Realizaciones

ria por mucho respeto, y es poco todo el que se tenga,
a la propiedad privada.
Estas cuatro leyes, unidas a la ya promulgada de
Colonizaciones de Interés Local, que tiene como principal objeto el nacimiento de pequeños regadíos en todos los pueblos de España (I), para resolver o mitigar
el paro estacional, forman el ciclo completo fundamental que, empezando en la reconstrucción de nuestras
explotaciones, acaban no sólo con el capitalismo, sino
con los capitalistas rurales.
Dos de ellas están ya promulgadas y en vigor; de
la de Arrendamientos se hizo un intento; de las restantes no cesan de realizarse esfuerzos, que espero han
de ser inmediatamente coronados por el éxito.
Realizaciones
El Instituto Nacional de Colonización, creado para
ejecutar las leyes ya promulgadas, se dedicó durante
el pasado verano a hacer una primera delimitación
de las áreas cultivables y una segunda de las zonas en
que la reconstrucción de las explotaciones lleva encerrado un máximo aumento de intensidad.
Tras estos primeros y ligeros trabajos se han declarado de interés nacional más de 200.000 hectáreas
—los rojos ocuparon sólo 57.000—, se han propuesto
nuevas zonas para declarar de interés nacional, con
(1) La trascendencia de esta disposición se 'deja ya
sentir por los cientos de peticiones de todo género que •
diariamente se acogen y resuelven en el Instituto Nacional
de Colonización.
29
1%,
^.7
extensh5n de casi otras 100.000, y sus brigadas
llevan ya muy adelantados los proyectos de colonización de algunas de estas zonas. Antes del otoño se habrán concretado ya las nuevas unidades de cultivo en
muchos miles de hectáreas y se iniciarán las instalaciones definitivas y eternas, hechas en la más pura ortodoxia nacional-sindicalista.
La Ley de Colonizaciones de Interés Local hace surgir cada día, en nuevos pueblos de España, nuevas
manchas de regadío, y tras esfuerzos pequeños por su
extensión, pero fuente de importantes enseñanzas jurídicas para el futuro, va a conseguirse este mes la
conversión en propietarios de 450 colonos en dos pueblos, que si no suponen una gran cifra, lo que sí son
es prueba manifiesta de otro estilo, pues son los primeros propietarios que, desde que España es España, llegan a la codiciada artesanía merced a la ayuda del
Estado.
El día que la Falange llegue al Poder, y no antes
de que mejoren algunos aspectos de nuestra economía,
pues la reconstrucción de las unidades de cultivo exige casas y caminos, y cemento y ladrillo por tanto, podrá comprenderse todo el alcance de las leyes ya promulgadas, en su desarrollo total. Espero, sin embargo,
que antes de esa fecha la Ley de Arrendamientos (1),
la del Artesanado y la que apoya a todas ellas, la del
Crédito Territorial, han de constituir nuevos instrumentos del Instituto que centupliquen la extensión
y profundidad de su influencia.
(I) La Lev de Arrendamientos ha entrado ya, por
acuerdo del Consejo de Ministros, en fase de estudio.
30
1,041n1
r
o z-J
Ea devolución de fincask
o
eteN-`
t'O El Instituto, sobre la gaceta y sobre la realida d,
caminado más de prisa que nadie (1), y no sólo ha hecho esto, sino que también ha liquidado todos los brotes que quedaban de la Reforma Agraria radical-socialista, conservando solamente los exceptuados por el
propio José Antonio al condenar dicha Reforma en la
intervención parlamentaria tantas veces citada.
La devolución de fincas se ha efectuado manteniendo sobre ellas a los anteriores asentados, e incluso dejándoles también, como es natural, elementos de cultivo. La permanencia de cada labrador sobre su finca
dependerá del factor humano, que no hay que olvidarlo nunca en todas nuestras concepciones, y para
cuya selección, educación y enseñanza la Sección correspondiente del Instituto de Colonización va a establecer una escuela elementalísima en cada zona declarada de interés nacional, y otras de mayor fuste,
siempre elementales, en todas las regiones de España.
Final
No puedo acabar esta conferencia sin justificar la
posición, en apariencia indifrente, ante esta terrible
llaga del campo español que es el paro estacional, no
ya como problema definitivo, que quedará resuelto al
reconstituir las unidades de cultivo, sino como pro(1) En ningún otro aspecto se han promulgado disposiciones parecidas.
31