Aproximaciones jurídicas a la socialización de plantas fotovoltaicas Ecooo lleva desde 2005 socializando plantas fotovoltaicas. Cualquier persona puede convertirse en productor de energía limpia, colocando parte de sus ahorros en una de nuestras instalaciones (ya van más de 60). Para poder participar, las personas interesadas pueden optar por dos tipos de contrato: el de comunidad de bienes, convirtiéndose en comunero, o el de cuentas en participación, en cuyo caso hablaríamos de cuentapartícipe. ¿Qué es una comunidad de bienes? Una comunidad de bienes (C.B.) es una forma jurídica sencilla a través de la cual un conjunto de personas comparten la propiedad de un bien o derecho. La comunidad de bienes no tiene personalidad jurídica, así que son los comuneros los propietarios del bien, cada uno/una en el porcentaje de su participación. Todas las plantas fotovoltaicas de Ecooo se ponen a nombre de una comunidad de bienes, y ello por varios motivos: Diferenciar completamente cada instalación de la actividad económica de Ecooo. Gracias a ello, la instalación lleva su contabilidad completamente separada, lo que facilita el control por parte de todas las personas que deciden participar en la planta. Facilitar la titularidad de aquellos que quieran convertirse en copropietarios de la instalación. En ese caso, basta con convertirse en comuneros. ¿Qué es un contrato de cuentas en participación? Mediante un contrato de cuentas en participación, un particular invierte su dinero en el negocio concreto de un empresario. A diferencia de lo que sucede en una comunidad de bienes, en este tipo de contrato es el empresario o partícipe-gestor el propietario y el responsable de gestionar el negocio. Los particulares que invierten se denominan cuentapartícipes y solo aportan capital para que lo gestione el partícipe-gestor y esperando a recibir los beneficios del negocio. Ecooo ostenta el 99 por ciento de la titularidad de las comunidades de bienes que son propietarias de cada planta fotovoltaica. La persona interesada en invertir en alguna de dichas plantas, puede por tanto optar por convertirse en comunero quedándose con la parte que quiera de ese 99 por ciento de la titularidad, o bien por convertirse en cuentapartícipe, firmando un contrato de cuentas en participación con Ecooo, en su calidad de propietario principal de la planta. ¿Cuáles son las diferencias entre participar directamente en la comunidad de bienes o hacerlo como cuenta-partícipe? Soporte legal: Ambas son fórmulas jurídicas con larga tradición en nuestro ordenamiento. Los contratos de cuentas en participación se regulan en el Título II del Código de Comercio mientras que el funcionamiento de las comunidades de bienes viene recogido en el Código Civil, en su título III. Formalización: Tanto los contratos de cuentas en participación como los contratos de participación en una comunidad de bienes son contratos privados. Sin embargo, en el caso de la comunidad de bienes es necesario elevar a público el contrato, para que el resto de comuneros, en su condición de copropietarios, otorguen poderes a Ecooo para la gestión ordinaria de la actividad. Responsabilidad: En el caso de formar parte de una comunidad de bienes, cada comunero comparte la responsabilidad derivada de la propiedad de la planta. En el caso de la cuenta en participación es Ecooo el que asume la responsabilidad, en su condición de propietario de la instalación. Traspaso o venta de participaciones (implicaciones fiscales): En el caso del contrato de cuentas en participación no se produce una venta propiamente dicha. Cuando una persona desea transmitir su participación, Ecooo procede a liquidar el contrato con el cuentapartícipe saliente y a firmar a continuación un nuevo contrato con el partícipe entrante. El cuentapartícipe saliente tiene que pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, en la modalidad de Operaciones Societarias, que, en la actualidad, tiene un tipo impositivo del 1 por ciento. En el caso del contrato de comunidad de bienes sí que se da una operación de compraventa. Como el bien que se transmite en un bien inmueble (una instalación fotovoltaica), hay que liquidar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales a un tipo impositivo que va desde el 6 al 8 por ciento, dependiendo de la comunidad autónoma donde se encuentre la instalación. Fiscalidad: El dinero que reciben los partícipes (tanto bajo la modalidad de comuneros, como de cuentapartícipes) supone pagar dos tipos de impuesto: 1) el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (Operaciones Societarias -ITPOS) por la parte de dinero que supone recuperación del dinero invertido, y 2) el Impuesto sobre la Renta (o Impuesto sobre Sociedades en caso de que se trate de personas jurídicas –IRPF-IS). Por lo que respecta al ITPOS en ambos casos hay que ir pagando el 1 por ciento de lo recibido año a año hasta completar el importe invertido. El tratamiento es distinto en el caso del IRPF-IS. En el contrato de cuentas en participación, el dinero recibido se considera rendimientos de capital mobiliario (como los intereses de una cuenta corriente) y tributan a un tipo fijo del 20% (o tipos algo superiores, hasta el 24%, si el cuentapartícipe percibe una cantidad muy elevada de este tipo de rentas). El comunero, por su parte, declara estas rentas en la base imponible general, junto con las rentas del trabajo, de alquileres o de actividades económicas; eso significa que tributa al tipo marginal de la tarifa del impuesto (que va del 20 al 47% en la actualidad) El porcentaje concreto depende de la cuantía del resto de rentas. En cualquier caso, tanto si se trata de comunero, como de cuentapartícipe, no habrá que pagar impuesto sobre la renta hasta el año en el que se supere el importe de la inversión inicial. Durante estos primeros años, la única diferencia entre ambos será que el comunero estará obligado a presentar declaración, mientras que el cuentapartícipe no. Otras consideraciones para elegir el tipo de contrato de participación La inversión en una planta fotovoltaica es una inversión a largo plazo, en la que prima la responsabilidad y compromiso por un cambio de modelo energético más respetuoso con el medio ambiente, con las personas y las generaciones futuras. Una decisión que va más allá del lucro económico, es un compromiso continuo en el tiempo en el que se utilizan de forma ética nuestros ahorros apoyando un proyecto de la economía real y productiva. Trimestralmente se van recibiendo los ingresos por la venta de energía, las retribuciones a la inversión y la operación a las que tiene derecho las plantas. Desde el momento de la inversión y hasta el año 30 desde la puesta en marcha de la planta los ingresos que se obtienen permiten obtener una rentabilidad anual de alrededor del 6% (contada como Tasa Interna de Retorno de los flujos de caja). Aunque es una inversión a largo plazo, en el caso en que las circunstancias lo requiriesen, existe la posibilidad de vender o traspasar nuestra participación recuperando el capital restante. En los contratos de Ecooo se recoge esta garantía entre el quinto y el décimo año. Para participaciones menores de 1.000 € se aconseja un contrato de cuentas en participación, pues los gastos de notaría necesarios para entrar a formar parte de la comunidad de bienes son excesivos en este caso (aunque no hay mayor problema si la persona está dispuesta a asumirlos). En general, los contratos de cuentas en participación presentan ventajas en cuanto a facilidad de traspaso de titularidad y sencillez de formalización (no necesitan notaría), pero se paga algo más en la declaración de la renta. Filosóficamente, entrar a formar parte de la comunidad de bienes significa ser cotitular de la instalación, mientras que las cuentas en participación un particular se convierte en copartícpe de los resultados de un proyecto económico, en este caso la producción y venta de energía, sin asumir las responsabilidades vinculadas a la titularidad de la planta, que quedan en manos del gestor del proyecto.