su pueblo? PLENARIO-CONCLUSIÓN, Será conveniente rescatar ideas del documento de introducción. C. ACTUAR Compromiso: Reflexión personal ¿A qué me compromete saber que Dios jamás me tirará su amor? ¿Qué voy a hacer para responder al amor y fidelidad de Dios? ¿A través de qué medios (Oración, escucha de la Palabra de Dios, puesta en práctica de actitudes evangélicas, etc.) voy a cultivar mi relación con Dios a nivel personal y/o, grupal? Resonancia espontánea. 2 o 3 personas comparten libremente parte de su reflexión personal. Evaluar ¿Cómo resumirías el mensaje central del tema que reflexionamos? ¿Qué mejorarías en un próximo tema? 4.- ORACIÓN FINAL. +Lectura del texto: Isaías 49,15-16 ¿Puede una madre olvidarse de su criatura, dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pero, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré. Mira, en mis palmas te llevo tatuada, tus muros están siempre ante mí; yo jamás me olvidaré de ti. +Breve silencio orante +Proclamar el salmo 138 138,1: De David. Te doy gracias de todo corazón; frente a los dioses cantaré para ti. 138,2: Me postraré hacia tu santuario, dando gracias a tu Nombre, por tu amor y tu fidelidad; porque tu promesa supera a tu fama. 138,3: Cuando te llamé, me escuchaste, fortaleciste mi ánimo. 138,4: Te darán gracias, Señor, los reyes de la tierra al escuchar las palabras de tu boca. 138,5: Cantarán la soberanía del Señor: ¡qué grande es tu gloria, Señor! 138,6: Excelso es el Señor y mira al humilde, desde lejos conoce al soberbio. 138,7: Si camino entre peligros, me conservas vivo: ante la furia de mis enemigos extiendes tu izquierda y tu derecha me salva. 138,8: Que el Señor me defienda mientras viva. ¡Señor, tu Nombre es eterno, no abandones la obra de tus manos! De su biblia, de forma espontánea cada uno proclama un versículo a cada 2 estrofas, responden todos: ¡Señor, tu Nombre es eterno, no abandones la obra de tus manos!