9. COMENTARIO DE TEXTO DE FILOSOFÍA. Descartes 1 1. Resume el contenido de este texto y define tres de los términos subrayados. Pertenece el texto al Discurso del método, obra publicada en 1637 por Descartes. Presenta aquí la duda metódica que le permite encontrar la primera verdad: pienso, luego soy: 1. Duda metódica: Para investigar la verdad, hay que rechazar como si fuera falso todo aquello en lo que quepa imaginar la menor duda, para ver si queda algo absolutamente indudable: - Los sentidos a veces nos engañan. - A veces cometemos errores (paralogismos) en las más sencillas demostraciones de geometría. - Los mismos pensamientos tenemos a veces soñando y despiertos Por tanto, todos mis pensamientos (el testimonio de los sentidos, las demostraciones matemáticas, la distinción entre sueño y vigilia) pueden ser engañosos. 2. Primera certeza: Pero entonces, lo indudable es que pienso (que pienso que todo es falso, que dudo de todo), luego existo. Pienso, luego existo es el primer principio de la filosofía porque es absolutamente cierto y las suposiciones más extravagantes de los escépticos no son capaces de ponerlo en duda. Vocabulario: Indubitables: aquello que no puede ser puesto en duda, es lo absolutamente cierto y evidente. Lo indudable es aquello que la razón obtiene cuando aplica el método cartesiano, es claro y distinto, y por tanto, evidente. La primera verdad indubitable que se obtiene con el método cartesiano es “pienso, luego soy”. Aquí dice que en cuestión de costumbres, a veces, hay que hacer caso de las opiniones inciertas, pero jamás hay que hacer esto a la hora de investigar la verdad del conocimiento. Verdad: en Descartes y en la filosofía moderna, verdad se entiende como certeza: es verdadero aquello que resulta absolutamente indudable, que se me presenta a la mente con tal claridad y distinción que no hay motivo para ponerlo en duda. Duda: es lo contrario de la certeza. La dudad, en Descartes, es el camino hacia la verdad. La duda metódica universal consiste en dudar de todo por principio: suponer que es falso todo aquello en lo que quepa imaginar la más mínima duda, para ver si después permanece algo como indudable. Por ello, la duda en Descartes no es la meta sino el método para encontrar la verdad. Sentidos: son los receptores sensibles con los que conectamos con una presunta realidad externa, y son el origen de las ideas oscuras y confusas. Los sentidos no ofrecen certeza: su testimonio a veces es engañoso luego no podemos fiarnos de ellos cuando se trata de encontrar la verdad. Para el racionalismo la única fuente segura de conocimiento es la razón, mientras que el empirismo pondrá en los sentidos (en la experiencia) el origen y el límite de nuestro conocimiento. Paralogismos: son razonamientos o argumentos erróneos donde el equívoco se introduce sin voluntad de engaño. En este texto Descartes admite que a veces incluso pueden cometerse errores en las más sencillas demostraciones matemáticas. Pensamientos: para Descartes, es todo aquello que se presenta a la mente, es decir, las ideas. Tanto sentir como razonar, como imaginar como querer… todo eso es pensar. Y pensamientos son ver un color, demostrar un teorema matemático, imaginar una quimera, o querer algo con la voluntad. Ahora bien, hay pensamientos claros y distintos (ej. las ideas innatas, como el pienso, luego soy) y otros oscuros y confusos (como en general todo lo que procede de los sentidos). Ilusiones: son las llamadas por Descartes ideas facticias, es decir, las ideas construidas por la mente a partir de otras ideas. Por ejemplo, un centauro es una ilusión, una idea construida a partir de otras ideas captadas por los sentidos: un centauro es mitad hombre mitad caballo. Escépticos: son aquellos que niegan la posibilidad de alcanzar la verdad. Descartes no es realmente un escéptico sino utiliza el escepticismo para buscar la verdad. El escepticismo en la filosofía cartesiana sólo es un método o camino cuya meta es conseguir la certeza. Ël duda para no dudar más Primer principio: es el fundamento de todo el edificio del saber. Descartes quiere construir la ciencia sobre un primer principio absolutamente cierto. Para ello, aplicando la duda metódica llega al “pienso, luego soy”, primera certeza que será tomada como modelo de certeza: cuando encuentre una verdad que ofrezca la misma claridad y distinción que “pienso, luego soy”, podrá admitirla como evidente. 2. Expón la concepción cartesiana del conocimiento. 3. Describe brevemente el contexto cultural en que vivió Descartes. 4. Relaciona la concepción cartesiana del conocimiento con otro planteamiento gnoseológico que conozcas como, por ejemplo, el de Platón, Aristóteles, San Agustín, Kant o Nietzsche. Relación de la teoría cartesiana del conocimiento con la de Platón. La distancia entre Platón y Descartes es la distancia entre la filosofía antigua y la filosofía moderna. La cuestión fundamental de la filosofía antigua es la pregunta por el ser, mientras que la filosofía moderna se inicia con la pregunta por el conocimiento. En el mito de la caverna de Platón el prisionero liberado recorre de un lado a otro una realidad que permanece estática. Desde las sombras de la caverna, que simbolizan las cosas del mundo sensible, hasta el mundo exterior iluminado por el sol, que representan a las ideas y a la idea de Bien, el prisionero liberado va dirigiendo su mirada desde abajo hasta lo más alto para luego regresar a la caverna y explicar allí lo que había visto en el mundo de arriba. La división de la realidad en dos mundos, uno cambiante y variable, otro permanente y eterno, consolida la división platónica del conocimiento también en dos: conocimiento sensible u opinión y conocimiento inteligible o ciencia. Pero es la división ontológica (plano de la realidad, del ser) la que dicta la división epistemológica (plano del conocer). En Descartes y, a partir de él, en toda la filosofía moderna, la prioridad recae en el sujeto que conoce (en el plano epistemológico): la cuestión no es ¿qué tipo de cosas hay y cómo llego luego a conocerlas?, sino más bien esta otra ¿qué tipo de conocimiento poseo y qué tipo de cosas entonces me permite conocer? Así en Descartes, el yo que piensa y conoce, es lo primero que resulta asegurado en el conocimiento, incluso Dios mismo sólo puede ser demostrado a partir de la primera verdad del “pienso, luego existo”. En el plano epistemológico la primacía recae sobre el yo y a su vez la epistemología será prioritaria sobre la ontología. La distinta noción de idea en Platón y en Descartes es paradigmática sobre esta cuestión: en Platón la idea es una realidad, es de hecho la realidad auténtica en su carácter de permanente y eterna. La idea para Descartes, sin embargo, es el contenido del pensamiento, es una idea en la mente y con este significado fundamental pasará a toda la filosofía moderna posterior1. Ambos autores rechazan los sentidos a la hora de obtener verdades, aunque en el caso de Platón sea porque nos muestran una realidad cambiante, sensible y plural, y en el caso de Descartes es porque son unos engañadores a veces, y por tanto no son fiables. La razón es la única facultad capaz de conocer la verdad, para Platón porque es el alma racional la única capaz de conocer el mundo de la ideas, eterno e inmutable, y para Descartes porque se atiene a verdades evidentes, indudables. Ambos ven en las matemáticas algo muy valioso, pues para Platón son el paso previo a la Dialéctica, y para Descartes son el modelo de certeza, de rigor, de exactitud. 5. Escribe un breve ensayo sobre algún problema que el texto te haya dado que pensar para tu concepción del conocimiento. Con Descartes entramos en la filosofía moderna y notamos una mayor cercanía con nuestra propia concepción del conocimiento. ¿Realmente se puede dudar todo, absolutamente de todo, como camino para encontrar una primera verdad? ¿Es el alma, la conciencia o el yo (como quiera que lo llamemos) lo primero que llegamos a conocer? ¿Es más segura la existencia de mi yo que la existencia del mundo? ¿Estás de acuerdo con esta primacía y exaltación del yo, de la conciencia? ¿Qué consecuencias sociales, políticas, económicas, ecológicas… tiene en la configuración del modo de vida moderno? 1 De ahí que a nosotros, que en el siglo XXI nos situamos en el ámbito de la filosofía moderna, nos resultara difícil de aceptar aquella denominación platónica y que nos encontremos más cómodos en la noción de idea cartesiana, una idea es algo mental , algo en lo que yo pienso y no una realidad independiente que existe en el mundo de las ideas. Descartes ha marcado tan hondamente la historia de la filosofía que todavía hoy en nuestro modo de pensar seguimos siendo “modernos”, o como mucho “posmodernos”, que no es más que otra forma de ser modernos.