JEAN JACQUES ROUSSEAU BIOGRAFÍA y OBRAS Nacido en Ginebra el 28 de Junio de 1712, Jean Jacques Rousseau fue el segundo hijo de una familia económicamente modesta y de religión protestante, de la que recibió una deficiente educación. Durante toda su vida su origen ginebrino va a ser un elemento impulsor de su pensamiento político y una nota que Rousseau recordará con legítimo orgullo. Su madre muere pocos días después de su nacimiento a consecuencia del parto. Su padre era un relojero de costumbres bastante libres y curiosas, aficionado a la música y bailarín, que tuvo que huir de Ginebra por una disputa con un militar de buena familia. Su hermano mayor también desaparece y Jean-Jacques queda abandonado cuando tiene solamente diez años, siendo confiado al cuidado del pastor Lambercier hasta 1724, fecha en la que Rousseau comienza a trabajar en diferentes oficios. Comienza entonces una vida ajetreada en que el niño es unas veces criadillo y otras, aprendiz. Siendo ayudante de un grabador, huyó de éste debido a sus violentos modales. Dejó Ginebra y vagabundeó por distintas ciudades hasta llegar a Annency, donde fue acogido por Mme. de Warens, una conversa al catolicismo que pretendía que Rousseau abjurase del protestantismo, por lo que le envió a Turín para ser bautizado y convertido. Allí Rousseau se ganó la vida temporalmente contratado por la esposa de un tendero, pasando al servicio de Mme. de Vercellis en 1728 y un año después sirviendo en casa del conde de Gouvon. Entre 1729 y 1730, Rousseau deambula por numerosas ciudades dedicándose a enseñar música. En 1731 viaja por vez primera a París, donde trabaja como preceptor. A finales de ese mismo año se traslada a casa de Mme. de Warens en Chámbery, que le consigue un empleo en el catastro de Saboya. Reside allí durante ocho años, en los que se dedica a estudiar música, filosofía, química, matemáticas y latín. Tras diversas vicisitudes, decepcionado y fracasado, en 1742 Rousseau viaja de nuevo a París para presentar un nuevo sistema de notación musical que la Academia no consideró "ni útil ni original". Ya en esta primera etapa de su vida la dura experiencia de desclasamiento social le da a Rousseau una sensibilidad personal muy acusada respecto del establishment que es fundamental en todo su pensamiento. En París vive de sus conocimientos musicales: da clases, copia partituras y compone óperas. Sus relaciones con la sociedad ilustrada francesa fueron siempre difíciles. A las humillaciones de su infancia se añadieron otras, pues en los salones se le consideraba de inferior condición social. Todo ello causó en Rousseau una actitud hostil hacia esa sociedad artificial, cruel y falta de sinceridad, así como una desconfianza general hacia sus amigos que se fue agudizando con los años hasta convertirse en manía persecutoria. Sin embargo, en estas fechas contactó con Diderot y otros ilustrados. En 1743 publica su Disertación sobre la música moderna y al año siguiente conoce a Théresè Levasseur, con la que mantiene relaciones estables de las que tendrá cinco hijos, todos ellos confinados en un orfanato al poco tiempo de nacer. Después de redactar numerosos artículos sobre música para la Enciclopedia a petición de D’Alembert, representa en 1745 la ópera Las musas galantes y establece amistad con Grimm y Diderot. Fue precisamente en una visita a éste a la cárcel cuando Rousseau leyó en un periódico que se celebraba un concurso de ensayo de la Academia de Dijon cuyo tema versaba sobre si debían considerarse beneficiosas para la moral humana las artes y las ciencias. Dicho concurso lo ganó Rousseau en 1750 con el ensayo Discurso sobre las ciencias y las artes, texto en el que mantenía una postura pesimista y que se oponía abiertamente al pensamiento de los filósofos ilustrados, pues defendía que las artes y las ciencias (fuentes de perversión y esclavitud) contribuían esencialmente a la degeneración y envilecimiento del hombre. Departamento de Filosofía Página 1 El Discurso causó tantas controversias que Rousseau tuvo que abandonar su puesto y dedicarse a trabajar como copista de música. En 1752 presenta en la corte su ópera El adivino del pueblo y, en 1753 la Academia de Dijon convoca un nuevo concurso. En 1754 y como respuesta a dicha convocatoria, Rousseau publica una de sus grandes obras: Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres, en la que lleva a cabo una dura crítica de las instituciones políticas y sociales como grandes corruptoras de la inocencia y bondad naturales del hombre. Este segundo Discurso no obtuvo premio, pero sí despertó nuevas polémicas. En ese mismo año ve la luz el tomo V de la Enciclopedia, que contiene un artículo de Rousseau: "Economía política". Después de publicar su Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres, calificado por Voltaire como obra "contra el género humano", Roussesau volvió a Ginebra y se acogió de nuevo al calvinismo. El rechazo de sus ideas por parte de la clase ilustrada contribuyó a agriar todavía más su carácter. Rousseau busca tranquilidad en el retiro del bosque de Montmorency, instalándose en 1756 en la casa de campo de Mme. d’Epinay en Montmorency, junto con Théresè y la madre de ésta. Pero pronto surgen problemas, debido al enamoramiento de Rousseau por la condesa d’Houdetot, lo que finalmente llevó a las dos mujeres a cortar sus relaciones con Rousseau. En 1757 Rousseau sigue viviendo en el bosque, pero en una casita aparte del mariscal de Luxemburgo. Es una etapa muy fecunda. En 1761 escribe y publica su novela epistolar La nueva Eloísa, en la que manifiesta con toda claridad su espíritu prerromántico. Al año siguiente publica dos de sus obras más importantes: El contrato social con poco impacto en un principio y Emilio o de la educación, que produce una verdadera conmoción. Estas obras se oponían de forma contundente al liberalismo de Montesquieu, al utilitarismo, así como a toda forma de aristocratismo ideológico o político. Una orden del Parlamento de París condena el libro a ser quemado como obra impía por sus ideas sobre la religión natural, así como la detención de su autor. Esta reacción oficial lanza a Rousseau a una vida de errante exiliado por Suiza, pues ha de ir cambiando de residencia a medida que El contrato y Emilio son condenados por las autoridades de las diversas ciudades (Ginebra, Holanda, Berna). Rousseau se refugia en Neuchâtel, dependiente de Prusia. Las graves acusaciones que le acarrearon estas obras obligaron a Rousseau a refugiarse en Inglaterra en 1766, invitado por el filósofo David Hume. El empirista inglés pensaba que podría conseguirle una pensión del rey Jorge III. Pero sus graves trastornos mentales y el empeoramiento de sus manías persecutorias enfrentaron a Rousseau con todos sus amigos, a lo que contribuyó una pesada broma que le gastó Horace Walpole. Éste, conociendo la inestabilidad de Rousseau, escribió una carta para asustarle, en la que le convencía de los malévolos planes que tenía el gobierno para asesinarle, utilizando como intermediario a Hume, al que Rousseau, mentalmente desequilibrado, acusó injustamente de todo. En 1767 regresa a Francia, donde tuvo diversas residencias, y se casa con Théresè un año más tarde. Son los años en que escribe las Confesiones. Finalmente, en 1770, vuelve a París con la intención de confundir a todos sus enemigos. La verdad es que no le hicieron caso y tuvo que recurrir a su viejo oficio de copista de música para poder vivir. Son los años en que compone Los diálogos o Rousseau juez de Jean-Jacques (1772-75), y Los sueños del paseante solitario (1776). Un admirador, el marqués de Girardin, le recoge en su palacio de Ermenonville (unos 50 Kms. al noroeste de París). Será su última residencia, ya que dos meses después, el 2 de julio de 1778, falleció súbitamente (parece ser que como consecuencia de una apoplejía, si bien algunos sospechan sobre la posibilidad del suicidio). Allí reposaron sus restos hasta que la Convención dispuso su traslado al Panteón. OBRAS Discurso sobre las artes y las ciencias (1750). Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres (1758). Discurso sobre la economía política (1758, artículo aparecido en 1755 en la Enciclopedia ). Carta a D'Alembert sobre los espectáculos (1758). La nueva Eloísa (1762). El contrato social o Principios de derecho político (1762). Emilio o De la educación (1762). Profesión de fe del vicario saboyano (1762). Confesiones (primera parte, 1782, póstuma). Las ensoñaciones de un paseante solitario (1782, póstuma). Las consideraciones sobre el gobierno de Polonia (1782, póstuma). Confesiones (segunda parte, 1789, póstuma). Diálogos (1789, póstuma). Cartas morales (1861, póstuma). Departamento de Filosofía Página 2 LA ILUSTRACIÓN Jean Jaques Rousseau nació en Ginebra en 1712 y murió en Francia donde transcurrió la mayor parte de su vida, en 1778. Históricamente su vida transcurre durante el reinado de Luis XV, penúltimo rey francés del Antiguo Régimen. Durante su reinado Francia participó en las guerras europeas que dejarán tras sí grandes penurias económicas, hambres y enfermedades. La mayor parte de las colonias francesas en América y en Asía se perdieron y también se expulsaron a los Jesuitas (que cabría interpretar como signo de la supremacía del Estado sobre la Iglesia). A Luis XV le sucedió Luis XVI durante cuyo reinado se produjo la Revolución francesa (1789) y la instauración de la República (1792). La sociedad europea del siglo XVIII estaba organizada en tres estamentos: la nobleza, el clero y el tercer estado. La inclusión del individuo en un u otro se debía a su nacimiento y la movilidad social era prácticamente nula. El clero y la nobleza acaparaban todos los privilegios. La función del clero era el culto, la educación y al auxilio de los necesitados. Entre sus privilegios estaban la percepción de una parte de la cosecha, el pago por los servicios religiosos y las donaciones. Su poder económico era grande y la jerarquía eclesiástica estaba formada casi en su totalidad por aristócratas. En cuanto a la nobleza tenía un nivel económico muy alto y un cultura cada vez más refinada. Siempre estaba presente en los cuadros del gobierno, en la jerarquía eclesiástica y en los mandos del ejército. Entre sus privilegios se contaba la inmunidad fiscal, el derecho a ser juzgados por tribunales propios y la imposición de penas más leves que al resto de los ciudadanos. El resto de la población lo constituía el tercer estado. A él pertenecía la burguesía formada por ciudadanos con cierto poder económico dedicados al comercio, la industria, las finanzas, las profesiones liberales y las rentas en el caso de la burguesía rural. Su patrimonio y sus ganancias eran fruto de su trabajo y no de su herencia. En el siglo XVIII se da un imparable ascenso económico de la burguesía. De hecho, la Ilustración es un movimiento que responde al deseo de la burguesía de modificar el marco jurídico institucional que la relega al tercer estado a pesar de ostentar el poder económico. Buena parte de los Ilustrados procedían de la burguesía. El resto de la población estaba constituida por el campesinado que vivía en malas condiciones económicas, ya que debía producir no sólo par sus sustento sino también para poder pagar los diezmos a los propietarios. Por último, el creciente desarrollo industrial hizo que surgiera un nuevo grupo social: los obreros de las fábricas cuyas condiciones de trabajo eran penosas y cuyos salarios hacían necesario el trabajo de todos los miembros de la familia incluyendo los niños. En cuanto al contexto cultural y filosófico el siglo XVIII es el siglo de la Ilustración. Este amplio movimiento cultural se inicia en Inglaterra con Locke, Newton y Hume, alcanzó su mayor esplendor en Francia, y desde allí se difundió a otros países, especialmente en Alemania de la mano de Kant. La Ilustración defendió: 1. Una confianza ilimitada en la razón, que es suficiente por sí misma para conocer la realidad y solucionar todos los problemas de los hombres y de los pueblos, pero para ello no debe someterse a ninguna autoridad, ni a la fe, ni a la tradición, ni a la autoridad de la iglesia, ni a la del rey o a la de la nobleza. 2. Una crítica a la religión y a la moral. Se trata de una crítica no a la religión en sí, sino a las formas históricas de la religiosidad fuente de supersticiones y motivo de intolerancia y disputas entre los hombres. El ser humano debe liberarse del fanatismo y la religión, debe mantenerse en los límites de la razón, ni puede estar lleno de creencias absurdas e irracionales como dogmas y milagros. Se empieza a desarrollar un pensamiento filosófico, al margen de Dios; surgen el deísmo y las primeras expresiones del ateísmo. La Iglesia Católica sufrirá fuertes críticas que la harán perder poder e influencia. En el terreno moral, para los ilustrados actuar moralmente equivalía actuar de acuerdo a la razón y al deber y no a principios religiosos. 3. Valoración de la ciencia y la técnica. La ciencia puede descubrir las leyes que rigen la naturaleza, predecir el curso de los acontecimientos y controlarlos; se hace posible la explicación del mundo sin recurrir a Dios y la ciencia se emancipa de la religión. De hecho la ciencia se encuentra en un período de gran actividad y progreso. 4. Creencia en el progreso de la humanidad, ya que la ciencia y la razón llevarán al hombre a mejorar sus condiciones de vida tanto materialmente como espiritualmente consiguiendo una vida más plena y feliz. Todos los seres humanos serán ilustrados, educados y salvados de la miseria, de la opresión, de la ignorancia y la superstición. 5. Concepción de la política que garantice la igualdad, evite el despotismo y la concentración de poderes, que promueva la tolerancia religiosa y la libertad de pensamiento. 6. El Derecho natural. Los ilustrados sustituyeron el origen divino de las leyes por la aceptación de que el derecho procede de la razón 7. Afirmación de la dignidad humana que considera a cada hombre el centro de su vida política y sujeto de derechos inviolables por sólo ser hombre que dará lugar a las declaraciones de Derechos del ser humano. Entre los pensadores ilustrados destacan en Francia: Rousseau, Voltaire, Montesquieu y los enciclopedistas Diderot y D ` Alembert. Departamento de Filosofía Página 3 LÍNEAS PRINCIPALES DE SU PENSAMIENTO JEAN JAQUES ROSSEAU El primer hombre al que, tras haber cercado un terreno, se le ocurrió decir ‘Esto es mío’ y encontró a gentes lo bastante simples como para hacerles caso, fue el verdadero fundador de la Sociedad Civil ("Discursos sobre el origen y la desigualdad entre los hombres"). Fue un filósofo polémico, controvertido y contradictorio, ilustrado (amigo personal de Diderot y de D`Alembert y colaborador con estos en la Enciclopedia) y al mismo tiempo antil-ilustrado, detractor de la cultura, de las ciencias y las artes, gran escritor y artista. Fue impulsor del liberalismo, del socialismo y demócrata convencido (defensor de la libertad y de la autonomía del individuo), La obra de Roussean es dispersa y poco sistemática. Su pensamiento presenta algunas inconsistencias : si bien señaló que la civilización y las formas de organización política era el origen de todos los males que sufre el hombre, propuso al mismo tiempo un nuevo modelo social y político que impulsó y fundamentó el modelo de democracia sobre el concepto de voluntad general. Por su aguda crítica a la civilización y la cultura, y su audaz desprecio a la idea de un progreso o mejora de la humanidad fundamentado en el uso de la razón, Rousseau se convirtió en uno de los pensadores más atípicos de la Ilustración, anticipándose a las tesis que mantuvo posteriormente el Romanticismo (prioridad de lo emocional e irracional ). Frente a la fría racionalidad heredera del racionalismo,el ginebrino defenderá el sentimiento y la pasión como valores intrínsecos y esenciales al ser humano; valores que habían sufrido un enorme menoscabo y en cuyo desdén arraigaban los pilares de la cultura occidental. En resumen, el pensamiento de Rousseau presenta dos aspectos fundamentales y contradictorios: 1. Crítica a la Ilustración. Fue uno de los mayores representantes de la Ilustración , y como tal defendió los ideales de tolerancia y libertad, pero al mismo tiempo fue uno de sus críticos más duros por dos razones principales: Frente a la defensa del uso de la razón como lema de la Ilustración, Rousseau reivindica como valor superior el del sentimiento (anticipando el Romanticismo). Rechazo explícitamente la idea de progreso ilustrado sosteniendo que la ciencia, la técnica, las instituciones y lo que denominamos cultura no mejoran al hombre, sino que son el origen de la desigualdad entre los hombres, corrompen su inocencia y bondad natural y tienden hacerlo más infeliz. Tras su apariencia refinada y cultura , la sociedad es puro artificio que ha hecho peor al ser humano enseñando el lujo y el goce y desvalorizando cualidades morales. Esta consideración negativa aparece principalmente en el “Discurso sobre las ciencias y las artes” y en “El discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. 2. Una reflexión positiva de la política y del gobierno, expuesta en su obra “El Contrato social” . La Humanidad debe aspirar a la justicia y conciliar libertad e igualdad, algo que depende de la política . Por esto su obra se centra en el pensamiento político. Departamento de Filosofía Página 4 ANTROPOLOGÍA Concepción del ser humano La teoría del contrato social de Rousseau parte previamente de un análisis de la naturaleza humana que pueden resumirse en tres ideas: El ser humano es bueno por naturaleza, amante de la justicia, la bondad, la paz. (En el Estado natural es un buen salvaje) Son nuestras organizaciones sociales y políticas las que lo corrompen (En el Estado social es un hombre egoísta y corrupto) Es necesario instaurar nuevas organizaciones sociales y políticas legítimas y atender a la educación de los ciudadanos, único modo de regenerar al hombre (modelo político y social) La tesis que sostiene Rousseau en su libro “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres” es ésta: “los hombres en estado natural son iguales, no existe más desigualdad que la natural (en cuanto al talento, estatura, peso, cualidades…) ¿Cuál es la causa de la desigualdad entre los hombres? No se trata de una desigualdad física o natural, sino moral o política. Para Rousseau el origen de la desigualdad es la propiedad privada, la sociedad política el gobierno y la ley que ha generado las diferencias e injusticias convirtiendo la vida humana en una vida esclava y mísera, generando privilegios y poderes a los ricos de forma artificial. Considera que el hombre de ésta época esta desnaturalizado, alienado. Si admitimos que el hombre ha sido corrompido por una civilización artificial, ¿cuál es el estado natural, el estado de naturaleza del que ha sido alejado? ¿Qué es el Estado de Naturaleza? Rousseau distingue entre el estado de natural o estado social con el fin de distinguir lo que hay de originario y lo que hay de artificial en la misma naturaleza actual: EL ESTADO NATURAL designa el supuesto estado o situación del hombre con anterioridad a su vida en sociedad. Es el Estado en que el hombre sería bueno y feliz, independiente y libre, y guiado por el sano amor de sí mismo. El hombre es bueno por naturaleza. Este Estado se presenta como una hipótesis y no como una realidad que se haya dado en la historia. Para explicar cómo era el ser humano antes de la aparición de la sociedad y del Estado Rousseau elabora la hipótesis del “buen salvaje”. El hombre en estado de naturaleza es un bruto feliz con dos tendencias naturales, el instinto de supervivencia y la compasión, un sentimiento que lleva al ser humano a evitar el sufrimiento innecesario a los demás, es bueno y es pacífico. Un hombre natural originariamente íntegro, biológicamente sano y moralmente recto; por lo tanto, no malvado, no opresor, justo. En este Estado natural el hombre mantendría sentimientos puros, no condicionados por los prejuicios sociales y viviendo en paz y armonía en plena naturaleza. En este Estado pre social todos los hombres son iguales en derechos naturales y libres. La libertad es lo que diferencia al hombre de los animales, su capacidad de actuar libremente, y también por su perfectibilidad, su posibilidad de perfeccionarse y desarrollar la razón El ESTADO SOCIAL designa la situación presente en que se encuentra el hombre al vivir en esta sociedad. Es aquí donde el hombre se pervierte y se hace malo, movido por el egoísmo, el ansía de poseer (la propiedad) que le hace ser el hombre artificial y se rige por la injusticia, la opresión y la falta de una auténtica libertad. En este Estado, que sí es real, el hombre no es feliz y bueno, sino que está llevado por el egoísmo malsano por el cual busca su propio interés en detrimento de los otros seres humanos. Rousseau cree que la civilización ha convertido al hombre en un ser infeliz, egoísta, avaricioso e injusto y ha originado graves desigualdades entre los hombres. Lejos de liberar y permitir el desarrollo íntegro y armonioso del ser humano, el progreso científico y técnico no ha traído consigo el progreso moral (tesis de la Ilustración). No ha hecho a los hombres mejores personas, ni más felices, sino que se ha creado una sociedad artificial e hipócrita, repleta de convenciones absurdas y profundas desigualdades. El origen de estas desigualdades se halla en la propiedad privada, justificada y legitimada por el Derecho y garantizada mediante el uso de la fuerza por la autoridad política. ESTADO NATURAL El hombre es bueno por naturaleza El hombre posee libertad bondad natural (buen salvaje) Orienta su conducta por el instinto de conservación y la compasión Departamento de Filosofía ESTADO SOCIAL Hombre civilizado El hombre posee Libertad civil otorgada por la voluntad general. Libertad moral con derechos y deberes Depravación debido a la sociedad civil. Egoísmo y apariencia. Página 5 ¿Cómo se produjo este cambio? Rousseau lo interpreta como un cambio de pasos sucesivos: En un primer momento las dificultades para sobrevivir en un estado natural dieron origen a las primeras formas de relación social y la necesidad de cooperar para protegerse. Surgen las primeras formas de organización social, la creación de herramientas, la aparición del lenguaje, las primeras instituciones para resolver la demanda de la vida en sociedad: dirimir conflictos, conseguir alimentos, protección y defensa, etc. Aparece la familia y con ella los primeros sentimientos. Aparecen las primeras desigualdades y el amor propio, distinto del amor en sí, y con él aparecen todos los vicios (vanidad, desprecio, vergüenza, injuria y deberes). En la siguiente etapa se establecen las primeras relaciones de dependencia económica y se desarrolla la metalurgia, la agricultura y la propiedad (revolución neolítica). Esto genera un incremento de las desigualdades entre los seres humanos y se implanta la sociedad civil en la que los ricos quieren asegurarse sus riquezas mediante pactos y legislaciones que les protegen. Surgen las rivalidades, las desigualdades e injusticias generando una situación de inseguridad y de guerra que obliga a todos a firmar un pacto de no agresión en el que el gobierno garantizara la seguridad y la vida de sus ciudadanos, perpetuando con sus leyes las desigualdades y la opresión. Al aparecer la propiedad privada el hombre natural perdió su inocencia porque con ella aparecieron las desigualdades sociales. Éstas son el resultado de la capacidad de algunos de adueñarse de los recursos naturales y reducir a los demás a una situación de dependencia económica. La nueva situación de desigualdad entre los hombres dio lugar a un estado permanente de desconfianza, violencia y recurso a la fuerza. En este punto, los propietarios se convencen y convencen a los demás de la necesidad de crear una sociedad política fundada en la propiedad y en una autoridad que la defienda. Este es el origen de la sociedad que basada en la propiedad individual, la desigualdad y la injusticia ha corrompido la naturaleza original de hombre. Viviendo en sociedad el hombre se vuelve menos feliz, menos libre y menos bueno. Rousseau propone los cambios que permitan reformar la sociedad: Contrato social y Educación. POLÍTICA Y SOCIEDAD Crítica a la sociedad de su tiempo. La sociedad justa. El contrato social. Voluntad general, Soberanía. Estado. Forma de Gobierno La gran aportación de Rousseau al pensamiento político es su teoría del contrato social con la que pretende explicar cuál ha podido ser origen del Estado como principal forma de organización política. Este proyecto lo desarrolla en su obra El contrato social y el objetivo es crear un nuevo pacto que le permita compaginar la libertad e igualdad propias del individuo (Estado de Naturaleza) con la vida en sociedad (orden y estabilidad). La solución la encuentra en la voluntad general. Cada individuo pacta renunciar a todos sus derechos en favor no de una persona (un príncipe) o grupo de personas, sino de toda la humanidad, de modo que sólo se someterá a la voluntad general. El objetivo final es reformar la sociedad para que todos puedan disfrutar de la vida en sociedad, sin perder los privilegios que disfrutaban los hombres en el estado natural. EL PACTO SOCIAL ¿Cómo sería posible una nueva sociedad más justa e igualitaria? Es necesario un nuevo pacto, un contrato entre iguales y para iguales. El contrato social debe ser un contrato de libertad entre todos en el que cada uno, uniéndose a todos, no obedezca, sin embargo, más que a él mismo y permanezca tan libre como antes. Los hombres son únicamente libres si son capaces de someterse a las leyes que ellos mismos se dan El contrato social consistirá en un acuerdo mediante el cual cada hombre se somete libre y voluntariamente a la voluntad general Departamento de Filosofía Página 6 ¿Qué se gana y qué se pierde con este nuevo contrato social? LO QUE PIERDE EL HOMBRE AL DEJAR SU ESTADO NATURAL La libertad natural. Es la que poseen todos los individuos en el estado natural y que deben defenderla con sus propios medios. Se deja guiar por sus deseos e instintos La igualdad natural. El hecho de que nadie tiene más poder que nadie. LO QUE SE GANA EL HOMBRE EN EL ESTADO CIVIL La Libertad civil, limitada por la voluntad general. El hombre renuncia a sus impulsos naturales, para someterse a las leyes de esa voluntad. Es una libertad política pero libre y autónoma Su libertad, además de civil, es Libertad Moral, porque el sometimiento a estas luyes surge el sentido del deber, propio de toda moral. Los hombres se vuelven seres morales. La igualdad civil: todos los ciudadanos son parte igual de la voluntad general Los hombres se vuelven seres morales El pacto social que defiende Rousseau no es un contrato de sumisión como el que propone Thomas Hobbes. El pueblo es soberano y nadie puede renunciar a su soberanía en particular, sino que debe ser beneficiario de la sociedad en su conjunto, de la que sólo es un miembro. Es un convenio consensuado y concertado entre todos los miembros de la colectividad, cuya finalidad es aunar voluntades para garantizar la libertad y su conservación. Lo que el hombre pierde con el pacto en cuanto a su libertad, lo ve compensado con la protección que recibe por el establecimiento de las leyes protectoras del Estado civil. El sentido del contrato social no es nuevo; ya lo propusieron antes John Locke y Thomas Hobbes, pero Rousseau le da un significado distinto: No es un contrato entre individuos (como lo concibiera Hobbes entre el monarca y sus súbditos a cambio de protección y renuncia de todos sus derechos) No es un contrato bilateral ( como Locke lo considera: un grupo de personas ceden sus derechos a otro hombre y grupos de hombres para que ejerzan el gobierno en representación de ellos: liberalismo político) Se trata de un contrato entre la comunidad, cuya voluntad general es el fundamento de todo poder político. LA VOLUNTAD GENERAL La soberanía se fundamenta en el consentimiento de las voluntades de los individuos (voluntad general). La corrupción de la sociedad a la que se ha llegado puede rectificarse mediante un nuevo pacto social o contrato social con el que los hombres recobren la libertad e igualdad perdidas. Con ese nuevo pacto social los hombres deciden someterse a la voluntad general o “yo común”, única autoridad legítima. Efectivamente, ya que por naturaleza todos somos iguales y ningún hombre tiene autoridad sobre otro, sólo puede ser legítima aquella autoridad que surja de un acuerdo entre los hombres. Ahora bien ese acuerdo debe garantizar tanto la seguridad del individuo frente a los demás como su libertad (el poder de un déspota no es legítimo porque tiene su origen en el miedo y no en la voluntad libre de un pueblo). El nuevo pacto social consiste en que todos los individuos acepten renunciar a sus intereses personales y sigan los dictados de la voluntad general. Cada individuo participa libremente para definir qué es lo que quiere la voluntad general, a la vez que se somete a ella porque así se obedece a sí mismo que la ha definido. La voluntad general se caracteriza por mirar siempre al interés común mientras que las voluntades particulares están siempre dirigidas a un interés privado. Además, el pacto garantiza la igualdad para todos: todos por igual han aceptado someterse a la voluntad general, y por tanto rige sobre todos por igual. La voluntad general es la norma de la comunidad, está por encima de los individuos que le han dado forma y en tanto que es descubierta a través del ejercicio libre del voto, obliga tanto a la mayoría que la ha descubierto como a la minoría que votó en su contra (vemos cómo Rousseau justifica ideológicamente el Estado liberal democrático). Rousseau distingue dentro del Estado la fuerza o poder ejecutivo y la voluntad o poder legislativo. El poder legislativo pertenece al pueblo soberano. El legislador sería la persona que elaboraría la ley y la redactaría, pero sólo se haría ley cuando el pueblo la apruebe tras un sufragio libre. El legislador nunca será el que ejerza el poder ejecutivo para evitar la corrupción. Tampoco le corresponde al pueblo el poder ejecutivo sino que es necesario un agente que ejerza la fuerza pública de acuerdo con los mandatos de la voluntad general. EL ESTADO El nuevo Estado nacido del pacto sería un Estado plenamente racional y moral: racional porque siendo los seres humanos libres, racionales e iguales por naturaleza, no se admite otra forma de legitimación que el acuerdo racional o convención entre sus miembros. Moral porque esta regido por la voluntad general. Departamento de Filosofía Página 7 En relación con la organización del Estado, Rousseau distingue entre el soberano, el legislador y el gobierno: El soberano es el pueblo. Es el único depositario de la soberanía, esto es: del ejercicio de la voluntad general. Su poder es absoluto, sagrado, inviolable y no se puede representar. El único límite que tiene el soberano es el acuerdo o convención, dentro del marco de la voluntad general. El legislador. Este ejercicio de soberanía por parte del pueblo se materializa en leyes (poder legislativo). El autor de las mismas no es otro que el pueblo (él es el único soberano). Pero dado que el pueblo no siempre ve el bien, “su voluntad es ciega y con frecuencia no sabe lo que quiere, porque rara vez sabe lo que le conviene, necesita un guía: el legislador”. El legislado es el que crea el cuerpo de las leyes, que el pueblo aprueba mediante su voto. El gobierno, resultado del acuerdo o convención, su misión consiste en poner en práctica las leyes (poder ejecutivo). FORMA DE GOBIERNO En la medida en que Rousseau defiende que el poder soberano lo ostenta el pueblo y la comunidad y no un príncipe o una oligarquía, queda claro que nuestro autor legitima y defiende la democracia. Entiende que la verdadera democracia está unida a una mejor moral. Ética y política deben ir juntas. El pueblo soberano hace y deshace las leyes y puede confiar el poder ejecutivo a un consejo o un príncipe que tiene que gobernar en nombre de todos, no en el propio. El gobierno es un intermediario del pueblo que ejecuta los mandatos de la voluntad general expresada en leyes. Es cierto que existe el peligro de corrupción en las instituciones democráticas cuando prima la voluntad particular sobre la voluntad general. Para evitar esta situación es necesario recurrir a diversos mecanismos de control, como celebrar asambleas frecuentes y limitar el tiempo de representación del gobierno. Existen varias formas de gobierno: democracia, aristocracia y monarquía, que se pueden implantar teniendo en cuenta la variedad de pueblos y las condiciones necesarias para cada gobierno. . Como regla general el gobierno democrático conviene a los Estados pequeños, el aristocrático a los medianos y la monarquía a los grandes. TEORÍA DE LA EDUCACIÓN (la educación del hombre) La obra “Emilio o de la Educación” (1762) es una obra fundamental en la reflexión filosófica sobre la educación. En ella, Rousseau analiza la psicología del niño y su evolución estableciendo una nueva pedagogía desde el enfoque de la Ilustración. Al igual que Platón y Aristóteles considera que la educación era el instrumento idóneo para formar ciudadanos libres y conscientes de sus derechos. Presenta un proyecto educativo para lograr hombres felices y buenos ciudadanos. Parte de la idea de que si el hombre por naturaleza es bueno el objetivo de la educación es evitar que esa naturaleza se corrompa, por tanto, no debe modificar las tendencias innatas del ser humano. Una de sus principales aportaciones fue mostrar que “el niño es un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un anima, ni un hombre, es un niño”. Y la educación deberá adaptarse a cada una de las etapas de su desarrollo. Los objetivos y contenidos deberán establecerse a partir de los intereses y motivaciones del alumno en relación a su etapa de desarrollo. Tres son los principios rectores que guiarán toda práctica educativa y que el pedagogo debe respetar: 1. Considerar los intereses, necesidades y capacidades del niño. 2. Estimular en el niño el deseo de aprender. 3. Analizar qué y cuándo debe enseñarse al niño en función de su etapa de desarrollo. En el proceso educativo, la infancia será una etapa clave. Al niño no se le puede educar razonando porque el razonamiento no es apropiado para la infancia, deberá ser practicado posteriormente. El niño debe ser educado en el campo, apartado de las influencias de la sociedad, los libros e incluso su propia familia, y el preceptor deberá esforzarse para que vaya extrayendo lecciones de sus propias experiencias. Tres principios fundamentales se deben utilizar en la educación del niño: evitar que el niño adquiera hábito alguno que pueda enturbiar su natural inocencia; desarrollar su libertad; y hacerlo fuerte, es decir, capacitarlo para hacer aquello que realmente desee. Hay que educar mediante la acción no la palabra, que no tiene ninguna eficacia en la mente del niño. Todo debe ser descubierto por el educando. Otra idea importante es la importancia de perder tiempo en el proceso educativo ya que cada niño es único en el desarrollo de sus capacidades y por tanto no puede forzarse su ritmo natural de aprendizaje. En la adolescencia, de los 12 a los 15 años, hay que desarrollar una educación intelectual, orientando la atención del muchacho hacia las ciencias, pero a través de un contacto directo con las cosas. Entre los 15 y los 20 años, edad de la razón y las Departamento de Filosofía Página 8 pasiones, es necesario ordenar las pasiones del joven e instruirlo en el orden moral. Ahora debe centrarse en la dimensión social y comunitaria, el amor al prójimo y la justicia. De lo último de que se le hablará es de la religión. Como hemos dicho, Rousseau defiende una “religión natural” libre de fanatismos y supersticiones, sencilla y sin dogmas y tesis teológicas. Por último el alumno debería hacer lo más difícil, integrarse en la vida social y política cumpliendo unas condiciones imprescindibles: persistir en el deseo de alcanzar la verdad, ser tolerante y no dejarse llevar por las pasiones. RELIGIÓN En relación a la religión, Rousseau defiende por parte del Estado una religión civil o natural, como forma de cohesión social. Relacionado con el deísmo defendido por los Ilustrados. No debe existir religión nacional exclusiva, tolerándose todas aquellas que toleren a las demás y que en sus dogmas no contengan nada contrario a los deberes del ciudadano o que atenten contra su libertad. El Estado no debe intervenir en las creencias religiosas de los ciudadanos sino que debe ocuparse de procurar su bienestar y preservar su libertad. En su obra El contrato social distingue tres tipos de religión en relación con el Estado en base a su relación con el Estado o la sociedad civil: la religión del ciudadano y la religión del sacerdote (catolicismo) y la religión del hombre La religión del ciudadano sería cualquier religión en tanto que religión oficial de un Estado concreto. En ella los dogmas, los cultos y los ritos están prescritos por las leyes. Las ventajas de este tipo de religión es que reúnen el culto divino y el amor a las leyes. Pero es perniciosa porque esta fundada sobre el error y la mentira, engaña a los hombres, los hace crédulos, supersticiosos y ahoga el verdadero culto de la Divinidad en un vano ceremonial. La religión del sacerdote (cristianismo romano o catolicismo) es aquella religión ante el que el ciudadano se halla dividido ya que se somete a dos jefes (Dios y Rey) dos patrias (cielo y nación) a dos legislaciones (mandamientos y leyes), obligando y sometiendo a los ciudadanos a deberes contradictorios. La religión del hombre. (Deísmo) Es la religión del Evangelio, el verdadero Teísmo, sin templos, ni ritos externos; caracterizado por un culto permanente interior al Dios supremo y a los deberes eternos de la Moral. Aun reconociendo en ella la verdadera religión Rousseau la considera incapaz de funcionar como elemento de cohesión social en la nueva sociedad nacida del pacto, En resumen, Rousseau defendió una “religión natural o civil”, opuesta tanto al agnosticismo y al ateísmo como al fanatismo y la superstición propios de la religión tradicional. Para Rousseau el único culto que pide Dios es un corazón sencillo, ajeno a dogmas y tesis teológicas. Esta religión civil creada por Estado deberá ayudar a los individuos a convertirse en buenos ciudadanos, amantes de sus deberes y de las leyes. Como cualquier otra religión tendrá su propio credo o profesión de fe y sus domas Los artículos de fe de esta nueva religión no se referirán a dogmas sobre la divinidad, sino a sentimientos sociales que todo ciudadano ha de compartir. Los dogmas serán pocos y sencillos: existencia de la Divinidad (deísmo), inmortalidad del alma, premio o castigo en el más allá, y santidad del contrato social y de las leyes. Y otro que considera fundamental: la condena de la intolerancia. Los dos principios sobre los que se sustenta esta religión natural son: 1. 2. La existencia de Dios. Rousseau utiliza la prueba cosmológica (Dios es la causa primera de las cosas y el principio del movimiento) y la físico-teológica (Dios es la causa última del mundo), pero sobre todo apela a la luz interior de la conciencia, que muestra de forma irrefutable la necesidad de Dios como única explicación posible del origen y el orden del universo La naturaleza espiritual del alma y su libertad originaria. Considera la materia, el cuerpo, incapaz de producir la complejidad del pensamiento. El alma no es material sino espiritual e inmortal. La inmortalidad no es simplemente una promesa de eternidad, sino la condición necesaria para que prevalezca la justicia sobre el mal. No todo acaba para nosotros en la vida, sino que con la muerte todo vuelve a entrar en un orden. Departamento de Filosofía Página 9