Derecha deja a un lado las autonomías y opta por los conflictos para desgastar democracia Adalid Cabrera Lemuz La Epoca 02-03-09 Pese a que el gobierno del presidente Evo Morales Ayma ha vuelto a reabrir las puertas del diálogo con los prefectos opositores para lograr acuerdos sobre el régimen autonómico, la derecha comenzó a rearticularse en las regiones de la autodenominada Media Luna y en el Congreso con el fin de reanudar movimientos de desestabilización que impidan la aplicación de la Constitución Política del Estado. Han sido variados los argumentos esgrimidos por la oposición, cuyos dirigentes sacaron la cabeza otra vez ante la propuesta de diálogo, pero solamente para criticar y cerrar los caminos al consenso colocando condiciones cuyo fin es dilatar los acuerdos. Al día siguiente de la posesión del nuevo Comité Cívico de Santa Cruz, el Consejo Nacional Democrático (CONALDE), conformado por los prefectos de Santa Cruz, Beni, Tarija y Chuquisaca, Rubén Costas, Ernesto Suárez, Mario Cossío y Savina Cuellar, respectivamente, decidieron reunirse el viernes para trazar una estrategia que doble el brazo al Gobierno este año, mucho más con miras al proceso electoral de este año. El objetivo es desgastar al Gobierno antes de las elecciones de diciembre. Costas ya adelantó que el CONALDE exigirá al Gobierno, además de invitar a veedores de organismos internacionales que presencien el diálogo, la restitución a los departamentos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), la liberación de los detenidos en Pando, entre ellos el ex prefecto Leopoldo Fernández, el reconocimiento de los Estatutos Autonómicos, la revisión del padrón electoral y otros. Los prefectos opositores consideran que solamente con previos acuerdos en ese sentido se sentarán a dialogar sobre la viabilización del régimen autonómico, inicialmente a través de la conformación del Consejo Nacional Autonómico. Subrayaron que las autonomías recién comenzarán a tomarse en cuenta tras la elección de la Asamblea Legislativa Plurinacional a ser elegida en diciembre, no antes, por lo que no creen conveniente adoptar decisiones de consenso este año. De esa manera queda claro que si los prefectos opositores no vienen a dialogar a La Paz el martes próximo, se habrá demostrado nuevamente que no apoyan las autonomías y que solamente están inmersos en acciones de desestabilización en el virtual inicio de campañas proselitistas que socaven a la Administración, aunque lo curioso es que a estas alturas del partido no cuentan siquiera con un candidato que le haga sombra al presidente Evo Morales en los próximos comicios. Antes de retomar a sus otrora exigencias, estos prefectos habían manifestado que un eventual diálogo para el martes 3 de marzo debería contar con la presencia de veedores internacionales y preferentemente en Santa Cruz, además de que en todas las sesiones debería estar presente el Presidente de la República. El diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), Jorge Silva, enfatizó que el Jefe de Estado estará en algunas reuniones, pero no en todas debido a que los temas puntuales deben ser abordados a nivel técnico tras la creación del Consejo Nacional Autonómico. Se cuestionó ¿Qué quieren?, qué el Jefe de Estado no trabaje?, ¿que no haga gestión?”. El senador de Poder Democrático y Social (PODEMOS), Luis Vásquez, manifestó que la presencia de estos veedores hará que el Gobierno y los Prefectos cumplan los acuerdos, aunque ya en anteriores oportunidades los prefectos descalificaron a los representantes de la ONU y de la OEA por considerar que apoyan al Gobierno. El Gobierno ha ratificado su decisión de poner en marcha la Constitución y llamó a los prefectos mencionados que se suban al carro de las autonomías que dijeron defender en el pasado y que enarbolaron como su principal bandera de lucha regional. Sin embargo, ahora que el régimen autonómico está constitucionalizado, son los mismos prefectos que pretenden obstaculizarlo con ponencias que no condicen con el ejercicio de las autonomías departamentales, indígenas, municipales y provinciales. Diálogo ya Las autoridades están convencidas de que el diálogo debe producirse lo más antes posible en respeto a las decisiones del pueblo en las urnas que votó por el SI a la Constitución el pasado 25 de enero, por lo que la oposición debe dejar de lado posiciones intransigentes. El Portavoz Oficial de la Presidencia, Iván Canelas, recordó que la nueva Carta Magna ha merecido el respaldo de más del 61 por ciento de los ciudadanos en el referéndum celebrado a fines de enero en el que participó una cantidad récord de bolivianos. “Los condicionamientos de los prefectos de la oposición son una clara muestra que no apoyan las autonomías. Suena hasta chistoso escuchar sus declaraciones en los medios de comunicación. Al parecer no quieren dialogar y buscan conflictos en las regiones con el reinicio de medidas de presión”, dijo. Similar criterio asumió la dirigencia del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), que calificó como “actitudes caprichosas” las formuladas por los opositores en su afán de librar una nueva batalla que obstaculice la aplicación de la nueva Carta Magna. La derecha y la defensa de prebendas Aunque se autoproclaman representantes natos de sus departamentos, los prefectos pasan por las presiones de organizaciones cívicas y empresariales a las que no les interesa la autonomía democrática aprobada por la Carta Magna, sino un modelo de administración que esté a su servicio y proteja sus intereses y prebendas. Por ello mantienen sus acciones para evitar el saneamiento de tierras, debido a que muchos de los que forman parte de los grupos de poder en las regiones han acumulado feudos por favores políticos durante los gobiernos militares y neoliberales. Estatutos deben adecuarse a la Carta Magna El ministro de Autonomías, Carlos Romero, expresó que la única manera de lograr acuerdos sobre autonomías es mediante el diálogo al descartar que sea constitucional la aplicación de los estatutos autonómicos aprobados en los referéndums de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Agregó que los prefectos de esos departamentos no entienden que la inclusión de las autonomías en la Carta Magna ha constitucionalizado este sistema de administración, por lo que ahora corresponde que los estatutos se adecúen a la Constitución. Empero, sostuvo que está dispuesto a ir a las regiones para reunirse con los prefectos, ya sea en forma individual o en conjunto. Puntualizó que nadie quita los méritos a los prefectos de la oposición que exigieron una Bolivia autonómica, pero por ello mismo deben ahora contribuir al proceso. El Secretario de Autonomías de la Prefectura de Santa Cruz, Carlos Dabdoub, manifestó que no es cierto que los prefectos opositores se opongan al diálogo, aunque anotó que antes debería debatirse el contenido del nuevo Código Electoral para que los procesos sean transparentes, mucho más si se avecinan elecciones generales en diciembre. Señaló que los prefectos opositores están conscientes de que el régimen autonómico recién comenzará a marchar con una Ley que sea aprobada por la Asamblea Plurinacional a ser elegida a fines de año. Precisamente ese proyecto de Ley debe pasar por una propuesta que nazca del Consejo Nacional Autonómico que el Gobierno impulsa para que los asambleístas cuenten con un trabajo avanzado y consensuado que facilite la aprobación de la Ley. El diálogo convocado por el Gobierno en forma reiterada persigue ese objetivo. Diálogo sí, pero.... El prefecto de Tarija, Mario Cossío, llegó a manifestar que está de de acuerdo con dialogar con el Gobierno para dar curso a las autonomías, pero con posterioridad a un encuentro departamental a celebrarse la próxima semana en su región, lo que en buenas cuentas significa que no estará presente en el diálogo del próximo martes. De acuerdo con esa posición, a veces no ratificada en los hechos, Cossío, quien fue presidente de la Cámara de Diputados durante el Gobierno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, Tarija le dijo sí al diálogo, pero antes definirá en forma conjunta los pasos que darán sus instituciones. Según los especialistas, la confrontación planteada en forma reiterada por la oposición hizo inviables acuerdos que coloquen por encima de todo el interés nacional y no los de los grupos de poder económico que aún perduran en algunas regiones del país y de oligarquías como las que dominan la ciudad de Sucre, más que en el departamento de Chuquisaca. Los terratenientes y la conspiración Tras la promulgación de la nueva Constitución, los terratenientes inmersos en los comités cívicos, grupos empresariales y las Prefecturas de los departamentos opositores comenzaron a rearticularse para evitar el saneamiento de tierras, pese a que los bolivianos decidieron en el referéndum dirimitorio sobre tierras acabar las condiciones semifeudales de algunas haciendas de las regiones del oriente. Como se recordará, la decisión de los bolivianos en el referéndum dirimitorio sobre tierras fue fijar como extensión máxima de posesión de tierras 5.000 hectáreas y no 10.000, aunque en la actualidad muchos hacendados tienen el control de extensiones mayores. Otros obstáculos Los partidos de oposición con representación en el Congreso han colocado los últimos días nuevos obstáculos a los acuerdos, entre ellos su rechazo al voto de los residentes bolivianos en el exterior, una vez que temen que apoyarán al Gobierno en las elecciones del 6 de diciembre. Otra exigencia de los prefectos opositores es la liberación del ex prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, y otros dirigentes cívicos y municipales de ese departamento sobre los que pesan acusaciones de ser responsables de la masacre de casi dos decenas de campesinos a mediados de septiembre pasado en la localidad de Porvenir. Los detenidos responden a investigaciones del Ministerio Público sobre los delitos de sedición, terrorismo, asesinato y daños económicos al Estado. Algunos parlamentarios de la oposición, como el presidente de la Cámara de Senadores, Oscar Ortíz, consideran aún que esas detenciones no se justifican.