Unidad 3 • Función de la teoría del conocimiento jurídico UNIDAD III Función de la teoría del conocimiento jurídico Es importante señalar que no hay una teoría objetivista y una teoría subjetivista, en strictu sensu, sino que de dichas teorías se desprenden las siguientes: Principales teorías objetivistas.- materialismo positivismo mecanicismo estructuralismo empirismo Principales teorías subjetivistas.- idealismo realismo racionalismo perspectivismo existencialismo intervencionismo Es muy acertada la opinión del maestro Jorge Witker, al decir que: Las teorías objetivistas del conocimiento sostienen que la realidad o existencia de los objetos es independiente de la creencia y opiniones de los sujetos; o en otro sentido, enfatizan elementos exteriores al sujeto, o bien, indican que el conocimiento debe tener su base en los hechos. En cuanto a las teorías subjetivistas, este mismo autor señala que: Reducen la realidad o la existencia de los objetos a la realidad de los estados o actos mentales del sujeto; o también en otro sentido, que enfatizan los elementos interiores del sujeto que subordinan la posibilidad o la calidad del conocimiento a los atributos intelectuales de la persona 3.1. TEORÍAS OBJETIVISTAS Objetivismo es el medio por el cual se adquiere el conocimiento y la forma en que se da a conocer, atendiendo a la relación entre sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento; por tanto, al hablar de objetivismo se hace referencia al procedimiento por el cual se obtiene el conocimiento, tomando como base la representación mental del objeto que se pretende conocer, para establecer de esta manera una relación entre objeto y sujeto. Es importante señalar que primero existe el objeto y después el sujeto que quiere conocer. Dentro de las corrientes epistemológicas consideradas como objetivistas están las siguientes: positivismo, materialismo, mecanicismo, estructuralismo, empirismo. Positivismo Es la corriente filosófica que surgió en la segunda mitad del siglo xlx y primera del siglo xx. El término positivismo tiene sus antecedentes en Saint Simon, quien lo utilizó para designar el método exacto de las ciencias y su extensión a la filosofía De manera posterior, August Comte adoptó el término positivismo, y es a éste a quien se le considera como "padre del pensamiento positivista", él quería reformar el aspecto moral de la sociedad, apoyándose en la religión pero con una visión científica, y es aquí donde emana su tesis sobre los tres estadios: teológico, metafísico y científicopositivo, conocida también como la "ley histórica de los tres estados", donde desarrolla el proceso que siguen los conocimientos al pasar por tres distintos estadios teóricos. 1. El estadio teológico o ficticio: esta primera fase se le conoce como teológico o ficticio, ya que las ideas sobrenaturales unen las observaciones aisladas de que se compone la ciencia. Se considera un método imperfecto. 2. El estadio metafísico o abstracto: es un medio de transición del estadio teológico al científico, en el cual se unen ideas sobrenaturales con hechos. 3. El estadio científico o positivo: los dos estadios anteriores preparan el camino para llegar al estadio científico, éste es: el modo definitivo de una ciencia cualquiera, donde los hechos están obligados de acuerdo con las ideas o leyes generales de un orden enteramente positivo, seguidos o confirmados por los hechos mismos, y que con frecuencia no son sino simples hechos lo bastante generales como para convertirse en principios.' Existen tres puntos a los cuales se les puede considerar como fundamentos del positivismo: a) la ciencia constituye el único conocimiento posible y, por tanto, su método (método científico) es el único válido; b) el método científico es sólo descriptivo, y c) el método de la ciencia constituye el único válido dentro del campo científico, por lo cual se extiende a todos los campos del conocimiento. Materialismo El materialismo se ha considerado como una doctrina filosófica que atribuye a la materia el centro o base de todo conocimiento y por tanto de la verdad. El maestro Francisco Larroyo considera al materialismo como: una de las soluciones al problema ontológico, que indaga sobre la esencia del ser real. El materialismo sólo le reconoce existencia a la materia o cuerpos materiales, es decir, a los objetos que existen en el tiempo y ocupan un lugar en el espacio.' En contraposición con el maestro Larroyo, Abbagnano expresa que el materialismo es la corriente que considera únicamente a la materia como causa de los fenómenos, en él no se incluyen a las doctrinas que estiman a la materia como lo único que existe y es la causa final de todo, por ejemplo un principio racional y divino. Se pueden distinguir diversos tipos de materialismo, como: a) b) c) d) e) materialismo metodológico; materialismo práctico; materialismo histórico-marxista; materialismo dialéctico, y materialismo metafísico. A continuación se procederá a describir los puntos más esenciales de estas materias. Materialismo metodológico: considera que la existencia de los fenómenos se debe a la presencia de los cuerpos y de sus movimientos; no se constriñe a las propuestas mentales, que provienen de los objetos materiales existentes en la realidad. Materialismo práctico: también llamado praxis, sostiene que la práctica es el único medio por el cual se obtiene conocimiento, ya que a través de ella se puede demostrar la verdad de las ideas. Materialismo histórico-marxista: el principal exponente de esta corriente es Carlos Marx, quien con su discípulo Engels, sostienen: Lo único que distingue al hombre de los animales no es el hecho de que posea conciencia moral, raciocinio o sentimiento religioso, sino que es el único que puede crear sus medios de subsistencia al producir indirectamente su vida material.' Materialismo dialéctico: nuevamente encontramos a Marx y a Engels, quienes en 1840, exponen el materialismo dialéctico como la unión entre el materialismo propiamente dicho y la dialéctica de Hegel, de donde resulta una visión material de la naturaleza a través de los cambios de la materia en movimiento, utilizando el método dialéctico, es decir, de lo más sencillo a lo más complejo con su secuencia respectiva (tesis, antítesis y síntesis). Materialismo metafísico: también conocido como materialismo cosmológico, coincide con el atomismo filosófico o la explicación real de la materia y del universo a través de los procesos sensibles, ya que atribuye a un elemento físico el inicio del mismo. Mecanicismo Esta corriente filosófica encuentra su origen en el pensamiento de Demócrito, Platón y Aristóteles, quienes consideraban que el conocimiento se origina a través de la realidad física ligada al movimiento de la materia y los principios y leyes de la mecánica; es decir, todos los fenómenos que se presentan en el universo pueden ser resueltos con la ayuda de las matemáticas. Demócrito (470-380 a.C.) consideraba que todo ser real estaba formado de innumerables partículas, pequeñas indivisibles e imperceptibles a las que llamó átomos, y sostuvo que el alma estaba compuesta por los átomos más pequeños y que era con base en las impresiones y las sensaciones que se dirigían directamente al alma, y a la absorción de los átomos por parte de la misma se originaba el conocimiento. Dentro de los seguidores de esta teoría se encuentra Galileo Galilei, quien explica el origen del conocimiento por medio de un ordenamiento matemático, que emana de la experiencia y de la realidad. Un fiel seguidor de las ideas de Galileo fue Thomas Hobbes, quien señala que para llegar al conocimiento se requiere de un método geométrico, en donde no habrá distinción entre la cosa real (realidad) y la cosa pensante (ideas), ya que estas últimas se encuentran implícitas en la primera. Otro mecanicista fue René Descartes que, al igual que los anteriores, expresó: "las matemáticas son la única clave para descubrir el conocimiento"." En síntesis, para Descartes el conocimiento matemático se realiza por medio del método geométrico, el cual es el único que ayuda a resolver todos los cuestionamientos mediante la intuición y la deducción, con objeto de obtener así el conocimiento. Intuición es el instrumento que permite tomar de una forma directa en la mente las verdades, y deducción es demostrar algo que obtuvimos creando en la mente una verdad nueva o actualizada. Estructuralismo La corriente filosófica conocida como estructuralismo surge en la segunda mitad del siglo xx y tiene a Claude LeviStrauss como principal expositor. Esta teoría prevé que los hechos humanos y sociales son considerados como una estructura (ordenación de las partes de un todo que se subordinan a éste), que liga una serie de relaciones estables con las leyes internas de la sociedad. Claude Levi-Strauss consideraba que "la finalidad del estructuralismo es una aportación positiva, que pretende dotar a las ciencias humanas de una base epistemologica parecida a las ciencias naturales." Otro exponente de esta corriente fue Michel Foucault, quien sostiene que el pensamiento estructuralista da origen a una nueva era, deja atrás la dialéctica de Hegel. Para este autor el estructuralismo: es una ideología formalista que privilegia los elementos estáticos de la realidad en perjuicio de los dinámicos y para lo cual lo fundamental en la experiencia humana es la estructuralidad de lo ya existente, el peso de unas estructuras determinantes a la vez que inconscientes, a las cuales se subordina la conciencia activa de los hombres.` Empirismo En esta expresión del pensamiento se encuentran John Locke y David Hume, como los principales exponentes de esta corriente epistemológica que surge en Inglaterra en la segunda mitad del siglo xvn y principios del siglo xvln; para ellos el conocimiento emana de la experiencia y no de la razón, debido a que se parte de hechos concretos y de la experiencia sensible. A continuación analizaremos algunas opiniones de diversos autores sobre el empirismo como corriente epistemológica: Nicola Abbagnano: para este autor el empirismo "es la dirección filosófica que tiene como criterio de verdad a la experiencia".` Se entiende por experiencia el conocimiento que se adquiere por la práctica y la observación y ante el examen que se hace de ese conocimiento se presentan posibles soluciones, procurando que sean de carácter objetivo y personal, es decir, si una proposición es verificable, ello no implica que todos los que están de acuerdo con ella forzosamente tengan que participar personalmente en su comprobación. Niega la verdad absoluta o por lo menos la verdad que es accesible al hombre; toda verdad puede y debe probarse y eventualmente modificarse, corregirse o abandonarse, ni se opone o niega a la razón, sino cuando pretende establecer verdades necesarias o absolutas." John Locke: filósofo inglés que inicia el estudio de la corriente empirista al preguntarse ¿cuál es la esencia, el origen y el alcance del conocimiento humano? para dar respuesta a sus interrogantes parte del precepto: "el conocimiento se construye por medio de ideas, ya que considera a la idea corno pensamiento, y todo pensamiento precede a la experiencia, por tanto es aquí donde se funda nuestro conocimiento". Locke toma como punto de referencia los postulados de Descartes para explicar su teoría acerca de las ideas. Ésta consiste en la clasificación de las ideas en tres grupos: a) ideas adventicias, son aquellas que acontecen en el desarrollo de las actividades humanas y que son producto de la realidad externa; b) ideas ficticias, son las que a través de la imaginación se crean en el alma; c) ideas innatas, son las que forman el conjunto propio del espíritu, de la mente y del alma, pero sin que las haya puesto ninguna cosa real, ni hayan sido formadas por la imaginación. Por esta razón considera que las "ideas innatas" son inexistentes. Dentro de los estudiosos del empirismo es importante hacer referencia a David Hume, ya que se considera como el máximo exponente de esta corriente filosófica. David Hume nació en Edimburgo, en 1711, y se caracterizó como un magnífico escritor durante la época de la Ilustración. Hume utiliza un método que se refiere al análisis psicológico, aplicado a la experiencia, para dar solución a las interrogantes del conocimiento. Parte de dos conceptos básicos: a) las impresiones y b) las ideas. De lo anterior, resulta que impresión es aquella experiencia que se plasma en la mente y por ideas se entiende las representaciones de los objetos que se perciben, de esta manera, se pueden obtener un sinfín de pensamientos de una sola experiencia, o en otras palabras, muchas ideas de una vivencia, ya que las impresiones son actuales y cuando se recuerdan se convierten en ideas. Hume también realizó un análisis sobre la causalidad o la relación causa-efecto, a la que llamó asociación de ideas, esto consiste en lo siguiente: Si yo analizo la relación de causalidad, me encuentro con que algo A existe; de éste tengo impresión; luego tengo la impresión de algo B; pero no tengo nunca la impresión de que de A salga ninguna cosa para producir B. Yo veo que hace calor; tengo la impresión de calor, luego mido el cuerpo y lo encuentro dilatado; pero que del calor salga una especie de cosa mística que produzca la dilatación de los cuerpos, eso es lo que no veo de ninguna manera. Por mucho que mire, no encuentro qué corresponde a la productividad de la cosa, ninguna impresión. 3.2. TEORÍAS SUBJETIVISTAS En contraposición con el objetivismo, las teorías subjetivistas dan preferencia al sujeto en el proceso de obtención del conocimiento; es decir, el hombre produce su objeto a conocer, lo transforma y así es como adquiere el conocimiento. En síntesis, el ser humano es quien determina el objeto de conocimiento, pero en estas teorías la base de conocimiento es precisamente el sujeto. Dentro de esta corriente filosófica hay diversas teorías: idealismo, realismo, racionalismo, perspectivismo, existencialismo, intervencionismo. Mismas que se analizarán a continuación: Idealismo "El idealismo, como corriente epistemológica, nos dice que no pueden existir cosas reales independientes de la conciencia." En general, es posible clasificar tres clases de idealismo: subjetivo, objetivo, trascendental. Idealismo subjetivo, también se le conoce como idealismo psicológico; sostiene que "la realidad sólo se encuentra en la conciencia del sujeto, entonces deja de existir porque la conciencia es lo único real". Dentro de esta corriente filosófica está George Berkeley, quien argumenta que las cosas reales no son independientes de la conciencia, conceden autonomía a las cosas del alma, puesto que se basan en Dios, y manifiestan que la deidad es la causa que da origen a toda percepción sensible del hombre. Sin embargo, Berkeley fundamenta su teoría en el sentido de que no hay ideas abstractas, puesto que es el hombre el que concientiza los objetos en el pensamiento, debido a que la materia existe en la realidad social, y el pensamiento se percata de la misma. Idealismo objetivo, conocido como idealismo lógico, toma como base del conocimiento a la conciencia científica; es decir, el pensamiento crea Los objetos y les da existencia real, ya que nada existe en la conciencia ni en la realidad sin antes haber sido creado en la mente, esta teoría fue creada por Hermann Cohen. El idealismo no es una corriente actual, porque tuvo sus antecedentes desde la Grecia antigua con filósofos como Platón, que en su obra Diálogos, plasmó la filosofía de Sócrates. Para Platón el mundo era un mundo real, viva imagen del mundo de los dioses, por lo cual el ser humano debía utilizar sus sentidos para adquirir el conocimiento que se encuentra en el todo, esto es, en una unidad que es inmutable, lo que lleva a un conocimiento verdadero. En síntesis, para el idealismo no existen las cosas materiales separadas de la moral, de lo anímico, de lo emocional, puesto que es el ser humano el que crea el universo y su materia, por tanto, esta última no puede ser concebida de forma aislada, ya que el propio espíritu es el que le confiere certeza o autenticidad. Immanuel Kant es otro filósofo que se ocupó del estudio del "idealismo trascendental", producto del racionalismo de Descartes y las contribuciones en la época de la Ilustración. Señala que el idealismo trascendental es: la doctrina según la cual el espacio y el tiempo no son propiedades reales de las cosas, sino leyes de nuestra sensibilidad. Esto significa que la realidad no es tal como la percibimos, encierra algo que no podemos ver porque sólo observamos un fenómeno, pero no conocemos su esencia como tal, ya que lo que abstraemos es traducido a nuestra apreciación subjetiva." Con ayuda del idealismo, Kant explica que los seres humanos poseemos el conocimiento como producto de la representación a través de la memoria. Además señala que pensamos mediante juicios a priori, a posteriori, analíticos y sintéticos. Juicio a priori: se aplica a todo aquel principio que ha sido aceptado por cualquier conciencia racional y que no es necesario que dependa de la experiencia, aunque puede provenir de ella. Este principio cuenta con dos características: a) universal, puesto que es aceptado por cualquier conciencia racional; b) necesario, porque no puede ser de otro modo para ninguna conciencia. Los juicios a priori generalmente se realizan en materia de contenido matemático o físico, y aunque son juicios que emanan de la experiencia, siempre son independientes porque tienen una validez universal y necesaria. Juicio a posteriori: a diferencia del principio a priori, este juicio requiere de la experiencia para poder existir, ya que no sólo es precedente de ella, sino que además depende de ella para su existencia. Este principio es sumamente subjetivo, puesto que sólo es válido para quien lo adopta. Juicio analítico: es aquel en el cual el adjetivo está contenido en el sujeto. Así, el principio de identidad que afirma que "A" es "A", constituye un juicio analítico. También es un juicio analítico, "todos los cuerpos son extensos" Juicio sintético: en este último principio el predicado no está inmerso en el sujeto como en el juicio anterior, ya que aquí se agrega un significado distinto al sujeto. Ejemplo: Los juicios de la experiencia como tales son todos sintéticos. Si digo este árbol es verde o las flores son rojas, ambos juicios son sintéticos, ya que ni el predicado verde está necesariamente contenido en el término árbol, ni la palabra rojas en el concepto flores. De acuerdo con lo anterior Immanuel Kant estudió dos grandes corrientes del conocimiento: el empirismo y el racionalismo, las cuales criticó con ayuda del idealismo. Realismo Esta postura epistemológica ha ocasionado algunos debates entre los autores porque, a partir de los diferentes argumentos, la ubican en las teorías objetivistas y otros dentro de las teorías subjetivistas, por lo que compartimos la acertada cita que señala el doctor Jorge Witker: El realismo, según Abbagnano, se ha definido en formas muy distintas. En general, las doctrinas que se fundamentan en él califican como realistas a los empiristas, positivistas, materialistas, con las que se comparten sus puntos de vista. Por ejemplo: a Platón se le clasifica como realista porque admite la realidad de las ideas, pero también se le ubica como idealista en cuanto se trata de ideas. Se procederá a presentar algunos de los autores y sus respectivos argumentos para determinar el porqué se encuentra esta corriente dentro de las teorías subjetivistas. El argumento principal es que la verdad universal se obtiene al realizar o formular juicios que estén conformes con la realidad, porque todo conocimiento se adquiere uniendo a la experiencia y la razón, ya que la fuente de ésta es la realidad con independencia del pensamiento. Al respecto, el estagirita Aristóteles expresó que: cada cosa tiene la forma que define la cosa [...] la forma de algo es lo que ese algo le da un sentido, ese sentido es la finalidad, es el teleós palabra griega que significa fin: de ahí viene esa palabra que se usa mecho en la filosofía y que es teleología: teoría de los fines; el punto de vista desde el cual apreciamos y definimos las cosas, no en cuanto a que son causas mecánicas, sino que están dispuestas para la realización de un fin." Aristóteles dice que Dios no requiere explicación, es un ser inmóvil, todo lo que existe necesariamente está ligado a la existencia de Dios. Asimismo, deduce de la inmovilidad de Dios su inmaterialidad, puesto que todo lo que es material es móvil. Esta postura aristotélica es la que lo hace suscribirse en las teorías subjetivistas, porque al momento en que el ser humano acepta la realidad de los objetos a través del movimiento, admite también la espiritualidad de los mismos, que solamente Dios les puede dar. Otro exponente es San Agustín, quien expresa que el hombre accede a la verdad a través de su fe, pero esa verdad tendrá aspectos racionales, esto es, su inspiración en Dios, quien se vincula racionalmente con el hombre. Una expresión famosa que atiende a lo expuesto anteriormente es la diferencia entre el griego y cristiano: "El griego creía que la razón le servía para alcanzar a Dios, el cristiano sabe que no puede alcanzar a Dios, pero se sirve de la razón para recibirlo". Para Santo Tomás de Aquino, el obtener conocimiento del orden de las cosas debe hacerse a través de sus causas, y esos órdenes son: 1. La moral, porque lo más importante es destacar la inteligencia, ya que de ella proviene el acto volitivo. 2. El conocimiento, puesto que proviene de la inteligencia. 3. El ser, que debemos entender que es la esencia misma del humano y que no es producida por la inteligencia. La doctrina de Santo Tomás está inspirada en el cristianismo, cuyos principios plasmó en la Summa Theologica, por tanto, sus argumentos fueron esencialmente teológicos, por lo que admite que todo conocimiento sensible e inteligible se logra por medio de la iluminación que da Dios. La importancia de los argumentos realistas es que por el hecho de existir podemos pensar y conocer, porque como consecuencia de un razonamiento, puede ser concebida la existencia, y esta existencia podemos percibirla a través de la conciencia y sensación. Un ejemplo de razonamiento de Santo Tomás está en lo siguiente: Santo Tomás invocó una distinción sutil con relación a las cosas cuyo uso es diferente de la cosa en sí misma como ocurre con las viviendas, terrenos, etcétera y las cosas cuyo uso no puede conducir más que al consumo de la cosa misma. Por las primeras puede lícitamente exigirse un precio, por las segundas no, porque el uso no puede ser vendido separadamente de la cosa. Del mismo modo que no se puede pagar el uso del vino y el vino mismo, no puede pagarse el uso del dinero, y el dinero. Ahora se estudiarán otros autores que ubican al realismo desde el punto de vista objetivista, y esto se debe a que se basan en la existencia de los objetos para la adquisición del conocimiento. Las características de esta teoría se encuentran ligadas con la metafísica, es decir, aquella parte de la filosofía aristotélica encargada del conocimiento de los principios primeros y de las causas de las cosas; por ejemplo: "explicar de una manera general y abstracta la existencia de las cosas". Para analizar el concepto anterior, es necesario hacer la distinción entre consistencia y existencia: a) consistencia, en este contexto, es que los objetos se encuentran vinculados con otros elementos, puesto que su existencia no puede ser independiente, y b) existencia, ésta se puede deducir: "como aquello que no consiste en algo más". La base de las tesis del realismo se funda en que: existen las cosas; existen las cosas como inteligibles, es decir, consisten y tienen una esencia; existe inteligencia, pensamiento, Dios; el hombre es una de las cosas que existen; el hombre es relativamente inteligente, es decir, participa de la inteligencia que existe, por esto, conoce que las cosas son, y lo que las cosas no son; la actividad suprema del hombre es el conocimiento. En una forma oculta o manifiesta, esta tesis se encuentra en la estructura de toda la filosofía realista . En síntesis, para los filósofos objetivistas todo conocimiento constituye una visión de la realidad, no hay diferencia entre el pensamiento del que conoce y la realidad. Dicho pensamiento es certero cuando entre éste y la cosa existe un encuadramiento perfecto que se obtiene a través de la correcta formación de los conceptos. Racionalismo En la corriente epistemológica conocida como racionalismo, se prevé que el conocimiento emana del pensamiento. El principal expositor es René Descartes, quien crea un método aplicable para cualquier situación en donde se busque la verdad. El método de Descartes inicia con "la duda metódica"; es decir, dudar de todo lo que nos rodea, lo que es perceptible a los sentidos, de todo lo que es verdadero, para así poder llegar a un conocimiento certero. Para ello es necesaria la creación de reglas que permitan a las personas orientar su conocimiento, como lo señala en su obra Discurso del método: creí que en lugar de los numerosos preceptos que contiene la lógica, bastaban cuatro reglas, pero cumplidas de tal modo que ni por una sola vez fueran infringidas bajo ningún pretexto. El primero de estos preceptos consiste en no recibir como verdadero cuidadosamente la precipitación y los prejuicios, y no aceptando como cierto sino lo presente a mi espíritu de manera tan clara y distinta que acerca de su certeza no pudiera caber la menor duda. El segundo, era la visión de cada una de las dificultades con que tropieza la inteligencia al investigar la verdad, en tantas partes como fuera necesario para resolverlas. El tercero, ordenar los conocimientos, empezando siempre por los más sencillos, elevándose por grados hasta llegar a los más compuestos, y suprimiendo un orden en aquellos que no lo tenían por naturaleza. Y el último consistía en hacer enunciaciones tan completas y generales, que me dieran la seguridad de no haber incurrido en ninguna omisión.` De lo anterior se deduce que Descartes está en contra del idealismo y el empirismo, ya que en el primero el conocimiento se obtiene de la conciencia racional, y en el segundo, el conocimiento se obtiene a través de la experiencia sensible y no se toma en cuenta a la razón. Es preciso señalar que Hegel fue el primer autor en caracterizar como racionalismo a la teoría que inició con Descartes, pasó por Spinoza hasta llegar a Leibniz, oponiendo al empirismo el racionalismo, porque la oposición entre racionalismo y empirismo se fijó claramente en los esquemas tradicionales en la historia de la filosofía, aun cuando el propio Hegel siempre advirtió su carácter aproximativo. En cuanto al racionalismo religioso, Hegel afirmó que es lo opuesto a la filosofía tanto en el contenido como en la forma, puesto que vacía el contenido, despuebla el cielo y lo degrada todo a relaciones finitas; y su forma es un razonar no libre, no un comprender. Cabe destacar que: Kant fue el primero en considerar al racionalismo como una doctrina y extenderla desde el campo religioso a los otros campos de indagación. Denominó racionalismo a su propia filosofía trascendental, en tanto que denominó noologistas o dogmáticos a los filósofos que la historiografía alemana del siglo xrx considerará más tarde como racionalistas. A partir de estas notas históricas se puede decir que el término en cuestión puede ser entendido en los siguientes términos: Como racionalismo religioso designa algunas direcciones protestantes o un punto de vista acerca de la religión similar al enunciado por Kant; Como racionalismo filosófico, el término designa precisamente la doctrina de Kant (que lo hiciera suyo) o bien de la dirección metafísica de la filosofía moderna de Descartes a Kant; En su significado genérico, puede ser adoptado para designar cualquier dirección filosófica que apele a la razón, pero en esta aceptación tan vasta, el término puede indicar las filosofías más dispares y carece de toda capacidad individualizante. Perspectivismo La corriente conocida como perspectivismo tiene su origen en el siglo xx con el pensamiento del filósofo español José Ortega y Gasset, quien lo denominó raciovitalismo, por ser el creador de la filosofía de la "razón vital", tomando como base el principio: "el descubrimiento de la vida como única realidad", con su célebre frase: "Yo soy yo y mi circunstancia." El perspectivismo de Ortega y Gasset se encuentra plasmado en su obra El tema de nuestro tiempo, redactada en 1923 y a la que el maestro Luis Recaséns Siches interpreta de la siguiente manera: De la infinitud de los elementos que integran la realidad, el sujeto capta un cierto número de ellos, cada forma y contenido coinciden con la malla de sus intereses y preferencias. Esto mismo sucede, en mayor volumen, con cada pueblo, y sobre todo, con cada época. Todos los sujetos, pueblos y épocas, tienen su especial participación en la verdad y en los demás valores. Cada conciencia aprehende la realidad desde un punto de vista que le es privativo.` De lo anterior se puede deducir que el hombre adquiere el conocimiento a través de su entorno. En lo que concierne a su frase: yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo. Benefac loco illi quo natus es, leemos en la Biblia. Y en la escuela platónica se nos da como empresa de toda cultura, ésta: salvar las apariencias, los fenómenos. Es decir, buscar el sentido que nos rodea." Ortega y Gasset se refiere a que al hombre lo hacen sus vivencias y dice al respecto: Yo y el mundo somos componentes abstractos de la realidad radical que es mi vida. Ahora bien, si hablamos del mundo corno de lo real caemos en la cuenta de que para que el mundo exista tengo que existir yo con él; y no a modo de una de sus partes o integrantes, sino como garantía de su existencia. Así pues, es cierto que el mundo depende de mí, pero asimismo es tan cierto que yo dependo del mundo; entre ambos se da una inseparabilidad radical: el mundo conmigo y yo con el mundo, o lo que es lo mismo, yo ocupándome con el mundo: o sea mi vida de la cual son integrantes el mundo y yo." En conclusión, el perspectivismo es una actitud ante la vida; "ésta es determinante para el hombre, pero el hombre también la determina. La vida se va construyendo a cada instante, y a cada instante vamos adquiriendo conocimiento". Ortega y Gasset también expresó lo siguiente: "Yo soy el que tengo que vivir con las cosas, entre las cosas soy en suma un proyecto de existencia, un programa de realización. Mi vida no es algo dado, como el ser de las cosas, por ejemplo: de ignorándose a sí misma. Mi vida es un saberse y un hacerse s sí misma. Existencialismo Esta corriente epistemológica encuentra su origen en el concepto "existencia", entendido como el vivir íntimo e intitutivo del ser humano. El hombre se da cuenta que existe puesto que es el producto de una experiencia personal en la que se siente un yo. Se puede dividir al existencialismo en dos corrientes, el existencialismo alemán y el existencialismo francés. Existencialismo alemán. Los representantes de esta corriente es Martin Heidegger y Karl Jaspers. Entre las obras más importantes de Karl Jaspers podemos señalar: Razón y existencia, Psicología de la concepción del mundo y El futuro de la humanidad. En lo que respecta al existencialismo, es necesario reconocer el principio de la conciencia, es decir, no hay sin sujeto, todo lo que puede tener carácter de objeto ha sido determinado por la conciencia en general. El ser objetivo es siempre una apariencia [...] se puede hablar del ser en tres sentidos: 1. El ser como lo existente, como aquello que es el objeto. 2. El ser como algo que no es para sí, que en su raíz es distinto de todo ser de las cosas y que lleva el sello de la existencia. 3. Por último, tenemos lo que es en sí, que no puede ser abarcado ni por lo existente ni por él para sí: la trascendencia. Estos tres modos del ser son otros tantos polos del ser en los que yo me encuentro. Cualquiera que sea el ser de donde yo arranque no encuentro nunca la totalidad del ser. Por eso la empresa de la filosofía es un trascender.` Existencialismo francés. Como máximo exponente del existencialismo francés está Jean Paul Sartre, con sus obras tituladas El existencialismo es un humanismo, El ser y la nada, La crítica a la razón dialéctica, donde expone su pensamiento existencialista. Al respecto dice: Entendemos por existencialismo una doctrina que hace posible la vida humana y que, por otra parte, declara que toda verdad y toda acción implica un medio y una subjetividad humana [...] en realidad es la doctrina menos escandalosa, la más austera; está destinada estrictamente a los técnicos y filósofos, lo que complica las cosas es que hay dos tipos o especies de existencialistas: los primeros, que son cristianos, entre los cuales yo colocaría a Jaspers y a Gabriel Marcel, de confesión católica; y, por otra parte, los existencialistas ateos, entre los cuales hay que colocar a Heidegger, a los existencialistas franceses y a mí mismo. Lo que considero tienen en común es simplemente que consideran que la existencia precede a la esencia, o si se prefiere, que hay que partir de la subjetividad." En este sentido, los existencialistas se caracterizan porque consideran a la vida como un camino para llegar a la muerte, ya que ésta constituye el fin de la existencia. Intervencionismo A lo largo del devenir histórico han existido factores como las razas, la ubicación geográfica de las naciones, los aspectos económico y cultural, así como el acontecer político de cada Estado que han influido en la regulación de la conducta de cada una de esas agrupaciones, porque el triple fenómeno vital de raza, propiedad y patria, engendra al estado, cuyo objeto supremo es el bienestar común, basado en la equidad. La evolución espiritual de las razas, así como la formación de la conciencia jurídica de los pueblos, es un fenómeno que se ha cumplido por siglos. Es menester resaltar que en la Antigüedad las relaciones entre los Estados o grupos de seres humanos nacieron de la fuerza militar ejercitada en beligerancia permanente para someter a los pueblos vecinos, además exterminar a las poblaciones bárbaras que los acechaban. Si bien es cierto que Roma dio a conocer muchas de las normas de otros pueblos a través de las conquistas que realizó, de igual modo logró la hegemonía por medio de la fuerza y la negociación diplomática de las ideas políticas y económicas, aunque también provocó la rivalidad entre los pueblos débiles y opuso a la concepción helénica de democracia y libertades individuales un ideal de dominación universal basado en la autoridad absoluta de su poder cosmopolita. El denominado derecho de gentes se llegó a confundir con el derecho natural y se le consideró con una validez imprescriptible en todo el ámbito jurídico; esta idea permaneció durante el transcurso del Imperio romano. En la Edad Media, la mentalidad del hombre era considerar a la guerra como un derecho común, nacido de su concepción mística del honor caballeresco y de la necesidad de defender su tierra. Asimismo, se dio una dualidad en el gobierno de aquellos pueblos por medio del Imperio y la Iglesia; así, la imposición de la lengua e instituciones romanas fueron importante para los gobernantes, y el aspecto espiritual se logró, por medio de la doctrina cristiana, proclamando bajo la influencia de la filosofía estoica, la igualdad ante Dios y la fraternidad humana. Más adelante, se observa que la nobleza feudal se derrumba a consecuencia de las guerras religiosas y por ende se acrecenta el poder de los monarcas apoyados por la clase media; es precisamente en este momento cuando el centro de estudio va a ser a través del sujeto en esta teoría, si porque el individuo se cotiza como el valor más alto que el Estado en el juego de la política y la doctrina cristiana contempla, pese a las diferencias que en su oportunidad separaron a los católicos y dieron lugar a la aparición de los cismáticos y protestantes. Las hazañas de los hombres que regresaban a Europa a contar sus aventuras realizadas en América provocó en la mente del hombre europeo el deseo de emprender nuevas conquistas y colonizaciones; sin embargo, ante esa fuerza expansiva que duró tres siglos, llega a su fin la sociedad medieval y da comienzo a la era moderna. Así, la Revolución francesa provoca que en la Asamblea Constituyente se establezca en la Carta Constitucional como un dogma que los hombres nacen libres y tienen los mismos derechos. Señalar ese dogma en un documento, significó el reto de la soberanía del pueblo a la soberanía divina de los reyes. Más adelante, en el siglo xix inicia a través de los soberanos la coalición de los Estados y la alianza de las grandes potencias, con exclusión de los países del menor poderío; la finalidad de esas coaliciones era conservar el equilibrio en un sistema agudo y estricto de vigilancia mutua y un movimiento convergente de debilitación de la región central del continente europeo; pero cabe destacar que también paralelamente se pregonaba la igualdad jurídica de los Estados soberanos, así como la necesaria utilización de las vías naturales de comunicación a través de los valles, las llanuras fértiles y las cuencas marítimas y fluviales; por otra parte, otros aspectos importantes que se desarrollaron fueron las uniones aduaneras, el concierto de intereses de seguridad mutua, el transporte colectivo, la mediación y el arbitraje, todos estos factores demostraron la importancia de que el ser humano en el mundo tiene que caminar conjuntamente sin importar la raza, y que debe luchar sin tregua por la libertad y la justicia y estas ideas precisamente provocan un revés a las que subsistieron en la antigüedad porque es aquí donde se gesta el principio de no intervención, tomado de la esencia libre del sujeto. Clases de intervención Las intervenciones que se han presentado en el devenir histórico del presente siglo son de diversas formas: las políticas, religiosas, financieras, humanitarias, mismas que han sido, casi siempre, repetidas afirmaciones de la diplomacia aviesa, las cuales presentan superestructuras adventicias sin ningún soporte jurídico, es decir, verdades tretas de conquista. De acuerdo a lo anterior, se hace presente nuevamente el principio de no intervención, que Lord Palmerston expresó: Es el principio por el cual cada nación tiene el derecho de arreglar sus asuntos internos como le place, mientras no lesione a sus vecinos, es asimismo el principio por el cual una nación no tiene el derecho de poner obstáculo, mediante la fuerza de las armas, a la voluntad de otra nación para elegir su gobierno o sus reglas de conducta. Es un principio sano; debería ser sagrado? Consecuencias que produce la intervención La intervención, en general, no está regulada por un proceso homogéneo, no aparece mitigada por un ideal ético que ayude a interpretarla como recta y adecuada traducción de una conducta universal; todo lo contrario, ya que se considera una práctica potenciada por factores políticos y diplomáticos, así como por intereses de casta cuyo común denominador es la coacción y la codicia. Cuando las naciones intervencionistas utilizan este recurso, crean al Estado intervenido una situación de preeminencia y subordinación inasimilable con el deber de las personas. Por tanto, la jerarquía que se da entre los Estados indiscutiblemente destruye el supuesto de una igualdad jurídica; es más, equivale a su negación. Los principales exponentes de la teoría intervencionista son: James Knox Polk (1795-1849). Político norteamericano, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica en 1845. En su periodo se desarrolló la guerra contra México y la anexión de California, Nuevo México y Texas. Ulises Grant (1822-1865). General y político norteamericano, obtuvo numerosos éxitos sobre los del Sur durante la guerra de Secesión. Fue presidente de la Unión Americana desde 1869 hasta 1876. Franklin Delano Roosevelt (1882-1845). Político norteamericano, presidente de los Estados Unidos en 1933, reelegido en 1936, 1940 y 1944. Venció la crisis económica de su país durante los años 1929 a 1932 con su programa denominado New Deal. Fue, junto con Sir Winston Churchill, uno de los artífices de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Existen otros más como es el caso de Only (1895) y Lodge (1912). Sin embargo, existen otros exponentes en contra de la doctrina intervencionista, como es el caso de Lord Palmerston, James Monroe, presidente norteamericano, así como John W. Foster, diplomático de esa nación; este último destacó la neutralidad de los países, así como el respeto por la propiedad privada en caso de guerras, y fue uno de los precursores sobre las más avanzadas ideas de los derechos naturales y sobre la justicia, como reconocimiento que deben tener todas las naciones. Otro importante docto en la no intervención es Carlos Calvo, y el que fue canciller venezolano, Luis María Drago. Causas en que se considera por la doctrina la necesaria intervención en los Estados Las preguntas más frecuentes para justificar el intervencionismo son las siguientes: ¿qué vamos a hacer cuando el gobierno de algún país se derrumbe y los ciudadanos se encuentren en peligro y se produzca un genocidio?, ¿hemos de mantenernos apartados ante el desastre ecológico en alguna región del mundo y presenciar la muerte de los seres humanos y otros seres vivientes de la naturaleza porque un gobierno en sus circunstancias no puede controlar ese desastre y tampoco puede ofrecer una protección razonable? Ante estas preguntas, existe un principio de derecho internacional que justifica que el gobierno de otro país o Estado tome cartas en el asunto en una forma temporal, con el fin de proteger las vidas y los bienes de sus nacionales y de esa manera se tienda una mano amiga para ayudar a esos ciudadanos a restablecer el orden y la estabilidad. Otros aspectos por los cuales el intervencionismo se considera lícito son el incumplimiento grave de los tratados de no proliferación nuclear y amenazas a la paz y seguridad. 3.3. TEORÍA DE LOS TRES CÍRCULOS Una de las más grandes aportaciones del maestro Eduardo García Máynez es la teoría de los tres círculos, que se forman a través de la existencia de tres mundos referentes al derecho positivo, natural y vigente, por tanto, no es posible hablar de una estricta separación entre cada uno de ellos, sino por el contrario, de una coexistencia entre los tres. El autor, para explicar su teoría, utiliza los términos referentes a: a) derecho intrínsecamente válido: denominado tradicionalmente como derecho justo o natural (derecho natural). b) derecho formalmente válido: aquel que es creado o reconocido por la autoridad soberana en un determinado tiempo y lugar (derecho vigente). c) derecho positivo: que es considerado como formal o socialmente váli do cuando goza de mayor o menor eficacia (derecho positivo). Atento a lo anterior, en la combinación de estos tres mundos se pueden descubrir siete posibilidades diferentes: 1. Derecho formalmente válido, sin positividad ni valor intrínseco. 2.- Derecho intrínsecamente valioso, dotado además de vigencia o validez formal pero carente de positividad. 3.- Derecho intrínsecamente válido, no reconocido por la autoridad política y desprovisto de eficacia. 4.- Derecho formalmente válido, sin valor intrínseco, pero provisto de facticidad. 5.- Derecho positivo, formal e intrínsecamente válido. 6. Derecho intrínsecamente válido, positivo pero sin validez formal. 7.- Derecho positivo (consuetudinario), sin vigencia formal ni validez intrínseca. Para ayudar a entender en forma simple la utilización de los tres mundos que comprenden la teoría de los tres círculos y el enlazamiento de cada uno, utilizaremos los enunciados o proposiciones categóricas que se usan en la lógica, expresando en forma breve la vinculación de los siete puntos señalados anteriormente: 1. Derecho vigente-No derecho positivo-No derecho natural. (D.V) (No D.P) (No D. Nat.) Este supuesto es derecho vigente, aun cuando sea injusto y no se cumpla ni se aplique. Como ejemplo de ello podemos señalar el artículo 22 de la Constitución mexicana, que prevé la pena de muerte. Sin embargo, es conveniente que el profesor exponga varios ejemplos de la legislación, pudiendo elegir los artículos que considere adecuados. 2. Derecho Natural-Derecho Vigente-No Derecho Positivo. (D. Nat.) (D.V.) (No D.P.) En este segundo caso, se habla de preceptos válidos formal e intrínsecamente, pero no eficaces en la realidad social, por ejemplo el artículo 139 del Código Civil para el Distrito Federal que hace referencias a los esponsales. 3. Derecho Natural-No Derecho Vigente-No Derecho Positivo. (D. Nat.) (No D.V) (No D.P.) En este punto prevalecen principios que sólo pueden ser considerados como ideales, porque provienen del orden natural, es decir, constituyen un deber ser ideal e indiscutiblemente pueden ser utilizados en cualquier sistema jurídico como criterios axiológicos para la interpretación de la ley o la costumbre, y todo depende del país en donde se encuentre el legislador o el juez para que por medio de los diversos métodos que hemos presentado en apartados anteriores, logre formular o resolver las lagunas que la ley, como toda obra humana, presenta, por lo que corresponde ubicar esos principios como fuentes reales a las que deben sujetarse los legisladores y jurisconsultos si así procede. Por citar un ejemplo de esta combinación, se pueden señalar los descubrimientos de biotecnología, donde no debe existir la eutanasia, sin embargo existe como un ideal. Asimismo también podemos vislumbrar ideales de aspectos biogenéticos. 4. Derecho Vigente-No Derecho Natural-Derecho Positivo. (D.V) (No D. Nat.) (D.P.) Esta cuarta hipótesis, dice el doctor García Máynez, se presenta cuando la ley o una costumbre (oficialmente reconocidas) son injustas aun cuando tal cosa ocurra, la ley o la costumbre subsisten como tales, al menos desde el punto de vista del Estado. Del mismo modo, la regla consuetudinaria que reúne los requisitos que señala la teoría romanocanónica es, de acuerdo con ésta, derecho auténtico, sea cual fuere el valor de su contenido. Por ejemplo: el anatocismo que puede encontrarse plasmado en algunas normas jurídicas de un país determinado y el aborto, en los casos donde se permite privar de la vida al producto de la concepción, cuando éste se origina de una violación. 5. Derecho Positivo-Derecho Formal-Derecho Natural. (D.P) (D.V.) (D. Nat.) Cabe reflexionar que aun cuando las leyes creadas por el legislador llevan el sentido de servir en forma justa a la sociedad, ello no implica que en la realidad se cumpla, porque retomando las palabras de Herman Heller, citado por el doctor García Máynez, se entiende que el poder como es sabido, consiste sólo en mandatos que se obedecen, y la obediciencia, siempre y en todas las formas de dominación, depende esencialmente de la creencia en que el mandato está justificado." Por ejemplo, las garantías individuales consagradas en la parte dogmática de nuestra Carta Magna. 6.- Derecho Natural-Derecho Positivo-No Derecho Vigente. (D. Nat.) (D.P.) (No D.V.) En este ámbito se observan reglas de costumbre no reconocidas por el Estado, donde el contenido es esencialmente valioso o justo. Por ejemplo, las costumbres de los pueblos indígenas que les benefician y que se deben respetar. 7. Derecho Positivo-No Derecho Vigente-No Derecho Natural. (D.P.) (No D.V.) (No D. Nat.) El maestro García Máynez muy acertadamente señala que esta última hipótesis sólo podríamos aceptarla a la luz de su teoría; sin embargo, de hecho, puede existir una práctica social injusta que el Estado no reconoce y no admite como fuente real, pero esa práctica o costumbre injusta tiene una vigencia puramente social, porque al concurrir la inveterata consuetudo y la opinio juris necessitatis, la teoría del derecho las considera como verdadero derecho, aun cuando el Estado no las admite y carecen del punto de vista formal, de significación jurídica. Para un jurista de la familia romano-germánica resulta imposible aceptar que la repetición de los usos sociales forman una fuerza normativa obligatoria; pero es indudable que en el pensamiento de cada ser humano perteneciente a un sector de la colectividad presente un sentimiento jurídico de que esa práctica social dé nacimiento a un deber ser. Este punto se puede ejemplificar con las reglas de honor que determinados países seguían en los duelos. De acuerdo con lo anterior, se puede concluir que la teoría de los tres círculos no sólo pertenece al campo teórico, sino que puede y debe ser explicada a los alumnos por medio de ejemplos de la vasta legislación mexicana, o bien de las prácticas sociales existentes en México. Por otra parte, la teoría de los tres círculos no sólo debe ejemplificarse en el ámbito del sistema jurídico nacional, porque puede ser analizada en cualquier otro sistema que haya existido o sea contemporáneo. Un ejemplo muy claro está en la antigua Grecia, en donde se desarrolló una teoría acerca de la justicia, en virtud de que a ellos les inquietaba el problema del porqué algunas conductas prohibidas en un lugar, en otro parecían no importar y en otro, quizá, no sólo no se prohibían, sino que se permitían y hasta podrían premiarse. Otra forma de ilustrar la enseñanza de la teoría de los tres círculos la encontramos en la homosexualidad, ya que en los pueblos antiguos como Grecia y Roma era bien vista, llegándose a castigar a aquellos que no quisieran practicarla; sin embargo, en el mundo contemporáneo existen sistemas jurídicos que permiten el matrimonio entre seres de un mismo sexo y lo contemplan en su legislación; no así en otros países en donde ni siquiera hacen mención de la homosexualidad y aun hay otros que consideran la homosexualidad como causal de divorcio si uno de los cónyuges se percata de que su pareja practica el homosexualismo. En fin, existe una variedad de modelos o hechos, así como actos que pueden servir de base para ligar la teoría de los tres círculos con la práctica, de ahí la importancia de estudiar con ejemplos dicha teoría.