"La agenda interna es obligatoria" http://www.hoy.com.ec/NotiDinero.asp?row_id=193209 Termina visita de la misión del Banco Mundial que busca apoyar los cambios que el país tiene que de cara al TLC. Técnico afirma que la prioridad es invertir en capital humano El economista brasileño Paulo Correa, jefe de la misión del Banco Mundial que analizó durante 10 días (hasta hoy) con los empresarios y el Gobierno ecuatorianos los retos que el país afronta de cara a la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con los EEUU el año entrante, dice que la llamada agenda interna para mejorar la competitividad del país se ha vuelto "obligatoria". Los principales puntos de la agenda, en la visión del Banco Mundial, son mejorar la infraestructura de puertos y carreteras, reentrenar a los trabajadores que deberán cambiar de ocupación tras la apertura económica y hacer una reconversión productiva. "El desafío es transformar este conjunto de temas en un grupo de programas de ejecución prioritaria", afirma Correa. La adopción de una agenda tan amplia pasa necesariamente por una redefinición de recursos dentro del Presupuesto del Estado a partir del año entrante, si el país quiere que las nuevas políticas comiencen a ser aplicadas a partir de 2006, año en que el TLC debe comenzar a funcionar. "En un comienzo, este ejercicio de resignación presupuestaria será pequeño, pero debe ir creciendo a medida que la agenda interna gane legitimidad", agrega Correa. Ese esfuerzo, insiste el Banco Mundial, debe ser compatible con las metas de austeridad fiscal y control del gasto que el país adoptó a comienzos de esta década. Uno de los aspectos más complejos de la agenda interna serán las políticas para reubicar a los trabajadores desplazados por la apertura económica y la competencia con los bienes importados. "El país corre el peligro de que su capital humano acabe siendo mal utilizado, de que los ingenieros acaben de taxistas, por ejemplo", advierte Correa. La manera de evitarlo es incentivar el intercambio de información en el mercado laboral, para que la oferta y la demanda se encuentren, y entrenar a los desplazados para que se incorporen a los sectores más dinámicos. Pero "no vale la pena entrenar a las personas en abstracto, el entrenamiento debe ser definido por el nuevo empleador" y financiado por el Estado, dice Correa. El técnico pone como ejemplo el programa Procampo, que fue implementado en México para dar apoyo directo, con recursos, a los trabajadores que resultaron afectados tras la firma del North American Free Trade Agreement (Nafta) entre ese país, los EEUU y el Canadá. (MT)