LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN LA CONSTITUCIÓN La particularidad principal de las fuentes en el Derecho Laboral radica en que entre ellas puede figurar, bajo unas condiciones determinadas, la autonomía colectiva o el poder conjunto de los representantes de los trabajadores y empresarios. A esta autonomía colectiva se le reconoce en el ordenamiento estatal poder normativo para la determinación de las condiciones de trabajo y empleo, ejercitándose dicho poder través de la negociación colectiva laboral y su fruto es el convenio colectivo de trabajo. La Constitución Española regula la negociación colectiva en el artículo 37.1, al decir que <la ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios>. Analizando el precepto, podemos definir la negociación colectiva como el proceso formalizado de diálogo entre representantes de los trabajadores y empresarios con el fin, en el ejercicio de su autonomía colectiva, de conseguir un convenio colectivo regulador de las relaciones entre ambos, así como de las condiciones a las que se ajustarán los contratos de trabajo en un determinado ámbito. Visto el precepto, voy a señalar las características que lo identifican: 1) El derecho a la negociación colectiva no es un derecho fundamental. Pese a encontrarse conexionado con el derecho de libertad sindical, esta situado dentro del Capítulo Segundo, Sección 2º, del Título I de la Carta Magna, es decir, dentro de los derechos de los ciudadanos, por lo que vincula a todos los poderes públicos y debe regularse por ley. Dicha ubicación provoca que, de acuerdo con el artículo 53.2 de la Constitución, no le sean de aplicación las garantías contempladas en dicho precepto constitucional respecto a que su defensa se produzca en un procedimiento preferente y sumario en la jurisdicción ordinaria, así como poder acudir a la vía del recurso de amparo. 2) Este derecho se configura como una garantía institucional. Quiere decir que se impide la supresión de lo constitucionalizado por medio de la legislación ordinaria o, visto desde la óptica inversa, el legislador tiene la obligación de protegerlo y desarrollarlo, asegurando que en ningún caso el mismo pueda traspasar el núcleo esencial de dicha garantía. Esta garantía institucional, he de decir que no excluye la posibilidad de legislación laboral, a la que quedará subordinado el convenio colectivo. La ley siempre supera al convenio colectivo, y este debe respetarla y someterse a su imperio. Como el propio Tribunal Constitucional ha señalado <la ley ocupa en la jerarquía normativa una superior posición a la del convenio colectivo, razón por la cual éste debe respetar y someterse a lo dispuesto con carácter necesario a aquella, así como, más genéricamente a lo establecido en las normas de mayor rango jerárquico>. 3) El derecho a la negociación colectiva es un proceso de contacto permanente entre las partes sociales, mucho más extensa que el concreto resultado del convenio colectivo. Es decir, la negociación colectiva incluye éste ultimo, pero no se agota ni diluye, en modo alguno, en él. La actividad negociadora de las partes sigue aunque el convenio este vivo, pues éste se gestiona, aplica y administra por las propias partes. 4) Sus titulares son los trabajadores y los empresarios. Desde el punto de vista de los trabajadores es un derecho que se ejerce colectivamente. Si no fuese así, habría simplemente negociaciones de contratos de trabajo uno por uno. 5) El convenio colectivo goza de fuerza vinculante. Como hemos visto, el precepto constitucional reconoce la fuerza vinculante de los convenios. Esta fuerza vinculante es simple y llanamente la imperatividad que es propia del derecho, es decir, de la norma jurídica. El pacto se va a separar de la voluntad de sus creadores y va a adquirir una existencia propia y una propia fuerza vinculante. Aquí el Tribunal Constitucional ha citado que <el convenio colectivo, que constituye el resultado de la negociación, no es sólo un contrato sino una norma que rige las condiciones de trabajo de los sometidos a su ámbito de aplicación>. EFICACIA JURÍDICA Y PERSONAL DE LOS ACTOS QUE DERIVAN DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA Debemos distinguir aquí entre la eficacia jurídica y la eficacia personal de los actos que resultan de la autonomía colectiva. La eficacia jurídica atiende al valor objetivo que el acuerdo que resulta tiene para los contratos de trabajo por él afectados; determina que relaciones existen entre los acuerdos y los actos provenientes de la autonomía individual. La eficacia personal se refiere al conjunto de sujetos que quedan incluidos dentro de su campo de aplicación. EFICACIA JURÍDICA Si atendemos a la fuerza que tienen para obligar de los pactos alcanzados, podemos dividirlos en acuerdos de eficacia jurídica normativa o contractual. a) Las consecuencias de atribuir eficacia jurídica a los pactos son las siguientes: - El convenio colectivo creará derecho objetivo para los trabajadores y empresarios al igual que lo hacen las leyes o los reglamentos. - Se da el principio de automaticidad o, lo que es lo mismo, la aplicación del convenio colectivo a los sujetos afectados por él se produce de forma imperativa y automática sin necesidad de tener que incorporarse a los distintos contratos de trabajo como condiciones más beneficiosas. - Rigen los principios de inderogabilidad singular y de irrenunciabilidad, siendo nulos los contratos individuales contrarios a los regulado en el convenio colectivo e irrenunciables para los trabajadores los derechos que vienen regulados en él. - También aparecen los principios de jerarquía y el de norma mínima. El artículo 3.1 del Estatuto de los Trabajadores establece una jerarquía entre las fuentes de la relación laboral, sometiendo a los convenios colectivos a las disposiciones legales y reglamentarias del Estado. El artículo 3.3 matiza su alcance señalando cómo las normas pactadas deberán respetar solamente lo que se denomina <mínimos de derecho necesario> b) Las consecuencias de atribuir eficacia jurídica contractual a los convenios colectivos son las siguientes: - El convenio colectivo no va a crear derecho objetivo para los trabajadores y empresarios sino simples derechos subjetivos para las partes contratantes. - Aquí no va a regir el principio de automaticidad, sino que su aplicabilidad a trabajadores y empresarios se va a producir por la incorporación expresa o tácita de sus cláusulas a los contratos de trabajo individuales como condiciones más beneficiosas. - Tampoco rigen los principios de imperatividad concretable en los de inderogabilidad singular y de irrenunciabilidad. Es decir, van a resultar válidos los contratos individuales que se celebren por debajo de lo marcado en el convenio colectivo, siendo posible, por tanto, la derogación in peius del convenio colectivo por parte de aquéllos. - Si que va a jugar el principio de jerarquía normativa matizado por el de norma mínima, pero no en cuanto al convenio, sino en cuanto contrato individual de trabajo, porque sus cláusulas solamente van a ser eficaces en la medida en que se hubieran incorporado a los contratos individuales de trabajo. EFICACIA PERSONAL Según los trabajadores y empresarios que van a estar dentro del campo aplicativo del convenio colectivo, podemos clasificar estos en convenios de eficacia general y eficacia limitada. El convenio de eficacia general es aquél que va a extender sus efectos a todos los trabajadores y empresarios incluidos en su ámbito funcional y territorial de aplicación, sin distinguir entre afiliados o no. En cambio, el convenio de eficacia limitada, limita su aplicación sólo a aquellos empresarios y trabajadores directamente representados por los sujetos negociadores. TIPOS DE CONVENIOS COLECTIVOS Nuestra carga magna no ha marcado un modelo cerrado de negociación colectiva, sino la coexistencia de diferentes modelos de negociación y tipos de convenios colectivos. Los tipos más típicos de la autonomía colectiva son: 1) Los convenios colectivos estatutarios. Regulados en el Título III del Estatuto de los Trabajadores, alcanzan el máximo de formalización y de publicidad, garantizando la adecuada representatividad de las organizaciones firmantes. Por su cuidadosa formalidad en su procedimiento de elaboración, gozan del máximo de eficacia: la eficacia normativa y la eficacia general. Dos notas importantes respecto a los mismos: - Estos tipos de convenios gozan de la condición de norma jurídica, insertándose en el cuadro de fuentes del Derecho. Es decir, el convenio se va a imponer a todos los contratos individuales incluidos en su ámbito aplicativo. Esta inderogabilidad conoce dos excepciones que la convierten en relativa: por una parte, puede ser mejorado por las partes y, por otro, podrá ser objeto de minoración en todos aquellos casos en que el derecho de que se trate no resulte indisponible (artículo 3.5 del Estatuto de los Trabajadores). El convenio va a desplegar efectos automáticos, es decir, sin que exista un acto expreso de recepción por los trabajadores a los que resulte de aplicación. - También se le llama convenio de eficacia general, pues se va a aplicar a todos los sujetos incluidos en sus ámbitos funcional y territorial de actuación, independientemente de su afiliación con las partes firmantes. 2) Los convenios colectivos extraestatutarios. A diferencia de los estatutarios, éstos no se encuentran regulados en el Título III del Estatuto de los Trabajadores. Es decir, no tienen la misma eficacia que los convenios estatutarios. Mientras que el convenio estatutario tiene eficacia personal general y eficacia jurídica normativa, el convenio colectivo extraestatutario tiene sólo una eficacia personal limitada y una eficacia jurídica contractual. Presupone un acuerdo plural entre los representantes de los trabajadores y los empresarios, no ajustándose al Título III del Estatuto de los Trabajadores, sino acogiéndose al artículo 37 de nuestra Constitución, rigiéndose por las normas generales de la contratación del Código Civil, con la aplicación necesario de las reglas y principios del Derecho del Trabajo que confluyan en el caso. Dos notas al respecto aquí: - Van a circunscribir sus efectos a las partes que los otorgan, limitándose su fuerza vinculante a aquellos sujetos que les han conferido un poder de representación. - Que el convenio extraestatutario tenga eficacia personal limitada no significa que no pueda extenderse más allá del círculo personal de quienes lo pactaron y de los por ellos representados. La adhesión a este convenio por sujetos a los que inicialmente no se les aplica no se cuestiona en absoluto. Se exige para ello que dicha adhesión sea libre, siendo sus modos variados: desde la simple solicitud de aplicación de las condiciones pactadas por el trabajador individual; la contratación por el empresario de trabajadores con firma de la adhesión al pacto extraestatutario, etc. 3) Los acuerdos o convenios marco interconfederales. Son acuerdos que se negocian en la cumbre, firmados por las organizaciones sindicales y empresariales más representativas a nivel estatal o de Comunidad Autónoma. Estos acuerdos o convenios no regulan las condiciones de trabajo sino que van a marcar las directrices de las condiciones de negociación y, en algunos casos, la estructura de la misma. Es decir, su finalidad es establecer reglas, criterios para el conjunto de la negociación colectivo dentro de su ámbito, o para la negociación de convenios de ámbitos inferiores. 4) Los acuerdos colectivos de empresa. Se denominan así porque se negocian y aplican en ese ámbito, entre la dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores. Se asemejan al convenio colectivo, distinguiéndose por su contenido, dado que normalmente se limita a un determinado tema laboral. Podrán ser regulados por acuerdo de empresa, en defecto de convenio colectivo, las siguientes materias: - Sistema de clasificación profesional. - Régimen de ascensos en la empresa. - Modelo de recibo de salarios. - La determinación del mes en que el trabajador tiene derecho a recibir la segunda gratificación extraordinaria anual. - Distribución irregular de la jornada a lo largo del año. - Distribución del horario de trabajo diario, superando el límite de las nueve horas diarias. - Las reglas para adecuar el número de la representación unitaria a disminuciones sensibles de la plantilla. 5) Otros acuerdos. Como dije al principio, nuestro modelo de negociación colectiva tiene un carácter abierto, siendo posible la aparición de una multiplicidad de productos convencionales. Tenemos: - Un primer grupo lo observamos en los acuerdos previstos en los artículos 8 y 24 de la legislación sobre huelga y conflicto colectivo. Aunque no tienen la misma naturaleza que el convenio colectivo estatutario, se les concede la eficacia y fuerza vinculante de éste, siempre que las partes acrediten la legitimación convencional que exige la ley y que revistan la solemnidad del convenio en cuanto a mayorías, registro y publicación. - También encontramos los acuerdos adoptados en el seno de procedimientos de solución extrajudicial de conflictos colectivos. - La legislación sobre trabajadores autónomos recoge los denominados como <acuerdos de interés profesional>. Son los concertados entre las asociaciones o sindicatos que representen a los trabajadores autónomos económicamente dependientes y las empresas para las que desarrollen su actividad y en ello podrá establecerse las condiciones de modo, tiempo y lugar de ejecución de la actividad, así como otras condiciones generales de contratación. He de decir que estos acuerdos deben respetar las normas de derecho necesario, subordinándose los pactos al principio de jerarquía normativa.