No. 208, 2012 Declaraciones ambientales tipo III según ISO 14025 Milena Saborío Villalobos Consultora, CEGESTI El contexto Cada vez con mayor frecuencia, los criterios ambientales repercuten en la elección de los consumidores al adquirir variedad de productos, actitud que fomenta el consumo sostenible y responsable a través de diferentes mecanismos, entre los que destaca el etiquetado ambiental. El etiquetado ambiental consiste en la asignación de símbolos a los productos cuyo ciclo de vida presenta un impacto menor en el ambiente, los cuales señalan diversos aspectos ambientales relacionados. Existen tres tipos de etiquetado: Tipo I (ecoetiquetas): sistemas voluntarios de calificación ambiental que certifican de forma oficial que ciertos productos tienen un menor efecto negativo sobre el ambiente. Se aplica la normativa ISO 14024. Tipo II (autodeclaraciones): realizado por el fabricante por medio de datos brindados bajo la responsabilidad de cumplimiento del contenido de la información. Se rige a través de la normativa ISO 14021. Tipo III (declaraciones ambientales): son cuantificaciones ambientales sobre el análisis del ciclo de vida de los productos. Aplica la normativa ISO 14025. Según lo establece la norma internacional ISO 14025:2006 preparada por el Comité Técnico ISO/TC 207, Gestión ambiental, Subcomité SC 3, Etiquetado ambiental- el principal objetivo de las declaraciones ambientales es fomentar la demanda y el suministro de aquellos productos que causan menor repercusión sobre el ambiente, Éxito Empresarial / No. 208, 2012 comunicando información exacta y verificable que no sea engañosa, y de esta manera estimular una mejora ambiental continua dirigida al mercado. Dentro del objetivo mencionado en el párrafo anterior, complementado con el detalle de los principios bajo los que se rige la norma ISO 14025:2006, se hallan el carácter voluntario basado en el ciclo de vida, la participación de las partes interesadas, la posibilidad de comparar los productos, la flexibilidad y la transparencia. Las declaraciones ambientales tipo III son reconocidas bajo diferentes nombres: ficha ecológica, perfil ecológico o perfil ambiental y, tal como lo establece la norma en su parte introductoria, pueden ser proporcionadas por una o varios organizaciones y se basan en un análisis independiente de los datos del análisis de ciclo de vida (ACV) de los productos. El ACV, conocido también como ecodiseño o balance ambiental, es una metodología que identifica, cuantifica y caracteriza los diferentes impactos ambientales potenciales asociados a cada una de las etapas de existencia de un producto, evaluando diversos criterios ambientales y cuantificando tanto los recursos requeridos como la generación de residuos resultante de toda su existencia; desde la extracción de la materia prima, la producción, el empaque, el transporte, el consumo, el desecho, hasta el manejo ambiental como reciclaje o reutilización. La normativa aplicable para el ACV es la serie ISO 14040:2006 “Gestión ambiental. Evaluación del ciclo de vida. Principios y estructura”. Además, las declaraciones ambientales se encuentran sujetas a la gestión de un administrador de programa y se Pág. 1 desarrollan bajo parámetros predeterminados, entre los que se pueden mencionar algunos de los identificados en la norma, como el calentamiento global, el potencial de agotamiento de la capa de ozono, el potencial de acidificación en el suelo y el agua, el potencial de eutrofización, el potencial para la formación de oxidantes fotoquímicos, entre otros. En términos generales, las declaraciones generan comunicación de negocio a negocio, sin embargo, no se descarta la comunicación de negocio a consumidor al considerar la información que requieren los compradores o usuarios, enfocada hacia la sensibilización del público meta. Otro de los requisitos fundamentales establecidos por la norma es el desarrollar las reglas de categoría del producto (RCP), es decir, los requisitos y guías para el desarrollo de declaraciones ambientales tipo III, cuya utilización en los programas de declaraciones es clave para lograr la comparabilidad de los productos. todas las instrucciones del programa no implica necesariamente que sea realizada por tercera parte, lo cual quedaría a criterio del administrador. En cambio las revisiones de RCP sí deben ser ejecutadas por una tercera parte. La implementación de la norma ISO 14025:2006 provoca que la organización informe sobre el desempeño ambiental de sus productos y permite que el cliente o consumidor se encuentre mejor informado sobre las características del producto que está adquiriendo, así como sobre las implicaciones económicas, ambientales y sociales relacionadas con su ciclo de vida, por tanto también posibilita la comparación del comportamiento ambiental entre productos. La disponibilidad de productos en los que se hayan analizado las características antes mencionadas, genera conciencia entre los consumidores pues promueve patrones de consumo responsable y sostenible. La norma establece al inicio los requisitos del programa y posteriormente los requisitos de la declaración, considerando además la verificación y la descripción de requisitos adicionales referentes a las declaraciones para comunicación negocio-consumidor. Referencias Los programas de declaraciones son voluntarios y se basan en un conjunto de reglas operativas, en esta etapa se debe definir el alcance y las responsabilidades del administrador y las instrucciones de uso del programa. Romero, B. El análisis del ciclo de vida y la gestión ambiental. (2012). Recuperado de http://www.ingenieroambiental.com/4014/tend.pd Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica. (2012). INTE/ISO 14025:2007. Etiquetas y declaraciones ambientales-Declaraciones ambientales de tipo IIIPrincipios y procedimientos. INTECO. La participación de las partes interesadas en el desarrollo del programa es de suma importancia y debe realizarse mediante consulta abierta, que incluirá las RCP así como las reglas para elaborar y verificar la declaración. Por otra parte, las RCP identifican y documentan la meta y el alcance de la información del ACV para la categoría del producto. En relación con la etapa de las declaraciones ambientales de tipo III, se establece que el contenido de las mismas dentro de la categoría debe seguir el formato y los parámetros acordados por las RCP según fuera establecido por el administrador del programa, así como los datos obtenidos del ACV. Con el desarrollo de la declaración ambiental se procede a la revisión y verificación independiente; para efectos de esta norma internacional es importante aclarar que el término certificación se sustituye por verificación de tercera parte. La verificación de declaración que asegure que cumpla con Éxito Empresarial / No. 208, 2012 Éxito Empresarial Es una publicación periódica de CEGESTI. Si desea conocer más acerca de cómo mejorar la competitividad de su empresa, accese los artículos publicados anteriormente en nuestro sitio web: www.cegesti.org Pág. 2