LA AMÉRICA LATINA Y LA COMERCIALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN CONTEXTO MUNDIAL – DEL GATT AL GATS Juçara Dutra Vieira Vicepresidenta Mundial, Internacional de la Educación El GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio), creado en 1947 y con vista a la reglamentación del comercio internacional, fue uno de los arreglos institucionales del capitalismo. Además de establecer reglas, actuaba como un forum permanente de negociación. En 1995, fue sustituido por la OMC (Organización Mundial del Comercio), encargada, especialmente, de poner en práctica los acuerdos resultantes de la última ronda de negociaciones del GATT, firmados en Marrakesh, en abril de 1994. La diferencia entre ambos, está en el hecho de que los acuerdos de la OMC, pasaron a aplicarse a las inversiones, a los servicios y a la propiedad intelectual a través del GATS (Acuerdo General sobre Comercio y Servicios)¹. Sin entrar en la cuestión del mérito del funcionamiento de la Organización, donde “algunas reglas son inventadas en el momento (...), de forma que no pueden ser ‘justas y equitativas’²”, la amplitud de la institución, es lo que incluye el debate sobre la educación en este ámbito de negociación internacional. De esta manera, para mantenerse excluido del GATS, el sistema educativo del país debe estar totalmente financiado y administrado por el Estado bajo una perspectiva no comercial. Por otro lado, el mercado de la educación, está dividido en cinco categorías: educación primaria, secundaria, superior, de adultos y otros servicios. Así, en América Latina, Costa Rica, México y Panamá, incluyeron las tres primeras. Se debe observar, que uno de los países más grandes y que tiene una fuerte intervención en la OMC, los Estados Unidos, solamente incluye la educación de adultos y otros servicios, mientras que la Unión Europea (con excepción de Austria, Suecia y Finlandia) abarca las cuatro primeras categorías. Para HIRTT³, “una vez agotado el Tercer Mundo, conquistados los países del Este, las telecomunicaciones y los transportes públicos, devorados por el capital privado, ¿qué resta, todavía, para saciar la sed del monstruo? ¡La educación!” Según él, la educación representa, para el conjunto de los países de la OCDE, el último gran mercado, cuyos valores de 875.000 millones de euros al año, equivalen a los del mercado mundial de automóviles. Es por esto, que las iniciativas de “reglamentación”, tienen como interfaz la “des-reglamentación” de los sistemas nacionales. Al mismo tiempo, el capital, se beneficia por el desarrollo de las ciencias relacionadas con la comunicación, la informática y la cibernética. Es decir, lo que debería servir para aproximar los extremos sociales, ayuda en su distanciamiento. Por ejemplo, los beneficios generados por la Internet, raramente son asimilados por la educación en lo que se refiere a la incorporación tecnológica. 1 Por otro lado, la posibilidad de reducir costos es lo que, generalmente, se considera más importante. En este sentido, la urgencia con que el capital busca adecuar los trabajadores a la economía globalizada, representa un desafío y una permanente búsqueda de resultados. Un dato que no siempre llama la atención en esta era de comunicación virtual, es la imposibilidad de retroceso de la cultura letrada. Desde los manuscritos, pero particularmente desde Gutenberg, la humanidad viene registrando su historia y procesando esas formas de registro. Por esa razón, es inimaginable un futuro sin escuela, aunque sea para no aprender o aprender poco. Así, la funcionalidad de dicha escuela no está en garantizar crecientes niveles de inclusión, sino en garantizar un tipo de camino civilizador. Otro aspecto que debe ser considerado, es el notable crecimiento de las ONG´s, creadas como “Organizaciones No Gubernamentales”. Muchas de ellas, reciben recursos públicos indirectos o subsidios internacionales. De las dos vertientes – la que se propone ser alternativa de producción de políticas y que actúa como sustitutiva de gestiones públicas – la última, es la más preocupante para el área de la educación. De este modo, al transferirse la responsabilidad del poder público, se aleja también el compromiso de financiación directa, lo que representa recursos definidos por el conjunto de la sociedad, a través de impuestos y otros mecanismos. El fenómeno de las “redes”, tiene que ver con el crecimiento de las organizaciones sociales y también con las facilidades proporcionadas por la comunicación virtual. Por su carácter de integración horizontal, tanto puede servir para las acciones de solidaridad y emergencia de nuevas prácticas sociales, como para fragmentar las luchas políticas por sus especificidades o especificaciones de temas. Finalmente, se puede pensar, que dentro de esa complejidad en que avanza la mercantilización del servicio público y de la educación, América Latina tiene sus propios elementos. Con una historia de inestabilidad política y económica, con profundas debilidades en el área social, la región sufre varios tipos de presiones. Una de ellas, es la amenaza del ALCA, tratado comercial que llevará a una mayor dependencia de los países hacia los Estados Unidos y que se reflejará en las políticas educacionales. Otra, es la ocupación militar, de la que el ejemplo más nítido es Colombia. Ambas atacan a la soberanía de los pueblos y por lo tanto, se incluyen entre los riesgos de retroceso social. PRINCIPALES IMPACTOS EN LA EDUCACIÓN Aunque la cuestión del GATS, sea la más esclarecedora desde el punto de vista de la tendencia internacional a la mercantilización de la educación, no se puede olvidar el trabajo preparatorio de los organismos financieros, que fueron eficientes en la destrucción de estructuras públicas. Así, en 1995, la Rede Brasil y otras organizaciones, como la CUT (Central Única de los Trabajadores)4, revelaron un documento confidencial de los Bancos Multilaterales, donde el presidente del BIRD (Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo) dijo, entre otras observaciones que: “Siguiendo las experiencias de México y Argentina en el comienzo de los años 90, Brasil está hoy apurando el ritmo en su amplio programa de 2 concesiones y privatizaciones a largo plazo (...) progreso más grande se espera para 1997 y 1998, en particular en la privatización de los servicios públicos y de los bancos”. En los documentos, se describen todas las iniciativas del Gobierno brasileño para la educación, derivadas de esta lógica privatizadora. Es por eso, que la privatización de la educación es una de las principales consecuencias de este tipo de política que llega a la OMC, precedida de imposiciones económicas del sistema financiero internacional. En general, la educación superior y la profesional, fueron las más directamente alcanzadas, por ser las más rentables. De este modo, en Brasil, la proporción de inscripciones en las instituciones privadas y públicas, es de 70% y 30% respectivamente. Esto se debe a que en los últimos años, de los 7.449 cursos autorizados por el Consejo Nacional de Educación, 5.167 fueron para el sector privado. La educación primaria y secundaria (en Brasil llamada “fundamental”), son menos atractivas para el sector empresarial, por lo tanto el discurso se dirige a las comunidades. Éstas, interesadas en las familias y en la cuestión social, buscan soluciones paliativas a la falta de responsabilidad de los gestores públicos en asegurar la educación, que incluye desde el pago de tasas, hasta la contratación de personal. Es grave también la omisión explícita, o bien la reducción de la calidad, la inutilización material y física; así como la falta de planificación estratégica de financiación y administración, a lo que se suma la ausencia de acompañamiento social. En América Latina, comenzando por Chile, ha ganado expresión y forma la descentralización de responsabilidades, de la cual, el ejemplo más emblemático es la municipalización de la educación, aunque no es el único ejemplo. Esto se traduce en que el poder federal delega la responsabilidad en las provincias o estados y estos en los municipios cuando la transferencia no es directa. Con excepción de los centros urbanos industrializados o centros de desarrollo, los municipios tienen menos capacidad de recaudación de impuestos, y por lo tanto, de inversión; de manera que una política de municipalización a gran escala, significa una renuncia planificada de la oferta pública. La descentralización de responsabilidades no abdica, sin embargo, de la centralización del control y de la evaluación. Desde que fueron establecidos sistemas de evaluación, algunos originados en monitoreos internacionales, los gobiernos trabajan con datos, con índices de inscripciones, aprovechamiento, asiduidad y otros. Se puede decir que uno de los grandes problemas de estas evaluaciones, es su elevado grado de uniformidad. Existen muchas diferencias entre regiones y ciudades y muchas variables interfieren en el desempeño de la escuela, de la universidad, del estudiante. Debe considerarse además el hecho de que la evaluación enfoca los resultados y por lo tanto es previsible, es decir, se sabe dónde los números van a llevar, pero las causas, los motivos, permanecen intactos. Estos resultados sólo consolidan desigualdades y fomentan competiciones. 3 Con criterios más económicos que pedagógicos, crece la modalidad de educación a distancia. Inclusive, hoy se discute si es una “modalidad” y si el criterio de “distancia” continúa siendo el mismo, o fue relativizado por la expansión de los medios virtuales. Sin embargo, el centro de la cuestión, es saber si la educación a distancia parte del concepto del derecho a la educación de calidad, donde la inclusión tecnológica es uno de los lados y una de las posibilidades. De este modo, es un desperdicio impensable ignorar la potencialidad de los medios virtuales, pero es una grave discriminación usarlos como sustitutivos estandarizados de la educación integral. La reducción de financiación, es la principal, aunque no la única causa de la devaluación de los trabajadores de la educación. Los bajos sueldos han alejado a los jóvenes de la profesión. Una encuesta realizada por CNTE5 en diez estados brasileños, muestra que la faja de edad predominante de los educadores varía entre 40 y 59 años. Eso significa, por lo tanto, un inminente riesgo de desprofesionalización. Consecuentemente, a medida que se vayan jubilando, serán reemplazados por profesores y empleados improvisados. En Brasil esto suena como una ironía, ya que la ley aumenta la exigencia de escolaridad, lo cual es correcto, y las políticas, alejan a los interesados de la carrera. Por otro lado, los que continúan se sujetan a jornadas múltiples y a la precariedad de las condiciones de trabajo, lo que ha generado fatiga, desestímulo y enfermedades profesionales. Otro componente de la devaluación, es la des-estructuración de las carreras, provocada por la precariedad laboral, la ausencia de concursos públicos y la reducción de promociones e incentivos. La carrera es también un derecho de la sociedad, en la medida en que garantiza la estabilidad de un cuerpo técnico independiente de los humores de los eventuales administradores; sin embargo, es casi siempre vista como una demanda solamente corporativa, lo que disminuye el alcance de las luchas sindicales y profesionales. Sin duda, la formación es un punto fundamental en la valoración de los trabajadores de la educación, no sólo la primera formación, obtenida en la universidad y en otras instituciones, sino también la formación permanente. En esta última se encuentran dos exigencias para el profesional: la de una actualización continua, -debido a la propia evolución del conocimiento- y la de corresponder a las necesidades del alumno, las cuales cambian de generación a generación y abarcan de la parte cognitiva a la formación ética, social y política. Con raras excepciones, la formación es responsabilidad de los propios profesores y empleados de la escuela (estos casi sin opciones universitarias o de nivel medio). 4 La devaluación de los trabajadores de la educación, sea por la omisión o por ataque a sus derechos o a sus organizaciones, son los componentes de la mercantilización de la educación. La retirada del derecho de aprender, originada en la desigualdad social, también es reforzada por los factores citados anteriormente. Es decir, en la escuela pública, donde deberían estar los docentes más preparados y más disponibles, pues el alumno depende, fundamentalmente, de este sector, están los que corren de un empleo a otro, los que no tienen tiempo ni recursos para la lectura, los que no saben si volverán al año siguiente. Una escuela organizada para que el alumno no aprenda, revela la competencia de la sociedad capitalista y neoliberal. Como es imposible cerrarla, por los factores citados previamente, se la puede mantener sin riesgos para el orden vigente, inclusive, porque es muy barata. Para esto convergen otras políticas que mantienen la pobreza, la dependencia y las desigualdades. La escuela sirve para todo: educación para el tránsito, campañas de vacunación, recolección de basura, entre otros, por lo tanto, disminuye otras inversiones. En lo que se refiere al hecho de que el alumno no aprende, siempre es posible responsabilizar al propio alumno (“no es inteligente”), al educador (“no está preparado”), a la familia (“no está estructurada”), al medio (“no hay condiciones culturales”)... DESAFÍOS Los sucesivos ataques al derecho a la educación han generado reacciones generalmente defensivas. Eso se explica por la complejidad de los factores y el alcance estratégico de esas medidas, que están más allá de los límites de la actuación de los sindicatos y de los propios países. Por lo tanto, es indispensable sumar esfuerzos y abrir nuevos frentes en la lucha ofensiva, llevándola a nivel internacional. De este modo, hoy ya no es suficiente requerir la universalización de la educación primaria (fundamental), con la presencia de las niñas en las escuelas (todavía hay discriminación) y el combate del analfabetismo. Es necesario exigir la expansión de las etapas de escolaridad, la inclusión tecnológica, la ampliación de la educación superior, la calificación para el trabajo, en la perspectiva de inserción y no de mano de obra solamente. En esto, pueden ayudar organizaciones como la IE y la CEA, también eventos como el Forum Mundial de Educación y tantos otros que organizan la discusión y la movilización. Por ello se debe movilizar a la sociedad para la inversión de la deuda externa (o de parte de ella) en proyectos de educación. Dicha deuda, se divide internamente en deudas de otras instituciones, de las federaciones o de los países y disminuye la capacidad de inversión social; por lo tanto, al no abordarla, no se abarca una de las causas más perversas de la dependencia de los países pobres o en desarrollo. 5 Para este efecto, existen movimientos positivos de sectores gubernamentales en Latinoamérica – Argentina, Brasil, México, Venezuela y otros – inclusive con manifestaciones públicas. Lo que ocurre, sin embargo, es que los portavoces provienen del sector educacional y no son, necesariamente, los que poseen más fuerza para conducir la política económica. Por lo tanto, es la sociedad, la que a través de sus sectores organizados, debe masificar esa idea. El avance de la OMC, apunta a la urgencia de la legitimación de interlocutores internacionales, como la UNESCO, para la discusión mundial. Esto puede parecer obvio, pero la relación es la misma que ocurre entre administradores de educación y de finanzas en nuestros países. Gran parte de los problemas no se resuelven localmente, aunque existan países que, intencionalmente, agraven la situación de la población más dependiente de las políticas públicas. Del mismo modo, a nivel nacional, se debe recuperar las reglamentaciones sistémicas, tanto para asegurar derechos como para inhibir privatizaciones. Obviamente, día con día, se lucha por combatir la privatización, la fragmentación y mercantilización de la educación. Si esos grandes problemas dependen también de grandes fuerzas, no es menos verdad, que la cultura cambia también, y principalmente, en la cotidianeidad. Existen muchas formas de privatización que pasan desapercibidas o disfrazadas de participación; ejemplo de ello son las campañas para la adopción de escuelas, cuando los recursos deberían ser públicos; la voluntad en lugar del profesionalismo y el énfasis en la falsa superioridad de la educación privada. Estos son algunos de los muchos aspectos de la mercantilización. Aumentar los recursos e inversiones públicas y canalizarlas para las instituciones estatales, debe ser un objetivo común del movimiento de los sectores organizados, de los parlamentarios y de los administradores de izquierda. Por otro lado, experiencias localizadas pueden mostrar a la sociedad que la inversión producirá un retorno a través de la elevación de los niveles de ciudadanía y de calidad de vida. Obviamente, sin un esfuerzo nacional, los avances locales se pierden con la misma rapidez que cambian los administradores. Es por esto que son esenciales los esfuerzos nacionales para elevar los porcentajes del PIB o PNB, cuyos reflejos serían muy positivos para toda la región. Un desafío permanente para el movimiento, es el de establecer indicadores claros de valorización profesional y transformarlos en legislación y políticas, tales como: sueldos adecuados a la importancia social de la profesión; carreras estructuradas para el cumplimiento de la actividad pública con la necesaria calidad y disponibilidad; formas de contratación asociadas a los concursos públicos; formación inicial y permanente compatibles con los desafíos de la calidad social, de la actualización teórica y de la práctica creativa. Por último, salud y previdencia, aseguradas por los sistemas públicos y con preocupación de orden ocupacional. 6 Estas reflexiones son puntuales y fueron escritas para el evento convocado en Brasil, del 8 al 11 de noviembre, a los jefes de Estado, ministros de Educación, representantes de organismos internacionales y de la sociedad civil. Ésta, es la reunión del Grupo de Alto Nivel (High Level Group) organizada por UNESCO, que monitorea las metas pactadas en Jontiem (1990) y en Dakar (2000). Previo a este evento, la IE organiza un Parlamento de Educadores, además, otras instituciones también preparan sus agendas. Cabe rescatar que este es un momento importante para que la CNTE, la cual tiene muchas producciones sobre la educación brasileña. De esta forma la CNTE puede ampliar, en las discusiones con muchos(as) compañeros(as), la visión del continente y de los demás países representados. NOTAS Y REFERENCIAS 1. “La OMC y la ronda del milenio: los retos de la educación pública – cuestiones de interés común para educadores y trabajadores del sector público”. Revista 2, editada por la IE (Internacional de la Educación) juntamente con la ISP (Internacional de Servicios Públicos), Francia y Bélgica, 1999. 2. KWA, Aileen. Poder y Presiones Políticas en la OMC, Focus on the Global South, University Bangkok, Thailand, 2002 (edición en español). 3. HIRTT, Nico. Os Novos Amos da Escola – o negócio da educação, Publicaciones Digitales, S. A. Sevilla, España, 2003. 4. VIANNA Jr, Aurélio (org) A Estratégia dos Bancos Multilaterais para o Brasil – análise crítica e documentos inéditos. Tipogresso, Brasília, 1998. 5. VIEIRA, Juçara Dutra. Identidade Expropriada – retrato do educador brasileiro, Brasília, CNTE, 2003. 7