Los dioses griegos

Anuncio
Deméter
(agricultura)
Hera
(familia)
Hestia
(hogar)
Zeus
(rayo)
Hades
(infierno)
Poseidón
(mar)
Dioniso
(vino)
Hermes
(comercio)
Afrodita
(amor)
Hefesto
(fuego)
Ares
(guerra)
Artemisa
(caza)
Pulsar sobre cada dios para obtener más información
Apolo
(belleza)
Atenea
(sabiduría)
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Los
Los dioses
dioses griegos
griegos
Hera
Diosa de la familia
Renueva su madurez mediante un baño mágico y con la ayuda
de Afrodita sigue atrayendo a Zeus. Pero según otros relatos
míticos, Hera es también la esposa celosa, irritada por los
amoríos y aventuras de Zeus, y disputa a veces con su divino
esposo, como cuenta La Ilíada, en más de una ocasión. En esos
arrebatos abandona el hogar celeste y llega a engendrar por sí
sola, para vengarse, al monstruoso Tifón y, según una versión
antigua, a Hefesto, el dios cojo, que guarda una ambigua
relación con su madre.
Del matrimonio con Zeus tiene algunos hijos: Ares, Hefesto,
Hebe e Ilitía. Ares es un dios torpe que sólo despliega su valor
en la guerra; Hefesto está loco y es engañado por su esposa
Afrodita; y Hebe e Ilitía son figuras un tanto secundarias entre
las divinidades.
Su epíteto más característico en Homero es el de boopis: «de
ojos de vaca». La vaca es el animal que le está especialmente
consagrado.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Su nombre indica «la que está en sazón», «madura para el
matrimonio». Es la «venerable esposa de Zeus». Es la única
diosa que se sienta al lado de él en el trono, presidiendo la
reunión de los dioses. Como tal, Hera no tiene otros amores ni
aventuras terrenas.
Deméter
Diosa de la agricultura
Es una divinidad de la tierra cultivada, diosa de los trigales y de
los campos fértiles. Es esencialmente la diosa de los cereales, y
especialmente del trigo. Pero también de la cebada, y otros
productos de la siembra y cosecha.
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Es hija de Crono y Rea. Hermana de Zeus, por tanto, de quien
concibió a su hija Perséfone. Ésta fue raptada por Hades, su tío,
el poderoso y tenebroso Señor de los muertos. Por ello pasa un
tiempo con su madre en el Olimpo y otra parte del año –un
tercio- junto a su esposo, como reina de aquel ámbito sombrío.
Los meses que Perséfone pasa en el mundo subterráneo son los
de invierno. Cuando resurge en primavera, todo florece,
manifestando la alegría de su madre. El mito corresponde bien
al ciclo vegetativo anual.
Volver a la página principal
Zeus
Dios del rayo
Es el que maneja el rayo, arma decisiva que para él forjaron los
cíclopes. Su animal emblemático es el águila soberana y
solitaria. No es un dios de la fuerza bruta, sino un monarca
providente, que escucha a sus súbditos, dirime los conflictos e
impone sus designios de eterno cumplimiento. Es el dios de la
justicia.
En Creta situaba el mito el lugar de su nacimiento. Allí lo había
ocultado su madre Rea, escondiéndolo en una caverna del
monte Dicte, para que no se lo comiera su padre, el insaciable
Crono, que devoraba a sus hijos según iban naciendo para
evitar ser destronado.
Se ocupa, como autoridad suprema celeste, de mantener el
orden que él mismo ha instaurado en el mundo.
Su esposa legítima, la que comparte el trono en la mansión
olímpica, es Hera, hermana y mujer celosa del monarca celeste.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
En su origen, Zeus es el gran dios celeste, el que dominaba en
lo alto. Suele asentarse en las cumbres montañosas y es la
divinidad suprema: es indiscutiblemente el primero de los
dioses en poderío y saber. Por encima de todos los demás
ejerce su función de «Padre», protector de dioses y hombres.
Le pertenece, por conquista y por su dignidad, la soberanía del
cielo, que obtuvo tras el reparto de dominios con sus hermanos
Poseidón y Hades.
Poseidón
Dios del mar
Es, en efecto, el que provoca los terremotos, el señor de los
seísmos. Ya Homero cuenta cómo los tres hijos de Crono se
repartieron el poder: a Zeus le tocó el cielo, a Poseidón el mar
y a Hades el mundo subterráneo de los muertos. Es, en la épica
y en la época clásica, el dios del mar y habita en sus
profundidades, junto a su esposa, Anfitrite. En su figura se
parece a Zeus. Su arma no es el rayo, sino el tridente, con el
que revuelve las aguas en las tormentas y sacude y golpea la
tierra.
Poseidón recibe culto en muchos lugares marineros, y en
especial en Corinto, ciudad que extiende su dominio por
ambos mares.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Como señor de las aguas es también una divinidad asociada a
la fecundidad y a la creación de las fuentes, surgidas por su
intervención. A él se le consagra el caballo, engendrado por el
propio dios, según un relato mítico.
Atenea
Diosa de la sabiduría
La diosa surgió de la cabeza de Zeus, en un parto prodigioso.
Nació hermosa y joven y revestida con armadura. Su
nacimiento maravilloso es un rasgo decisivo de la
caracterización de Atenea, firmemente unida a Zeus como hija
predilecta del Altísimo.
El ave nocturna, de grandes ojos y expresión meditativa, es su
símbolo. Al no haber nacido del vientre de una mujer sino de
la cabeza de su padre, Atenea aparece distanciada de lo
femenino. Por su afición a las armas está del lado de los
guerreros y es compañera de los héroes.
Como diosa de la inteligencia constructora, es la patrona de los
artesanos. Construyó el primer carro, cooperó en la fabricación
del caballo de Troya, y en la construcción de la primera nave, y
en la mítica Argo. Pero también es patrona de las labores
femeninas del telar y la rueca.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Era una diosa guerrera, como se destaca en su vestimenta,
armada con la coraza y blandiendo la lanza y la égida, su
terrorífico manto forrado de piel de cabra; sobre el pecho lleva
la cabeza de la Gorgona, símbolo del espanto, y sus ojos
emiten un terrible fulgor.
Dioniso
Dios del vino
Es el único dios que nació de una mortal.
Es el dios del vino y de la vid; el del entusiasmo y el éxtasis, de
la máscara y el tropel orgiástico. No protege la familia ni la
comunidad cívica, sino el grupo de fieles que van a festejarlo
en correrías y danzas por los montes. Inspira el frenesí, es el
“liberador” de los vínculos sociales; invita a la fiesta, pero sus
ritos son peculiares.
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Lleva un atuendo característico: ciñe sus sienes una corona de
yedra, lleva sobre sus hombros una piel moteada de corzo y en
sus manos empuña un tirso, el bastón ornado de yedra. Por
otra parte, Dioniso, el dios de la vegetación, es una divinidad
que muere y renace.
Volver a la página principal
Hermes
Dios del comercio
Es, sin duda, un dios muy antiguo, integrado en la familia
olímpica como hijo de Zeus y de la ninfa Maya, que lo dio a luz
en el monte de Cilene en Arcadia. Se trata de un dios de los
caminos, peregrino y ligero, astuto en el trato, dotado de una
singular habilidad para el engaño y el robo.
Capaz de franquear todos los caminos, raudo viajero, señor de
las encrucijadas, es un hábil embaucador. No sólo se le atribuye
el invento de la lira, sino también el de la flauta, instrumento
pastoril de música campesina.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Su representación más normal es la del montón de piedras, en
torno a un palo enhiesto. Lleva sandalias aladas, un gorro de
viaje, y en la mano empuña el bastón del mensajero, que
también es varita mágica. Ya en Homero, Hermes figura como
el mensajero de los dioses, encargado de misiones difíciles en
remotos parajes.
Afrodita
Diosa del amor
Afrodita simboliza la fuerza de la pasión y el deleite del amor,
el atractivo de la belleza y el hechizo de su posesión. Es suave y
seductora por excelencia, la acompañan las Gracias y la
irresistible Persuasión. Es la diosa «amiga de las sonrisas», de
las flores y de los jardines, resplandeciente con su corona y sus
collares de oro, que extiende su poder sobre todas las criaturas,
invitándolas a emparejarse y realizar las gratas tareas que
están bajo su amparo.
Según la versión más extendida del mito, está casada con el
dios Hefesto, el cojo y astuto herrero. Pero le engaña con Ares,
el rudo guerrero.
La manzana es un fruto asociado a la diosa, como también la
paloma, ave emblemática de la suavidad del amor. En los
altares de Afrodita se quema incienso y se le sacrifican
palomas.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
La diosa del amor es una divinidad cuyo nombre no aparece en
las tablillas micénicas. Su culto original se encontraba en
Fenicia, en el santuario de Ascalón, de donde los fenicios lo
habrían llevado hasta Citera y Pafos (Chipre). Desde la época
de Homero y Hesíodo lleva los sobrenombres de Cipria (Kypris)
y «nacida en Chipre» (Kyprogéneia), recordando esa
procedencia. La diosa surgió recién nacida de las olas marinas
ante la isla de Citera y luego llegó a su santuario famoso en
Pafos de Chipre. Destaca por su espléndida belleza, sus gracias
y encantos.
Ares
Dios de la guerra
Es el dios de la guerra, que personifica el furor bélico. Su
nombre se emplea como sinónimo de éste: Ares es furia
guerrera y ardor combativo. Es hijo legítimo de Zeus y Hera.
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Aunque estaba considerado como un dios poderoso, no tenía
muchos lugares de culto. Sus desdichas eran una muestra de los
daños y heridas de la brutalidad guerrera.
Volver a la página principal
Artemisa
Diosa de la caza
Nacida en Delos, en el famoso parto de Leto, comparte con su
hermano Apolo algunas características. Se parece a él en su
aspecto, como ágil y esbelta diosa rubia, de larga cabellera,
cazadora armada de un espléndido arco. La hija de Zeus y Leto
es una joven que mantiene su doncellez como un privilegio
otorgado por su padre.
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Como divinidad casta, es protectora de las muchachas en la
pubertad y en algunos lances decisivos de su vida. De ahí que
se la invoque en las ceremonias de la boda y también en los
partos, para que acuda a favor de la joven esposa o próxima
madre.
Volver a la página principal
Apolo
Dios de la belleza
Es hijo de Zeus y de Leto, que le dio a luz junto a su hermana
Artemis en la isla de Delos, una isla santa desde que se ofreció
como asilo para ese parto de la amada de Zeus, a la que
perseguían los rencores de Hera. Allí, pues, junto a la palmera
sagrada, nacieron los dos dioses: Apolo y Artemis. Ambos
comparten la afición al arco y a las flechas.
Apolo es un dios que camina a grandes zancadas y se aparece
en lugares diversos. Es el patrón de las colonizaciones a lo
largo del Mediterráneo. Su santuario más famoso es el de
Delfos, el ombligo del mundo, según la antigua creencia.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Apolo no es un dios cazador. Sus flechas causan la enfermedad
cuando él hiere de lejos con tino perfecto. El arco es un
símbolo de su poder distante, pero certero, silencioso.
Hestia
Diosa del hogar
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Diosa del hogar, hija de Crono y Rea, hermana de Zeus y Hera,
de Poseidón y Deméter y de Hades. Diosa que permanece
virgen, sin aventuras, ligada al interior de la casa, protectora
de la familia, se identifica con el fuego hogareño. Hestia es el
nombre del «hogar» común.
Volver a la página principal
Hades
Dios del infierno
© 2002 Santillana Educación, S.L.
El nombre parece evocar lo «invisible» ya en su misma
etimología. En el reparto entre los hijos de Crono, a él le tocó
el reino de los muertos, el ámbito subterráneo de las sombras.
Se le respeta, pero no se le rinde culto de ordinario. Es
aborrecible a los demás dioses. Le acompaña en su trono
subterráneo Perséfone, su esposa, la hija de Deméter, a quien
raptó. Entre sus epítetos está el de Plydégmon, «el muy
acogedor», y el de Plutón, en relación con «la riqueza»,
ploutos.
Volver a la página principal
Hefesto
Dios del fuego
Es el dios de la fragua y el fuego artesano. Trabaja moldeando
los metales, fabrica espléndidas armas de bronce, pero también
otros objetos con su arte maravilloso. Es el patrón de la
metalurgia y los artesanos que a ella se dedican.
La cojera y ese andar evoca el movimiento turbulento del
fuego y las figuras deformes de otros dioses herreros. El
trabajo de la fragua es apropiado para alguien que no anda
demasiado bien. Su esposa es, según La Odisea, Afrodita.
Según La Ilíada, Caris, personificación divina de la Gracia.
Presta buenos servicios, ayuda a fabricar a Pandora o a
encadenar en el Cáucaso a Prometeo.
Volver a la página principal
© 2002 Santillana Educación, S.L.
Aunque la versión mítica lo presenta como hijo de Zeus y de
Hera, según otra es sólo hijo de la esposa de Zeus, quien,
irritada con él, se había retirado y había engendrado al dios
por su cuenta, lo mismo que Zeus había engendrado aparte a
Atenea. Pero, queriendo desembarazarse de Hefesto, lo había
arrojado desde lo alto y el dios había caído en Lemnos,
rompiéndose una pierna. Eso explicaría su cojera.
Descargar