¿Cómo debemos afrontar la actual crisis económica?

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46 CONOCER Zoom
Excusas
para no
pensar
los lectores preguntan
a eduardo punset
¿Cómo debemos
afrontar la actual
crisis económica?
M
e apetece
aprovechar estos
días para enunciar
varias cosas que
debemos desaprender. Es mucho
más importante desaprender
que aprender las monsergas que
suelen soltar los predicadores
de fuera y de dentro.
En primer lugar, es
imprescindible de cara al futuro
aceptar, de una vez por todas,
que el origen de nuestros
desasosiegos y dudas actuales
no es el resultado de una
supuesta crisis internacional
o planetaria. Los expertos,
portavoces de instituciones y,
en menor medida, la gente de la
calle suelen referirse a la crisis
como la responsable de todos
nuestros males, a sabiendas
de que no existe ninguna crisis
internacional o planetaria,
sino crisis muy específicas y
concretas de países individuales.
Ni China, ni América Latina,
ni la India ni los propios Estados
Unidos de América, si me apuran,
están en crisis; países como
la India apenas han abordado
la redistribución de la riqueza
en su seno, pero en términos
globales están aumentando
sus índices de crecimiento del
producto y empleo a tasas muy
alejadas de la precariedad en
xlSemanal 8 de enero de 2012
la que estamos sumidos.
Sé que cuesta admitir algo
que he reafirmado hasta
en mis libros; a saber: que,
si padeciéramos una crisis
planetaria, nuestro déficit
solo podría explicarse porque
todos o alguno de los restantes
planetas, como Urano, Neptuno,
Marte o Saturno, hubieran
generado el correspondiente
excedente. Estamos muy
lejos de descubrir vida en
otros planetas y bastante
lejos de que alguien desde
allí nos preste dinero para
seguir viviendo por encima
de nuestros medios.
Es preciso recordar que,
en lo referente al planeta, las
cuentas están equilibradas por
definición: los excedentes de
unos países son idénticos a
los déficits de otros. Alguien
nos tiene que seguir prestando
dinero cuando se ha vivido
demasiado tiempo por encima
de nuestros medios. Se puede
hacer así durante un tiempo;
durante bastante tiempo. Pero
tarde o temprano llega un
momento en el que los que
estaban dispuestos a prestar
dinero pedirán una prima de
riesgo que irá alcanzando
límites insoportables. Lejos
de darse una crisis universal
o internacional, lo que se dan
son crisis específicas de países
determinados, como el nuestro,
Italia, Portugal o Irlanda.
marina cano
josé ibarrondo. bilbao
"La primera
condición
para salir de
la crisis es
no engañarse
sobre sus
causas"
Las instituciones públicas
y privadas debieran dedicar
parte de su tiempo a dejar esto
bien claro. ¿Por qué? Porque
la primerísima pauta para salir
de la crisis es no engañarse
sobre las causas de la misma.
Cuando se sabe la razón de
lo que nos pasa por dentro,
se ha avanzado la mitad en el
camino de solventar la crisis.
Es mucho más útil esto tan
sencillo –como que dos y dos
son cuatro– que lamentarse del
impacto cruel del desempleo sin
aportar soluciones concretas.
Por favor, yo invito a todos
los que no lo sabían, pero que
ahora lo empiezan a tener
claro, a comunicárselo a sus
amigos. El primer peldaño para
salir de esta crisis sería afirmar
en los blogs, Twitter, Google,
Facebook y por e-mail que la
crisis no es planetaria, sino
nuestra. Que los que decían
lo contrario no lo mantenían
para salir de la crisis, sino
por motivos distintos.
En segundo lugar, es
indispensable que al
desmenuzar los procesos
necesarios para salir de la crisis
no se insista únicamente en
eliminar los efectos nefastos
del desempleo –algo en lo que
se regodea todo el mundo–,
sino en la necesidad previa de
restablecer otros equilibrios no
menos indispensables: evitar
el desnivel mundial de precios,
así como restablecer los niveles
necesarios de productividad
para poder generar empleo.
Esto último requiere reducir
determinados gastos.
Por último, será preciso
desaprender lo que nuestro
gran cineasta Pedro Almodóvar
llamó La mala educación –la
película suya que pasó sin
gloria ni reconocimiento–;
porque casi nada de lo que nos
enseñaron sirve para algo. n
Si quiere participar en la sección, envíe sus preguntas a
xlsemanal@tallerdeeditores.com o a XLSemanal. Excusas para
no pensar. Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 6. 28027 Madrid.
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