CONTROL DE MALEZA EN PLANTACIONES DE CEDRO Y CAOBA Fernando Rivas Pantoja Eric Díaz Maldonado Javier Castillo Huchim Luis Ortega Reyes CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL SURESTE Campo Experimental Mocochá Folleto Técnico No. 2 Mérida, Yucatán. Diciembre de 2009 No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de la institución. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias Av. Progreso No. 5. Barrio de Santa Catarina Delegación Coyoacán, C.P. 04010 México, D.F. Folleto Técnico No. 2: Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Primera Edición 2009 Impreso en México. La cita correcta es: Rivas P. F., Díaz M., E.R., Castillo H. J. y Ortega R. L. 2009. Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Centro de Investigación Regional Sureste. Mérida, Yucatán, México. Folleto Técnico No. 2. 80 p. CONTENIDO Prólogo 1 1. Relevancia del cedro y la caoba en la actividad forestal 1.1 Plantaciones forestales en monocultivo vs. policultivo 2 2. Criterios para el establecimiento de plantaciones de cedro y caoba 2.1 Principales características agronómicas del cedro y la caoba 2.2 Producción de planta 2.3 Siembra y establecimiento de plantaciones 2.4 Manejo de plantaciones 2.4.1 Control de maleza 2.4.2 Control de barrenadores 2.4.3 Poda 2.4.4 Aclareo 2.4.5 Cosecha 5 3 Principios en el control de la maleza 3.1 Definición y problemas que ocasionan la maleza 3.2 Clasificación de maleza 3.3 Métodos de control de la maleza 3.4 Clasificación de herbicidas 3.5 Resistencia a herbicidas 3.6 Uso de aditivos y surfactantes 3 5 7 9 11 12 12 17 18 19 20 20 22 26 29 34 35 4. Control químico de maleza en plantaciones de cedro y caoba 4.1 Generalidades 4.2 Manejo de la maleza previo a la siembra o transplante 4.3 Herbicidas con potencial para auxiliar el mantenimiento de plantaciones de cedro 4.4 Herbicidas con potencial para auxiliar el mantenimiento de plantaciones de caoba 38 5. Conclusiones 59 6. Literatura citada 60 7. Estipulaciones 66 38 40 44 51 ÍNDICE DE CUADROS Pag. No. 1 Resumen de algunos métodos de control de maleza en plantaciones forestales y ventajas y desventajas de cada práctica. 28 2 Modo de acción, familia química, nombre común y comercial de algunos herbicidas utilizados en plantaciones forestales. 30 3 Principales tipos de características químicas. sus 36 4 Altura, diámetro e incrementos de crecimiento en plantas de cedro en respuesta a tratamientos para el control de maleza en una plantación comercial establecida en Sucilá, Yuc., durante el periodo de lluvias. 45 5 Composición florística de la maleza en plantación de cedro en Sucilá, Yuc. 48 6 Dosis de herbicidas y aditivos para el control de la maleza en plantaciones de cedro. 50 7 Altura, diámetro e incrementos de crecimiento en plantas de caoba en respuesta a tratamientos para el control de maleza en una plantación establecida en Mocochá, Yuc., durante el periodo de lluvias. 52 8 Composición florística de la maleza en plantación de caoba en Mocochá, Yuc. 56 9 Dosis de herbicidas y aditivos para el control de la maleza en plantaciones jóvenes de caoba. 57 surfactantes y ÍNDICE DE FIGURAS No. Pág. 1 Los frutos y semillas de cedro (a), se cosechan entre febrero y mayo y los de caoba (b), entre marzo y abril. La selección del árbol se debe de basar en características fenotípicas sobresalientes; esto es importante para obtener progenies destacadas. 8 2 Ápice de una planta de cedro dañado (a) por el barrenador de las meliáceas (Hypsipyla grandella Zeller) (b). Las pérdidas ocasionadas por el barrenador en las plantaciones son considerables; su control debe ser integrado dentro del manejo forestal. 13 3 La falta de un programa de control de maleza en plantaciones forestales, permite la competencia de especies indeseables que afectan el desarrollo de árboles recién establecidos (a) y en etapa juvenil (b). 21 4 Plantación de cedro donde el chapeo a través de los años alternado con aplicaciones del herbicida paraquat, originaron el cambio de una vegetación heterogénea de especies herbáceas y arbustivas, a la dominancia de gramíneas. 23 5 Composición florística de maleza herbácea (verde), de gramíneas (naranja) y arbustivas (azul), sin tratar (testigo) y tratada con paraquat en dosis de 600 g/ha, en una plantación de cedro de tres años de establecida. 25 ÍNDICE DE FIGURAS 6 Control manual de maleza mediante el chapeo; el efecto de este método es temporal, por lo que se requiere de varios chapeos al año para contener el crecimiento de las malas hierbas. 27 7 Plantación de cedro donde se evalúa el uso de herbicidas aplicados al suelo; la zona izquierda se trató con atrazina, la zona derecha es el testigo. La ventaja de los herbicidas preemergentes, es su efecto prolongado en el control de maleza susceptible. 33 8 Aplicación postemergente de herbicidas. Cuando se utiliza este método de control químico, la mayoría de los silvicultores asperjan paraquat o glifosato. 39 9 Biomasa total de maleza en respuesta a aplicaciones de glifosato (1.6 kg/ha), y de diurón (3 kg/ha) posterior a glifosato (1.6 kg/ha) en una plantación de cedro de 2.5 años de sembrada, en Sucilá, Yuc. 46 10 Reducción de maleza herbácea de hoja ancha expresada en porcentaje, en respuesta a aplicaciones de paraquat (0.6 kg/ha), glifosato (1.6 kg/ha), y de diurón (3 kg/ha) posterior a glifosato (1.6 kg/ha) en una plantación de cedro de 2.5 años de sembrada, en Sucilá, Yuc. 47 11 49 Plantación de cedro después de cinco semanas de haberse aplicado diurón en preemergencia. Para la aplicación de este herbicida al suelo, la maleza emergida se eliminó con glifosato. ÍNDICE DE FIGURAS 12 Plantación de caoba de aproximadamente seis años de establecida y sitio en donde se evaluaron los tratamientos para el control de maleza. El terreno es un área de investigación forestal dentro del Campo Experimental Mocochá, INIFAP. 52 13 Respuesta de herbicidas aplicados al suelo (preemergentes) y de glifosato en el control de la maleza hasta 42 días después de la aplicación, en plantaciones de caoba de seis años de edad. 54 14 Biomasa total de maleza en respuesta a una aplicación de glifosato (1.8 kg/ha), de metribuzin (1.2 kg/ha) posterior a glifosato (1.8 kg/ha) y de atrazina (2.5 kg/ha) posterior a glifosato (1.8 kg/ ha) en una plantación de caoba de seis años de establecida, en Mocochá, Yuc. 55 15 Parcelas de investigación para el control de maleza dentro de una plantación de caoba. Se muestra (a) una parcela no tratada (testigo) y una parcela tratada (b) con metribuzin en dosis de 1.2 kg/ha posterior a glifosato en dosis de 1.8 kg/ha. 58 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Prólogo Este folleto está escrito para técnicos forestales, productores, profesionistas y estudiantes. Se basa en experiencias y resultados de investigación desarrollados en la Península de Yucatán; sin embargo, su contenido se estima puede ser útil en las regiones tropicales de México, donde el cedro y la caoba se cultiven. Este escrito, de forma condensada, enfatiza la importancia de la producción de plantas, el transplantesiembra, manejo de plagas y el control de la maleza en plantaciones de dos de las meliáceas más valiosas del sureste mexicano. Cada tópico aquí mencionado, es de gran importancia dentro del sistema de producción forestal; sin embargo, el folleto se pronuncia más sobre aspectos elementales del efecto de la maleza en los cultivos, generalidades de los herbicidas y evaluación de herbicidas en plantaciones de cedro y caoba. Lo anterior, dirigido hacia el uso racional de los plaguicidas, buscando la preservación de la actividad silvícola e incrementar su productividad. 1 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 1. Relevancia del cedro y la caoba en la actividad forestal De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, en el mundo existen 272 millones de hectáreas de plantaciones forestales y se estima un incremento de 30% para el año 2030 (FRA, 2005). En México, la Comisión Nacional Forestal (2008) reportó la existencia de aproximadamente 140 mil hectáreas de plantaciones forestales comerciales, de las cuales, 105 mil se encuentran distribuidas en áreas de clima cálido-húmedo y subhúmedo. En el trópico mexicano, especies como el cedro (Cedrela odorata L.) y la caoba (Swietenia macrophylla King) ocupan una superficie de alrededor de 53 mil hectáreas (Díaz et al., 2008); en la península de Yucatán, en 2007 el INEGI reportó una superficie de aproximadamente cuatro mil hectáreas forestada con cedro en monocultivo. Cabe destacar que en las dos últimas décadas, la producción forestal se ha perfilado como un sector económico de alta 2 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba relevancia ante un mercado con progresiva demanda de madera (FAO, 2007). 1.1 Plantaciones forestales en monocultivo vs. policultivo Se estima que más del 95% de la superficie de plantaciones forestales en el mundo, son plantaciones de una sola especie (Nichols et al., 2006). El establecimiento de monocultivos tradicionalmente ha gozado de alta popularidad, ya que posee algunas ventajas (Erskine et al., 2006) comparado con los policultivos. Por ejemplo, el manejo de la plantación (i.e. podas, aclareos), así como la manipulación de individuos durante la cosecha, resultan más simples en los monocultivos. De igual manera, los monocultivos permiten concentrar todos los recursos para asegurar el crecimiento de una sola especie con características deseadas (e.g. tasa de desarrollo, calidad de madera). Como resultado, existen beneficios económicos substanciales al establecer un monocultivo, ya que éste permite aplicar operaciones silviculturales 3 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba estandarizadas para generar productos uniformes (Evans y Turnbull, 2004). En el trópico mexicano, dos de las meliáceas con alta demanda de producción y utilización por su apreciable madera (cedro y caoba), son regularmente establecidas en monocultivo. 4 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 2. Criterios para el establecimiento de plantaciones de cedro y caoba 2.1 Principales características agronómicas del cedro y la caoba Cedro. El cedro es una especie importante en la industria forestal de México; es un árbol de hasta 35 m de altura total y diámetro a la altura del pecho (DAP) de 1.7 m, con tronco derecho que ha veces forma pequeños contrafuertes poco prominentes, ramas ascendentes y gruesas, copa redonda y densa. Su madera es de color crema-rosado, con un olor muy característico y sabor amargo. Esta especie es muy abundante en la vegetación secundaria de diversas selvas. Se encuentra en la vertiente del Golfo desde el sur de Tamaulipas y sureste de San Luis Potosí, hasta la Península de Yucatán; en la vertiente del Pacifico, desde Sinaloa hasta Guerrero y en la depresión central de la costa de Chiapas. Se desarrollan también en suelos de origen volcánico o calizo, siempre que tengan buen drenaje, y 5 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba alcanza sus máximos tamaños e incrementos en zonas con precipitaciones entre 2,500 y 4,000 mm anuales. Del cedro se obtiene madera aserrada y chapa para madera terciada, se fabrican artículos torneados, cajas y envolturas de puros y se hacen esculturas, entre otros usos (Francis, 1999; Pennington y Sarukhán, 1968). Caoba. La caoba es un árbol de hasta 70 metros de altura total y el DAP puede alcanzar hasta tres metros y medio; tiene el tronco derecho, ligeramente acanalado con contrafuertes bien formados de dos a tres m de alto, con pocas ramas gruesas ascendentes y torcidas, y con la copa abierta y redondeada. La madera presenta albura de color blanco a rosado y tiene un olor fragante muy característico. Esta especie forma parte de selvas altas o medianas perennifolias y sub-perennifolias, se distribuye en la vertiente del Golfo desde el norte de Puebla y Veracruz, hasta el sur de la Península de Yucatán y en la zona lacandona de Chiapas, donde alcanza sus máximas tallas. Se desarrolla preferentemente en suelos de origen calizo o aluvial, que pueden llegar a presentar problemas 6 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba de mal drenaje. La caoba es una especie importante en la industria forestal de México. Su madera, de excelentes cualidades produce chapa, madera aserrada sumamente apreciada en ebanistería y todo tipo de construcciones. Se exporta en forma de tablas o madera terciada (Whitmore, 2003; Pennington y Sarukhán, 1968). 2.2 Producción de planta La calidad de la planta es un factor determinante para su establecimiento; se recomienda que la semilla provenga de árboles seleccionados con base en el fenotipo, garantizando en cierta medida progenies de buena calidad. El período de colecta de los frutos de cedro se encuentra entre febrero y principios de mayo, y el de la caoba, en marzo y abril (Figura 1 a y b). Para su germinación, la semilla se coloca en almácigos o directamente en bolsas, charolas o contenedores cónicos para siembra; el sustrato o suelo deberá ser de franco a franco-arcilloso. 7 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba En el vivero, la altura de las plantas es uno de los principales criterios para seleccionar aquellas a establecer en el campo. Se deben seleccionar las plantas más altas, dando preferencia a aquellas que presenten un sistema radical con ramificación equilibrada entre raíces secundarias y un gran número de raicillas laterales. La relación entre la parte aérea y la raíz se recomienda que sea de 1:1. a b Figura 1. Los frutos y semillas de cedro (a), se cosechan entre febrero y mayo, y los de caoba (b), entre marzo y abril. La selección del árbol se debe de basar en características fenotípicas sobresalientes; esto es importante para obtener progenies destacadas. 8 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 2.3 Siembra y establecimiento de plantaciones El transplante es el momento más crítico para las plantas de cedro; esto es debido a que se trasladan de un ambiente protegido a uno escampado, en donde tendrán que competir por agua y nutrientes, y contra otros factores físicos y biológicos. Para superar esta etapa, es fundamental el empleo de técnicas adecuadas para la especie, de acuerdo a las condiciones del área de siembra (INIFAP, 1997a; INIFAP, 1997b). La preparación del sitio de plantación comprende actividades de remoción de la vegetación existente, de preparación del suelo y de combate de plagas. El desmonte y limpieza del sitio puede hacerse en forma manual o mecánica, dependiendo del tipo de vegetación existente, pedregosidad y topografía del lugar. Cuando las labores indicadas anteriormente se realizan de forma manual, la quema después de la limpieza facilita las labores de plantación, evita o reduce la competencia de la maleza y libera nutrientes que son aprovechados 9 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba por las plantas. La preparación del terreno de forma mecánica, considera la labranza convencional donde las condiciones del suelo lo permitan. Una vez preparada la cama de siembra, las labores se inician con el transporte de los árboles del vivero hasta el plantel. La siembra puede hacerse por cepa común, método ampliamente utilizado para el establecimiento de árboles; la efectividad de este método depende de la profundidad o tamaño de los hoyos y de las condiciones del sitio. La cepa debe ser adecuada al tamaño del cepellón, o lo suficientemente amplia y profunda para permitir que las raíces queden bien extendidas. Donde el suelo lo permita, se recomiendan cepas con dimensiones de 40 x 40 x 40 cm. La planta debe enterrase derecha hasta el cuello de la raíz y apisonarse para evitar que queden espacios con aire en la zona de las raíces. El espaciamiento óptimo para la plantación depende del potencial productivo del sitio, aunque en general, los mejores crecimientos se han logrado en espaciamientos 10 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba que varían de 2.5 x 2.5 m a 3.5 x 3.5 m. La época de transplante puede variar dependiendo de la zona; en general, se debe plantar al inicio de la época de lluvias, que para el caso de Yucatán, es aproximadamente a mediados de junio. Se recomienda fertilizar entre los 15 y 30 días después del transplante. Las dosis anuales más comunes y con resultados satisfactorios fluctúan entre 100 y 150 g de N-P-K por planta; formulaciones frecuentemente utilizadas son 17-17-17; 10-34-6; 10-28-6; 5-30-10; 10-3010 y 5-30-6. El fertilizante deberá colocarse directamente debajo de la proyección de la copa del árbol y de ser posible, cubrirse con tierra para reducir sus pérdidas. 2.4 Manejo de plantaciones El manejo de la plantación comienza cuando la planta se encuentra establecida; entre las operaciones de manejo de la plantación se pueden citar el control de la maleza (Rivas et al., 2008; Rivas et al., 2009), el control 11 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba de barrenadores, la poda, el aclareo y la cosecha (Díaz, 1999; Díaz et al., 2008). 2.4.1 Control de la maleza Las meliáceas son altamente sensibles a la competencia de la maleza, por lo que el control de ésta dentro de una plantación es indispensable, desde el transplante hasta la etapa en la que los árboles alcanzan un tamaño suficiente para dominar la vegetación indeseable. En los capítulos tercero y cuarto se presentan mayores especificaciones sobre el control de maleza en plantaciones. 2.4.2 Control de barrenadores Además de otros problemas que enfrentan durante su desarrollo, las plantas de cedro y caoba son susceptibles al ataque del barrenador de las meliáceas (Hypsipyla grandella Zeller) (Figura 2 a y b). Al atacar el ápice o punta de las ramas, el barrenador provoca la bifurcación 12 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba de los árboles y el consecuente retraso en el crecimiento y malformación del árbol (Díaz, 1999). Esta plaga puede afectar a ambas especies antes de salir del vivero; sin embargo, los ataques más dañinos ocurren durante los primeros años de vida de la planta, y parecen estar influenciados por el sitio y altura de la planta, más que por la densidad de los árboles (Pérez y Esquivel, 2008). Para que las plantas logren superar con éxito las etapas juveniles de crecimiento, es fundamental el empleo de técnicas adecuadas para el control de esta plaga, las cuales se presentan a continuación. a b Figura 2. Ápice de una planta de cedro dañado (a) por el barrenador de las meliáceas (Hypsipyla grandella Zeller) (b). Las pérdidas ocasionadas por el barrenador en las plantaciones son considerables; su control debe ser integrado dentro del manejo forestal. 13 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Control manual. Es una operación que se realiza cuando el barrenador ya ha provocado la muerte del brote principal. En este caso, debido a que en la planta puede presentar dos o más brotes apicales, se selecciona el brote más vigoroso y que exhiba el ángulo más cerrado con respecto al eje principal, y se eliminan los restantes. Control silvícola. Este método aprovecha el efecto protector de otras especies que crecen espontáneamente o inducidas entre las hileras de la plantación, formando una barrera que resguarda a los árboles de cedro o caoba. Control químico. El uso de insecticidas de contacto, de ingestión o sistémicos, representa una alternativa eficaz para el control de los barrenadores. Por lo general, para la mayoría de los insecticidas se recomienda la aplicación de uno a dos litros por hectárea; éstos se deben mezclar con agua limpia y asperjar la solución en volúmenes entre 200 y 400 litros de agua por hectárea, lo cual dependerá de la altura y población de las meliáceas. Durante la 14 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba aspersión de los insecticidas, es importante mantener una agitación continua de la solución. Se recomiendan aplicaciones mensuales en la época de seca (de enero a mayo) y de ser necesario, quincenales en la época de lluvias (de junio a diciembre). Control biológico. La aplicación de organismos vivos para el control de los barrenadores de las meliáceas es una alternativa viable y también eficaz. Uno de los organismos que destacan para el control de la Hypsipyla es el hongo Beauveria bassiana (Bals.-Criv.) Vuill. En este caso, en tres litros de agua limpia no clorada, se disuelven 250 g de arroz inoculado con B. bassiana (e.g. Bea-Sin). Se separan los sólidos (utilizando una malla, criba o colador) y el líquido remanente se disuelve en 50 litros de agua; a esta cantidad de agua, se puede adicionar un adherente comercial con base en nonilfenol poliglicol éter (e.g. Trac W50), en dosis de 15 ml. Esta solución se aplica directamente al follaje de cada árbol utilizando una bomba de aspersión calibrada a baja presión. Las aplicaciones mensuales deben iniciarse en la época de 15 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba seca e intensificarse hasta dos veces por mes, durante la época de lluvias. Control orgánico. El uso del aceite de neem (Azadirachta indica A. Juss.) asperjado sobre el follaje, reduce la incidencia de Hypsipyla y los daños ocasionados en plantaciones de cedro y caoba. La azaridactina del neem tiene un control de Hypsipyla similar al proporcionado por otros productos químicos; sin embargo, el hecho de que es de origen orgánico, inocuo y biodegradable, lo hace tener ventajas sobre otros métodos de control. El aceite de neem se perfila como un producto importante dentro de las estrategias del control integral de los barrenadores de las meliáceas (Díaz et al., 2008). La solución para asperjar se prepara mezclando 100 ml de un producto comercial a base de neem (e.g. Killneem, con un contenido de azaridactina de 36 g/L), en 20 L de agua. Las aplicaciones se hacen sobre el follaje de la planta en forma mensual, y en casos severos de ataque se deberán efectuar aplicaciones quincenales. 16 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Con los tratamientos de control de barrenadores, en conjunto con aplicaciones de sulfato de cobre con cal al tronco del árbol y las podas de corrección de daños, se ha disminuido la incidencia de Hypsipyla a menos de 20% en las plantaciones de cedro (Díaz et al., 2008). 2.4.3 Poda Los nudos constituyen uno de los defectos más comunes de la madera; por tal motivo, el control del crecimiento de las ramas, así como su eliminación, son prácticas importantes sobre todo cuando la producción se destina a madera aserrada o chapa. La selección de las herramientas para realizar la poda depende de algunos factores como grosor, ángulo de inserción y altura de las ramas. Por ejemplo, un operador con un serrucho manual puede alcanzar desde el suelo las ramas que se encuentren a una altura de dos a dos metros y medio. Para alcanzar mayores alturas se utiliza una extensión de madera o aluminio, donde se monta 17 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba el serrucho. Es importante evitar herramientas que cortan por impacto como machetes o hachas, ya que éstas causan un gran daño por desgaje en las ramas y corteza. Las podas deben de iniciarse cuando las plantas tengan entre 12 y 18 meses de edad; el corte de las ramas se deberá efectuar desde el ras del suelo hasta alcanzar los dos primeros tercios de la altura total de la planta. 2.4.4 Aclareo Los aclareos son cortes parciales que se realizan en poblaciones inmaduras, con el objeto de estimular el crecimiento de los árboles y aumentar la producción de madera utilizable. En esta operación se remueven los árboles excedentes, para que se pueda concentrar el potencial productivo de la población en los árboles seleccionados. Para la selección de los árboles a remover, se deben considerar la forma y calidad del tronco, sanidad de los árboles, posición relativa con 18 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba plantas adyacentes y condición de la copa. Los aclareos pueden ser sistemáticos o selectivos. Los aclareos sistemáticos son cortes aplicados a poblaciones altamente uniformes, donde los árboles aún no se diferencian en clases de copa; esto se efectúa en poblaciones jóvenes no aclaradas anteriormente. Los aclareos selectivos, por el contrario, implican la selección de los individuos según ciertas características previamente establecidas. Los árboles removidos son siempre los de menor calidad, subyugados o defectuosos. 2.4.5 Cosecha La cosecha de cedro para madera aserrada, puede realizarse entre 20 y 25 años después de establecida la plantación, y en la caoba, entre 25 y 30 años. El volumen total para ambas especies es de 200 a 300 m3/ha, dependiendo de las condiciones productivas del sitio de plantación. 19 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 3. Principios en el control de la maleza 3.1 Definición y problemas que ocasionan la maleza Una maleza se puede definir como aquella planta que “se encuentra en un lugar donde no se desea su presencia” (Klingman y Ashton, 1975; Zimdahl, 1993). Una de las características de la maleza es que logra prosperar eficientemente en terrenos disturbados, de ahí que su presencia es casi permanente en suelos dedicados a la agricultura. Las malas hierbas por lo general, afectan negativamente a los cultivos; son serias competidoras por recursos, y pueden retrasar o prevenir el establecimiento o regeneración forestal (Dixon et al., 2006). Si no se efectúan prácticas para su control, los cultivos son invadidos (Figura 3 a y b) dando como resultado disminuciones en la producción, pudiendo también ocasionar la pérdida total del cultivo. 20 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba En plantaciones forestales, las principales causas del enmalezamiento se relacionan con la utilización de especies poco adaptables a la zona, malas prácticas de siembra o transplante, condición pobre de los suelos y fallas en el control de la maleza. Especies como el cedro y la caoba no escapan a los efectos negativos de la maleza, ya que debido a su lento crecimiento, son especies poco competitivas (Otsamo et al., 1995; Morris et al., 2000; Menalled y Kelty, 2001); en suelos donde la disponibilidad de nutrientes es baja, el problema del lento crecimiento de estas meliáceas es más notable (Webb et al., 2000; Hiremath et al., 2002). a b Figura 3. La falta de un programa de control de maleza en plantaciones forestales, permite la competencia de especies indeseables que afectan el desarrollo de árboles recién establecidos (a) y en etapa juvenil (b). 21 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 3.2 Clasificación de maleza La maleza se puede clasificar en distintas categorías, siendo la de mayor uso la siguiente. a) Especies herbáceas anuales o de vida corta como chichibé (Sida acuta Burm. f.), ikabán (Croton humilis L.), tajonal [Viguiera dentata (Cav.) Spreng.], bu’ul beech [Centrosema virginianum (L.) Benth.] y sajum (Wedelia hispida H.B. & K.), entre otras. b) Especies arbustivas o plantas leñosas perennes como tsitsilché (Gymnopodium floribundum Rolfe var. Rekoi), chukum [Havardia albicans (Kunth) Britton & Rose), subín [Acacia cornigera (L.) Willd.], catzín (Acacia gaumeri Blake), jabín [Piscida piscipula (L.) Sarg.] y dzulubtok (Bauhinia divaricata L.), entre otras. c) Especies de hoja angosta o gramíneas como el zacate rosado [Rhynchelytrum repens (Willd.) C.E. Hubb.], kuzuc [Bouteloua repens (Kunth) Scribn.], alambrillo 22 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba [Bothriochloa pertusa (L.) A. Camus] y kanchim [Urochloa fusca (Sw.) B. F. Hansen & Wunderlin], entre otras. La proporción que guarde cada categoría en su composición florística dentro de un cultivo o plantación, dependerá principalmente del sitio agroecológico y del manejo o historia de control que se haya implementado en la vegetación existente. Por ejemplo, el uso repetido de herbicidas para el control de maleza de hoja ancha, paraquat o chapeos, eventualmente derivará dentro de la composición de la vegetación en una dominancia de gramíneas (Figura 4). Figura 4. Plantación de cedro donde el chapeo a través de los años alternado con aplicaciones del herbicida paraquat, originaron el cambio de una vegetación heterogénea de especies herbáceas y arbustivas, a la dominancia de gramíneas. 23 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba En la Figura 5, se muestra el porcentaje de la composición florística de maleza herbácea, gramínea y arbustiva en una plantación comercial de cedro, cercana al municipio de Sucilá, Yuc. (Rivas et al., 2008). En las áreas sin control de la maleza (testigo), se puede observar que las especies de hoja angosta conforman 27% del total de la vegetación, mientras que en áreas tratadas durante un año con el herbicida paraquat, las gramíneas presentaron 40% de la composición. El aumento en la cantidad de gramíneas en las áreas tratadas con paraquat, se debe a una disminución de la competencia de las especies de hoja ancha debido a la supresión de su crecimiento y a una menor tasa de mortalidad de las gramíneas, al emplear dicho ingrediente activo. 24 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Testigo Paraquat 27% 40% 72% 59% Figura 5. Composición florística de maleza herbácea (verde), de gramíneas (naranja) y arbustivas (azul), sin tratar (testigo) y tratada con paraquat en dosis de 600 g/ha, en una plantación de cedro de tres años de establecida. Con respecto a los cambios de vegetación por el uso continuo de algún herbicida en particular, el conocimiento de técnicas en el control de la maleza es primordial para evitar la dominancia de ciertas especies y poder controlarlas por igual, indistintamente del cultivo a establecer. 25 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 3.3 Métodos de control de la maleza Las prácticas de control de especies de plantas indeseables son variadas; entre las más comunes se encuentran: a) control cultural, b) control mecánico y c) control químico (Cuadro 1). a) El control cultural considera prácticas como la preparación de la cama de siembra, tipo de labranza, fecha de siembra, aplicación de fertilizantes, quema y densidad de siembra entre otras acciones. Con lo anterior, se busca el rápido crecimiento de los cultivos y dejar en desventaja competitiva a la maleza. b) El control mecánico consiste en la eliminación ya sea manual o mecanizada de la maleza; para esta práctica, se utiliza el chapeo a mano con machete (Figura 6), con desbrozadoras motorizadas o accionadas con la toma de fuerza de tractor o con deshierbes manuales o mecánicos. La efectividad de estos métodos depende del tipo de práctica y de la frecuencia de su realización. 26 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Figura 6. Control manual de maleza mediante el chapeo; el efecto de este método es temporal, por lo que se requiere de varios chapeos al año para contener el crecimiento de las malas hierbas. c) El control químico se realiza mediante la aplicación de herbicidas y es una herramienta importante para el establecimiento y mantenimiento de los cultivos; es bastante eficiente y en ciertas condiciones, más económico que algunas prácticas de control mecánico. 27 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Cuadro 1. Resumen de algunos métodos de control de maleza en plantaciones forestales y ventajas y desventajas de cada práctica. 28 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Debido a la relevancia que los herbicidas tienen en el control de la maleza para auxiliar el establecimiento, mantenimiento y rehabilitación de bosques y selvas, en los siguientes puntos se describirán algunos aspectos elementales sobre el uso de este tipo de agroquímicos. 3.4 Clasificación de herbicidas Los herbicidas pueden clasificarse de diversas maneras. Algunas clasificaciones son: a) el modo de acción, b) la familia química, c) la selectividad, d) el tiempo de aplicación y e) el lugar de aplicación, entre otros. a) El modo de acción se refiere a toda la cadena de eventos que llevan a la maleza a la muerte, desde el primer contacto del herbicida con la planta hasta su efecto final, y es la forma de clasificación más útil. b) La familia química se basa en similitudes químicas entre compuestos. En la actualidad, existen numerosos herbicidas agrupados en decenas de familias químicas. 29 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Por ejemplo, los herbicidas diurón, linurón y tebuthiurón pertenecen a la familia de las fenilureas. Algunos modos de acción (con números) y familia química (con letras) de herbicidas utilizados en algunas plantaciones forestales (University of Nebraska Cooperative Extension, 2003) se presentan en el Cuadro 2. Cuadro 2. Modo de acción, familia química, nombre común y comercial de algunos herbicidas utilizados en plantaciones forestales. c) La selectividad se refiere al espectro de control de los herbicidas. Los herbicidas generales o no selectivos eliminan toda clase de plantas y generalmente se 30 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba emplean en orillas de caminos, terrenos baldíos, o su aplicación se dirige hacia la maleza, evitando el contacto con las plantas cultivadas. En contraste, los herbicidas selectivos eliminan a ciertas especies (la maleza o especies indeseables) mientras otras por su tolerancia no son afectadas (cultivos seleccionados). La causa de la selectividad es variable, pero en lo general, su explicación reside en procesos fisiológicos y bioquímicos de las plantas tales como la absorción, movilización dentro de la planta y metabolismo. Conocer la selectividad de los herbicidas en determinada especie vegetal es importante, ya que a través de este proceso se permite establecer o mantener cultivos mientras se controla la maleza. d) Por el tiempo de aplicación, los herbicidas se clasifican en preemergentes, postemergentes, de presiembra o incorporados antes de sembrar. Los herbicidas preemergentes regularmente se aplican al suelo, al sembrar o antes de que la maleza emerja. Debido a su actividad residual, estos herbicidas proveen un control extendido en el tiempo y pueden ser una herramienta 31 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba importante en las plantaciones forestales, ya que las malas hierbas que germinan de semillas, son serios competidores por recursos que demandan los árboles cultivados (Dixon et al., 2006). Por su parte, los herbicidas postemergentes se aplican a la maleza emergida y en la mayoría de los casos, su efectividad tiende a disminuir conforme aumenta la altura de éstas. La aplicación a la emergencia se refiere a aquella efectuada en la maleza desde su emergencia hasta que alcance una altura de cinco centímetros. Los herbicidas en presiembra o incorporados, se aplican después de la preparación del terreno pero antes de que el cultivo se siembre y de que la maleza haya emergido. Normalmente estos herbicidas se aplican sobre la superficie del suelo y se incorporan al terreno mediante un paso de una rastra ligera. e) El lugar de aplicación básicamente describe si éste se efectúa vía foliar o en el suelo. Algunos herbicidas son absorbidos principalmente por la hoja o transportados solamente por el tejido que lleva los alimentos fabricados (floema). Otros, solamente se absorben por la raíz 32 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba o bien se transportan por el tejido que lleva el agua o minerales (xilema), por lo que deben de ser aplicados al suelo (Figura 7). Una variante del lugar de aplicación cuando las plantas a controlar son árboles o arbustos, es alrededor del tronco; en este caso, la aplicación se llama “basal”. Figura 7. Plantación de cedro donde se evalúa el uso de herbicidas aplicados al suelo; la zona izquierda se trató con atrazina, la zona derecha es el testigo. La ventaja de los herbicidas preemergentes, es su efecto prolongado en el control de maleza susceptible. 33 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 3.5 Resistencia a herbicidas La resistencia se define como la habilidad de una planta para soportar la toxicidad de un químico. En el contexto de la maleza, la resistencia a los herbicidas se define como una característica de una planta o grupo de plantas a soportar la dosis de un herbicida substancialmente más alta de lo que otras plantas de la misma especie podrían soportar dentro de una población. El uso intenso y continuo de los herbicidas en las últimas cinco décadas, ha resultado en el desarrollo y evolución de biotipos de maleza resistentes a agroquímicos que normalmente los controlarían. Las plantas resistentes heredan a sus descendientes las características requeridas para evolucionar mecanismos de escape a los efectos de los herbicidas. Las especies resistentes a los herbicidas son finalmente el resultado de una presión de selección intensa ejercida en la población de la maleza (Rao, 2000). A nivel mundial, el número de biotipos de maleza resistente a herbicidas es 34 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba de aproximadamente 330 y éste se incrementa año con año (Heap, 2009). Dos acciones principales para reducir los riesgos de resistencia a herbicidas en la maleza son el uso de herbicidas con diferentes modos de acción y el uso de prácticas de control integrado (por ejemplo, combinar o alternar el uso de herbicidas con prácticas de labranza, chapeo y control biológico de la maleza, entre otras). 3.6 Uso de aditivos y surfactantes Los aditivos son substancias que facilitan o modifican la acción del ingrediente principal; por esta razón, un surfactante se considera un aditivo. Los surfactantes actúan sobre la superficie de las plantas y su función es la de mejorar la dispersión, humectación, adherencia y penetración entre otras propiedades modificadoras; su principal característica es la de actuar sobre la superficies de las plantas y mejorar la acción de los herbicidas (Van Valkenburg, 1982; Riechers et al., 1994). Sin profundizar 35 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba en el tema, según sea su ionización en el agua, los surfactantes pertenecen a uno los tres grupos que se indican en el Cuadro 3. Cuadro 3. Principales tipos de surfactantes y sus características químicas. Algunos surfactantes no iónicos comúnmente utilizados en las aspersiones de agroquímicos son: glicol con óxido de etileno + éter de polietilenglicol + dimetilpolisiloxano 36 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba (Inex-A), alquilaril polioxietanol + N-butanol (Novasurfa) y nonil fenol polietilénico (Tacsapen); éstos, son utilizados en dosis de entre uno y cuatro mililitros por litro de agua. En maleza cerosa, bejucos, arbustos y en alta densidad de follaje, los surfactantes se deben utilizar en sus dosis más altas. recomendadas. 37 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 4. Control químico de maleza en plantaciones de cedro y caoba 4.1 Generalidades El control químico de las malas hierbas, ha probado ser indispensable en las plantaciones forestales (Wagner et al., 2006); sin embargo, en la península de Yucatán, existen pocas opciones para éste tipo de control. La mayoría de los herbicidas con posibilidades de ser utilizados en las actividades forestales, tienen efectos temporales en el control de la maleza. La duración del control después de su aplicación, fluctúa de uno a tres meses. Una vez que el efecto residual de los herbicidas disminuye, la maleza resurge ya sea de rebrotes de plantas que escaparon o resistieron los tratamientos, o de semillas almacenadas en el suelo y que permanecían en latencia (Neumann, 2001). 38 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Por otra parte, ninguno de los herbicidas actualmente disponibles provee un control total sobre un amplio rango de maleza; por esta razón, es necesario determinar una combinación de herbicidas preemergentes y postemergentes que controle tanto maleza emergida (Figura 8), como por emerger. Adicionalmente, se deberán de establecer estrategias de manejo de los herbicidas para el control de especies anuales o perennes recurrentes y su periodicidad de aplicación. Figura 8. Aplicación postemergente de herbicidas. Cuando se utiliza este método de control químico, la mayoría de los silvicultores asperjan paraquat o glifosato. 39 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 4.2 Manejo de la maleza previo a la siembra o transplante La preparación de la cama de siembra para establecer las plantas de cedro o caoba varía de acuerdo al tipo de terreno o condición del suelo y posibilidades técnicas y económicas del productor; es decir, la preparación del terreno de siembra podría fluctuar entre un sistema de tumba y quema y el mecanizado. No obstante, con frecuencia el silvicultor se enfrenta con escenarios donde indistintamente del método de preparación del suelo, las lluvias se podrían adelantar y dar comienzo a una emergencia temprana de la maleza. Es en casos como este, donde el efecto residual de los herbicidas preemergentes podría prevenir un rápido enmalezamiento del terreno y permitir la continuidad en las operaciones de siembra. La maleza puede ser una mezcla de herbáceas anuales y gramíneas perennes o bien arbustos en diversos estados de sucesión hacia el clímax de vegetación. Si dentro del 40 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba plan de manejo de la maleza se tiene contemplado el uso de herbicidas preemergentes y hay presencia de vegetación emergida, ésta deberá ser eliminada con antelación utilizando herbicidas postemergentes. En el caso de una dominancia de herbáceas de hoja ancha y gramíneas perennes de menos de 15 cm de altura, se recomienda aplicar glifosato sobre la maleza en dosis de 1.6 kg por hectárea. Para mejores resultados, se requiere esperar aproximadamente dos semanas después de su aplicación para aplicar algún herbicida preemergente o efectuar alguna práctica de labranza. Cuando la maleza es de tipo arbustivo, su control dentro de la plantación es más complejo. El primer paso hacia su control, consiste en reducir o cortar (de ser necesario) los arbustos indeseables por debajo de la altura de los árboles cultivados; esto, con la finalidad de reducir en los árboles los riesgos de contacto con los herbicidas aplicados. Se deberá esperar el crecimiento de nuevos rebrotes de los arbustos y proceder a la aplicación 41 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba dirigida (hasta punto de goteo) de herbicidas a base de glifosato en cantidades de 15 ml/litro de agua (Harrington y Miller, 2005). En ocasiones, se requerirán de dos o más aplicaciones secuenciadas para eliminar algunos arbustos nocivos. La cantidad de agua necesaria para asperjar de manera uniforme una hectárea, varía de acuerdo a la altura y densidad de la maleza. Para conocer el volumen requerido en una plantación, se realiza el siguiente procedimiento: con una cantidad de agua conocida, se asperja la maleza en una superficie determinada y se registra la cantidad de agua utilizada en dicha superficie (por substracción del agua inicial); posteriormente, se calcula la equivalencia a litros por hectárea. En muchas condiciones, se utilizan 400 litros de agua para preparar la solución y asperjar una hectárea. En el volumen de agua requerido, se deberá mezclar el herbicida seleccionado más un surfactante no iónico; éste surfactante puede ser éter de polietilenglicol + 42 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba glicol con óxido de etileno + dimetilpolisiloxano (Inex-A) a razón de 250 ml por cada 100 L de agua. En aguas duras con alta concentración de sales (e.g. cationes de calcio y magnesio) como las existentes en los suelos calcáreos de Yucatán, es recomendable acidificar la solución con la finalidad de incrementar la eficacia de los herbicidas, particularmente cuando se utiliza glifosato (Buhler y Burnside, 1983; Mueller et al., 2006). Aditivos que permiten la acidificación de la solución pueden ser aquellos a base de ácidos orgánicos policarboxílicos (Buffex) en dosis de 1.5 g por litro de agua (Dzib, 2008) o agentes acidificantes + alcohol tridecil polioxietilenado + dietilenglicol (pHase 1), con dosis a calcular según la dureza del agua y el pH deseado. En general, el agua con valor de pH entre 4.5 y 5.5 se considera adecuada para la mayoría de los agroquímicos (Fishel y Ferrel, 2007). A continuación, se presentan algunos resultados de investigación en el control químico de la maleza en plantaciones de cedro y caoba; estos trabajos se realizaron en el INIFAP, por los autores del presente 43 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba escrito. La información se presenta de manera separada para cada especie, debido a que los datos proceden de sitios agroecológicos distintos. 4.3 Herbicidas con potencial para auxiliar el mantenimiento de plantaciones de cedro El control eficaz de la maleza, mejora el crecimiento de árboles de cedro de tres años de transplantados. De entre diversos herbicidas evaluados (atrazina, diurón, imazapyr, imazethapyr, metribuzin, glifosato y paraquat), diurón, posterior a glifosato, promovieron las condiciones para que en un período de seis meses, los cedros incrementaran su altura y diámetro en 5 y 9%, respectivamente. El control de maleza con solo glifosato, únicamente promovió el incremento en la altura de las plantas, pero no en el diámetro (Cuadro 4). 44 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Cuadro 4. Altura, diámetro e incrementos de crecimiento en plantas de cedro en respuesta a tratamientos para el control de maleza en una plantación comercial establecida en Sucilá, Yuc., durante el periodo de lluvias de 2008. Altura y diámetro al pecho en plantas de cedro a una edad de 2.5 años. Glifosato se aplicó a maleza de aproximadamente 15 cm de altura y dos semanas después, se aplicó el diurón. a b Los incrementos de crecimiento observados en las plantas de cedro con la aplicación de glifosato más diurón, se deben principalmente al buen control de la maleza o supresión de la competencia derivado de la aplicación de este tratamiento, como se observa en la Figura 9. Con dos aplicaciones por año, glifosato y diurón causaron una reducción de 60% de la biomasa total de maleza, mientras que dos aplicaciones de glifosato únicamente redujeron 31%. La biomasa total de maleza se constituye 45 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Figura 9. Biomasa total de maleza en respuesta a aplicaciones de glifosato (1.6 kg/ ha), y de diurón (3 kg/ha) posterior a glifosato (1.6 kg/ha) en una plantación de cedro de 2.5 años de sembrada, en Sucilá, Yuc., en 2008. de especies herbáceas, gramíneas y arbustivas; en el Cuadro 5 se indica la composición florística de las especies registradas en el área de evaluación, dentro de la plantación. La mayoría de la maleza (Cuadro 5) se conformó de herbáceas anuales de hoja ancha (66%), seguido por gramíneas (27%) y con menor participación plantas de tipo arbustivo (7%). Los tratamientos de glifosato + diurón, glifosato, y paraquat, disminuyeron 38, 25 y 19% 46 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba la maleza herbácea, respectivamente (Figura 10). De estos tres tratamientos, el mayor espectro de control en las herbáceas se logró con la combinación de la actividad sistémica del glifosato y el efecto residual del diurón sobre las semillas de maleza en el suelo (Figura 11). Figura 10. Reducción de maleza herbácea de hoja ancha expresada en porcentaje, en respuesta a aplicaciones de paraquat (0.6 kg/ha), glifosato (1.6 kg/ha), y de diurón (3 kg/ha) posterior a glifosato (1.6 kg/ha) en una plantación de cedro de 2.5 años de sembrada, en Sucilá, Yuc., en 2008. 47 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Cuadro 5. Composición florística de la maleza en una plantación de cedro en Sucilá, Yuc., en 2008. 1 Especies diversas con una composición florística individual <1%. 48 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba En el Cuadro 6, se indica el tratamiento con mejor potencial para el control químico de maleza en plantaciones jóvenes de cedro. El número de aplicaciones por año, dependerá de la presión de la maleza y de la frecuencia y volúmenes de precipitación, entre otros factores. Figura 11. Plantación de cedro después de cinco semanas de haberse aplicado diurón en preemergencia. Para la aplicación de este herbicida al suelo, la maleza emergida se eliminó con glifosato 49 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Cuadro 6. Dosis de herbicidas y aditivos para el control de la maleza en plantaciones de cedro. Faena® contiene 356 g de glifosato/L y Kator® contiene 800 g de diurón/kg. Con base a un volumen de 400 L/ha. c Éter de polietilenglicol (52 g/L), glicol con óxido de etileno (206 g/L), dimetilpolisiloxano (18.5 g/L); Inex-A®, Cosmocel, S.A. d Agentes acidificantes (510 g/L), alcohol tridecil polioxietilenado (210 g/L), dietilenglicol (75 g/L); pHase 1®, Arysta-GBM. a b 50 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 4.4 Herbicidas con potencial para auxiliar el mantenimiento de plantaciones de caoba El control químico de la maleza, mejoró el diámetro de plantas de caoba de aproximadamente seis años de transplantadas (Figura 12). De entre diversos herbicidas evaluados (atrazina, dimetenamida, diurón, glifosato, imazethapyr y metribuzin), metribuzin, posterior a glifosato, promovieron las condiciones de control para que las caobas incrementaran significativamente su diámetro, en un período de seis meses. El control de maleza solo con glifosato, no incrementó significativamente el diámetro de los árboles (Cuadro 7). 51 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Figura 12. Plantación de caoba de aproximadamente seis años de establecida y sitio en donde se evaluaron los tratamientos para el control de maleza. El terreno es un área de investigación forestal dentro del Campo Experimental Mocochá, INIFAP. Cuadro 7. Altura, diámetro e incrementos de crecimiento en plantas de caoba en respuesta a tratamientos para el control de maleza en una plantación establecida en Mocochá, Yuc., durante el periodo de lluvias de 2008. Altura y diámetro al pecho de plantas de caoba a los seis años de edad. Glifosato se aplicó a maleza de aproximadamente 15 cm de altura y dos semanas después, se aplicó el metribuzin. a b 52 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba El control de la maleza declina en función al tiempo transcurrido después de la aplicación de los tratamientos. La tasa de disminución en la eficacia de los herbicidas varía en relación a la vida media de los ingredientes activos, las características de la planta, las condiciones edáficas y la disipación y/o degradación en el perfil del suelo, entre otros factores (Rauch et al., 2007; Robinson, 2008; Minton et al., 2008). En todos los herbicidas evaluados se redujo el porcentaje de control a través del tiempo; sin embargo, hasta los 42 días después de la aplicación, diurón, metribuzin y atrazina exhibieron mejores índices de control comparado con imazethapyr, dimetenamida y glifosato (Figura 13). El control de maleza registrado en las áreas tratadas con diurón, metribuzin y atrazina fue entre moderado y satisfactorio, mientras que la eficacia del resto de los tratamientos varió entre pobre y deficiente (Rao, 2000). 53 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Figura 13. Respuesta de herbicidas aplicados al suelo (preemergentes) y de glifosato en el control de la maleza hasta 42 días después de la aplicación, en plantaciones de caoba de seis años de edad. La maleza dominante se conformó por herbáceas anuales de hoja ancha (76%), seguido por gramíneas (22%) y con menor participación plantas de tipo arbustivo (2%). La composición florística de la maleza del sitio de evaluación se presenta en el Cuadro 8. A tres meses de la aplicación de los tratamientos, únicamente glifosato + metribuzin y glifosato + atrazina redujeron de manera significativa la maleza; en ese orden, éstos herbicidas suprimieron 43 y 45% de la maleza, mientras que glifosato 5% (Fig. 14). 54 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Figura 14. Biomasa total de maleza en respuesta a una aplicación de glifosato (1.8 kg/ha), de metribuzin (1.2 kg/ha) posterior a glifosato (1.8 kg/ha) y de atrazina (2.5 kg/ha) posterior a glifosato (1.8 kg/ha) en una plantación de caoba de seis años de establecida, en Mocochá, Yuc., en 2008. No obstante que atrazina, al igual que metribuzin, disminuyeron considerablemente la maleza total dentro de la plantación, el mayor crecimiento diametral de las plantas de caoba registrado en las áreas tratadas con metribuzin (Figura 15b), se atribuye a que éste herbicida disminuyó 87% la biomasa de la gramínea nej boob, mientras que la atrazina únicamente 44%. 55 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Cuadro 8. Composición florística de la maleza en una plantación de caoba en Mocochá, Yuc., en 2008. 1 Especies diversas con una composición florística individual ≤ 1%. En el Cuadro 9 se indica el tratamiento con mejor potencial para el control químico de las malas hierbas en una plantación de caoba de seis años de edad. El número de aplicaciones requeridas por año, dependerá 56 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba de la presión de la maleza y de la frecuencia y volúmenes de precipitación, entre otros factores. Cuadro 9. Dosis de herbicidas y aditivos para el control de la maleza en plantaciones de caoba. a Faena® contiene 356 g de glifosato/L y Sencor® contiene 480 g de metribuzin/L. b Con base a un volumen de 400 L/ha. c Éter de polietilenglicol (52 g/L), glicol con óxido de etileno (206 g/L), dimetilpolisiloxano (18.5 g/L); Inex-A®, Cosmocel, S.A. d Agentes acidificantes (510 g/L), alcohol tridecil polioxietilenado (210 g/L), dietilenglicol (75 g/L); pHase 1®, Arysta-GBM. 57 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba a b Figura 15. Parcelas de investigación para el control de maleza dentro de una plantación de caoba. Se muestra (a) una parcela no tratada (testigo) y una parcela tratada (b) con metribuzin en dosis de 1.2 kg/ha posterior a glifosato en dosis de 1.8 kg/ha. 58 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 5. Conclusiones El herbicida paraquat, cuyo uso en plantaciones forestales es común, tiene un control limitado sobre la maleza requiriéndose de frecuentes aplicaciones anuales. El herbicida glifosato, tiene un control aceptable sobre las malas hierbas y puede formar parte importante en un programa de control de maleza, particularmente cuando es utilizado estratégicamente con herbicidas preemergentes. Las plantas de cedro y caoba, incrementan significativamente su crecimiento cuando la competencia de la maleza es suprimida de forma eficiente. El herbicida glifosato asociado estratégicamente a herbicidas preemergentes como el diurón y el metribuzin, podrían ser herramientas importantes para el control de la maleza, en plantaciones comerciales de cedro y caoba. 59 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba 6. Literatura citada Buhler, D.D. and O.C. Burnside. 1983. Effect of water quality, carrier volume, and acid on glyphosate phytotocicity. Weed Science 31(1):163-169. CONAFOR (Comisión Nacional Forestal). 2008. Avances forestales en 5 años de gobierno. Revista México Forestal 75. México, D.F. Díaz, M.E.R.A. 1999. Manejo de plantaciones de cedro rojo (Cedrela odorata). In: 500 tecnologías llave en mano. División Forestal. SAGAR. INIFAP. México, D.F. pp. 79-80. Díaz, M.E.R.A., P.A. Rodríguez, J.A. Contreras G., R.R. Rivera L. y L.R. Centeno E. 2008. Control integrado de Hypsipyla grandella en plantaciones de meliáceas en la península de Yucatán, México. 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Ni el INIFAP o los autores asumen responsabilidad por algún daño o costo de cualquier tipo que se haya, o sufrido o incurrido, resultante del uso de los agroquímicos mencionados en este folleto. 66 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Agradecimientos: Los autores expresan su reconocimiento al profesor Raúl Monforte Peniche, por brindar las facilidades para llevar a cabo la investigación, validación y transferencia de tecnología, en su plantación forestal. 68 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba En el proceso editorial de la presente publicación participó el siguiente personal: COMITÉ EDITORIAL DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL SURESTE Presidente M.C. Jaime Piña Razo Secretario PhD. Luis Ortega Reyes Revisores Dr. Valentín A. Esqueda Esquivel M.C. Espiridión Reyes Chávez M.C. Alfonso de la Rosa Vázquez Edición M.C. Hector Torres Pimentel Dr. Raúl Díaz Plaza Formación y Diseño L.D.G. Miguel Cetina Muñoz Fotografía PhD. Fernando Rivas Pantoja Coordinación de Producción M.C. Hector Torres Pimentel 69 Control de maleza en plantaciones de cedro y caoba Para mayor información sobre el contenido de este documento y otras tecnologías diríjase a: INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS Progreso Núm. 5. Barrio de Santa Catarina C.P. 04010 Delegación Coyoacán, México, D.F. www.inifap.gob.mx CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL SURESTE Calle 6 No. 398 X 13, Av Corea Rachó Col. Díaz Ordaz, Mérida Yucatán C.P. 97148 Tel. 999 196 11 81 al 88 CAMPO EXPERIMENTAL MOCOCHÁ Km 25 antigua carretera Mérida - Motul C.P. 97454 Tel: 991 916 22 15 Mocochá, Yucatán 70 Esta publicación se terminó de imprimir en Diciembre de 2009, con un tiraje de mil ejemplares en Grupo Impresor Unicornio, S.A. de C.V., Calle 41 Número 506 por 60 y 62 Centro, C.P. 97000 en Mérida, Yucatán México.