PASTELITOS DE TÉ VERDE Y JAPÓN EN EL CORAZÓN Por mucho que planifiquemos nuestra vida, siempre hay acontecimientos que la trastocan. Y la naturaleza es muy suya. Me gustaría no haber tenido razones para hacer esta receta; todos tenemos a Japón presente estos días. Así que para no olvidarme de los japoneses he preparado esta sencilla receta de pastelitos de mousse y bizcocho. Estos dulces tienen la sutileza relativamente de sabores fáciles de tan común hacer, en la cocina japonesa además de vistosos. La y imagen son de cabecera del post es un cuadro del pintor y grabador japonés Hokusai, del periodo Edo, cuya ejecución se fecha de 1830 a 1833 y se llama… tsunami. Este pintor merecería ser tan famoso como Van Gogh, por lo menos, pero somos bastante etnocéntricos los occidentales… Adoro este cuadro desde que era pequeña porque este tipo de pintura me recuerda singularmente a… los albumes de Tintín. Están obviamente inspirados en ese estilo, no tenéis más que ver la siguiente imagen. Y Tintín ha sido siempre una de mis lecturas favoritas. Imagen tomada de Wikimedia Commons Imagen tomada de este blog Antes de pasar a la receta, aprovecho para llamaros la atención sobre una iniciativa que se ha difundido por la red, llamada Hornear por Japón, que consiste en hacer dulces u otras exquisiteces, llevarlos a vuestro lugar de trabajo y pedir un donativo a cambio, que se pueden ingresar: Bien directamente en Cruz Roja Española (www.cruzroja.es). Bien en la Embajada del Japón en España. Han abierto una cuenta bancaria para enviar todos los donativos recaudados a la Cruz Roja de Japón, en el Banco Sabadell Atlántico, nombre de la cuenta: Embajada del Japón; número de cuenta: 0081 0085 66 0002202029. En el blog de Monsieur Cocotte tenéis la información en detalle. Esta iniciativa es modelo anglosajón, en que siempre que se pide dinero es a cambio de algo. Aquí puede que funcione mejor predicar a la gente con tus dulces, pero que ingresen ellos el dinero. Y otra bonita iniciativa es la promovida por Makiko en su blog. Es una tradición japonesa hacer 1000 grullas de papel para que se cumpla un deseo y esta japonesa residente en Madrid nos pide que participemos haciendo una grulla (nos da las instrucciones), a la que haremos una foto, que después le mandaremos. Ella las reunirá y las mandará a Japón. Esta es mi grulla: Para la mousse de té matcha he usado la receta que usé en tiempos en esta tarta, que es prácticamente idéntica a la del libro mencionado, pero recordando de nuevo que la nata hay que semimontarla solamente, para que la mousse quede suficientemente fluida como para que asiente bien y quede una cosa lisa y maravillosa. Ah, y también recomiendo que, como en este caso el sabor del té matcha no está contrapuesto a la misma cantidad de otra mousse más dulce, que se aumente la cantidad de azúcar de 40 g a 60 g. Para el inserto de coulis, que en la receta original es de frambuesa, he usado fresas, que ya han empezado a aparecer en las tiendas. La idea está tomada del volumen de Japón de la colección Cocinas del Mundo. Yo he usado unos coquetones moldes de bomba, como en el original. Pastelitos de mousse de té matcha Para el bizcocho: 100 g de mazapán crudo 90 g de huevo (yo puse 2 huevos, que es algo más de ese peso) 25 g de mantequilla 30 g de harina floja 1 g de levadura química 1. Se pone el horno a calentar a 190 ºC. 2. Se pesan la harina y la levadura, se tamizan y se reservan. 3. Se calienta el mazapán a 50 ºC en el microondas. En un bol se mezcla con el huevo batido poco a poco y se bate todo junto para que se amalgame bien. Se sigue batiendo hasta que esponje y blanquee. 4. Se funde la mantequilla; se mezcla 1/4 parte del mazapán, se bate bien, y a continuación se incorpora todo el mazapán. 5. Se incorpora la harina poco a poco, mezclando bien. 6. Se extiende sobre una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado, cuidadosamente con una espátula o similar, pues tiene que quedar bastante finito, y se hornea durante 6 minutos o hasta que se observe que se dora por los bordes. Cuando está hecho, se saca y se deja enfriar en el mismo papel. En segundo lugar se prepara la mousse según esta receta (como he dicho antes, con 60 g de azúcar en lugar de 40 g) y se vierte en los recipientes o moldes que tengáis pensados, hasta una altura que permita poner encima la gelatina (el círculo de bizcocho se puede adosar, no hacer falta que encaje en el molde). Se deja que cuaje en el frigo. Para la gelatina de fresa: 80 g de fresas limpias 1 hoja de gelatina 1 cucharadita de azúcar 100 ml de agua 1. Se pone la gelatina en agua fría para que se hidrate. 2. Mientras, se trituran las fresas y se ponen a calentar; se añade un poco de agua si quedase un puré muy espeso. Se pasan por un pasapurés o un colador para quitarles las pepitas. Se ponen otra vez al fuego, se lleva a ebullición y se añade la gelatina. 3. Cuando está bien disuelta, se retira la mezcla del fuego y se deja templar. Montaje de los pastelitos: 1. Una vez a temperatura ambiente, se vierte la gelatina sobre las porciones de mousse frías. Se mete el conjunto de nuevo en el frigo hasta que cuaje la gelatina. 2. Se cortan círculos de bizcocho del tamaño más parecido posible al de los moldes (yo tengo un aro de emplatar del mismo diámetro que los moldes de bomba, así que miel sobre hojuelas), que se colocan con cuidado sobre la gelatina de fresas. 3. Cuando ya están bien fríos y asentados los pastelitos, se meten los moldes en el congelador, para después poder sacar los pastelitos con toda comodidad sin que se desbaraten. Por supuesto esta mousse con la gelatina y el bizcocho se puede montar también en moldes pequeños desmontables o en aros de emplatar, como tartas pequeñitas, o incluso usarlo todo en una única tarta. Igualmente se puede hacer en vasitos, quizá poniendo el bizcocho un poco desmenuzado en el fondo y la mousse encima. Las mousses son así de versátiles, ya lo sabemos. Como comentario al margen, creo que las cantidades de la receta no están muy equilibradas, porque con mis seis moldes de bomba de 7 cm me sobró mousse de té para una tarta pequeñita, mientras que del bizcocho apenas sobra y las cantidades de la gelatina las tuve que aumentar un poco. Me gustan mucho los postres con mousse, resultan ligeros y vistosos. Además, esta mousse en concreto es muy poco dulce y se la come uno sin sentir… Si os gusta esto del té matcha, aquí tenéis otras recetas con té matcha o incluso té verde: 1. Tarta de té matcha y mascarpone 2. Pasta fresca de té matcha 3. Salmón ahumado al té ¿Te ha gustado esta entrada? Comparte con los botoncitos o suscríbete para recibir mis recetas recién hechas por correo o por RSS.