BARCELONA 23 DE JUNIO 1898 N Ú M . 32 A Ñ O II * CUAD. 12 AROUITECTURH CONSTRUCCÓ IN REVISTA TÉCNICA Q U I N C E N A L , I N D I S P E N S A B L E PARA LOS P R O P I E T A R I O S , A R Q U I T E C T O S Y C O N S T R U C T O R E S DiRHCTOR - P K O P I E T A R I O D. MANUEL VLGA Y MARCH, ARQUITECTO REVISTA UNIVERSAL DE ARQUITECTURA 61 Rosellón \J Cataluña S u s relaciones arquitectónicas en la 6dad ^ e d i a La historia política de esta provincia francesa está íntimamente relacionada con la de Cataluña desde los tiempos romanos, en que formó parte de la Galia Narbonense, t a n relacionada con la España Tarraconense. En los tiempos visigodos, la Galia gótica y Cataluña formaron parte del mismo Imperio, y lo mismo bajo el cetro de Carlo-Magno que construyó la Marca hispánica con el Rosellón y el Condado de Barcelona. Durante el resto de la Edad Media, marcha unida la historia de ambas vertientes del Pirineo c a talán, y hasta la desastrosa campaña de 1794 contra la Eepiiblica francesa, ha sido el Rosellón provincia española; la paz de Basilea (1795) confirmó definitivamente su separación del dominio español. Las huellas que h a n dejado conexiones históricas tau extensas son numerosas y p r o fundas, empezando por el lenguaje, tan catalán en el condado de Irún y eu el Rosellón como en la Cerdaña y el Ampurdán. Lo mismo sucede con los usos, costumbres, aspecto del país y de las poblaciones, que, según todos los testimonios, m u e s t r a n claramente el profundo inílujo español. La Arquitectura no podía substraerse á la misma ley, y así lo afirma el inteligente arqueólogo y arquitecto M. Brutails en su magnífico trabajo s,ohve e\ Arie religioso en el Rosellón (1), diciendo que puede llamarse arte catalán, sobre todo la Arquitectura, « q u e no es más que u n a variedad de la catalana ». Esto es indudable en el último período gótico y renacimiento, y es resultado de toda la historia arquitectónea de la Edad Media en España, porque esta parte de los Pirineos orientales fué ia p u e r t a por donde penetraron en Cataluña las corrientes que produjeron u n a de las. más poderosas r a m a s del arte románico en España, que ejerció profundo i n flujo en todo el desarrollo ulterior del estilo gótico. Mr. Stret, en su famoso libro sobre la Arquitectura gótica en España, insiste mucho en esto, tanto en los capítulos dedicados á las provincias catalanas al describir sus principales monumentos, como en el r e sumen g e n e r a l que al final de la obra compendia sus observaciones sobre la historia de la Arquitectura en España. Resulta evidente la importación de los principales rasgos de los m o n u m e n t o s c a t a l a nes primitivos, sobre todo de la planta cruciforme con cúpula sobre el crucero, disposición de abolengo oriental, transformada (2) en el Norte de Italia y orillas del Rliin, y d i fundida en el centro y Mediodía de Francia de donde pasó á España. Sirvan de ejemplos bien a n t i g u o s San Pablo del Campo (914) y San Pedro de las Puellas (983) en Barcelona. (1) DiiUelin Archtologiqne des Comités des trai'aux liistoriques eí scientifiques. 1893, núm, 3. i (2) La transformación principal consistió en usar las trompas en vez de las pechinas para el paso de la planta cuadrada á la i de la cúpula, prefiriendo para estas la octogonal á la circular, por ser carácter de la arquitectura occidental, la preferencia de las • superficies regladas á la esférica ó elipzoidal, á que tan alectos han sido en Oriente, sobre todo en Bizancia.