La UE y el conjunto de la comunidad internacional deben responder a las necesidades de los refugiados que salen del norte de África - - La comunidad internacional debe proporcionar con urgencia apoyo logístico y financiero para afrontar la crisis humanitaria en la frontera entre Túnez y Libia. La Unión Europea debe prepararse para dar acogida a las personas que escapen de la violencia en el norte de África. La comunidad internacional debe proporcionar con urgencia apoyo logístico y financiero para afrontar la crisis humanitaria en la frontera entre Túnez y Libia ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estiman que 75.000 personas han atravesado desde el 19 de febrero la frontera de Ras Jdir que separa Libia de Túnez, en dirección a este último país. La mayoría de ellas son trabajadores de origen egipcio. Alrededor de 40.000 personas más esperan en la frontera su turno para dejar Libia. La situación en la frontera comienza a ser desesperada. La población tunecina se ha volcado en la acogida a estas personas, pero la crisis humanitaria es ya un hecho dada la magnitud del éxodo y la imposibilidad de que Túnez pueda asumir en solitario su impacto. Accem se suma a la petición de ACNUR y la OIM por la que urgen a los gobiernos a facilitar la evacuación masiva de las decenas de miles de personas de ciudadanos de origen egipcio y de otros países que se encuentran actualmente en territorio tunecino o aguardando en la frontera, sin la posibilidad de regresar por sus propios medios a su país de origen. Esta operación es necesaria por motivos humanitarios pues de mantenerse el hacinamiento de personas refugiadas en la zona, la crisis se agravará rápidamente. Es necesario el apoyo internacional para proveer de manera urgente recursos financieros y logísticos para afrontar la situación, incluyendo aviones, barcos y personal experto. La Unión Europea debe prepararse para dar acogida a las personas que escapen de la violencia en el norte de África Los ministros del Interior de los países europeos del entorno del Mediterráneo (España, Francia, Italia, Grecia, Malta y Chipre) solicitaron el pasado 24 de febrero al conjunto de la Unión Europea (UE) la creación de un “fondo especial de solidaridad” para afrontar la crisis humanitaria que prevén se producirá como consecuencia de las revueltas populares en el norte de África reclamando mejoras sociales y cambios políticos, y la respuesta represiva por parte de las autoridades de los países implicados. Este fondo especial serviría para que estos países pudieran afrontar el primer impacto que puede suponer la llegada de muchas personas. Los países europeos del Mediterráneo solicitan asimismo la creación de un “sistema de asilo común sostenible” en la Unión Europea que permita afrontar la llegada a las costas de Europa de los refugiados. El ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, espera que puedan llegar alrededor de 300.000 personas a Italia, mayoritariamente de origen libio. Frontex, la agencia de fronteras exteriores de la Unión Europea, estima que entre 500.000 y 1.500.000 personas pueden emigrar desde el norte de África en dirección a Europa. Por el momento a la isla italiana de Lampedusa han llegado más de 6.000 personas procedentes en su mayoría de Túnez. Algunas decenas de personas han muerto al naufragar sus embarcaciones en el mar Mediterráneo. Es temprano para conocer las consecuencias y el impacto migratorio que tendrán los acontecimientos que se están viviendo en el norte de África. En cualquier caso, todo parece indicar que se generará un movimiento de personas que emigrarán en dirección a Europa. Desde Accem, consideramos necesario hacer un llamamiento al conjunto de la Unión Europea y sus instituciones, así como a todos los Estados de la UE, para que se tomen las medidas necesarias con el fin de que Europa esté preparada para esta posibilidad. Es fundamental que la Unión Europea se prepare para acoger en las mejores condiciones posibles a las miles de personas que pueden acceder a territorio europeo en busca de protección, al escapar de una situación de violencia, tortura y persecución. Accem