Mejora������������������������ de Productividad 5 Administración de Proyectos PROMOVIENDO LA OBTENCIÓN DE BENEFICIOS Por: Fernando Mancilla Los proyectos exitosos nunca ocurren accidentalmente. Éstos son el resultado de una visión clara, planeación cuidadosa y ejecución meticulosa. La administración de proyectos es un tema al cual no siempre se le da la importancia estratégica que tiene en las organizaciones. Cuando éstas desean emprender procesos de transformación en aspectos tales como tecnología de información, crecimiento del negocio, estructura organizacional, entre otros, usualmente recurren a la ejecución de iniciativas concretas que toman forma de proyectos. Sin embargo, si no existe una adecuada administración de dichos proyectos a lo largo de todo su ciclo de vida, pueden presentarse resultados no deseados que van desde una obtención parcial de los beneficios esperados, hasta el fracaso mismo de los proyectos. La clave para mitigar los riesgos asociados con la ejecución de los proyectos reside en el establecimiento y observancia de un marco de administración de proyectos en la organización. DEFINIENDO UN PROYECTO A pesar de que pareciera obvio identificar un proyecto, muchas compañías no tienen clara la diferencia entre un proyecto y la operación cotidiana. Un proyecto es un esfuerzo que se realiza con la finalidad de crear un producto o un servicio y cuyas principales características son: • Temporalidad. Es un esfuerzo que cuenta con un inicio y un fin, el cual es alcanzado cuando los objetivos del proyecto son cumplidos, o bien cuando el proyecto es cancelado. • Unicidad. Crea productos, servicios o resultados únicos. • Elaboración progresiva. La creación de productos, servicios o resultados se da a través de una elaboración progresiva, esto es, en fases sucesivas y ordenadas. Generalmente las fases del ciclo de vida de un proyecto se pueden identificar como: 1. Inicio. Se concibe y evalúa la viabilidad del proyecto, así como también dan inicio las actividades y, muy importante, se definen los beneficios esperados con base en un caso de negocio. 2. Planeación. Una vez definido, evaluado y aprobado, se preparan los recursos que utilizará el proyecto y se define la forma en que se integrarán todos los elementos del mismo (por ejemplo los recursos financieros, técnicos, humanos, de infraestructura, etc.). 3. Ejecución. En esta fase se concentra el grueso del desarrollo del proyecto, ya que es donde se genera el producto o servicio. 4. Cierre. Se da por terminado formalmente el proyecto, con la consecuente desintegración del equipo de trabajo. Asimismo, en esta fase se realiza una evaluación de las lecciones aprendidas durante el proyecto y generalmente se inicia la cuantificación de beneficios. Es importante que durante todas las fases del ciclo de vida de un proyecto se lleve a cabo el monitoreo y control del mismo. Aunque la operación cotidiana y los proyectos comparten características comunes tales como que ambos son ejecutados por gente, se encuentran acotados por los recursos disponibles, y son planeados, ejecutados y controlados, difieren fundamentalmente en que las operaciones cotidianas son repetitivas, mientras que los proyectos son temporales y únicos. El ciclo de vida de un proyecto comprende: 1. Inicio 2. Planeación 3. Ejecución 4. Cierre ¿POR QUÉ ADMINISTRAR LOS PROYECTOS? ¿Sabe usted... • cuál es el grado de avance real que tiene su proyecto de implementación del nuevo sistema de información? • cuándo se estima la terminación real del proyecto de construcción de la nueva planta? • cómo se ha desempeñado su proyecto de expansión geográfica en relación al costo presupuestado originalmente? • cuáles fueron los beneficios reales del proyecto de mejora de la cadena de suministro? Las respuestas a estas preguntas le ayudarán a tomar decisiones que podrán hacer la diferencia entre un aprovechamiento óptimo de los recursos de la organización, y el despilfarro descontrolado de recursos en un proyecto que no tiene la menor esperanza de culminar exitosamente. La administración de proyectos tiene como finalidad proporcionar la respuesta a éstas y muchas otras preguntas a través de la aplicación de conocimientos, técnicas, habilidades y herramientas destinadas a lograr que los proyectos cumplan con su cometido. Aunque es imposible garantizar de manera absoluta que un proyecto será exitoso, una adecuada administración ayuda en gran medida a incrementar las posibilidades de que así sea. Requisitos para una adecuada administración de proyectos • Sensibilizar a la dirección sobre la relevancia de la administración de proyectos. La implantación de una cultura de administración de proyectos en la organización debe permear desde los niveles superiores, por lo que en primer lugar, la dirección de la organización debe percibir el valor que esta cultura aportará. • Establecer un marco organizacional que permita normar la ejecución de proyectos (desde inicio, planeación, ejecución, cierre y hasta cuantificación de beneficios). Se debe establecer el marco de referencia que incluya los procesos, las políticas, los formatos, la metodología y las herramientas para la administración de proyectos. • Evaluar y priorizar los proyectos de la organización. Los proyectos deben pasar por una evaluación cualitativa y cuantitativa previo a su inicio. De esta forma la organización invertirá sus recursos en aquellos proyectos que resulten más relevantes debido a su retorno de inversión o a su valor estratégico. • Capacitar al personal encargado de la administración de proyectos (abandonar el empirismo). Existen nueve áreas de conocimiento con las que el personal responsable de la administración de proyectos debe estar familiarizado en aras de lograr un mejor desempeño. • Mantener la visibilidad de los proyectos ante la Alta Dirección. La Alta Dirección deberá ser uno de los grupos de interés que cuente con una actualización constante y precisa sobre el estado que guardan los proyectos. De esta manera contarán con elementos sólidos para tomar decisiones respecto a los mismos. KPMG, a través de su encuesta mundial Global IT Project Management Survey, detectó que frecuentemente los proyectos no están entregando los beneficios planteados al inicio de los mismos, pues: • El 49% de las empresas ha experimentado al menos una falla en sus proyectos de tecnología • Sólo el 2% alcanzó los beneficios establecidos al arranque del proyecto • El 86% de las organizaciones perdió hasta un 25% de los beneficios proyectados en su portafolio de proyectos En términos generales, los problemas derivados de una inadecuada administración de proyectos están relacionados con tres rubros que generalmente son considerados como indicadores del éxito de un proyecto: costo, tiempo y calidad/cumplimiento de especificaciones. Las causas que dan origen a estos problemas se pueden resumir de la siguiente manera: • Planeación pobre del proyecto. No se realiza una adecuada planeación de la forma en que se integrarán los diferentes componentes del proyecto y/o las estimaciones de tiempo y costo de éste carecen de un sustento sólido, por lo que resultan poco confiables. • Definición poco clara de expectativas. Las partes interesadas en el proyecto no tienen expectativas alineadas, por lo que el producto o servicio generado por el proyecto, puede no cumplir con las expectativas de calidad o especificaciones de los interesados. • Falla en la administración del alcance del proyecto. No se mantiene un control estricto sobre los cambios que puedan afectar, ya sea la duración, el alcance y/o el costo del proyecto. Usualmente esto deriva en la pérdida de control sobre el alcance del proyecto (también conocido como scope creep). • Falta de monitoreo durante la ejecución. No se conoce el estado real que guarda el proyecto en un momento determinado, lo cual imposibilita la toma de decisiones con respecto al mismo. Asimismo, esta situación no permite identificar oportunamente los riesgos asociados al proyecto, y por ende imposibilita su mitigación. Riesgos potenciales de una mala administración de proyectos: • Que el proyecto fracase o sea cancelado • Que se termine el proyecto pero con un costo muy alto • Que se termine el proyecto fuera de tiempo • Que se termine con servicios o productos deficientes, es decir, que no cumplan con los requerimientos y estándares de calidad CUANTIFICACIÓN DE BENEFICIOS Otro hecho que llama la atención en la misma encuesta es que no siempre se estiman los beneficios financieros de los proyectos, y cuando éstos son estimados, en la mayoría de los casos, las compañías no cuentan con un proceso formal que determine si las iniciativas realmente generaron los beneficios originalmente planteados. • El 31% de las empresas no define las metas financieras que esperan obtener como resultado del proyecto • El 59% de las organizaciones no cuenta con un proceso formal de seguimiento de beneficios de los proyectos • Sólo el 13% de los encuestados da seguimiento a los beneficios hasta que éstos son alcanzados La falta de cuantificación de beneficios es un problema grave que muchas empresas presentan. Plasmar los beneficios de un proyecto en un caso de negocio no sólo es un punto fundamental para evaluar la viabilidad de un proyecto previamente a su inicio, sino que además constituye la base para llevar a cabo una cuantificación y comparación de los beneficios estimados contra los realmente obtenidos, a la vez que promueve una cultura de eficiencia en la organización. Otro punto a destacar en cuanto al rubro de cuantificación de beneficios, es que éste no concluye con el cierre del proyecto sino que, por el contrario, en la mayoría de los casos marca el inicio de esta tarea. PROFESIONALIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE PROYECTOS La administración de proyectos busca la eficiencia y el incremento de las posibilidades de éxito en la ejecución de un proyecto, mas no hay nada que lo garantice. Sin embargo, los proyectos exitosos tampoco ocurren por accidente. Debido a que las empresas destinan cantidades millonarias a diferentes proyectos, éstas se preocupan cada vez más por contar con personal capacitado para que resulten exitosos. La realidad de las empresas mexicanas, sobre todo de las pequeñas y medianas, es que deberán adoptar la aplicación de conocimientos específicos en la administración de sus proyectos, dejando de lado las prácticas empíricas. Estos conocimientos suelen obtenerse con la práctica, sin embargo, esto puede ser complementado y potenciado con capacitación dirigida específicamente a formar personal con responsabilidad en la administración de proyectos. Una de las iniciativas más importantes en este rubro es la certificación como Profesional en Administración de Proyectos (Project Management Professional, PMP por sus siglas en inglés), emitida por el Project Management Institute (PMI). A través de esta certificación, el PMI busca promover una cultura de administración de proyectos que contribuya al logro de los objetivos de las organizaciones, en base a la certificación de personal que ha demostrado poseer un cierto nivel de experiencia práctica y conocimientos teóricos en las áreas de conocimiento involucradas en la ejecución de prácticamente cualquier proyecto. Afortunadamente, esta cultura va ganando terreno paulatinamente, por lo que no es extraño ver hoy en día que algunas licitaciones públicas del gobierno mexicano establezcan como condición que el personal designado como gerente del proyecto por parte de los proveedores, cuente con la certificación como PMP. Para dominar proyectos Es recomendable que los gerentes de proyecto cuenten con un nivel adecuado de dominio sobre las siguientes áreas de conocimiento de la administración de proyectos: 1 Administración de Alcance 2 Administración de Tiempo 3 Administración de Costos 4 Administración de Calidad 5 Administración de Recursos Humanos 6 Administración de Comunicaciones 7 Administración de Riesgos 8 Administración de Compras 9 Administración de Integración del Proyecto PROYECTOS DE LAS EMPRESAS ¿Para qué tamaño de empresas es recomendable la administración de proyectos? Para cualquier tamaño. Como se ha señalado, muchas iniciativas de negocio de las empresas toman forma de proyectos, por lo que tratar de asegurar el éxito de la inversión realizada en dichos proyectos, siempre debería ser una premisa de todas las organizaciones. ¿De qué tamaño debe ser la estructura para la administración de proyectos? Depende. Según las características particulares de cada organización, la administración de proyectos puede requerir desde sólo capacitar a un gerente de proyecto, hasta la implantación misma de una oficina de administración de proyectos. El primer caso es aplicable para organizaciones que manejan pocos proyectos, mientras que la segunda es recomendada para empresas que trabajan intensamente en la ejecución de proyectos, incluso como forma de hacer negocio y generar ingresos. Un ejemplo del primer caso es una organización pequeña dedicada a la comercialización de productos que decide implantar un nuevo sistema ERP. Probablemente su necesidad de administración de proyectos no vaya más allá de capacitar a la persona que se hará responsable del proyecto de implantación del nuevo sistema. El segundo caso se puede ejemplificar con una organización mediana o grande, que constantemente tiene varios proyectos ejecutándose a la vez y sobre los cuales requiere mantener una gran visibilidad. Entre ambos extremos se pueden encontrar estructuras intermedias dependiendo de las necesidades particulares de cada organización. Los proyectos se conciben y ejecutan para mejorar la organización y se espera que éstos retribuyan un beneficio al negocio. Por lo tanto, qué mejor que invertir en una adecuada administración de proyectos para incrementar las posibilidades de éxito. Historia de Éxito ADMINISTRANDO LOS PROYECTOS PRIORITARIOS Hace dos años, una compañía del sector detallista con más de 7,000 empleados y 500 puntos de venta en el país, llevó a cabo el diseño de su proceso de transformación con miras a volver más eficiente a la organización y afrontar la creciente competencia. Con el objetivo de reducir los riesgos e incrementar las posibilidades de éxito, decidieron establecer, con el apoyo de un asesor externo, una oficina de administración de proyectos que les permitiera mantener control y visibilidad sobre los proyectos derivados de las diferentes iniciativas. El resultado de este esfuerzo: la definición de 70 iniciativas (que iban desde sencillos cambios en los procesos, hasta la renovación de su plataforma tecnológica) que deberían ser ejecutadas para lograr la transformación del negocio y mantener el liderazgo en su segmento. Sin embargo, esta situación planteaba un nuevo reto. Con la estructura que tenían para administrar proyectos era materialmente imposible cumplir la meta. Para este propósito, establecieron un marco de referencia a nivel institucional para la administración de proyectos; asignaron los recursos humanos, técnicos y de infraestructura necesarios; formaron personal en el tema y definieron una metodología específica para la empresa. Dos meses después y ante la importancia de la oficina de administración de proyectos, la Dirección General designó un Director de tiempo completo para administrar la oficina. En el segundo año del proceso de transformación, los resultados son evidentes: • La organización cuenta con un portafolio de proyectos priorizado • Cada nuevo proyecto es analizado cualitativa y cuantitativamente antes de su aprobación • Se cuenta con indicadores de desempeño para la evaluación de proyectos • Se tiene visibilidad sobre cada uno de los proyectos en marcha • La eficiencia en la ejecución de proyectos se ha incrementado 90% con respecto a los presupuestos de tiempo y costo establecidos • Los beneficios son cuantificados para cada proyecto Al final del día, la Dirección General conoce al detalle en qué está invirtiendo los recursos de la organización y el retorno de la inversión para cada proyecto. CONCLUSIONES Ayudando a incrementar la posibilidad de éxito, la administración de proyectos es un habilitador para agilizar y hacer más efectivos los cambios dentro de la organización. No se trata de ningún tema empírico y requiere de la disciplina de la organización. Las materias primas y los bienes de capital pueden importarse; con las personas no es tan sencillo. La administración de proyectos tiene el enorme desafío de formar a los encargados de esta materia en un mundo cambiante. Este tema requiere también conocimiento, concientización y sobre todo del compromiso de la Alta Dirección para que sea quien impulse este tipo de iniciativas hacia el resto de la compañía. Al mismo tiempo es a ella a quien se debe mantener informada del avance de los proyectos y sus beneficios. La administración de proyectos es una herramienta estratégica para los negocios, no importando su tamaño o industria. La buena gestión es clave ya que aporta valor al proyecto, y por ende a la organización. A través de este mecanismo las buenas ideas pueden culminar en grandes resultados. kpmg.com.mx 01 800 292 5764 Sobre el autor: Fernando Mancilla es Socio de la Práctica de Servicios de Mejora en el Desempeño de Negocios de KPMG en México. Cuenta con más de 20 años de experiencia en proyectos de transformación de empresas, particularmente en los rubros de procesos de negocio y tecnología de información. Ha asesorado a empresas de diversas industrias tales como manufactura, servicios, retail y telecomunicaciones, en países como Estados Unidos, Guatemala, Costa Rica, Perú, Venezuela, Nicaragua y México. Su experiencia ha estado relacionada principalmente con proyectos de mejora de procesos, diseño e implementación de esquemas de tercerización de servicios (centros de servicios compartidos y outsourcing), selección de software e implementación de sistemas de información. Actualmente cuenta con la certificación como Project Management Professional (PMP) emitida por el Project Management Institute. Si le interesa contactar al autor de este artículo o desea información adicional, favor de dirigirse al 01 800 292 KPMG, o si lo desea escríbanos a delineandoestrategias@kpmg.com.mx. 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