Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Radiología. 2014;56(1):7---15 www.elsevier.es/rx ACTUALIZACIÓN Nuevos criterios ASAS para el diagnóstico de espondiloartritis. Diagnóstico de sacroileítis por resonancia magnética M.E. Banegas Illescas ∗ , C. López Menéndez, M.L. Rozas Rodríguez y R.M. Fernández Quintero Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital General Universitario de Ciudad Real, Ciudad Real, España Recibido el 17 de enero de 2013; aceptado el 10 de mayo de 2013 Disponible en Internet el 9 de octubre de 2013 PALABRAS CLAVE Sacroileítis; Diagnóstico; Imagen por resonancia magnética; Espondiloartropatías axiales KEYWORDS Sacroiliitis; Diagnosis; Magnetic resonance imaging; Axial spondyloarthropathies ∗ Resumen La sacroileítis radiográfica ha formado parte del diagnóstico de las espondiloartropatías desde su inclusión en los criterios de Roma en 1961. Sin embargo, en la última década, la resonancia magnética (RM) ha demostrado ser más sensible para valorar las articulaciones sacroilíacas en los pacientes con sospecha de espondiloartritis y síntomas de sacroileítis, no solo para diagnosticarla, sino también para seguir la evolución de la enfermedad y el tratamiento de estos pacientes. El grupo The Assessment of SpondyloArthritis international Society (ASAS) desarrolló en el año 2009 unos criterios para clasificar y diagnosticar a los pacientes con espondiloartritis, entre los que destacaba la inclusión de un estudio de RM positivo para sacroileítis como criterio diagnóstico mayor. Este artículo incide en la parte radiológica de esta clasificación. Se describen e ilustran las diferentes alteraciones que podemos encontrarnos en los estudios de RM en pacientes con sacroileítis, resaltando las limitaciones y potenciales errores diagnósticos. © 2013 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. New ASAS criteria for the diagnosis of spondyloarthritis: Diagnosing sacroiliitis by magnetic resonance imaging Abstract Radiographic sacroiliitis has been included in the diagnostic criteria for spondyloarthropathies since the Rome criteria were defined in 1961. However, in the last ten years, magnetic resonance imaging (MRI) has proven more sensitive in the evaluation of the sacroiliac joints in patients with suspected spondyloarthritis and symptoms of sacroiliitis; MRI has proven its usefulness not only for diagnosis of this disease, but also for the follow-up of the disease and response to treatment in these patients. In 2009, The Assessment of SpondyloArthritis international Society (ASAS) developed a new set of criteria for classifying and diagnosing patients with spondyloarthritis; one important development with respect to previous classifications is the inclusion of MRI positive for sacroiliitis as a major diagnostic criterion. Autor para correspondencia. Correo electrónico: marux 80@hotmail.com (M.E. Banegas Illescas). 0033-8338/$ – see front matter © 2013 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.rx.2013.05.004 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 8 M.E. Banegas Illescas et al This article focuses on the radiologic part of the new classification. We describe and illustrate the different alterations that can be seen on MRI in patients with sacroiliitis, pointing out the limitations of the technique and diagnostic pitfalls. © 2013 SERAM. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción Bajo el término de espondiloartritis (EspA) se incluye un grupo heterogéneo de enfermedades inflamatorias reumáticas crónicas que afectan predominantemente al esqueleto axial. Pueden distinguirse 5 subgrupos: espondilitis anquilosante (EA), artritis y EspA reactiva (antes conocida como síndrome de Reiter), artritis asociada a enfermedad inflamatoria intestinal, artritis psoriásica y EspA axial no radiológica1 . Todos ellos comparten manifestaciones clínicas (la más importante, el dolor de espalda bajo de tipo inflamatorio) y radiológicas (sacroileítis), además de agregación familiar y una fuerte asociación con el antígeno HLA B271 . La prevalencia global de estas entidades se estima entre un 0,23 y un 1,8%2 . Tradicionalmente y debido a la alta frecuencia con que se afectan estas articulaciones (más de un 90%)1 , la radiografía de las articulaciones sacroilíacas (SI) ha sido fundamental para diagnosticar, clasificar y monitorizar las EspA3 . Por ello, la sacroileítis radiográfica forma parte de los criterios diagnósticos de la EA desde que se establecieron los criterios de Roma en 19614 , y de los de las EspA desde la aparición de los criterios de Amor et al. en 19905 . Los signos que pueden verse en la radiografía traducen cambios estructurales que solo son visibles tardíamente, lo que puede retrasar el diagnóstico de la enfermedad de 6 a 8 años desde el inicio de los síntomas1,6 . Sin embargo, los últimos 10 años han visto avances importantes en el tratamiento precoz de las EspA gracias al desarrollo de terapias biológicas con antagonistas del factor de necrosis tumoral (anti-TNF), y la relevancia creciente de la resonancia magnética (RM) como técnica de elección para diagnosticar precozmente la enfermedad, evaluar los efectos terapéuticos y establecer el pronóstico de la enfermedad3,7---12 . A pesar de ello, ninguna de las clasificaciones diagnósticas, desde los criterios de Roma hasta la elaborada por el Grupo Europeo de Estudio de Espondiloartropatías (European Spondyloarthropathy Study Group [ESSG]), incluía la RM como un criterio diagnóstico13 . En esta línea, el grupo de expertos internacional The Assesment in SpondyloArthritis internacional Society (ASAS) desarrolló en el año 2009 una serie de criterios para clasificar y diagnosticar precozmente las EspA axiales, entre los que destaca la sacroileítis establecida mediante RM14 . El propósito de este trabajo es presentar esta clasificación, con especial énfasis en los aspectos radiológicos, y describir en imágenes las diferentes lesiones que podemos ver con la RM en los pacientes con sacroileítis. Resaltaremos las limitaciones de la clasificación y los potenciales errores diagnósticos a tener en cuenta. Tabla 1 Criterios de clasificación ASAS para espondiloartritis en los pacientes menores de 45 años con dolor lumbar mayor de 3 meses Diagnóstico radiológico de sacroileítis + 1 o más características de espondiloartritis HLA B27 + 2 o más características de espondiloartritis Características de espondiloartritis --- Dolor inflamatorio bajo --- Artritis --- Entesitis --- Uveítis --- Dactilitis --- Psoriasis --- Crohn/colitis --- Buena respuesta a AINE --- Historia familiar de espondiloartropatía --- HLA B27 --- CPR elevada Diagnóstico radiológico de sacroileítis --- Inflamación activa (aguda) en RM altamente sugestiva de sacroileítis asociada a EspA --- Sacroileítis radiológica definida acorde con los criterios de Nueva York (grado > 2 bilateral o grado 3-4 unilateral) Clasificación ASAS: hallazgos en resonancia magnética y definición de sacroileítis Los criterios ASAS para diagnosticar las EspA axiales fueron publicados en el año 2009 (tabla 1)14 . Se aplican a pacientes menores de 45 años con dolor lumbar bajo de 3 o más meses de duración. Comprende 2 ramas o secciones: una «sección radiológica» y una «sección clínica». Para cumplir con la sección radiológica ha de demostrarse una sacroileítis mediante radiografía simple o RM, y presentar al menos uno de los rasgos característicos de EspA que se detallan en la tabla 1. En la sección clínica, el paciente debe tener un HLA B27 positivo y presentar al menos 2 rasgos de EspA, sin que la sacroileítis radiológica sea obligatoria. Los criterios ASAS fueron validados en un estudio internacional de cohortes, con una sensibilidad y especificidad del 82,9 y 84,4%, respectivamente, frente a los criterios de Amor et al. (sensibilidad 82,9% y especificidad 77,5%) y ESSG (sensibilidad 85,1% y especificidad 65,1%), ambos ajustados para RM15 . Es importante destacar que el diagnóstico por la sección radiológica presentaba por sí solo una sensibilidad y especificidad del 66,2 y 97,33%15 . Con el fin de establecer unos criterios comunes para diagnosticar la sacroileítis mediante RM, el grupo ASAS/Outcome Measures in Rheumatology Network (OMERACT), formado por 8 reumatólogos y 2 radiólogos, agrupó los signos de EspA descritos en los estudios de RM y estableció cuáles Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Criterios diagnósticos ASAS de sacroileitis por resonancia magnética en espondiloartritis 9 Figura 1 a) Imagen oblicua coronal T1 en la que se ve una hipointensidad periarticular, con mayor afectación del margen ilíaco de la articulación sacroilíaca derecha (flecha). b) En la secuencia STIR aparece como una zona hiperintensa correspondiente a edema óseo. eran necesarios para diagnosticar una sacroileítis asociada a EspA14 . Las lesiones detectadas en las articulaciones SI con la RM se clasificaron en 2 grandes grupos: lesiones inflamatorias activas (o agudas) y lesiones estructurales. Lesiones inflamatorias activas Se definieron 4 tipos de lesiones inflamatorias en la sacroileítis asociada a EspA: edema óseo y osteítis, sinovitis, entesitis y capsulitis. Pero solo el edema óseo y la osteítis son indispensables para el diagnóstico de sacroileítis activa. Tabla 2 Criterios diagnósticos de sacroileítis por RM Hallazgos requeridos para el diagnóstico de sacroileítis --- Se requiere la presencia de lesiones activas en las articulaciones sacroilíacas (reflejan sacroileítis activa) para cumplir el criterio de «RM positiva para sacroileítis» y aplicarse en la clasificación diagnóstica de la ASAS --- El EMO (STIR) u osteítis (T1-SG-Gd) son muy sugestivos de espondiloartritis, siempre y cuando afecten a las áreas subcondral y periarticular de la médula ósea*. --- La existencia aislada de otras lesiones inflamatorias activas (sinovitis, entesitis o capsulitis) sin edema óseo ni osteítis asociada NO es suficiente para la definición de sacroileítis por RM --- Las lesiones estructurales (depósitos de grasa, erosiones, esclerosis o anquilosis) probablemente reflejan inflamación previa; sin embargo, su presencia sin edema óseo ni osteítis NO es suficiente para el diagnóstico de sacroileítis Edema óseo y osteítis Son muy sugestivos de sacroileítis activa. El edema óseo se detecta hasta en el 90% de los pacientes con EspA16 , si bien puede encontrarse en otras enfermedades, y entre el 2,6 al 20% en los pacientes sanos15,17 . El edema se definió como una hiperintensidad de señal en STIR, y frecuentemente es hipointenso en secuencias potenciadas en T1 (fig. 1). El hueso interforaminal sacro constituye la intensidad de señal ósea de referencia. El realce en secuencias T1 con supresión grasa tras inyectar contraste paramagnético (gadolinio) intravenoso (T1-SG-Gd) refleja un aumento de la vascularización y la perfusión reactiva a la inflamación, y se denominó osteítis (fig. 2). Para diagnosticar la sacroileítis, se estableció por consenso que un área de edema óseo/osteítis debería estar presente en al menos 2 cortes consecutivos, pero si existiera más de un foco, un solo corte sería suficiente, independientemente de su tamaño en ambos casos (tabla 2). Aunque la afectación ósea es típicamente periarticular (médula ósea subcondral), los criterios ASAS no establecen requerimientos en cuanto a la distribución de las lesiones. Entesitis Se consideró como tal la hiperintensidad en secuencias STIR o T1-SG-Gd en las zonas de inserción de tendones y ligamentos (fig. 4), incluyendo el espacio retroarticular (ligamentos interóseos). La alteración de señal puede extenderse a la médula ósea y a las partes blandas adyacentes. Sinovitis La sinovitis se definió como un aumento de la intensidad de señal en el margen sinovial del espacio articular SI, similar a los vasos en secuencia T1-SG-Gd (fig. 3). Las secuencias STIR no distinguen la sinovitis del líquido articular. Capsulitis Los signos de capsulitis son similares a los de la sinovitis, pero en este caso la intensidad de señal anormal afecta a las cápsulas anterior y posterior (fig. 5). Puede extenderse medial y lateralmente en el periostio. Alteración de señal obligatoria --- Si existe una sola lesión activa (edema óseo/osteítis), la alteración de señal deberá estar presente en al menos 2 cortes consecutivos --- Si existe más de una alteración de señal (edema óseo/osteítis) en un corte, es suficiente un solo corte Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 10 M.E. Banegas Illescas et al Figura 2 Las imágenes a y b corresponden a imágenes axiales oblicuas T1 en las que se observa una disminución de la señal periarticular del borde sacro (flecha en a) e ilíaco (flecha en b) de la articulación sacroilíaca izquierda. En la secuencia T1-SG-Gd (c) se aprecia una captación de las áreas descritas que corresponden a osteítis (flechas). Lesiones estructurales Existen 4 tipos de lesiones que reflejan un daño estructural, previa afectación inflamatoria de las articulaciones SI: esclerosis subcondral, erosión, depósito de médula ósea grasa periarticular y puentes óseos/anquilosis. Erosiones Las erosiones aparecen como defectos óseos de la superficie articular, hipointensos en T1 e hiperintensos en STIR si están activas (fig. 7). Inicialmente aparecen como lesiones aisladas y, al confluir, pueden producir un «seudoensanchamiento» articular. Esclerosis subcondral La esclerosis subcondral se definió como focos o áreas con baja intensidad o vacío de señal en todas las secuencias, sin captación en las secuencias con gadolinio (fig. 6). La esclerosis atribuible a una EspA debe extenderse al menos 5 mm desde el espacio articular porque en los sujetos sanos pueden observarse focos pequeños de esclerosis. Depósito de médula ósea grasa periarticular El depósito de médula ósea grasa se considera una lesión crónica en las EspA porque se observa característicamente en zonas donde se localizan las lesiones inflamatorias activas. Su base anatomopatológica no es totalmente conocida16 . Se caracteriza como un aumento de la intensidad de señal en secuencias T1 (fig. 8). Es un hallazgo inespecífico que aparece hasta en el 27% de los sujetos sanos17 . Figura 3 a y b) La flecha blanca indica osteítis en el margen ilíaco periarticular derecho, y la punta de flecha señala una pequeña erosión articular. Captación intraarticular en la articulación sacroilíaca derecha en la secuencia T1-SG-Gd (b) que corresponde a sinovitis (flecha negra). En la sacroilíaca izquierda se detectan signos de esclerosis en la carilla ilíaca, de más de 5 mm, sugestivos de sacroileítis (asterisco). Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Criterios diagnósticos ASAS de sacroileitis por resonancia magnética en espondiloartritis 11 Figura 4 Alteración de la intensidad de señal de uno de los ligamentos sacroilíacos posteriores (flechas) con hipointensidad en la secuencia oblicua coronal T1 (a), e hiperintensidad en la secuencia oblicua coronal STIR (b). Se acompaña de hipointensidad de señal en los márgenes de inserción osteoligamentosos en la secuencia oblicua coronal T1 e hiperintensidad en STIR, que corresponde a edema óseo (asteriscos). Puentes óseos y anquilosis Son lesiones hipointensas en todas las secuencias, en ocasiones rodeadas de depósitos de médula ósea grasa. Inicialmente aparecen «brotes óseos» que se enfrentan uno al otro y, finalmente confluyen formando puentes que atraviesan la articulación y, en casos graves, borran el espacio articular (anquilosis) (fig. 9). Teniendo en cuenta estos signos se estableció por consenso que, para diagnosticar una sacroileítis secundaria a EspA con RM, debe haber ineludiblemente focos de edema óseo en STIR u osteítis en T1 Gd +/- -SG, independien- temente de la concurrencia o no de las demás lesiones inflamatorias o estructurales. Protocolo de estudio y aspectos técnicos En el documento del grupo de trabajo ASAS/OMERACT también se incluyen recomendaciones técnicas para los estudios de las articulaciones SI con RM basadas en los criterios diagnósticos ASAS14 . El protocolo de estudio debe incluir: una secuencia STIR (TR/TE/TI 4000/60/150 ms), secuencia T1 (TR/TE 500/10 ms) y secuencia T2 TSE (turbo Figura 5 Realce capsular superior de la articulación sacroilíaca izquierda en la secuencia T1-SG-Gd (punta de flecha en b) que no se corresponde con líquido articular ni otras alteraciones de señal en la secuencia T2 (a). Se aprecia realce de ambos márgenes óseos periarticulares en el lado izquierdo y en el margen sacro del lado derecho con que corresponde a osteítis (flechas). Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 12 M.E. Banegas Illescas et al Figura 6 Marcada y extensa hipointensidad de ambos márgenes de la articulación sacroilíaca izquierda (círculo blanco) en la secuencia oblicua coronal T2 (a) sin realce en la secuencia oblicua coronal T1-SG-Gd (b) que corresponde a esclerosis. La flecha en la figura b señala una zona de realce marginal al área de esclerosis, con hiperintensidad en la figura a, que corresponde a osteítis. espín eco) (TR/TE 4000/60 ms) o T2 EG (eco gradiente) (TR/TE 180/7,15 ms)10,14 . Posteriormente puede añadirse una secuencia T1-SG-Gd (TR/TE 660/16 ms) para detectar lesiones inflamatorias activas y aclarar signos sospechosos vistos en el estudio sin medio de contraste. La matriz de imagen debe ser de al menos 512 píxeles y cada secuencia debe contar con al menos 10-12 cortes (separación entre cortes de 0,4 mm), cada uno con un grosor de 3-4 mm. Se recomienda que las secuencias básicas (STIR y T1 TSE) se hagan en plano coronal oblicuo, esto es, paralelo a la línea que pasa por el margen superior y dorsal de S1 y S3, mientras que las secuencias adicionales pueden realizarse en transversal oblicuo (paralelo al platillo vertebral superior S1). En pacientes alérgicos al gadolinio o en aquellos que tienen una función renal alterada, la secuencia T1-SG-Gd puede suprimirse porque se ha demostrado que las secuencias STIR y T1-SG-Gd son comparables para detectar la inflamación periarticular18 y, además, como hemos visto, porque establecer otras lesiones activas salvo la osteítis, no es determinante para diagnosticar la sacroileítis. En cuanto a las lesiones estructurales (esclerosis, depósitos de médula ósea grasa y anquilosis), la secuencia T1 es por lo general suficiente para detectarlas, aunque las secuencias T1 SG y T2 TSE o EG permiten ver mejor el cartílago y, por tanto, pueden ser útiles para localizar erosiones14,19 . En nuestro centro, el protocolo estándar para estudiar las articulaciones SI consta de secuencias STIR y T1, ambas en el plano coronal oblicuo, para detectar lesiones inflamatorias, y secuencias transversales oblicuas T1 y T2 TSE, para establecer lesiones estructurales. La secuencia T1-SG-Gd no se realiza de rutina y se reserva para descartar lesiones inflamatorias activas coexistentes cuando se detecta edema óseo, así como para caracterizar lesiones y otras alteraciones de la intensidad de señal vistas en las secuencias básicas, relacionadas o no con la afectación sacroilíaca. Figura 7 Irregularidades marginales correspondientes a erosiones en ambas articulaciones sacroilíacas (flechas) en la secuencia oblicua coronal T1 (a), y en el margen ilíaco de la articulación sacroilíaca derecha (flecha) en la secuencia oblicua coronal T2 TSE (b). Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Criterios diagnósticos ASAS de sacroileitis por resonancia magnética en espondiloartritis 13 Figura 8 Áreas de aumento de señal ósea periarticular en la secuencia oblicua coronal T1 (flechas en a), cuya señal se suprime en la secuencia STIR (b), sugestivas de depósitos de grasa. En la figura b, además se identifica edema óseo limítrofe al depósito de grasa periarticular sacro izquierdo (cabeza de flecha). Diagnóstico diferencial Algunas enfermedades pueden simular las lesiones inflamatorias descritas. Es importante resaltar que la inflamación de las articulaciones SI atribuible a EspA se encuentra frecuentemente limitada al hueso o la articulación. Por el contrario, la inflamación e infección asociada a sacroileítis séptica se extiende habitualmente a las partes blandas20 . La artrosis es más habitual en las personas mayores. Puede causar afectación articular unilateral o bilateral, simétrica o asimétrica21 . La sacroileítis por EspA y la artrosis pueden presentar cambios estructurales comunes cuando la articulación sacroilíaca ha sufrido previamente cambios inflamatorios, como esclerosis subcondral, pinzamiento articular (que irá a favor de la EspA cuando la articulación mida menos de 2 mm en los pacientes menores de 40 años) y anquilosis. Los osteofitos, los neumoquistes y el vacío articular son propios de la artrosis22 . La artrosis también puede, de vez en cuando, asociar pequeñas áreas de edema óseo14 . La osteítis condensante del ilíaco tiene una localización y configuración típica tanto en RM como en otros estudios de imagen (radiografía simple y TC). Característicamente la afectación articular es bilateral y simétrica, y consiste en un área de esclerosis subcondral triangular en el margen anteroinferior ilíaco, más ancha en su región inferior21 . Esta lesión afecta característicamente a mujeres de edad media y se ha atribuido a estrés asociado al embarazo y al parto23 . Las fracturas por insuficiencia, típicas del sacro, pueden causar alteraciones de señal con apariencia similar al edema óseo y osteítis. Incluso la infiltración tumoral primaria o metastásica podría tener que considerarse en algunos casos en el diagnóstico diferencial14 . Criterios ASAS: ventajas y limitaciones Los criterios ASAS presentan una serie de ventajas indiscutibles: incluyen por primera vez a la RM para diagnosticar las EspA axiales, describen los hallazgos consensuados que podemos encontrar en este grupo de enfermedades y, establecen unas normas para diagnosticar la sacroileítis con RM, que son fáciles y reproducibles. Además, la introducción de la RM como herramienta diagnóstica para detectar lesiones agudas en las EspA permite diagnosticar y tratar esta enfer- Figura 9 Anquilosis: el espacio articular sacroilíaco derecho está borrado (flechas) en las secuencias transversales oblicuas T2 eco gradiente (a) y T1-SG-Gd (b), con importante esclerosis de los márgenes articulares en la figura a. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 14 medad mucho antes que la sacroileítis radiográfica cuyo retraso diagnóstico se agrava por la gran variabilidad interobservador (0-35%), sobre todo en lo referente a los grados 1 y 224 . Sin embargo, revisando la bibliografía más reciente y basándonos en nuestra experiencia, los criterios tienen limitaciones que afectan a la utilidad diagnóstica y pronóstica de la RM en estos pacientes. En primer lugar, cuando no hay edema óseo u osteítis, las lesiones estructurales identificadas mediante RM no son diagnósticas de sacroileítis. Esta exclusión es un tanto contradictoria debido a que el otro indicador radiológico de sacroileítis sí está basado en cambios estructurales en la radiografía simple, según los criterios modificados de Nueva York, a pesar de la gran variabilidad intra e interobservador25 . Además, varios estudios han demostrado que la RM no solo es capaz de detectar lesiones estructurales antes de que sean visibles en la radiografía y sin lesiones inflamatorias activas17,26 , sino que aumenta su sensibilidad diagnóstica del 67 al 81% cuando se analizan las erosiones además del edema óseo, sin cambios en la especificidad (88%)27 . En segundo lugar, aunque los criterios ASAS-OMERACT establecen la cantidad mínima de focos de edema óseo u osteítis necesarios para considerar positiva una RM, no se cuantifica el número de focos encontrados. Los controles sanos pueden tener focos aislados de hiperintensidad en STIR (seudoedema óseo), con una frecuencia cercana al 27%26,27 . Aydin et al., siguieron a 57 pacientes con RM durante 8 años, 28 con dorso-lumbalgia inflamatoria con criterios ASAS de EspA, y 19 sujetos sanos. Los resultados determinaron que la proporción de RM positivas era mayor en los pacientes con diagnóstico clínico de EspA (79%), que en los controles (22,2%), pero si aumentaban el punto de corte a 2 o más focos de edema óseo, la proporción de falsos positivos (controles sanos con RM positiva), disminuía a la mitad28 . En tercer lugar, estos criterios no contemplan la utilidad pronóstica de la RM ni se ha desarrollado un sistema consensuado y universal para cuantificar las lesiones inflamatorias activas que permita evaluar la actividad de la enfermedad y la respuesta terapéutica. Diversos autores han destacado la importancia de evaluar la extensión y gravedad del edema óseo periarticular para predecir la aparición de la sacroileítis radiográfica, debido a la relevancia de su utilidad pronóstica y para valorar la respuesta al tratamiento, tanto más importante debido al alto coste de las terapias biológicas29,30 . En esta línea se han desarrollado diferentes sistemas de cuantificación de lesiones inflamatorias activas por RM (Spondyloarthritis Research Consortium of Canada [SPARCC], Berlín, Leeds, etc.)11 , que, basándose en el edema óseo y su extensión, permiten monitorizar la actividad y el daño de la enfermedad, así como la respuesta al tratamiento. En este sentido los criterios ASAS-OMERACT no resuelven la heterogeneidad y disparidad existente hasta hoy para valorar estos parámetros. Teniendo en cuenta lo expuesto, hay autores que creen necesario reevaluar y actualizar el criterio de RM positiva para la EspA, incluyendo los hallazgos estructurales y cuantificando el grado, la extensión y el número de áreas de hiperintensidad en la médula ósea paraarticular desarrollando un método de lectura estandarizado internacional28,31 . M.E. Banegas Illescas et al Una revisión sistemática de la bibliografía puso de manifiesto que la mayoría de los artículos publicados presentaban series con pocos pacientes, y que los artículos de calidad metodológica alta con un tamaño muestral adecuado y diseño casos-controles o longitudinal eran escasos. Además, en la mayoría de estos trabajos el patrón de referencia con el que se valoraba la precisión diagnóstica de la RM era el diagnóstico clínico, que no era independiente de la información proporcionada por la RM y del que no se evalúa su reproducibilidad32 . Por lo tanto, para validar la RM como estándar diagnóstico de referencia de la sacroileítis se requieren estudios longitudinales de cohortes más amplias, principalmente con grupos de pacientes con EspA precoz y con dorsolumbalgia inespecífica. Conclusión Los criterios ASAS para diagnosticar las EspA axiales son los primeros en incorporar la RM para diagnosticar la sacroileítis, lo que supone un punto de inflexión en el manejo clínico-radiológico de esta enfermedad. Describen los diferentes tipos de lesiones que podemos encontrar (activas inflamatorias y estructurales crónicas), y establecen unos criterios diagnósticos de sacroileítis por RM basados únicamente en las lesiones inflamatorias activas (edema óseo y osteítis). Como radiólogos debemos diagnosticar como sacroileítis muchos casos que no cumplirán los criterios ASAS: casos con daño estructural evidente (erosiones o esclerosis, e incluso anquilosis), pero sin edema óseo. En todo caso, serán necesarios nuevos estudios para actualizar estos criterios, determinar su valor pronóstico, y consensuar un método cuantitativo universal. Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Autorías 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Responsable de la integridad del estudio: MEBI. Concepción del estudio: MEBI. Diseño del estudio: MEBI y CLM. Obtención de los datos: MEBI y CLM. Análisis e interpretación de los datos: MEBI, CLM, MLRR y RMFQ. Tratamiento estadístico: No procede. Búsqueda bibliográfica: MEBI, CLM, MLRR y RMFQ. Redacción del trabajo: MEBI, CLM, MLRR y RMFQ. Revisión crítica del manuscrito con aportaciones intelectualmente relevantes: MEBI, CLM, MLRR y RMFQ. Aprobación de la versión final: MEBI, CLM, MLRR y RMFQ. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Criterios diagnósticos ASAS de sacroileitis por resonancia magnética en espondiloartritis Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía 1. Rudwaleit M. New approaches to diagnosis and classification of axial and peripheral spondyloarthritis. Curr Opin Rheumatol. 2010;22:375---80. 2. Rojas-Vargas M, Muñoz-Gomariz E, Escudero A, Font P, Zarco P, Almodóvar R, et al. First signs and symptoms of spondyloarthritis---data from an inception cohort with a disease course of two years or less (REGISPONSER-Early). Rheumatology (Oxford). 2009;48:404---9. 3. Martos Becerra JM, Carrasco Fernández JA, Cano Sánchez A. 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