UNIDAD DE CAPACITACION Y SUPERVISION, MINISTERIO PUBLICO, COSTA RICA PODER JUDICIAL (UCS-MP) 24 Temas: Zona marítimo terrestre: Los márgenes de la desembocadura de un río forman parte de la ZMT El delito se comete cuando se inició construcción sin permiso Sumario: 1. La Ley de la Zona Marítimo Terrestre define ésta como la franja de doscientos metros de ancho a todo lo largo de los litorales Atlántico y Pacífico de la República, cualquiera que sea su naturaleza, medidos a partir de la línea de la pleamar ordinaria y los terrenos y rocas que deje el mar en descubierto en la marea baja. 2. Si bien dicha ley no define qué se entiende por litoral, no resulta acorde con el principio de legalidad acudir al concepto del mismo establecido en el reglamento de la ley, siendo entonces que, acudiendo al Diccionario de la Real Academia Española, se define litoral como “Perteneciente a la orilla o costa del mar” 3. De la misma forma, por desembocadura entiende el Dicccionario mencionado “Paraje por donde un río, un canal, etc. desemboca en otro, en el mar o en un lago”, en tanto que el concepto desembocar significa “Entrar, desaguar un río o canal, etc., en otro, en el mar o en un lago”. Considerando que desembocar implica entrar en el mar, debe concluirse que los márgenes de la desembocadura de un río forman parte del litoral, y por ende se encuentra dentro de la Zona Marítimo Terrestre, máxime si dicha desembocadura fue objeto de amojonamiento del Instituto Geográfico Nacional. 4. Respecto al delito de infracción a la zona marítimo terrestre, este último se comete desde que se inicia la construcción sin autorización, careciendo de relevancia que posteriormente se le haya prevenido al imputado de que no continuase la construcción. 2002 Transcripción en lo conducente: TRIBUNAL DE CASACION PENAL. Voto No. 407 de las diez horas veinte minutos del treinta y uno de mayo de dos mil dos. “…En el primer motivo del recurso por el fondo se alega infracción al artículo 62 de la zona marítimo terrestre. Se indica que según dicho artículo se prohíbe la construcción o cualquier desarrollo en la zona marítimo terrestre, pero el concepto de ésta debe ser dada por la ley, resultando que no lo constituye los márgenes del Río Tempisque. Dice que el Instituto Geográfico Nacional aunque realizó el amojonamiento del terreno como perteneciente a la zona marítimo terrrestre no puede definir qué se entiende por ésta. Manifiesta que en la sentencia se determinó que la construcción se realizó a treinta y siete metros de la rampa del Río Tempisque, por lo que consecuentemente esa porción no se encuentra ubicada en la zona marítimo terrestre. Refiere el recurrente que el Diccionario de la Real Academia define el litoral como perteneciente a la orilla o costa del mar, país o territorio. El motivo se declara sin lugar. En la sentencia se tuvo por probado: “PRIMERO) La señora (…) ostenta un terreno ubicado en la zona marítimo terrestre, en Puerto Moreno de Nicoya, propiamente a treinta y siete metros con cincuenta centímetros de la rampa del Ferry, lugar donde se ubica el negocio denominado Bar (…). SEGUNDO) A principios de mil novecientos noventa y siete la imputada empezó la demolición de ese negocio y a su vez a construir una casa de habitación en el mismo lugar, siendo que personeros de la Municipalidad de Nicoya en mayo de mil novecientos noventa y siete le advirtieron de que no podía realizar esa construcción y se le hizo saber a la imputada que debía paralizar esa construcción, caso contrario sería acusada ante el Ministerio Público por encontrarse la edificación dentro del área pública de la zona marítimo terrestre de ese lugar. Pese a lo anterior, continuó con la construcción de concreto de ciento treinta y ocho metros cuadrados hasta terminarla en el mes de julio del año dos mil. TERCERO) La construcción de la señora (…) se ubica en el área pública y restringida de la zona marítimo terrestre en Puerto Moreno de Nicoya, desembocadura del Río Tempisque, en donde se presta el servicio de transporte de Ferry con el mismo nombre. CUATRO) El sector donde se ubica la construcción cuenta con amojonamiento del Instituto Geográfico Nacional desde el año mil novecientos ochenta y cinco” (folios 160-161). De acuerdo con la transcripción de hechos probados la sentencia ubica la construcción realizada por la imputada en la zona marítimo terrestre, ello por estar al lado de la desembocadura del Río Tempisque. El impugnante indica que la construcción fue al lado de dicho Río, pero con ello no se atiene al cuadro fáctico establecido en la sentencia, la que, como se indicó, menciona la desembocadura del Río, señalando que la construcción se ubica en Puerto Moreno de Nicoya. El artículo 9 de la ley de la zona marítimo terrestre dice que ésta es: “la franja de doscientos metros de ancho a todo lo largo de los litorales Atlántico y Pacífico de la República, cualquiera que sea su naturaleza, medidos a partir de la línea de la pleamar ordinaria y los terrenos y rocas que deje el mar en descubierto en la marea baja (…)”. La ley no define qué se entiende por litoral, no siendo acorde con el principio de legalidad acudir al concepto del mismo establecido en el reglamento de la ley. El litoral signífica según el Diccionario de la Real Academia: “Perteneciente a la orilla o costa del mar” (p. 839). La discusión en este asunto es si la desembocadura del Río Tempisque forma parte del río o del mar. Por desembocadura entiende el Dicccionario mencionado “Paraje por donde un río, un canal, etc. desemboca en otro, en el mar o en un lago” (p. 470). El concepto desembocar significa “Entrar, desaguar un río o canal, etc., en otro, en el mar o en un lago” (Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española, 1984, p. 470). Considerando que desembocar implica entrar en el mar, debe concluirse que los márgenes de la desembocadura de un río forman parte del litoral. Se agrega a todo lo anterior que la ubicación dentro de la zona marítimo terrestre de la construcción se ha considerado fuera de toda duda en la sentencia, haciéndose incluso referencia al amojonamiento que existe desde 1985, hecho por el Instituto Geográfico Nacional, el que señaló claramente los límites de la zona marítimo terrestre, resultando que la construcción que hizo la imputada se ubica dentro de la misma (Véase folio 173). Por lo anterior corresponde declarar sin lugar este motivo. II.- En el segundo motivo del recurso se alega violación del artículo 62 de la zona marítimo terrestre, en cuanto la construcción que se dice realizada no constituye desarrollo. Se afirma que de acuerdo con los hechos probados, la construcción se realizó donde se ubica antiguamente el edificio que ocupaba el Bar (…) y que la nueva construcción es más pequeña que la anterior, por lo que la edificación no implica crecimiento o expansión. Se advierte que a la encartada se le acusó por no tener el permiso para realizar dicha construcción, lo que puede constituir el delito de violación de sellos o alguna infracción a la Ley de construcciones, pero no el delito por el que se le condenó, y que además por el delito de violación de sellos ya se la había sobreseído, por lo que sobre ese hecho recayó ya cosa juzgada material. Por los motivos anteriores solicita que se absuelva a la imputada y se deje sin efecto la orden de demolición. El motivo se declara sin lugar. La parte impugnante no se atiene al cuadro fáctico establecido en la sentencia, en la que se indica que la imputada hizo una nueva construcción, en vez de la que existía con anterioridad (Véase la transcripción de hechos probados que se hace en el considerando anterior). Por ello no puede considerarse que lo que habría hecho era una remodelación, encuadrando ello en lo establecido en el artículo 62 de la ley de la zona marítimo terrestre, al tratarse de un desarrollo. En lo relativo al delito de violación de sellos efectivamente se dictó una sentencia de sobreseimiento por prescripción a favor de la imputada (f. 51 y ss.). Debe, sin embargo, denegarse el reclamo de que dicho sobreseimiento causó cosa juzgada con respecto al delito de infracción a la zona marítimo terrestre, ya que este delito se comete desde que se inicia la construcción sin autorización, careciendo de relevancia que posteriormente se le haya prevenido a la imputada de que no continuase la construcción, orden que no habría cumplido. Por lo anterior corresponde declarar sin lugar este motivo….”.