El suelo en el cultivo ecológico Escrito por arcoiris Miércoles, 03 de Abril de 2013 00:00 En el suelo hay de forma natural una infinidad de organismos vivos que efectúan un (trabajo) continuado: las raíces al explorar en busca de agua y nutrientes; las lombrices, insectos y roedores, con sus galerías; otros organismos con sus exudaciones y residuos que ayudan a unir las partículas de arcilla y humus. Tampoco hay que despreciar la gran cantidad de materia orgánica que aportan estos organismos así como la conversión de la materia orgánica en material asimilable por las plantas. Es voz populi que las experiencias realizadas ya han demostrado que el laboreo biológico posee ventajas sobre el mecánico. Entre otras, el cultivo ecológico no apelmaza el suelo al pasar sobre el, al contrario de lo que ocurre al trabajar la tierra con maquinarias y que nos obliga a realizar cada cierto tiempo un trabajo más profundo. Por ejemplo, al cortar la hierba y dejarla como acolchado sobre nuestros cultivos, estos producen varias mejoras, por un lado no permite que el sol nos seque el terreno, conservando así la humedad y por otro lado sirve de protección a los microorganismos y demás organismos que benefician a nuestras plantas. Por otro lado, las plantas adventicias (1), o también llamadas malas hierbas, sirven de huésped a gran variedad de insectos útiles, además absorben el nitrógeno necesario que de otra forma se perdería al evaporarse a la atmósfera y que luego vuelven a ceder al suelo al convertirse en compost. Y si la planta tiene raíces profuntas como la alfalfa entonces extrae nutrientes que de otra forma resultan inaccesibles para otras plantas con sistemas radiculares menos capaces de profundizar. Para evitar que el campo se nos llene de adventicias, tenemos que realizan rotaciones de cultivo y unos programas de abonado equilibrado. 1/2 El suelo en el cultivo ecológico Escrito por arcoiris Miércoles, 03 de Abril de 2013 00:00 La principal condición que debe cumplir un apero del huerto ecológico, es no voltear el suelo en profundidad para no alterar el orden natural del suelo, trabajando con tempero, es decir con un estado adecuado de la tierra para la siembra y sobre todo no abusando de los mismos, evitando en parte de esa forma los efectos indeseables del laboreo mecánico como la mineralización del suelo y la compactación del mismo por el peso de la maquinaria. Atendiendo a razones prácticas e históricas, las razones esgrimidas para utilizar el laboreo mecánico en la actualidad han sido la de realizar más rápido los trabajos en el campo, tanto de siembra, recolección como los tratamientos. el eliminar la competencia que provocan las malas hierbas y el transporte de las producciones desde el mismo campo a su destino. adventicias (1): En Botánica, las raíces adventicias son aquellas que no provienen de la radícula del embrión, sino que se originan en cualquier otro lugar de la planta, como por ejemplo en alguna porción del vástago, en tallos subterráneos y en raíces viejas. Pueden tener o no ramificaciones, pero tienen una forma y un tamaño relativamente homogéneo, formando sistemas radicales fibrosos. Generalmente no presentan crecimiento secundario. Su duración varía, en algunos pastos perennes pueden durar varios años. En muchas monocotiledóneas como la gramilla (Cynodon dactylon) y dicotiledóneas como la frutilla (Fragaria), que presentan tallos postrados, en cada nudo nace un fascículo de raíces adventicias. 2/2