Las relaciones laborales en Francia

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Las relaciones laborales
en Francia
Las relaciones laborales
en Francia
Eguzki Urteaga
Para Aiala, Luma, Muskoa y Ana
Las relaciones laborales en Francia
© Eguzki Urteaga
ISBN: 978-84-8454-983-3
Depósito legal: A-663-2010
Edita: Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 61 33
C/Decano n.º 4 – 03690 San Vicente (Alicante)
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transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información o sistema de reproducción,
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
El planteamiento teórico Transformaciones del capitalismo y relaciones laborales
Debates clásicos y retos actuales
13
14
19
23
CAPÍTULO 1. LAS CENTRALES SINDICALES
El sindicalismo francés en perspectiva
El sindicalismo en una perspectiva internacional El sindicalismo en una óptica histórica
Las teorías del sindicalismo La tradición americana: el sindicalismo de negocios
La escuela inglesa: el sindicalismo de regulación conjunta La escuela francesa: el sindicato movimiento social
La escuela alemana: el sindicato institución
La organización del sindicalismo francés
La estructuración de los sindicatos La organización de los sindicatos Las finanzas La audiencia del sindicalismo francés La audiencia electoral
El número de afiliados
Conclusión
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39
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45
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47
CAPÍTULO 2. LAS ORGANIZACIONES PATRONALES
Historia del sindicalismo patronal Los orígenes de la patronal De la Liberación a la crisis económica
El conservadurismo de la patronal La reforma del CNPF
La ofensiva patronal
La oposición al gobierno socialista
La empresa en el centro de la estrategia patronal
51
51
52
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53
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56
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7
La patronal hoy en día
Una representación múltiple
Perspectiva comparativa
Las organizaciones patronales en Francia Organización y orientaciones del MEDEF Organización y poderes en el seno del MEDEF
De la refundación social a la deliberación social
Representatividad y acción de la patronal Conclusión
58
58
59
61
62
63
63
65
67
CAPÍTULO 3. LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO
Los antecedentes históricos El Estado legislador
Una ley protectora El marco legislativo de la negociación colectiva La articulación de las normas legales y convencionales
La apertura hacia la negociación
El Estado habilita los actores de la negociación El Estado regulador y árbitro El Estado empleador
La administración y las jurisdicciones del empleo
Los procedimientos de consulta y de concertación El Estado, actor de las relaciones laborales en Europa
Italia: sistema voluntarista y fuerza de la concertación
Alemania: el principio de autonomía tarifaria
Holanda: el modelo de concertación entre el Estado y
los agentes sociales Conclusión CAPÍTULO 4. LAS INSTITUCIONES REPRESENTATIVAS
DEL PERSONAL Las IRP en el sector privado
Los delegados sindicales y la sección sindical de empresa Los delegados del personal Los comités de empresa La doble vocación del comité de empresa
Funcionamiento del comité de empresa
Los comités de higiene, seguridad y condiciones de trabajo Las instituciones representativas en la función pública 8
69
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91
93
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100
102
104
El estatus de 1946 «La decisión aclarada»
Dos modelos de representación en Europa
Alemania: un ejemplo de modelo dual
El Reino Unido: un modelo de canal único
Conclusión 105
107
108
108
109
110
CAPÍTULO 5. LA GESTIÓN PARITARIA
Las grandes instituciones de la gestión paritaria
La Seguridad social
Los regímenes complementarios de jubilación El seguro por desempleo
La formación profesional
Los Consejos de prud’hommes
Alcance y límites de la gestión paritaria Una tutela estatal cada vez más estrecha
Una regulación compartida
Un seguro paritario
Conclusión 113
114
114
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118
120
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123
124
125
127
129
CAPÍTULO 6. HISTORIA DE LAS RELACIONES LABORALES
1934-1938: el enfrentamiento social
La revancha
1944-1950: la reconstrucción social
1944-1946: unión nacional para la reconstrucción
1947-1948: crisis política y social
1949-1950: después de la crisis
1966-1973: la utopía social
Las negociaciones
Un movimiento mundial 1975-1983: la crisis social
1978-1979: la crisis de la siderurgia La izquierda a contratiempo
1995-2006: la fractura social
La jornada de huelga de los funcionarios El anuncio del plan de reforma de la Seguridad social
Las movilizaciones El apogeo de la huelga Conclusión
131
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147
148
148
150
151
9
CAPÍTULO 7. LOS CONFLICTOS SOCIALES
La transformación de la conflictividad De la huelga obrera a las movilizaciones
La medida de la huelga
La nueva estructura de la conflictividad
Los objetos de las huelgas
Las nuevas formas de conflictividad
Una perspectiva comparada
El sentido de estas transformaciones
La regulación de los conflictos
La reglamentación de la huelga
El derecho de huelga
Huelgas legales e ilegales
Las consecuencias de la huelga
La modernización del diálogo social La voluntad de limitar el derecho de huelga
La renovación del diálogo social
Conclusión 153
154
154
156
157
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168
169
169
171
173
CAPÍTULO 8. LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Instituciones y prácticas de la negociación colectiva
La negociación colectiva sectorial
La legitimidad del sector y la diversidad de las prácticas
Rol esencial de la competencia sobre el mercado de los
productos La negociación interprofesional Auge y límite de la negociación colectiva de empresa
Una negociación estimulada por la ley
Las negociaciones formales e informales
La gestión empresarial: nuevo reto de la negociación
La adaptación a las fronteras cambiantes de la empresa
El diálogo social territorial
Una lógica de proyecto
Entre el diálogo social territorializado y la gobernanza
territorial
Diálogo territorial y relaciones laborales
La reforma del marco de la negociación colectiva
Tres innovaciones fundamentales
Una reforma inacabada
175
176
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10
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187
189
190
191
192
193
La extensión del principio mayoritario
Conclusión
194
195
CAPÍTULO 9. LAS RELACIONES LABORALES EN EUROPA
Los agentes sociales europeos
Los sindicatos europeos
La patronal europea La legislación social europea El diálogo social europeo Diálogo social y negociación interprofesional
El diálogo social sectorial
¿Existe una alternativa al diálogo social?
Los comités de empresa europeos
Los retos de los comités de empresa europeos
La negociación transnacional
Conclusión
197
198
198
200
201
203
203
206
207
209
209
211
213
CAPÍTULO 10. RELACIONES LABORALES, CREACIÓN
DE EMPLEO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO
Las razones de la crisis socioeconómica
La importancia de las relaciones laborales
El peso de la historia social
La formación de las actitudes sindicales
De la represión al paternalismo
El fenómeno burocrático
El Estado y los altos funcionarios
Las consecuencias de las relaciones laborales
Un menor crecimiento económico
Un nivel de desempleo superior
Tasa de empleo reducida e insatisfacción en el trabajo
La mejora de las relaciones laborales
La limitación de la transmisión familiar
La ayuda a las pequeñas empresas competitivas
La renovación del diálogo social
La reforma de la función pública El fortalecimiento de los contrapoderes
La transformación del sistema educativo
Conclusión 215
215
217
219
219
221
223
225
226
226
228
229
230
230
231
232
233
234
234
235
11
CONCLUSIÓN
Las transformaciones del mundo laboral
Las transformaciones del trabajo
Un nuevo modelo de empleo
El renacimiento de la empresa
La nueva condición salarial
La desestabilización de la condición salarial
A la búsqueda de un nuevo modelo
Las vías de la flexiseguridad
Las experiencias extranjeras El debate francés sobre la flexiseguridad
¿Qué protección social? Una democracia sindical La democracia industrial Para una gobernanza colaboradora
La subordinación en cuestión Conclusión
237
238
238
240
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247
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252
253
255
256
257
BIBLIOGRAFÍA
Las relaciones laborales
Las centrales sindicales
Las organizaciones patronales
La intervención del Estado
Las instituciones representativas del personal
La gestión paritaria
Historia de las relaciones laborales
Los conflictos sociales
La negociación colectiva
Las relaciones laborales en Europa
Relaciones laborales, creación de empleo y crecimiento económico
Las transformaciones de las regulaciones profesionales
259
259
260
262
263
264
266
267
268
269
270
271
272
12
INTRODUCCIÓN
Las relaciones laborales designan, en el ámbito laboral, el conjunto de
las relaciones que se establecen entre tres categorías de actores: los poderes
públicos, los trabajadores y sus representantes. Tienen como objeto la elaboración de unas reglas de contenido, como las que se refieren al salario, a la
jornada laboral o a las garantías de empleo, y de unas reglas de procedimiento,
como las que conciernen a la negociación, los acuerdos, los conflictos o los
modos de representación de los asalariados. Aunque pueda tratarse de decisiones económicas, la negociación no es un regateo, puesto que produce reglas1.
Negociadas entre los diferentes socios o decididas unilateralmente por uno de
ellos, estas reglas pueden tener un alcance general o específico, dar lugar a una
modificación de las leyes, convenios colectivos y acuerdos, o fundamentarse
en las prácticas y costumbres. En razón de los posicionamientos y recursos
desiguales de los que disponen las partes implicadas, la negociación hace
intervenir sistemáticamente los poderes públicos.
Analizar las relaciones laborales implica describir sus reglas y las instituciones encargadas de elaborarlas, preguntarse sobre su génesis, explicar los
procesos de interacción y de intercambio entre los actores y analizar el conjunto
de las prácticas que se establecen a su alrededor, para aplicarlas, transformarlas
o suprimirlas. Consiste también en poner de manifiesto las dimensiones de
cooperación y de conflictividad, de convergencia y de antagonismo entre los
actores. La multiplicidad de los objetos y de las interrogaciones explica que el
estudio de las relaciones laborales movilice a diferentes disciplinas: sociología,
derecho, historia, ciencia política, economía y gestión.
Las relaciones laborales han nacido en el siglo XIX con la revolución
industrial, la empresa moderna, el asalariado, los conflictos laborales y el movimiento obrero. Su desarrollo e institucionalización, al menos parcialmente,
se han producido al final de ese siglo con la aparición del Estado social y el
posterior desarrollo de la negociación colectiva, según unas formas y unos
ritmos variables en función de los países. Incluso si unas tendencias comunes
1
FLANDERS, A. (1968). «Eléments pour une théorie de la négociation collective», Sociologie
du travail, n.°1, p.13-35.
13
Eguzki Urteaga
pueden ser identificadas, los actores, la reglamentación de las relaciones de
trabajo y las formas concretas de la regulación presentan unas características
propias en cada país que se explican por el anclaje de las relaciones laborales
en unas tradiciones nacionales2. Se le añaden, en cada una de ellas, otras diferencias notables como aquellas entre el empleo privado y el empleo público.
Para dar cuenta de esta diversidad así como de la coherencia de cada caso,
se utiliza el concepto de sistema de relaciones laborales. Corresponde a una
configuración particular de actores, reglas y prácticas en las cuales las reglas
son interdependientes.
Con la liberalización creciente de las economías nacionales, su terciarización
y la revolución informática, nuevas formas de organización de la producción
se desarrollan a partir de los años 1970. Las figuras del sindicalismo obrero,
de la empresa industrial, del Estado-nación y del Estado de bienestar pierden
poco a poco su centralidad. El estatus colectivo y la estabilidad de la relación
laboral son cuestionados. Nuevas formas de regulación económica, social y
profesional emergen, en el seno de las cuales el mercado se impone como
la institución central, el ultima ratio del nuevo espíritu del capitalismo. Los
actores e instituciones de las relaciones laborales, heredados del compromiso
fordista, están afectados por estas transformaciones.
El planteamiento teórico
El estudio de las relaciones laborales se ha iniciado en el Reino Unido al
final del siglo XIX y está asociado a los nombres de Sidnet y Béatrice Webb,
socialistas y socios de la Sociedad fabiana, asociación creada en 1884, que
preconiza la salida de la sociedad capitalista a través de «un cambio gradual
y pacífico». Basadas sobre un sólido trabajo de campo, las propuestas de esta
asociación quieren establecer una «democracia práctica», especialmente a través de la municipalización de los servicios públicos. Aun compartiendo esta
orientación, el matrimonio Webb se interesa por el movimiento sindical del
que analizan la historia, las estructuras y la acción. Crea la noción de negociación colectiva que considera como una de las mejores vías para llegar a la
instauración de una «democracia industrial» a la que dedica un libro en 1897.
Paralelamente a esta democracia industrial, ese matrimonio preconiza la
puesta en marcha de unos seguros contra el desempleo y la enfermedad gestio2
CROUCH, C. (1993). Industrial Relations and European State Traditions. Oxford, Clarendon
Press.
14
Las relaciones laborales en Francia
nados por los sindicatos, la mediación en caso de conflicto, la profundización
de la democracia representativa en el seno de los sindicatos y el fortalecimiento
de su poder político así como la aprobación de una legislación impulsada
por los sindicatos que instaura una protección mínima de los salarios. Insiste
especialmente en el interés de los convenios colectivos sectoriales para los
trabajadores así como para la economía en su conjunto. Determinando unos
niveles de salario, permiten efectivamente sustraer los salarios a la competencia empresarial, incitando estas últimas a mejorar su productividad a través
de una racionalización de la organización del trabajo. No por ello los Webb
infravaloran la importancia de la ley que, generalizando las reglas, asegura
una función de protección de los trabajadores que no están cubiertos por los
convenios colectivos.
John Commons, un historiador y economista americano de la Universidad
de Wisconsin, se interesa también por la condición obrera y los conflictos
sociales. Para Commons (1909) y Perlman (1928), principales representantes
de la corriente institucionalista, en razón de la importancia que conceden a
las instituciones y a las reglas en la determinación de los salarios y de las
condiciones de empleo, la teoría económica clásica de inspiración individualista no ofrece los instrumentos y esquemas que permiten analizar los hechos
sociales y los conflictos industriales. «Para comprender cómo se constituye un
orden social más allá de los conflictos de interés inherentes a las interacciones
sociales»3, los institucionalistas ponen en el primer plano la acción colectiva y
la negociación colectiva que desembocan sobre la producción de unas normas
salariales y participan en el establecimiento de un «capitalismo razonable»
en el cual los intereses del asalariado se integran en el ejercicio del poder. El
papel del Estado consiste en organizar las relaciones concretas entre las partes
implicadas sin intervenir directamente. A partir de los años 1930 se desarrolla,
en un sentido muy diferente, la corriente de las relaciones humanas en la empresa, para poner de manifiesto todas la relaciones informales de cooperación,
pero descuida los enfrentamientos y las negociaciones4. Nutridos de trabajos
históricos y de su experiencia como expertos y mediadores en los conflictos
laborales, los institucionalistas se inspirarán de la ley Wagner que ha regido,
a partir de 1935, las relaciones de trabajo en Estados Unidos.
3
BAZZOLI, L. (2000). «A propos de la théorie institutionnaliste de la négociation. John R.
Commons et l’économie politique de la négociation des règles sociales », in THUDEROZ,
C., GIRAUD-HERAUD, A., La négociation sociale. Paris, CNRS, p.46.
4
ROETHLISBERGER, F.J., DICKSON, W.J. (1939). Management and the worker. Cambridge
Massachusetts, Harvard University Press.
15
Eguzki Urteaga
En pleno auge en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial,
la disciplina de las relaciones laborales encuentra en John Dunlop una forma de
consagración teórica. En su famoso libro titulado Industrial Relations System
(1958), define el sistema de relaciones laborales «como un conjunto constituido
por actores, contextos y una ideología que convierte al sistema en una totalidad,
y, por último, un cuerpo de reglas cuyo objetivo es regir los actores en sus
condiciones de trabajo y en su vida laboral»5. Dunlop establece una distinción
clara entre el sistema en sí, compuesto por actores y reglas, y su contexto,
formado por variables técnicas, económicas y políticas. A su entender, este
contexto y estas transformaciones determinan principalmente el funcionamiento
del sistema de relaciones laborales. Una ideología común, definida como un
corpus de ideas y de creencias compartidas por los actores sobre el lugar que
ocupan y el papel que desempañan, sirve para dar un sentido compartido a los
intercambios. La noción de sistema, que traduce la interdependencia de estos
elementos, puede aplicarse a diversos espacios: la empresa, el sector, el oficio
o la nación.
Incluso si ha sido muy criticada y ha sido objeto de numerosas revisiones,
la teoría de Dunlop sigue siendo una referencia fundamental en el ámbito de las
relaciones laborales6. Puede ser prolongada y corregida en tres direcciones. En
primer lugar, se le reprocha su infravaloración del rol activo de los actores y de
sus estrategias en la producción de reglas y en el funcionamiento del sistema.
Por una parte, los actores pueden influir en los elementos del contexto y, por
otra parte, su acción, que aspira a la producción de reglas, depende ante todo
de las estrategias puestas en marcha. En segundo lugar, conviene matizar la
importancia y la unidad de una ideología común compartida por los actores
del sistema. Su ausencia no obstaculizaría la construcción de compromisos y
de regulaciones parciales. Estas críticas desembocan sobre un cuestionamiento
más general de la noción de sistema que, en una perspectiva sistémica inspirada
en Talcott Parsons, privilegia los elementos de integración y de estabilidad,
reduciendo el alcance de las contradicciones, tensiones y conflictos inherentes
a cualquier sociedad organizada. A esta noción de sistema cerrado sobre sí
mismo, se puede oponer otro concepto como lo hace Jean-Daniel Reynaud: «el
sistema de relaciones laborales es menos un subsistema cuyas fronteras están
bien definidas y padecen las presiones de varios sistemas muy organizados,
5
SELLIER, F., (1976). Les relations industrielles, principes et politiques. Choix de textes
commentés. Paris, PUF, p.88.
6
REYNAUD, J-D., EYRAUD, F., PARADEISE, C., SAGLIO, J. (1990). Les systèmes de
relations professionnelles. Examen critique d’une théorie. Paris, CNRS.
16
Las relaciones laborales en Francia
como un sistema complejo, pero relativamente autónomo, y que mantiene,
entre otros aspectos, unas relaciones de intercambio y de negociación7.
En Estados Unidos, la teoría de Dunlop ha sido objeto de serias revisiones,
especialmente de la mano de Thomas Kochan, Harry Katz y Robert McKersie.
En su libro titulado The transformations of American Industrial Relations (1986),
estos autores consideran que las relaciones laborales resultan de la interacción
entre las presiones del contexto y las estrategias elaboradas por los actores en
respuesta a estas coacciones. Insisten también en la influencia determinante de
las estrategias de gestión en los cambios del sistema. Por último y sobre todo,
distinguen tres niveles de decisión: el nivel estratégico, al que los sindicatos no
tienen acceso; el nivel intermedio, espacio de las relaciones institucionalizadas
entre la dirección y los sindicatos; el nivel del taller, directamente afectado por
las decisiones tomadas en los otros dos niveles, pero también por los arreglos
directos que se establecen entre la jerarquía y los operadores.
A la diferencia de los países anglosajones, en Francia, las relaciones laborales
no están reconocidas como una disciplina académica, lo que explica que nos
encontremos ante una enseñanza dispersa y poco homogénea. La creación al
inicio de los años 1980 de un grupo de investigación multidisciplinar del CNRS
titulado «Relaciones laborales, conflicto y negociación», que asocia sociólogos,
juristas y economistas, pretendía dar una visibilidad a esta disciplina y quería
fomentar y enfrentar las investigaciones en ese ámbito. Si, desde entonces, la
institucionalización de la disciplina no ha progresado, el ámbito cubierto por la
investigación se ha extendido considerablemente. En respuesta a las llamadas de
licitación provenientes de la Dirección de los estudios y de las estadísticas del
ministerio del Trabajo (DARES), numerosos trabajos se interesan por la puesta
en marcha de políticas de empleo en las empresas. Realizada regularmente por
la DARES desde 1992, la encuesta estadística «Respuesta» sobre las relaciones
laborales y la negociación nutre la producción de análisis centrados en la transformación de los actores y de las relaciones de trabajo en el seno de las empresas.
La construcción europea genera igualmente una demanda creciente de estudios
en el ámbito del trabajo y del empleo. Por el contrario, los agentes sociales
franceses impulsan escasos trabajos en ese ámbito y el Instituto de investigación
económica y social (IRES), organismo público en el cual los sindicatos forman
parte del consejo de administración, constituye una excepción.
7
REYNAUD, J-D., EYRAUD, F., PARADEISE, C., SAGLIO, J. (1990). Les systèmes de
relations professionnelles. Examen critique d’une théorie. Paris, CNRS, p.13.
17
Eguzki Urteaga
Los análisis desarrollados por François Sellier y Jean-Daniel Reynaud
marcan profundamente las relaciones laborales galas. François Sellier propone
un enfoque estratégico e interdisciplinar: las reglas jurídicas definen los marcos
de acción de las diferentes partes y conocen una transformación progresiva.
El mercado laboral y la organización de la empresa están construidos por los
actores sociales, que son unos actores colectivos cuya identidad y formas de
acción se han ido forjando históricamente8. Estas ideas directrices aparecen
en los estudios sobre los salarios que lleva a cabo con Marc Maurice y JeanJacques Silvestre, en el marco del laboratorio de economía y sociología del
trabajo, y que culminan con la gran comparación franco-alemana de 1982. El
nivel de los salarios y sus variaciones dependen no solamente del mercado local
y sectorial sino también de las propias estrategias de las empresas. El reparto
de las tareas y la jerarquía de los salarios que resultan de ello dependen no
tanto de un imperativo tecnológico como de una elección organizacional. Esta
elección pertenece a la empresa pero se realiza en estrecha interdependencia con
la negociación de las clasificaciones sectoriales y con las grandes orientaciones
de los sistemas educativos y de formación. El mercado laboral se despliega en
el marco constituido por estos tres espacios: organizacional, educativo y de
acción colectiva. Permite comprender la existencia de una fuerte movilidad de
los obreros cualificados de la metalurgia en Alemania y la predominancia de un
mercado interno en Francia así como la proporción diferente de los directivos en
ambos países. El conjunto puede formar un sistema a escala de una economía
nacional: los autores hablan entonces de hecho societal. Ese punto de vista
sistémico permite comparar unos elementos nacionales singulares. Por último,
las especificidades de las relaciones laborales en Francia conducen a interpretar
la noción de sistema de relaciones laborales como un sistema de poder.
La teoría de la regulación social desarrollada por Jean-Daniel Reynaud
representa otra contribución fundamental al análisis de las relaciones de trabajo. Su teoría9 se desmarca del funcionalismo que postula que el sistema
social está reglado por unas normas y por unos valores. «La teoría de la regulación social procede a una inversión epistemológica: los actores producen el sistema y no lo contrario. Incluso si las decisiones de los actores se
toman en un contexto estructurado, el peso de las coacciones nunca llega
8
MAURICE, M., MOSSE, P., TCHOBANIAN, R. (2005). Pour une économie politique du
travail. Morale et action dans l’œuvre de François Sellier. Toulouse, Octarès.
9
REYNAUD, J-D. (1989). Les règles du jeu. L’action collective et la régulation sociale.
Paris, Armand Colin.
18
Las relaciones laborales en Francia
a equiparase a un determinismo»10. Jean-Daniel Reynaud pone en el primer
plano la autonomía de los actores y su capacidad de acción, los conflictos de
interés que les oponen, el carácter provisional de las reglas que negocian y que
pueden verse sometidas a una nueva negociación. Incluso inscritas en unos
dispositivos que los institucionalizan y les confieren cierta estabilidad, «las
reglas se han mantenido y solo se desarrollan gracias al compromiso de los
actores. Por lo tanto, tienen la fragilidad de los propios compromisos»11.
En este esquema, el conflicto y la negociación no se excluyen y forman
parte de una misma dinámica de regulación, puesto que tienden, uno y otra, a
definir nuevas reglas o a reformar las que existen. Diversas fuentes de regulación
pueden ser identificadas, por ejemplo, en las organizaciones productivas, la
regulación de control y la regulación autónoma. Decidida unilateralmente por la
dirección, la regulación de control consta del conjunto de las reglas de trabajo
a las que los ejecutores deben conformarse. Sin cuestionar abiertamente estas
reglas provenientes de arriba, los ejecutores definen de manera autónoma y
colectiva otras formas de cooperación en los colectivos de trabajo. Clandestinas
en su mayoría, las reglas autónomas están toleradas a menudo por la dirección
intermedia porque contribuyen a mejorar el funcionamiento de la organización.
La regulación efectiva del trabajo es el resultado del encuentro entre estas dos
fuentes. Se puede hablar de regulación conjunta cuando las reglas, al menos
parcialmente, resultan de un proceso formal o informal de negociación en el
cual los retos y las reglas son explícitas o implícitas.
Transformaciones del capitalismo y relaciones laborales
Iniciada en las economías occidentales a partir de los años 1970, la liberalización de las economías se extiende desde el inicio de la década de 1990 en
los países del antiguo bloque comunista y afecta desde entonces al conjunto
de la economía mundial. Reconocida como la característica principal de las
economías modernas, esta expansión continua de las relaciones de mercado
ha sido considerada, en un primer momento, como conductora de todas las
10
TERSSAC, G. (2003). «La théorie de la régulation sociale: repères pour un débat», in
TERSSAC, G., La théorie de la régulation sociale de Jean-Daniel Reynaud, débats et prolongements. Paris, La Découverte, p.19.
11
REYNAUD, J-D. (2003). «La négociation, l’accord, le dispositif», in TERSSAC, G. de,
La théorie de la régulation sociale de Jean-Daniel Reynaud, débats et prolongements. Paris,
La Découverte, p.190.
19
Eguzki Urteaga
economías y sociedades hacia un modelo único. La tesis de la convergencia
ha generado una abundante literatura en materia de relaciones laborales en los
años 1980. Una competencia notable sobre el mercado de los productos, una
diferenciación y una flexibilidad crecientes de la mano de obra, y la búsqueda
por los empleadores de una cooperación directa con los empleados, negociada
o no, han sido analizados en términos de desorganización de los esquemas de
relaciones laborales institucionalizados después de la Segunda Guerra Mundial.
Según Traxler (2001), la desorganización se traduce por una fragmentación
de las organizaciones que representan a los trabajadores y a los empleadores, un
debilitamiento de su poder, una desregulación de las condiciones de trabajo que
se compagina con el declive y la descentralización de la negociación colectiva,
el debilitamiento del Estado de bienestar, el retroceso del tripartidismo y de las
formas de coordinación entre los representantes del mundo laboral y el Estado.
La evolución cuestiona las prácticas analizadas desde los años 1970 en términos
de corporativismo o neocorporativismo que designan la participación de los
grupos de interés privados en la elaboración de las políticas públicas12. Las
transformaciones del capitalismo modifican las condiciones del intercambio
político por el cual el Estado, para hacer aceptar a los sindicatos unas coacciones, como el control de los salarios, les concede un poder superior en otros
ámbitos13. Según la tesis corporativista, la participación de las organizaciones
patronales en la regulación estatal y la centralización de las relaciones laborales
tienen una influencia positiva sobre los resultados económicos.
Si la idea según la cual las economías convergen hacia un modelo único
es muy controvertida hoy en día: ¿cómo dar cuenta de las orientaciones y de
la amplitud de los cambios producidos en los países, tanto desde el punto de
vista de las formas del capitalismo como de las instituciones de trabajo y de
las relaciones laborales? La tesis de la «dependencia de sendero» desarrollada
desde los años 1990 permite comprender el mantenimiento de las divergencias
entre los países en un contexto global de liberalización y de internacionalización de las economías. Las transformaciones se inscriben en la continuidad
de las trayectorias nacionales anteriormente seguidas y encarnadas en unas
instituciones. La tendencia a la convergencia bajo la presión de los mercados
se acompaña de una permanencia de las diferencias institucionales entre los
12
LEHMBRUCH, G., SCHMITTER, P.C. (1982). Patterns of Corporatist Policy-Making.
London, Sage Publication.
13
PIZZORNO, A. (1978). «Political Exchange and Collective Identity in Industrial Conflict»,
in CROUCH, C., PIZZORNO, A., The Resurgence of Class Conflict in Western Europe since
1968. London, Macmillan.
20
Las relaciones laborales en Francia
países. En otras palabras, las presiones del mercado afectan indirectamente a
las relaciones de trabajo en el sentido de que están filtradas por las instituciones
que no se someten pasivamente a su entorno sino que se adaptan a él en función
de sus características. Para Traxler, su resistencia ante los efectos destructivos
de los mercados depende, sin embargo, de la existencia de un marco legal para
apoyar la acción colectiva.
Esta mutación puede asimilarse a una gran transformación, similar a aquella
definida por Karl Polanyi (1983), analizando el derrumbe de la civilización
del siglo XIX y la transformación del capitalismo durante las dos guerras
mundiales. No obstante, la manera según la cual los países se inscriben en la
nueva «gran transformación» pone en evidencia su carácter progresivo y la
persistencia de los modelos nacionales o regionales. Todos los países se ven
sometidos a unas profundas mutaciones, pero estas últimas están conducidas,
dispuestas, organizadas y vividas en el seno de los distintos modelos. Movilizando a la vez las teorías institucionalistas y las teorías neocorporativistas,
Hall y Soskice subrayan el papel determinante de los comportamientos de las
empresas y de las interacciones estratégicas entre los actores. Oponen dos
tipos de economías: las economías de mercado coordinadas (Alemania) y las
economías de mercado liberales (Estados Unidos). En cada tipo de economía,
las estrategias de las empresas se inscriben en un conjunto de instituciones
específicas. Ese anclaje institucional explica que, ante las nuevas presiones
del mercado, en las economías coordinadas, las empresas no estén dispuestas
a abandonar los arreglos que han fundamentado sus estrategias hasta entonces.
Resulta de todo ello un mantenimiento de las divergencias entre los modelos.
Esta oposición binaria entre dos formas de capitalismo es considerada como
reductora. Para Boyer (2002), los capitalismos se caracterizan por una mayor
diversidad de los arreglos institucionales en los cuales la relación salarial y las
formas de negociación colectiva juegan un papel importante.
Aunque conceden un rol esencial a las instituciones y actores que los crean
y movilizan, Streeck y Thelon proponen, en Beyond Continuity (2005), otro
análisis de los cambios efectivos. Para ellos, no se trata ni de puros ajustes
ni de la reproducción de los sistemas existentes. Consideran que la tesis de
la «dependencia de sendero» o aquella propuesta por Hall y Soskice insisten
demasiado en el peso de las presiones estructurales y en la continuidad de
los modelos y, por el contrario, «infravaloran la amplitud y la significación
de los cambios»14. Estas teorías y, de manera más general, las que se refieren
14
STREECK, W., THELEN, K. (2005). Beyond Continuity. Institutional Change in Advenced
Political Economies. Oxford, Oxford University Press, p.5.
21
Eguzki Urteaga
tradicionalmente a las relaciones laborales están más capacitadas para explicar,
bien la producción de los sistemas, bien su transformación brutal, así como el
carácter progresivo pero profundo de los cambios inducidos por la liberalización
de las economías. A partir de las diferencias monográficas, muestran que la
liberación de las economías procede de cambios graduales y se produce a través
de unas modalidades distintas denominadas regímenes sociales. El desplazamiento designa un régimen en el cual los arreglos institucionales tradicionales
perduran, pero son aparcados en favor de nuevas instituciones cuyas lógicas
difieren totalmente. En este régimen, unas nuevas instituciones se sobreponen a
las ya existentes. Beneficiándose de un crecimiento más rápido que las antiguas,
estas nuevas instituciones acaban sustituyéndose a estas últimas. En el régimen
del cambio, la estabilidad institucional aparente disimula unas profundas transformaciones en la manera según la cual son activados y puestos en marcha los
dispositivos para los actores. La conversión designa un régimen en el cual las
instituciones perduran, pero son desplegados de nuevo para alcanzar nuevos
objetivos. Por último, el régimen del agotamiento corresponde claramente a
la desaparición de las instituciones.
El interés de ese tipo de análisis es, en primer lugar, de orden heurístico.
Articulando estrechamente los cambios económicos, las instituciones y la acción
colectiva, el análisis invita, para el estudio de un caso nacional o regional, a
pensar las instituciones en su dinámica, con respecto a la manera según la cual
los actores se las apoderan, las reorientan o las abandonan. Las instituciones no
pueden ser comprendidas independientemente de los actores. Desde ese punto
de vista, se parece a la regulación social de Jean-Daniel Reynaud, aunque para
Streeck y Thelen, las instituciones tienen un carácter formal cuyo objetivo es
producir unas reglas que son reconocidas y garantizadas por la sociedad y que
se imponen a sus miembros. Este análisis invita también a una mayor vigilancia
sobre la interpretación de ciertos indicadores. Por ejemplo, en el caso francés,
la cobertura convencional ha progresado mucho y es prácticamente total actualmente. Si este resultado traduce un progreso de las garantías colectivas,
éste debe, sin embargo, ser relativizado, teniendo en cuenta el debilitamiento
global de la regulación sectorial al provecho de la regulación empresarial. El
mantenimiento de una institución tradicional no debe disimular la importancia de
los cambios que se producen en la determinación de las condiciones de trabajo.
Para terminar, este enfoque permite identificar los procesos de innovación, «la
manera según la cual los actores pueden cambiar las características centrales
del sistema institucional dominante».
El análisis comparado de los cambios se acompaña de unas interrogaciones
a propósito de los efectos de la construcción europea sobre los sistemas na22
Las relaciones laborales en Francia
cionales de relaciones laborales y la elaboración de un modelo social europeo.
¿Las normas sociales comunitarias, provenientes de directrices y del diálogo
social europeo, ofrecen una protección contra las amenazas crecientes que
hacen pesar los mercados sobre las garantías en materia social y laboral? Para
Streeck (2001), los intentos de armonización supranacional han fracasado, los
regímenes nacionales de relaciones laborales y de protección social compiten
entre ellos para atraer a las empresas multinacionales. Convertidas en actoras
principales de los sistemas, estas últimas utilizan a su provecho las instituciones
nacionales y comunitarias y eligen a los regímenes de participación que les
son más favorables. Otros autores ponen el énfasis sobre el carácter multinivel
de la gobernanza de las relaciones laborales en el contexto europeo y sobre la
utilización de nuevos mecanismos reguladores.
Las transformaciones actuales del capitalismo y la construcción europea
cuestionan profundamente las teorías de las relaciones laborales. Subrayando
la actualidad de numerosos debates clásicos en ese ámbito de investigación,
extienden y renuevan sus cuestionamientos, poniendo el énfasis en las dimensiones comparativas de las relaciones laborales, en el rol de las instituciones
laborales con respecto a los mercados, en el doble movimiento de continuidad
y de transformación de los sistemas nacionales.
Debates clásicos y retos actuales
El tríptico de los sistemas de relaciones laborales: actores, reglas y contextos,
delimita el ámbito clásico de los debates y estudios en materia de relaciones
laborales. Se insiste, según las escuelas, sobre uno u otro de los elementos
o sobre sus interacciones. Aunque muy diversos, estos debates y trabajos se
articulan tradicionalmente alrededor de cuatro grandes temas: el movimiento
sindical, la negociación colectiva, el rol del Estado y los conflictos laborales.
-
-
Los análisis al movimiento sindical, los más numerosos, contrastan
con la debilidad de los trabajos dedicados a la patronal. Se interesan
por su construcción, sus formas de organización, sus estrategias y su
evolución. Plantean una pregunta esencial: ¿cómo el sindicalismo,
localmente o a nivel nacional, responde a los cambios (o los produce)
del entorno económico, social y político?
La negociación colectiva institucionalizada, sus procedimientos, espacios
y objetos, constituyen un segundo tema central. En la tradición de los
Webb o de la escuela institucionalista, numerosos analistas conceden
23
Eguzki Urteaga
-
-
una atención especial a la determinación de las reglas salariales. Abordan asimismo una cuestión de fondo: ¿en qué medida el conjunto de
las acciones sindicales puede conducir a establecer una democracia
industrial y en qué sentido?
El tercer gran tema discutido es el rol del Estado, de la ley y de las
instituciones laborales. Omnipresente, la intervención del Estado y de
la ley en la determinación de las condiciones de trabajo, de empleo y de
protección social reviste, no obstante, una amplitud y unas modalidades
variables en función de los periodos y de los países. La construcción
del Estado social y de su evolución, los principios y las reglas que
rigen el derecho sindical, la negociación colectiva o los conflictos, la
articulación entre diferentes poderes normativos y distintos niveles
de decisión y, más ampliamente, el lugar específico del Estado en las
relaciones laborales, suscitan numerosos trabajos.
El cuarto tema, la huelga obrera y los conflictos laborales, nutren desde
el siglo XIX una abundante literatura. Expresión de la acción colectiva
de los sindicatos y de los trabajadores, momento de movilización y a
veces de ruptura o de desestabilización del orden social, los conflictos
tienen un alcance simbólico y práctico que va más allá de su singularidad. Análisis cuantitativos y cualitativos se completan, los primeros
establecen unas series estadísticas mientras que los segundos, a través
de las monografías, identifican los motivos de la huelga, recuerdan su
desarrollo y desenlace.
Sin abandonar estas temáticas clásicas, los debates actuales las reorientan y
las completan para responder a toda una serie de problemas como el desempleo,
la precariedad y la movilidad del empleo, la liberalización de las economías,
la globalización, así como las relaciones de poder en la empresa. Se organizan
en torno a seis temas principales.
1. Crisis y recomposición de las relaciones laborales. Sin ser totalmente
novedosa, ya que recuerda el movimiento del mayo de 1968 en Francia
o el otoño italiano de 1969, la crisis de las relaciones laborales se ha
agravado con los profundos cambios socioeconómicos. El mantenimiento
de una fuerte tasa de desempleo, el incremento de las desigualdades o las
formas múltiples de exclusión plantean el problema del mantenimiento
y de la eficacia de los modelos de relaciones laborales cuyas principales
características han sido forjadas durante los “Treinta Gloriosos”, en
una coyuntura de fuerte crecimiento y de pleno empleo. No obstante,
24
Las relaciones laborales en Francia
el paradigma del empleo asalariado a jornada completa y con contrato
indefinido sobre el cual se fundamentan está en vía desaparición. La
crisis de las relaciones laborales engloba también el Estado social y las
políticas públicas cuya eficacia, en materia de empleo especialmente,
es cuestionada. ¿Unos nuevos arreglos institucionales son posibles? ¿A
qué nuevos compromisos entre los actores están adosados? Establecer
el diagnóstico de semejante crisis y explorar las recomposiciones de
los sistemas de relaciones laborales, constituyen un primer reto.
2. Legitimidad de la acción sindical. Desde los años 1980, el debilitamiento del sindicalismo y de la acción sindical, desigual según los
países, conduce a nuevas interrogaciones sobre las bases sociales del
sindicalismo y sobre su papel en las sociedades modernas. Además,
los cambios que afectan a la organización productiva, al empleo y al
trabajo, complejizan la acción sindical y patronal. ¿Cómo, especialmente
del lado sindical, comprometer, a través de una reivindicación, una
negociación o un acuerdo formal, una comunidad de trabajo fragmentada, heterogénea y con intereses múltiples y a menudo divergentes?
¿Sobre qué bases tomar las decisiones? Tanto las reglas jurídicas sobre
la representatividad de los sindicatos como las reglas de validez de
los acuerdos son cuestionadas y parcialmente reformadas. Además,
los actores tradicionales de las relaciones laborales se enfrentan hoy
en día a la competencia de nuevos actores que reivindican un lugar en
el funcionamiento de los sistemas. Se desprenden nuevas reflexiones
sobre los fundamentos de la acción sindical, sus objetivos, estrategias
y modos de acción.
3. El renacimiento de la empresa. En la economía y en la sociedad, la
empresa se afirma cada vez más como un actor central. En primer lugar,
la descentralización de la negociación colectiva hacia las empresas y
la tendencia a considerar estas últimas como el espacio privilegiado
de producción de las normas sociales, negociadas y decididas unilateralmente, lo demuestra. Este nuevo espacio se manifiesta, en segundo
lugar, por la importancia creciente de la gobernanza: la responsabilidad
de la empresa en materia de producción, de mercado y de calidad se
acompaña de su responsabilidad hacia los consumidores y el entorno.
La relación salarial se ve afectada por estos cambios en la medida en
que los trabajadores están sometidos a nuevas exigencias. El incremento
de la responsabilidad de la empresa puede, sin embargo, acompañarse
de cierta incertidumbre en lo referente a los lugares de poder en su
seno. Efectivamente, en numerosos casos, la empresa depende de unas
25
Eguzki Urteaga
entidades más amplias en el seno de las cuales se toman las decisiones
fundamentales sobre su actividad y sus empleados. Estas evoluciones
cuestionan la noción de autoridad y de subordinación que se halla en
el centro de las relaciones laborales.
4. Los mercados laborales. Los estudios sobre el empleo y la regulación
del mercado laboral interesan hoy en día a los especialistas de las
relaciones laborales. La segmentación del mercado laboral, estudiada
desde hace tiempo, es objeto de nuevas interpretaciones, mientras que
se desarrollan los programas de investigación sobre las discriminaciones
en la contratación, las políticas de gestión de la mano de obra en las
empresas, las políticas públicas de empleo y de formación profesional
tanto nacionales como europeas. Numerosos debates se cristalizan
actualmente en torno a la noción de flexiseguridad del empleo. El
objetivo es favorecer la flexibilidad del empleo por una flexibilización
de las reglamentaciones existentes así como asegurar a los trabajadores
en movilidad o que han perdido su empleo unas nuevas garantías sociales. En este caso, el propio equilibrio de los sistemas de relaciones
laborales está en juego.
5. El impacto de la globalización. La internacionalización creciente de la
economía y el peso de las empresas multinacionales en la economía y
la sociedad están igualmente en el origen de nuevas interrogaciones.
Se trata, en primer lugar, de analizar el impacto diferencial de la internacionalización de los mercados sobre los sistemas de relaciones
laborales y las normas sociales en cada país. ¿Cuestionan esas normas
sociales? ¿Debilitan las instituciones del ámbito laboral? Estos debates, en segundo lugar, se interesan por la manera según la cual los
actores de las relaciones laborales, públicos o privados, así como los
organismos internacionales o la Organización internacional del trabajo,
reaccionan ante esa nueva situación. La creación de una nueva organización sindical mundial, la definición de unas normas internacionales
destinadas a enmarcar la actividad de las empresas multinacionales y
a proteger los trabajadores, la difusión de nociones, tales como la de
responsabilidad social de las empresas, participan de manera diferente
en la construcción de nuevas formas de regulación del trabajo y del
empleo.
6. El diálogo social. La noción de diálogo social designa, en primer lugar,
la gran variedad de los dispositivos en el seno de los cuales se enfrentan
los intereses de los trabajadores y de los empleadores: dispositivos
de información, de consulta, de participación, de representación, de
26
Las relaciones laborales en Francia
concertación y de negociación colectiva. Hace igualmente referencia
a unos dispositivos más abiertos y menos institucionalizados en los
cuales intervienen otros actores como las administraciones locales o las
asociaciones. Por último, se refieren a las interacciones entre los actores
que se establecen concretamente en el seno de estos dispositivos. El
estudio del diálogo social, de sus formas y de sus evoluciones, incumbe
a los especialistas de las relaciones laborales. Una primera serie de
debates resulta de la aparición de nuevos actores, de nuevos espacios
y de nuevos temas. La cuestión clave consiste en comprender: ¿cómo
estas evoluciones reconfiguran las relaciones laborales? Una segunda
serie de debates aborda el lugar del diálogo social en la vida política.
Plantea la cuestión fundamental del rol de los agentes sociales en la
conducta de las reformas sociales y de los procedimientos necesarios
para ponerlas en marcha.
En ese sentido, este libro propone un análisis general de las relaciones
laborales en Francia, en una perspectiva histórica y comparativa. Privilegia el
conocimiento de dimensiones concretas de las relaciones laborales y gira en
torno a una cuestión central: ¿la producción de reglas constituye el reto central
de las relaciones laborales? La obra se divide en dos grandes partes. La primera
presenta los actores así como las instituciones representativas y paritarias.
Unos enfoques históricos introducen el análisis de las características actuales
de estos actores e instituciones. Centrados en el Hexágono, los análisis son
puestos en perspectiva comparándolos con situaciones comparables en países
europeos. Un planteamiento similar es elegido en la segunda parte dedicada
a las relaciones entre estos actores. Después de estudiar algunos momentos
importantes de la historia social gala, aborda los conflictos, las negociaciones y
las relaciones laborales a nivel europeo. El análisis se concluye con un estudio
de la relación que mantienen las relaciones laborales, la creación de empleo y
el crecimiento económico.
27
CAPÍTULO 1
LAS CENTRALES SINDICALES
En este inicio de siglo, el sindicalismo conoce una situación paradójica.
Por una parte, continúa apareciendo como un actor central de las regulaciones
laborales y generando una abundante literatura, regularmente enriquecida por
trabajos novedosos15. Por otra parte, todos los países conocen un declive del
número de afiliados sindicales desde hace una década. Las transformaciones
del capitalismo hacen vacilar los fundamentos sociológicos y culturales del
sindicalismo. Sin embargo, su crisis es más importante y más antigua en Francia,
donde se caracteriza por una grave y persistente debilidad y por una extrema
fragmentación de sus organizaciones. No obstante, a pesar de una dificultad
creciente para mantener y renovar sus afiliados, las formas sindicales continúan
diferenciándose en función de los países porque siguen estando profundamente
influenciadas por las tradiciones y experiencias nacionales.
Entre los sindicatos de masas de los países escandinavos, las poderosas
organizaciones alemanas o inglesas y las centrales sindicales francesas, existen
notables diferencias en cuanto a sus audiencias, su reconocimiento institucional, sus modos de organización así como los repertorios de acción utilizados.
En el ámbito sindical internacional, Francia juega una partitura relativamente
singular cuya puesta en perspectiva internacional e histórica permite trazar los
primeros contornos. Un breve panorama de las teorías del sindicalismo pone de
manifiesto hasta qué punto esa diversidad ha influido en la manera de teorizar
el hecho sindical. Estos enfoques ponen en evidencia la especificidad del caso
francés, las peculiaridades de sus modos de organización y la importancia de
su crisis de audiencia.
El sindicalismo francés en perspectiva
La debilidad de la afiliación en el sindicalismo francés es un hecho a la vez
conocido y problemático. Incluso si la afiliación a una organización sindical no
15
PERNOT, J-M. (2005). Syndicats: lendemains de crise? Paris Folio-Le Monde actuel.
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