IMPORTANCIA DE LA EVALUACION AUDITIVA EN LA TERCERA EDAD. La audición es la base fundamental para adquirir el lenguaje oral en nuestra infancia y mantener las habilidades de comunicación lingüística a lo largo de nuestra vida, ya que, gracias a sus complejas funciones, nos permite captar las diferentes características de los sonidos: Intensidad, tono, dirección de donde provienen y mediante una red de terminales nerviosas transmite esas sensaciones al cerebro, que las utiliza para orientarnos en el lugar donde nos encontremos, distinguir una voz familiar y disfrutar de las distintas melodías musicales. La pérdida auditiva se va colando en nuestro día a día muy sutilmente, al principio, se empieza perdiendo la capacidad de oír sonidos agudos, dando la impresión que las palabras llegan amortiguadas. El sonido S apenas se percibe, y lo mismo ocurre con las voces de los niños y las mujeres. Mientras la pérdida de audición va empeorando, la persona se adapta a la nueva situación, subiendo el volumen de la tele y pidiendo a la gente que repita lo que dice. Lenta pero segura, la frustración crece en estas personas, llevándolo a evitar las situaciones que lo hacen sentir incómodo, tales como: conversaciones en grupo en las que se siente fuera de lugar, las relaciones con compañeros y familiares que suelen desembocar en encogimiento de hombros y enfado. La frustración se transforma en vergüenza, o aún peor, en amargura y soledad. Provocando al final, el encierro en sí mismo y depresión. Es importante evaluar a través de controles periódicos el umbral auditivo de todas las personas sin importar la edad, ya que somos seres que necesitamos mantener contacto con las demás personas; no nacimos para vivir aislados. A la mayoría de los ancianos ni siquiera se les somete a una prueba simple de audición, para identificar el grado de pérdida auditiva y brindarles la ayuda necesaria, negándoles la posibilidad de tener una adecuada calidad de vida. JAMA, (revista Journal of the American Medical Association), recomienda fervientemente que las exploraciones selectivas de audición se conviertan en una constante en las revisiones de salud, como lo son la toma de la tensión y la revisión de la vista. Al mismo tiempo, es fundamental que los mismos ancianos, sus familiares y amigos se den cuenta de la importancia de diagnosticar que existe una pérdida de audición, y pidan o animen a recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. Elaborado por: Roneida Chirinos M. Terapista del Lenguaje Experto en Audiología